El gobernador Alejandro García Padilla celebró el triunfo del Coro de Niños de San Juan en Italia con un homenaje en La Fortaleza
Por Ana Teresa Toro
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Es un coro que no basta escuchar. Hay que mirarlo. Hay que ver cómo la música les afecta, los conmueve. Hay que maravillarse por la manera en que sus rostros nos revelan con sus gestos el significado de cada una de las frases que cantan como una sola voz. Porque a decir verdad, si una cosa ha procurado afianzar el Coro de Niños de San Juan (CNSJ) -a lo largo de sus casi cincuenta años de trayectoria que celebra el próximo año- lo es la forja de una voz propia, una identidad sonora, un modo de interpretar que es reflejo de lo que niños y jóvenes puertorriqueños son capaces de construir cuando descubren el arte y cuentan con una persona que los guíe en el proceso.
Además de las presentaciones para público general, la compañía realizará funciones escolares a las cuales también serán invitadas distintas comunidades de escasos recursos para que asistan de manera gratuita.
Por Ana Castillo Muñoz
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Una flor que adormece y enamora. El zumo. Un bosque mágico. Un personaje arrogante e inalcanzable que se enamora perdidamente de un burro. Y el final indescifrable.
De eso se trata la pieza Sueño de una noche de verano que estará presentando Ballet Concierto de Puerto Rico (BCPR) en su ya tradicional Festival de Coreógrafos que se llevará a cabo del 9 al 12 de octubre en la Sala René Marqués del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré en Santurce. Durante los pasados 29 años, la institución ha organizado este evento ininterrumpidamente.
El artista, quien trabajó en las piezas por los pasados dos años, expone por primera vez una colección de dibujos en la SalaFAR.
Ana Castillo Muñoz
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La última vez que el artista Rigoberto Quintana visitó su Cuba natal adelantó el viaje de regreso. El haber regresado a su país y darse cuenta de que el tiempo había pasado, pero todo seguía intacto le impactó.
Quintana, lleva 21 años viviendo en Puerto Rico y cuenta que, a diferencia de como le sucedía en su país, cuando abre los ojos, sus alrededores están inundados de imágenes. El celular, el bombardeo de las redes, la prensa, los afiches de la calle, la gente. Lo que define como “mucha visualidad en el ambiente”.
Por Ana Castillo Muñoz
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Loíza es privilegiado. Es cultura, es folclor, es educación, es prevención. Ahora, desde hace unas semanas, es la sede del Centro Tau.
El Centro Tau, proyecto de la Fundación Ricky Martin, es el primer espacio de su tipo que integra en un mismo lugar los servicios de educación, salud y desarrollo ofrecidos de forma independiente por cuatro organizaciones sin fines de lucro reconocidas en la Isla.
Sus inicios se remontan al 2008, cuando un grupo de líderes del tercer sector se sentó alrededor de una mesa a conversar sobre qué granito de arena podrían colocar para que el Centro Tau se materializara. Justo Méndez Aramburu, presidente de Nuestra Escuela, alzó su mano y enunció que su institución educativa estaba a la disposición de compartir su modelo de educación alternativa. El doctor José Vargas Vidot, director ejecutivo de Iniciativa Comunitaria, se unió e indicó que su organización ofrecería acompañamiento y talleres en términos salubristas, mientras que SER de Puerto Rico y su directora ejecutiva, Nilda Morales, también pondría los servicios de cernimiento de los niños(as) a disposición del centro.
“Este centro se llama Tau, porque aparte de ser el nombre ícono de nuestra fundación es una palabra taína que significa ‘hola’, y es quien siempre nos da la bienvenida a proteger juntos los derechos humanos de nuestra niñez y nuestra juventud”, comentó Bibiana Ferraiuoli, directora ejecutiva de fundación Ricky Martín.
“El Centro Tau es un espacio de innovación, transformación e integración donde convergen cuatro aliados para ofrecer su mejor peritaje con una misma meta: que cada uno de los 120 participantes (entre los dos meses y 21 años de edad) puedan encaminarse a un mundo regido por el amor, la valentía y la paz”, expresó.