Justo después adaptaron sus programas educativos para llevarlos a niños y jóvenes de dos comunidades cagüeñas. Con ayuda de maestras de las escuelas públicas del Barrio Borinquen y la Barriada Morales, presentaron su taller "Encuentro con las ciencias", que los familiarizaba con conceptos variados como construcción, procesos hidráulicos o matemáticas.
"En el barrio Borinquén contactamos una maestra de la Escuela Abelardo Díaz Morales que nos recomendó hacerlo en la iglesia a la que ella asiste y allá fuimos con cuatro de nuestros guías. Llevamos los talleres y meriendas para unos 40 niños. En la Barriada Morales, lo hicimos en la Escuela Diego Vázquez, que atiende estudiantes de elemental e intermedia. Allí hay maestros y líderes comunitarios bien comprometidos, así que la experiencia también fue buena", asegura Tasha Endara, directora ejecutiva del C3Tec.
Después de esas primeras actividades, el espacio fue destinado como centro Stop and Go del gobierno para atender personas de todas edades de lunes a domingo en horario de 10:00 a.m. a 4:00 p.m.
"Aquí damos otro tipo de talleres diseñados por Nancy Seda, directora del programa educativo de nuestro Centro: incluimos lectura de cuentos, pintura de murales, y conocen del centro. A diario impactamos 100 niños y adolescentes", señala Endara.
De igual modo, se atienden personas adultas y se les ofrece almuerzo. Para trabajar las jornadas continuas han llegado voluntarios, empleados gubernamentales y municipales, además de algunos sicólogos que han podido canalizar episodios de vulnerabilidad emocional. Confinados ofrecen cortes de cabellos, mientras que confinadas realizan manicuras.
"En estos días, al centro se han acercado niños que nunca habían venido, incluso que viven a dos calles. Para ellos, esa es su salida en estos días. Lo valioso ha sido ese junte de niños de distintas zonas, eso me ha motivado y gracias a Dios que somos ese oasis", resalta la directora.
Cuando retorne el servicio de energía eléctrica, habilitarán el centro con miras a abrir a la mayor brevedad.
"En Puerto Rico hay una labor que hacer y nosotros la estamos haciendo", dice Endara, quien destaca que unos treinta voluntarios se han acercado para ayudar e integran el grupo estudiantes y personas retiradas de la zona.
"Que ellos se acerquen desinteresadamente representa el desprendimiento y las ganas de ayudar al prójimo. Esta ayuda y apoyo es valiosa y no tiene precio, hacia ellos tenemos un gran agradecimiento porque para trabajar y seguir ayudando a los necesitados lo que hace falta son manos", concluye la directora del C3Tec.
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