Sin duda alguna, ese sería uno de los mejores cumplidos que podría recibir, no solo la pieza que narra el acompañamiento mutuo de un niño y un árbol a lo largo de la vida, sino también las demás intervenciones que jugaron con la imaginación de los asistentes al evento cultural que la Fundación Ángel Ramos celebró en alianza con la Fundación Banco Popular.
A eso de las 2:30 de la tarde, desde la tarima se escuchó la voz del actor Marco Carlos Cintrón quien, encarnando al querido personaje Juan Bobo, anunció el inicio del espectáculo; visuales proyectados en una inmensa pantalla acompañaron todas las propuestas. Presentó al grupo de danza contemporánea Andanza que empezó su segmento con el bailarín Norberto Collazo interpretando la pieza “Eleuther” -o solo del coquí-, de Matías Santiago y con música de Sergio Nogueira. Le siguió el “Aguinaldo a lo Andanza” con música del grupo Ultracriollos y los movimientos de María Alejandra Castillo, Norberto Collazo, Natalia Fajardo, Jaime Maldonado, Carlos Sánchez y Nanya Sierra.
La danza de los bailarines durante el colorido espectáculo despertó a los presentes en la soleada tarde navideña. Lolita Villanúa, directora fundadora de la compañía, dio detalles sobre ambas piezas. Juan Bobo disfrutaba cada nueva intervención y fortalecía su complicidad con el público.
Una zanquera ataviada de blanco posaba con gracia en cada selfie solicitado, un mimo lo mismo bailaba con los asistentes que los invitaba a remenear la cintura con el hula hoop y dos artistas circenses buscaban ayudantes para sus actos. En otra zona de la Plazoleta, niños, jóvenes y adultos probaban sus dotes artísticas en las estaciones creativas auspiciadas por la Liga de Arte y el Museo de Arte de Puerto Rico. El paladar fue refrescado por Los Paleteros y sus paletas heladas con sabor a frutas.
Luego, fue momento de detonar la risa casi sin palabras. Maximiliano Rivas, de la asociación ACirc, presentó el trabajo “Ni pies ni cabeza”, apoyado por la participación de dos niños del público. Interacciones con los asistentes, no importa que estuvieran sentados en sus sillas, fueron fundamentales para el artista circense que manejó el humor, el ingenio y la improvisación arrancando carcajadas del público.
Un temible Rey Ratón, con una figura del Cascanueces en mano, anticipó al público el espectáculo que se avecinaba en tarima. El clásico navideño, “El Cascanueces”, sufrió especiales variaciones a cargo de la compañía Mauro Ballet en su versión “La venganza del Rey Ratón”. Un tanto rockeada, un tanto salseada, la colorida puesta que exaltaba el valor del agradecimiento, requirió de agilidad y habilidad de su cuerpo de bailarines que en puntas manejaron distintos géneros musicales, además del clásico. Encabezaron el elenco Betina Ojeda y Marcos Carlos Cintrón.
El Coro de Niños de Ponce, dirigido por María Inés Suárez, llegó al Junte por las Artes luego de presentar la noche anterior su espectáculo navideño en el Teatro La Perla. En la Plazoleta del Banco Popular ofrecieron armoniosas interpretaciones de diversos temas, incluido “Papá Baltasar”, un villancico argentino con arreglo coral del Monseñor Abel di Marco y el famoso, “Venid pastores”.
Tan pronto concluyó el segmento del coro ponceño, la compañía Agua, sol y sereno presentó la historia “El árbol de las palabras”, que contó con la narración de Jean Soto; la dirección, pintura y los movimientos teatrales de su director, Pedro Adorno; la flauta de Cristina Vives y la guitarra de José Luis Meléndez, quien además compuso todas las canciones y se ocupó de las voces junto a Patricia Cay. Niños y adultos participaron por igual del trabajo en el que se pintaron las manos de algunos en la audiencia para resaltar la relación viva entre el protagonista de la historia y el árbol que soportaba las durezas de la vida y florecía con las alegrías.
El sol caía cuando llegó el gran cierre del Junte por las Artes. Como el personaje Penta-Grama, el actor Marcos Carlos Cintrón presentó a la Rondalla de Humacao que llevó a escena su experiencia de 35 años, su virtuosismo y encanto. De la mano de su director, Jorge L. Camacho Burgos, niños y jóvenes derrocharon gracia y habilidad musical interpretando clásicos de nuestro repertorio popular navideño como “Alegre vengo”, entre otros. El cuatro sonó diáfano y ‘afinao’.
El Junte por las Artes ha impactado cerca de 5 mil personas en sus tres ediciones previas celebradas en San Juan y Yabucoa.
Fotos y vídeo: Alberto Bartolomei