Precisamente, la próxima edición del CircoFest (Festival Internacional de Circo y Artes de Calle) tendrá lugar del 25 al 26 de febrero en el Viejo San Juan para luego, del 27 de febrero al 5 de marzo, dar paso a su usual gira por varios pueblos de la isla.
“Yo diría que, la gente, agradeciéndote por lo que haces ha sido realmente lo más satisfactorio en este tiempo. Cuando acabamos el CircoFest, ahí mismo ese domingo la gente te dice ‘lo que hicieron fue algo bueno’, ‘es necesario’”, manifiesta Carreño.
ACirc ha logrado exponer directamente a nuevos públicos boricuas al arte circense callejero y ese tipo de respuesta les fortalece "para poder realizar todo, para poder cumplir con todos nuestros programas, para poder gestionar".
Porque para llevar a cabo este trabajo, es fundamental la autogestión que lo propicie. "Hemos aprendido a gestionar, a pedir ayudas aunque me gustaría mejor dedicar ese tiempo a gestionar el programa (artístico)", confiesa dejando entrever el hecho de que los artistas hoy día deben ocuparse no sólo del componente artístico de sus proyectos, sino también del administrativo.
Cuando acaba el CircoFest con su amplia oferta de presentaciones a cargo de artistas locales e internacionales, comienzan los talleres de artes circenses en los municipios seleccionados cada año. Ya han visitado, entre otros, Caguas, San Lorenzo, Ponce y Cayey.
"En los talleres puedes profundizar mejor, es un proceso, hay más continuidad, puedes ver más resultados y evaluar cambios. A veces uno llega y a los participantes les cuesta entrar, pero te van conociendo, se va rompiendo la barrera y uno aprovecha y entrega información de valores, de respeto. Es un momento mágico el que se genera en un taller o en una presentación; uno aprovecha para relacionarse con la gente", describe.
Para los talleres, suelen escoger "lugares donde haya menos información". "Por ejemplo, cuando vamos a Culebra y a Vieques buscamos una escuela grande porque se abarca más gente y siempre tratamos de generar que otras escuelas se integren. En Vieques tenemos una alianza con Boys & Girls Club", explica el artista.
NACE EL BASTIÓN
ACirc tiene un nuevo proyecto en la mira: un centro cultural en el que habrá talleres fijos y en el que otros artistas puedan crear, ensayar y desarrollar presentaciones. Se contempla, además, espacios para residencias artísticas.
Se trata de un edificio contiguo a la sede del Instituto de Cultura Puertorriqueña en el Viejo San Juan y el Museo Casa Blanca. Anteriormente, era utilizado como oficinas y ya comenzó a trabajarse en su acondicionamiento.
"Creo que estará listo el próximo semestre porque requiere mucho trabajo", cuenta entusiasmado Carreño sobre el espacio que ya bautizaron como El Bastión.
Tras cuatro años operando, la organización considera que ha alcanzado madurez en sus procesos de gestión e implantación de proyectos.
"Una de las cosas que hemos desarrollado en este tiempo es el poder gestionar proyectos, aprender cómo funciona el sistema acá y la verdad es que hemos tenido bastante asesoría con talleres. Poco a poco empiezas a ver esto como una empresa cultural que da trabajo a otras personas, que ofrece servicios técnicos y expone a la comunidad artística a nuevo público porque la gente los ve y luego los contrata", menciona, entre otras alianzas con artistas del patio y aficionados, como compartir espacios para entrenamiento.
"Tenemos una comunidad de seguidores que están atentos a las actividades más pequeñas que hacemos a lo largo del año, nos preguntan porque se interesan; esa es la huella que deja un artista". |
Tocar puertas en busca de ayuda puede ser extenuante. "Uno siente que está luchando, pero tienes que cumplir con un protocolo también. Hay fondos para hacer muchas cosas, es cosa de enfocar esfuerzos y buscar los beneficios porque esta labor (cultural) también es importante", puntualiza.
Este año que recién comienza contemplan poder realizar "todo lo que tenemos en mente, que no es poco". "Hay cosas que ya están materializadas y son un hecho como El Bastión", comenta Carreño.
Pero, sin duda, el peso de los esfuerzos lo lleva el CircoFest.
"Ya la gente nos conoce y nos sigue diciendo lo bueno y lo positivo que le ven al festival, lo distinto que es a lo que se acostumbra a ver. Tenemos una comunidad de seguidores que están atentos a las actividades más pequeñas que hacemos a lo largo del año, nos preguntan porque se interesan; esa es la huella que deja un artista", propone.
Para más detalles sobre los talleres de artes circenses que ofrece la organización y el itinerario del CircoFest, acceda circofest.com.
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