Reabrió el Centro de Ciencias y Visitantes Fundación Ángel Ramos del Observatorio de Arecibo con nuevas exhibiciones
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
"Usted es el radar", anticipa la estación en la bien iluminada y colorida sala. En otras palabras, en el gigante plato del Observatorio de Arecibo puedes convertir tu cuerpo. Con ligereza y puntería, debes moverte para registrar asteroides que a toda velocidad atraviesan el oscuro espacio. Al final, el conteo de asteroides detectados por tu cuerpo y su nivel de peligrosidad son anunciados en la pantalla.
Si pudieras hacer un cráter, ¿te atreverías? Aquí solo tienes que definir la velocidad del PSI (pounds per square) y comenzar a disparar sobre una fina y grisácea arena de nanotecnología. Según la fuerza del disparo va menguando, los cráteres van siendo más pequeños sobre la arena hasta que solo le pasa por encima un leve aire. El impacto deja de ser propio de un meteorito y se asemeja más al paso de una estrella fugaz.
Las posibilidades de cambio en la educación temprana que viabilizan los programas de la Iniciativa Preescolar desde hace diez años ya han impactado una generación de maestros y estudiantes
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
El futuro no se construye mañana. Se forma hoy, todos los días, a todas horas ¿Cómo queremos que sean nuestros niños cuando grandes? En el momento en que la Fundación Ángel Ramos se hizo esa pregunta en el año 2003, comprendió que ir a lo específico era meritorio. Tocaría entonces la población entre 0 a 6 años de la isla mediante su Iniciativa Preescolar, la cual capacita maestros y cuidadores para que dispongan de las herramientas idóneas para maximizar el potencial de esa generación en formación.
Si deseamos formar ciudadanos de bien para lograr un mejor Puerto Rico es obvio que siempre hay que comenzar por el principio", dijo en un evento público Rafael Cortés Dapena, presidente de la Fundación Ángel Ramos.
Es un hecho comprobado que la educación preescolar es un elemento clave en el desarrollo del ser humano: el 80% del cerebro se desarrolla entre las edades de 0 y 6 años, periodo en el que también ocurre el mayor desarrollo de nuestra personalidad y se sientan las bases de su comportamiento futuro. Nuestra aspiración es que los niños reciban servicios de cuidado y educación de alta calidad y que se provean bases de aprendizaje para toda la vida", añadió Cortés Dapena.
Los programas Alcanza, APRENDO, Despertar Musical, Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico y el Programa de Certificación de Guías Montessori compartieron con educadores de niños en edad temprana técnicas de enseñanza y aprendizaje especializadas
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Contar lo que sucedió en el acto que inauguró el primer Día de la Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos (FAR) requiere empezar por el final del acto de bienvenida. Ciento treinta maestras, porque la mayoría eran féminas de toda la Isla, cantaron y aplaudieron durante la interpretación del tema Juntos, a cargo de integrantes del programa Despertar Musical del Conservatorio de Música de Puerto Rico.
Había entusiasmo, sobraba el empeño y el sueño quedó sacudido el pasado sábado, 16 de abril, temprano en la mañana, en el Teatro Raúl Juliá del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR). Esa fue la sede del evento que permitió a los maestros conocer, mediante sesiones concurrentes, los ofrecimientos de los programas que componen la Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos, cuyo propósito es proveer formación continua al personal educativo y directivo que atiende a la población de niños entre las edades de 0 a 6 años alrededor de la isla. Los cinco programas de la Iniciativa Preescolar son: Alcanza, de la Universidad de Puerto Rico; APRENDO, de Fondos Unidos de Puerto Rico; Despertar Musical, del Conservatorio de Música de Puerto Rico; Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico del Museo de Arte de Puerto Rico; y, el Programa de Certificación de Guías Montessori del Instituto Nueva Escuela.
"Aquí estamos juntos/ para compartir/ experiencias e igualdad. / Con derecho de crecer /y de aprender/ de amar y de jugar/ la niñez en su esplendor/ apreciarás/ si te unes a ayudar", cantaban evidenciando que ese día querían saber más.
Su mayor tesoro, y así lo cuentan, es poder servir a sus participantes con amor y paciencia y acompañarlos a ser su mejor versión posible. Aquí el Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (PECES) comparte las claves para no perder el buen ritmo.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Viaje en el tiempo treinta años atrás. Piense en una casa poco acondicionada, construida en el 1932 y situada en la calle La Marina de Punta Santiago, en Humacao. Ella albergaría el deseo de una comunidad de acompañar a otros a crecer saludablemente, a descubrir sus talentos y a desarrollarlos. El empeño que contagiaba la Hermana Nancy Madden sobraba, los recursos económicos no.
"No había nada más y Nancy nos dijo, 'por ahí vamos'. Irónicamente, estábamos al lado de dos o tres lanchas. La experiencia de PECES es que siempre tenemos que estar listos para cuando el mar este planito y para cuando esté en zozobra. Nosotros, como buenos peces, hemos ido navegando contra la corriente todo el tiempo. Nancy nos enseñó que lo que está establecido no siempre está basado en la necesidad del prójimo y ayudar al otro es lo nuestro", sostiene José Javier "Gapo" Oquendo, actual director ejecutivo del Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (PECES), que sirve a 30 mil personas en 15 pueblos de la zona este de Puerto Rico.