Jueves, 05 Mayo 2016 14:24

El arte como experiencia educativa

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"Son mucho más despiertos y exigen más". Así describe Doreen Colón Camacho, del Museo de Arte de Puerto Rico, la nueva generación de estudiantes que disfrutará de la renovada Galería ActivARTE

 

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


La mirada recorrerá con interés cada recoveco de la sala.

"¡Mira, Tufiño!", exclama un niño al ver una obra del artista puertorriqueño Rafael Tufiño, en el Museo de Arte de Puerto Rico. El suyo no es un grito aislado, es la comprobación de que lo aprendido en clase no es un asunto lejano o intangible.

Ahí está la obra del Maestro. La que hizo un boricua como ellos. La que cuenta una historia que nos habla con nuestros códigos, en nuestro idioma. La Galería ActivARTE Fundación Ángel Ramos, del Museo de Arte de Puerto Rico, está diseñada para fomentar esas y otras vivencias educativas relacionadas.

Su reciente apertura tras concluir la renovación que impulsó la Fundación Ángel Ramos desde junio del 2015, trae nuevas oportunidades de impactar más niños. ¿Cómo? Mediante el programa de Integración de las Artes Visuales puertorriqueñas al Currículo Preescolar, que tiene como base dicho espacio en el museo santurcino.

 


Palpar algunas de las obras está permitido en la galería.

Perteneciente a la Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos, el programa educa mediante ciclos de talleres a maestros de escuelas del país sobre maneras en que pueden usar el arte como instrumento educativo. Se les ofrece a los educadores, guías y ejemplos de actividades que pueden cambiar el rumbo de sus lecciones en el salón de clases. Luego, traen a sus estudiantes a la galería y al museo para redondear la experiencia.

Una de esas piezas que ofrece dicha oportunidad es el acrílico sobre papel, Piloto, de la serie Inxilio Cartas de artista, de Jaime Carrero.

"Esa imagen va a tener un papel importante en la galería, es para ponerlos a pensar, 'tú eres ese piloto, ¿qué viaje quieres emprender en tu vida?'", indica Doreen Colón Camacho, directora fundadora del Departamento de Educación del MAPR.

Por su parte, Nancy Seda De León, supervisora del Programa escolar y familiar del museo, señala que al pensar en las particularidades de la generación infantil del 2001 (cuando se inauguró ActivARTE) y de la actual, siempre el punto de partida "son las piezas de arte de la galería".

"Partimos de ese principio", explica la educadora. "Lo primero es enfocar en las piezas, cómo se conectan entre ellas y cómo se pueden conectar con ellos como visitantes".


La narración de cuentos es una de las actividades preferidas
de los pequeños visitantes.

Todos los manuales educativos, diseñados en el MAPR, proponen actividades para los niveles k-3ro, 4to-6to, 7mo-12mo. La galería contempla algo para todas edades y capacidades de aprendizaje desde obras como Música y danza, de Ralph De Romero; Clemente, de John Betancourt; Hacienda San Calixto, de Héctor Méndez Caratini o Duchamp en jaque, de Charles Juhász Alvarado, entre otras.

"El arte puertorriqueño es la materia prima para muchas cosas: primero, enaltecer el orgullo patrio; después, saber que sucedió en el pasado, entender los procesos, conocer las técnicas, las personalidades de esos artistas. A través de la imagen, ellos reaccionan a favor o en contra de la evolución de Puerto Rico, miran a futuro con visiones para el bien de Puerto Rico y tú no tienes que saber de arte para reaccionar a una obra", insiste Colón Camacho.


El enlace entre arte e historia, diseño, arquitectura o ciencia son algunas
de las propuestas que ofrece la nueva visión curatorial de la galería.

La complejidad y la diversidad temática son bien absorbidas por los estudiantes, dado que si algo caracteriza esta generación, a juicio de Colón Camacho, "es que están mucho más avanzados en tecnología, por ende, son mucho más despiertos y exigen más".

Colón Camacho resaltó que para lograr un mayor alcance entre el público visitante, cuentan con acceso para que personas parapléjicas puedan interactuar con el Interactivo (proyecto tecnológico que condensa principios generales del arte) y un robot realizará recorridos para que pacientes encamados puedan disfrutar la galería a distancia. El Jardín escultórico de la institución, también, tendrá un papel importante en los próximos ofrecimientos educativos.

LIBRES PARA PENSAR

ActivARTE es un espacio de libertad, puesto que al igual que el museo, no descansa en el sistema de guías quienes al volcar todo su conocimiento de una obra sobre el visitante, "imponen una sola lectura, la oficial", según considera Colón Camacho.  


¡Manos a la obra!

"Aquí no hay guías, aquí tenemos educadores, facilitadores y docentes", detalla la directora educativa. "La belleza de esta versión de ActivARTE es empezar desde preescolar y llegar hasta 99 plus con pantallas, con actividades que establecen diálogos. ActivARTE no es una exhibición más, es el contenido de las nuevas maneras de enseñanza; antes lo hacíamos con doce obras y ahora lo hacemos con 23".

Para Colón Camacho, la Iniciativa Preescolar a la cual está afiliado el programa de Integración de las Artes Visuales Puertorriqueñas al Currículo Preescolar del MAPR, marcó un antes y después en la educación en el país. "La Fundación Ángel Ramos creyó genuinamente sin ver y eso es algo que el MAPR nunca dejará de agradecer", dijo.

"Ya no se podrá volver atrás", opina. "No lo veremos de inmediato, pero cada una de las cinco organizaciones en el proyecto ha creado una nueva generación de padres, de maestros pero, sobre todo, de niños".

Para satisfacer su curiosidad, aunque cumplan 99 años, siempre estará ActivARTE.

Para información sobre coordinación de visitas a la galería, llame a Carolina Cotto al (787) 977 6277, extensión 2230. 

 

Fotos Alberto Bartolomei

 

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