El proyecto Ciudadanía Activa PR, de la Iniciativa de Desarrollo Organizacional de la Fundación Ángel Ramos (FAR), visibilizó y reconoció en su publicación Oenegé y en redes sociales la labor de voluntarios en distintas organizaciones sin fines de lucro que atendieron poblaciones alrededor de la isla. Además, se ha difundido información sobre aspectos claves a la hora de ser parte de una ciudadanía activa que aporta su labor voluntaria al Tercer Sector, así como una guía para que las organizaciones mantengan activos a esos ciudadanos que rinden servicios como voluntarios.
Según datos recopilados como parte del proyecto Ciudadanía Activa PR, en esta emergencia se activaron 355 ciudadanos a través de seis organizaciones sin fines de lucro, lo que representa 5,780 horas de servicio entre los meses de octubre a noviembre. La contribución ciudadana, en números conservadores, representa más de $72,000. |
Para enfrentar las condiciones críticas heredadas de los vientos y lluvias del huracán María, el Tercer Sector aprovechó la ayuda de voluntarios fijos y otros que se acercaron para dar la mano. Según datos recopilados como parte del proyecto Ciudadanía Activa PR, en esta emergencia se activaron 355 ciudadanos a través de seis organizaciones sin fines de lucro, lo que representa 5,780 horas de servicio entre los meses de octubre a noviembre. La contribución ciudadana, en números conservadores, representa más de $72,000.
Cabe señalar que antes del paso del ciclón, ya FAR había instaurado un nuevo Programa de Formación y Desarrollo de Voluntarios para Organizaciones sin fines de lucro que apoya. La meta del programa es que cada organización participante logre institucionalizar un programa efectivo de voluntariado y, posteriormente, aumentar el número de voluntarios que aporta al logro de su misión.
DESPUÉS DE MARÍA
El Tercer Sector no se quedó con los brazos cruzados luego que el huracán María dejara atrás nuestra geografía. Por ejemplo, el Centro de Acopio que estableció el Hogar Buen Pastor en Puerta de Tierra, ha impactado a más de 900 familias con la ayuda de unos 90 voluntarios que, en conjunto, ofrecieron más de 4,000 horas de servicio. Su contribución ciudadana asciende los $30,000. A esto, se le suma la labor de la coordinadora de voluntariado, quien trabajó 75 horas.
Centro Esperanza, espacio que ofrece educación Montessori a niños preescolares, estableció un Centro de Acopio y distribución que ha impactado a más de 500 familias en Loíza, así como clínicas de atención médica gratuitas que han atendido sobre 100 personas gracias a más de 250 horas de trabajo voluntario. Esta organización ha logrado activar a más de 120 voluntarios que brindaron cerca de 800 horas de servicio para una contribución ciudadana de $35,000. Por otro lado, su coordinadora de voluntariado ha ofrecido más de 40 horas de labor.
En el caso de Iniciativa Comunitaria, su Clínica Bantiox establecida en Toa Baja que ofrece servicios médicos gratuitos, aprovechó la labor de quince voluntarios que donaron 75 horas de servicio.
Scuba Dogs, organización que atiende aspectos de reforestación y limpieza de cuerpos de agua, armó un equipo de limpieza y remoción de escombros junto a 60 voluntarios, que representaron 300 horas en servicio.
El Proyecto ENLACE del Caño Martín Peña, dedicó 50 horas de servicio de diez voluntarios a la entrega de suministros y a llenar solicitudes de ayuda de FEMA junto a los residentes damnificados.
De otra parte, Hogar Ruth aprovechó el trabajo de 60 voluntarios que dedicaron 300 horas de servicio a la limpieza y remoción de escombros.
Entre los voluntarios que le sirvieron a estas seis organizaciones estuvieron las Brigadas de BDO, empresa privada dedicada a brindar servicios de contabilidad, que reunió 110 voluntarios y los dividió en siete brigadas.
Cabe señalar, además, que los esfuerzos de movilización incluyeron la coordinación de voluntariado gubernamental y el inicio del desarrollo de alianzas con otras organizaciones sin fines de lucro y universidades.
Fotos: Javier del Valle