Meta: Ofrecer los servicios más especializados y actualizados a participantes de todas las edades, para que tengan mejores oportunidades de desarrollo.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
En el año 2002 la Fundación Puertorriqueña Síndrome Down enfrentaba una encrucijada, debía encontrar una nueva sede con urgencia. Ganar el Premio Tina Hills ese año le permitió no solo mudarse, sino acondicionar el nuevo espacio para ampliar sus servicios a la población.
“Fue un gran momento de necesidad porque teníamos que relocalizarnos de emergencia en otro lugar y pudimos tener un centro preescolar más a la vanguardia, con un patio interior espectacular y salones de terapia con más equipo”, explica Yasmín Rodríguez, directora ejecutiva de la Fundación Puertorriqueña Síndrome Down, sobre la mudanza de Santurce a Guaynabo. Ahora están ubicados en San Juan.
Comenzaron en el 1989 como una asociación de padres con hijos con Síndrome Down y desde una marquesina ofrecían apoyo y orientación. Hoy cuentan con una organización madura que ha logrado expandir los servicios que requiere la población.
“Siempre hemos tenido apoyo de la comunidad, otras organizaciones nos ayudan a que podamos continuar con el apoyo de fondos. Seguimos ofreciendo las terapias, tenemos el centro preescolar y nuestros programas. Estamos orgullosos de que los jóvenes se desarrollen y puedan terminar trabajando en una empresa que los valorice y puedan ser útiles a la sociedad; nos tiene muy emocionados la inclusión en las empresas que les dan la oportunidad a nuestros jóvenes para que puedan emplearse. Ubicarlos en un empleo ha sido lo más grande, trabajar con ellos y llevarlos ahí”, revela Rodríguez.
“Fue un gran momento de necesidad porque teníamos que relocalizarnos de emergencia en otro lugar y pudimos tener un centro preescolar más a la vanguardia, con un patio interior espectacular y salones de terapia con más equipo”. |
Además del centro preescolar, la Fundación Puertorriqueña Síndrome Down brinda terapia ocupacional, física, del habla y programas de práctica clínica, entre otros servicios.
La directora del Departamento de Servicios Relacionados, Marta Segarra, señaló que entre todos los cambios de protocolo provocados por la pandemia —desde talleres virtuales, distanciamiento social y estaciones de dispensadores de desinfectante hasta la instalación de filtros de aire—, debieron manejar las muestras de cariño de la población que atienden que suele ser “amorosa y de mucho cariño”.
“Ya los padres se han ido vacunando y escogen si los hijos vienen de manera presencial o si continúan con tele-terapia, pero entienden que el servicio presencial es insustituible. ¿Cómo la terapista puede medir el tono muscular si no toca al participante? Hemos intentado continuar los servicios adaptándonos a las necesidades, según surgen las cosas. El 95% de los padres ya están viniendo presencialmente con los participantes, desde infantes hasta adultos”, señala Segarra.
También, han establecido “esfuerzos colaborativos que añaden otros modelos de servicios”. Segarra alude a los residentes de pediatría y psiquiatría de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas que participarán de las clínicas. “Queremos que aprendan del desarrollo de los chicos porque tienen otros procesos y, cuando le lleguen a su oficina en un futuro, hayan tenido esta experiencia directa aquí y conozcan de primera mano cómo atenderlos, no a través de un libro”, anuncia Segarra.
Para lo que resta del año proyectan aumentar los servicios y seguir dando a conocer su labor para impactar más personas; el más reciente fue un taller de terapia oromotora, esencial para lograr un habla más clara.
“Es importante que nuestro personal siga adiestrándose en nuevas técnicas y vayan aprendiendo todo lo que surja nuevo para atender a nuestros participantes, eso lo tenemos bien presente”, culminó la directora Rodríguez.
Fundación Puertorriqueña Síndrome Down
Fundación: 1989
Labor: atender a la población Síndrome Down entre los 0 y 60 años con un enfoque integral.
Ubicación: San Juan