Este fue el caso de Luis A. Jiménez Pérez, estudiante de maestría de Atlantic University College, quien con su juego de mesa Conquerors alcanzó la primera posición en la competencia. A este, le siguieron Víctor Castro, José Ortiz y Juan Rivera, de la Universidad del Turabo, quienes con su robot Grass Cutter llegaron en segunda posición.
Los premios para el primer y segundo lugar fueron una beca valorada en $350 para tomar el Taller EmPRendiendo en Puerto Rico, que ofrece el Centro para Emprendedores; un programa de incubación virtual de INTECO; una sesión de planificación financiera por parte de Oriental Bank, así como participación en sus programas de empresarismo; y una orientación sobre propiedad intelectual por los abogados del bufete Ferraiuoli LLC.
“Al principio la gente estaba dudosa con el juego, pero según se fueron acercando, se les explicaba cómo era y se inspiraban a jugar. Los nenes estaban encantados y los padres preguntaban cuándo sale al mercado”, explica Jiménez, estudiante de maestría de Atlantic University College, sobre Conquerors.
Ahora el trabajo entra a una segunda fase en la que se realizan “arreglos mecánicos”, según describe Jiménez, “para hacer el juego más sencillo y viable”.
“Queremos que puedas jugarlo muchas veces de manera distinta, que no sea algo repetitivo. Nosotros en la universidad nos reunimos una vez a la semana y lo más que me gusta es ver el desarrollo y el crecimiento de los estudiantes según se va mejorando el juego”, insiste Jiménez.
“Y se va a lograr; esos tres estudiantes y sus profesores tienen una motivación que llega al cielo”. |
En el caso de Grass Cutter, la pieza entró a una fase de perfección en el área de programación. Este proyecto fue ingeniado por los estudiantes de la Universidad del Turabo José Ortiz, Juan Rivera y Víctor Castro, quienes lo trabajaron junto a los profesores de Electrónica de la institución, Diego Aponte y Miguel Goenaga.
Ahora el profesor de computadoras, Alcides Alvear, aporta en el refinamiento del trabajo que es operado mediante el sistema Bluetooth del celular.
“Ha tenido muy buena aceptación”, dice Alvear, sobre el Grass Cutter, “las personas estaban contentas con el producto en la feria y preguntaban cuándo llegaba al mercado. De un juguetito como un tanque ahora el proyecto ha crecido”.
La próxima fase, indica Alvear, va dirigida a lograr la autonomía del producto, hacerlo más viable y trabajar otras opciones para no controlarlo sólo con el celular. “Y se va a lograr; esos tres estudiantes y sus profesores tienen una motivación que llega al cielo”, mencionó Alvear.
MOTIVACIÓN AL MÁXIMO
Los organizadores indicaron que grupos de estudiantes de escuelas que también participaron en la feria recibirán el apoyo de las orientaciones empresariales.
Uno de los asistentes fue el profesor Ernesto Díaz Bello con estudiantes del Club de Robótica de la Escuela Especializada en Tecnología Gerardo Sellés Solá de Caguas, quienes presentaron cuatro proyectos. También, asistió su colega Roberto Díaz.
“Para ellos es una oportunidad de compartir sus proyectos con otras personas y eso les sube su autoestima; tienen que explicar sobre la fabricación, el diseño. Uno los ve bien emocionados y eso solidifica sus destrezas. Para mí es una oportunidad de motivar más estudiantes, a que quieran unirse al Club de Robótica. Yo invito a los 125 miembros del club a que participen de la feria”, contó el profesor Díaz Bello.
Por su parte, Tasha Endara, directora del C3Tec, resaltó la asistencia a esta edición de la feria. “Este año hubo récord de público”, celebró al tiempo que mencionó que “adultos, jóvenes y familias con niños disfrutaron las exhibiciones de los makers en esta feria de creatividad, con música, exhibiciones tecnológicas, desfile de modas, artesanías creativas y la Competencia de Makers”.
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