Enmarcado en la celebración del 60 aniversario de la entidad que lo otorga, la Fundación Ángel Ramos, y en el Día de la Filantropía, el acto reflejó el cambió que vivieron, no solo el país y el Tercer Sector luego del paso de los huracanes Irma y María, sino además el mismo galardón. Destinado desde el 1997 a exaltar una organización que exhiba las mejores prácticas de servicio y administración, el Premio Tina Hills brindaba una dotación en metálico de $150 mil a una organización y $15,000 a cada una de las tres entidades que resultaran finalistas.
Sin embargo, ante las vivencias y el desempeño del Tercer Sector en medio de la crisis provocada por los huracanes Irma y María, la Fundación Ángel Ramos optó esta vez por premiar a siete organizaciones sin fines de lucro siguiendo los siguientes criterios: resiliencia para reponerse y responder a la emergencia, movilización de voluntarios y desarrollo de alianzas; liderazgo; creatividad e innovación para adaptar y ampliar sus programas y servicios a las necesidades que surgieron tras los desastres; y alcance e impacto comunitario.
Así, el Acueducto Rural Pedro Calixto, Casa Pueblo de Adjuntas, CREARTE, Hogar del Buen Pastor, Museo de Arte Contemporáneo, Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (PECES) y Taller Salud recibieron un donativo de $50 mil cada una al resultar ganadoras de esta edición especial.
La ceremonia de premiación comenzó con la invocación a cargo de Sor Cecilia Serrano, directora de Centro Esperanza en Loíza. “Como organizaciones sin fines de lucro vamos a celebrar la esperanza que nos ha movilizado a la reconstrucción del país… Puerto Rico es hoy una comunidad resiliente, que, con todo lo vivido, lucha, se organiza y se levanta por sus propias manos. Gracias Señor por habernos llamado a amar y a servir”, dijo Sor Cecilia.
De ahí en adelante, sin duda alguna, la ceremonia que contó con Ana Teresa Toro como maestra de ceremonias, fue diferente a años anteriores. Arrancó con la proyección del vídeo con el mensaje del presidente de la Fundación, licenciado Rafael Cortés Dapena, quien puntualizó a las organizaciones: “Ya Puerto Rico sabe lo que ustedes pueden hacer, el mundo entero sabe lo que ustedes pueden hacer, es cuestión de continuar este esfuerzo”.
El evento continuó con vídeos trabajados por la casa Zapatero Films, que recogió una veintena de entrevistas a distintas figuras del Tercer Sector en las que se abordaron vivencias, ganancias en conocimiento y lecciones aprendidas en los momentos de crisis pos huracán. Los vídeos fueron entrelazados por las intervenciones del cuerpo de baile de la compañía Agua, sol y sereno, dirigida por Pedro Adorno, quien además tuvo a su cargo los visuales que cobraban vida en escena. La proyección de vídeos y las intervenciones artísticas se dividieron en segmentos titulados: “Vientos”, “Acción”, “Renacer”, “Servir, “Florecer” y “Transformar”.
Las manos laboriosas sostuvieron el país en sus momentos de incertidumbre y lo acompañaron a florecer. Ese fue el hilo conductor del evento que contó con música en vivo: flauta, violín, violonchelo y tambores, así como con las voces de la mezzosoprano Patricia Cay y el cantante Ronald Rosario, también dirigidos por Pedro Adorno, fundador y presidente de Agua, Sol y Sereno.
HABLA EL TERCER SECTOR
“Indistintamente de que tenemos la sensación de que estamos solos y de que tenemos que reaccionar, siempre tenemos que buscar otros aliados y sí hay aliados allá afuera”, dijo Socorro Rivera, directora de la Fondita de Jesús, en su entrevista para iniciar el primer segmento.
“En el G8, el Grupo de las ocho comunidades aledañas al Caño Martín Peña, nos dimos cuenta de que nosotros teníamos algo que las demás comunidades no tenían y era que estábamos organizados y que podíamos tocar puertas y que ya la gente nos reconocía”, dijo, por otra parte, Lucy Cruz, líder del grupo comunitario.
En el área de salud, la directora de la Coalición de Vacunación VOCES, Lilliam Rodríguez Capó, resaltó que en los días pos huracán el mayor reto era poder avisar que llegarían a vacunar a los pueblos para prevenir enfermedades y que la vacunación no era considerada una prioridad. “La prioridad era alimentarse, tener agua, lograr proteger los alimentos”, aceptó. Sin embargo, mediante alianzas con otras organizaciones, agencias estatales y federales lograron cumplir su misión.
Por su parte, el Banco de Alimentos optó por “improvisar” nuevos centros en distintas partes de la isla para mejorar y agilizar la distribución de los alimentos que llegaban en furgones, según relató su directora de desarrollo, Ivonne Bernard.
La directora del Instituto de Desarrollo Integral del Individuo, la Familia y la Comunidad en Yauco, Sor Virgenmina Morell, resaltó orgullosa: “Cierto es que había ayuda, pero el poder entrar a las comunidades y al haber tanto líder de comunidad que identificó las necesidades, que iban a la institución a buscar, volvió a demostrar que el puertorriqueño es bueno, que tiene buenos sentimientos y que ante una situación de emergencia responde rápido”.
Carla Minet, del Centro de Periodismo Investigativo, resaltó como ganancia de la experiencia que aprendieron a trabajar historias investigativas que respondieran al escenario de emergencia que vivíamos, sin olvidar el componente humano. “Las historias humanas, las historias sencillas pueden ser parte de unas narrativas más de profundidad y de investigación y no están reñidas en contextos de tragedia”, dijo la periodista y editora.
“Es una oportunidad, aprovechar este momento para poder adelantar nuestro país que es nuestro, es nuestro y eso nos compete a todos”. |
En el caso de Sandra Torres, directora de Bill’s Kitchen, ésta afirmó que “como pueblo uno se puede imaginar un lienzo blanco, con una paleta de colores en la mano con el que podemos pintar en este momento un Puerto Rico distinto”. “Podemos pintar un Puerto Rico de esperanza, un Puerto Rico en el que haya más equidad porque si antes no queríamos ver dónde estaba la necesidad real de nuestra gente, de nuestros viejos, de nuestros niños, la fragilidad en la que vive mucha más gente de la que pensamos, ya hoy día eso está a la vista”, señaló Torres.
“Sin ellos (el Tercer Sector), estaríamos en una situación peor para este país. Creo que tenemos que seguir desarrollando estas organizaciones porque tienen una razón de ser en Puerto Rico, tenemos que fortalecerlas para que sean todavía más eficientes”, afirmó Diego Suárez Matienzo, presidente del Comité de Desarrollo Organizacional de la Fundación Ángel Ramos, para acabar el primer segmento de entrevistas.
El segundo incluyó entrevistas a Ana María García Blanco, del Instituto Nueva Escuela; a Áureo Andino y Marena Pérez de Mauro Ballet; a José Luis Díaz Cotto, de los Centros Sor Isolina Ferré; a Lee Vanessa Feliciano, de la Cruz Roja; a Marcelino Oyola y Áurea Berríos, del Programa del Adolescente de Naranjto; a Brenda Torres, del Estuario de la Bahía de San Juan; a Alejandro Silva, de Mentes Puertorriqueñas en Acción; y a María Jaunarena, presidenta de la Junta Consultiva del Premio Tina Hills 2018, ente externo a la institución que evaluó las 116 solicitudes que este año se recibieron de organizaciones de todos puntos de la isla. Las entrevistas mostraron la diversidad de áreas que atendieron las organizaciones no gubernamentales en el país.
“Después del huracán yo diría que lo que cambió quizás fue ver de la manera tan extraordinaria que las organizaciones se volcaron a apoyar a sus comunidades. Yo pienso que hay un antes y un después, incluyéndonos a nosotros como fundación; creo que nos transformó a todos”, puntualizó Laura López, directora ejecutiva de Fundación Ángel Ramos, durante el tercer bloque de entrevistas.
Dicho segmento incluyó además las entrevistas a los directivos de las siete organizaciones ganadoras: José Oyola, del Acueducto Rural Pedro Calixto; Arturo Massol, de Casa Pueblo; Brenda Liz Santos, de CREARTE; Hermana Rosemarie González, del Hogar del Buen Pastor; Marianne Ramírez Aponte, del Museo de Arte Contemporáneo; Tania Rosario de Taller Salud; y José Oquendo, de PECES.
“Es una oportunidad, aprovechar este momento para poder adelantar nuestro país que es nuestro, es nuestro y eso nos compete a todos”, cerró el segmento Ramírez Aponte.
Así llegamos a la interpretación de “Las manos del campo”, con su creador Antonio Cabán Vale entre el público como testigo de que siempre contaremos con las manos, esas con las que, en las buenas y en las malas, se construye la patria.
Fotos: Alberto Bartolomei