Para el licenciado Rafael Cortés Dapena, presidente de la Fundación Ángel Ramos, resulta esperanzadora la movilización de las organizaciones sin fines de lucro desde los primeros días tras el paso del ciclón y el trabajo de los voluntarios que se unieron a sus filas.
“He visto en el Tercer Sector una disposición para hacer el máximo esfuerzo en este momento histórico que vivimos como país, como también he visto mucho deseo de nuestra gente por ayudar, especialmente de la juventud y eso me llena de optimismo. Lo que estamos haciendo, en términos de apoyar la ciudadanía activa y el voluntariado, es lo correcto por lo que significa para el país”, afirma el Lcdo. Cortés Dapena aludiendo al esfuerzo de visibilizar, reconocer, movilizar y encausar el trabajo de la labor ciudadana como parte del proyecto #CiudadaníaActivaPR, creado por la Iniciativa de Desarrollo Organizacional de la Fundación.
El presidente de la Fundación está seguro de que “el Tercer Sector es importante para lograr el país que todos queremos”. “Pero el Tercer Sector tiene recursos económicos extremadamente limitados y necesita de un apoyo, de esa mano adicional que aporta un voluntario. Si antes de María era importante el apoyo, después de María se convierte en crítico”, asevera.
Y esa relación entre voluntariado y organización debe darse sobre bases de responsabilidad y planificación certera.
“Entendemos que para que el voluntariado sea efectivo tiene que ser estructurado, eso quiere decir que las organizaciones tienen que saber sus necesidades (entre otros aspectos) y, por otro lado, los voluntarios tienen que tener el deseo de servir a esa organización y un compromiso de aportar a estas. No solo se trata de llegar un día a ver qué tarea pueden realizar, sino que tiene que ser un proceso bien estructurado; que cada parte sepa lo que necesita y puede aportar”, propone.
“Yo creo que el gobierno, y también el sector privado, tienen que entender que este Tercer Sector es clave para la recuperación de Puerto Rico y que puede rendir servicios a poblaciones más vulnerables de una manera muy costo efectiva”. |
Formalizar esa relación de cooperación a mediano y largo plazo requiere planificación por parte del Tercer Sector. “Es la única manera que se puede realizar esa labor de forma efectiva, que sea gratificante para los voluntarios y para las entidades”.
Los comedores comunitarios en Loíza contaron con el apoyo de
Taller Salud. Foto / Javier del Valle
El momento crucial que vivimos como país –qué impacta en distintos planos a todos los residentes de la isla- trae consigo oportunidades de lograr con métodos más eficaces el trabajo que siempre se ha realizado. Las organizaciones sin fines de lucro no quedan excluidas de estas nuevas posibilidades. “Yo creo que el gobierno, y también el sector privado, tienen que entender que este Tercer Sector es clave para la recuperación de Puerto Rico y que puede rendir servicios a poblaciones más vulnerables de una manera muy costo efectiva”.
Empleados de la firma BDO activaron brigadas de voluntarios que
ofrecieron distintos servicios en organizaciones sin fines de lucro. Aquí la jornada en Hogar Ruth. Foto / Javier del Valle
El presidente de la Fundación asegura que la reconstrucción de Puerto Rico precisa de este trabajo que realizan entidades sin ánimo de lucro en las comunidades, “especialmente ante la debilidad presupuestaria del gobierno y los problemas que enfrenta el sector privado”.
“Para que el Tercer Sector pueda hacer una obra realmente significativa de país va a depender, en gran medida, de la ciudadanía activa y su servicio voluntario. Si no se logra ese apoyo, la labor que puede realizar el sector se minimiza”, reafirma el licenciado Cortés Dapena.