Participaron del Certificado Socorro Rivera y Vanessa Lugo Berríos, de Corporación Fondita de Jesús; Milagros Vargas y Rafael Torres, del Instituto Sicopedagógico de Puerto Rico; Francisco Martín Caso y María Burset Caro, de CODERI; Maribel Caro Cruz, de Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo; Ana Yris Guzmán y Omar Soto, de Nuestra Escuela; así como Pedro Morales, José Javier Oquendo y Carlos Vázquez, de PECES; y Eduardo Carrera, de Boys & Girls Club.
Continuar el desarrollo de la tienda con artículos de segundas manos que poseen, La Percha 704, es el resultado principal del proyecto de La Fondita de Jesús. Comenzarán a mercadear su mercancía más agresivamente en redes sociales y a producir artículos que puedan vender en la tienda.
De otra parte, Nuestra Escuela abraza la implantación de un Carné Internacional de Estudiantes que mejore la calidad de vida de los alumnos al garantizarle beneficios de descuentos y apuesta por Casa Collores, una finca escuela en la que esperan cosechar productos de calidad a precios accesibles para sectores económicamente desventajados. CODERI mejoró la estructura de su Taller de Lavandería, con miras a ampliar los servicios y perfeccionarse como el taller de aprendizaje que es para sus alumnos y, de trabajo fuera de horas laborables para sus maestros.
En el caso de la organización Boys & Girls Club, ésta descubrió en el proceso del Certificado que, lejos de hacer una pizzería como en principio contemplaron, debían trabajar una iniciativa más cercana a su meta de educar y servir a niños y familias de escasos recursos económicos. Así surgió el centro de servicios educativos Vimenti.
PECES presentó su proyecto de empresa social, Agrotek, mediante el cual garantizarán cultivos de lechuga en contenedores con temperatura controlada y en los cuales los estudiantes podrían certificarse como agrotécnicos. El supermercado Econo ya está interesado en la cosecha.
El Instituto Psicopedagógico de Puerto Rico evaluó las competencias que han perfeccionado a lo largo de seis décadas de labor con personas con discapacidades físicas y mentales, e identificó 18 posibles servicios que pueden brindar al público fuera de la sede de la organización.
En la misma línea, Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo optó por ofrecer a compañías privadas el conocimiento que han generado en forma de cuatro módulos que abarcan temas como autoestima y trabajo en equipo, entre otros, los cuales pueden ser personalizados de acuerdo a la necesidad de cada cliente. La organización ya firmó un acuerdo con su primer cliente, LinkActiv, y comenzó a brindar talleres.
QUÉ DICEN LOS LÍDERES
“Esta ha sido una experiencia bien retante de aprendizaje”, describió Burset de CODERI sobre el proceso mediante el cual experimentaron teoría y práctica de modo simultáneo. “Aprendimos que tienes que explotar el valor social de lo que haces en tu organización, hacer que el público entienda el valor que tiene para los estudiantes el trabajo que realizan”. Burset recomendó que se realice un cernimiento inicial, más profundo entre los participantes, sobre sus conocimientos en el tema de empresariado.
“Estoy muy agradecida de que nos hayan puesto a pensar fuera de la caja porque Nuestra Escuela es una organización con fines de amor y transformación”, dijo Guzmán quien además resaltó la necesidad de prolongar el periodo de acompañamiento de los mentores.
Por otro lado, Carrera de Boys & Girls Club insistió en que “el movimiento empresarial debe estar atado a lo que somos nosotros”. Indicó que al percatarse de que no tenían las capacidades para atender el proyecto educativo Vimenti, no dudaron en capitalizar sobre el talento que pudiera desarrollarlo.
“Hay un elemento de riesgo que tiene que ver con el liderazgo”, añadió Carrera sobre las sesiones con compañeros del Tercer Sector durante el Certificado. “Estar con el grupo ayuda a que te reflejes en la historia de cada organización. Haces un ejercicio de empatía: ‘así éramos hace seis meses’, ‘así seremos en doce meses’”.
Carrera además recomendó proteger el liderazgo que está corriendo el proyecto, además de brindarle ayuda, puesto que “si se ausenta, se paraliza el proyecto”.
Torres, del Instituto Psicopedagógico, insistió en que se integrara de forma activa un representante de la junta directiva de cada organización al proyecto de empresariado.
Rivera, de Fondita de Jesús, instó a comenzar a pensar “que tenemos una empresa que tenemos que guardar, que tenemos que correrla bien y que tiene que generar ingresos”.
“Los contratos con el gobierno no son dádivas o el contrato que nos hace una institución, una fundación o una corporación, más bien son para dar un servicio y estamos dando un rendimiento por esto(…); le estamos dando un rendimiento a la sociedad”, definió Rivera la obra del tercer sector en el contexto empresarial.
En el caso de Vázquez, representante de PECES, señaló que no se podía discutir sobre “empresariado social”, sin destinar una persona o un área dentro de la organización para atender el proyecto, lo cual hicieron. Morales se hizo cargo de dicha área en la organización y señaló que cuando terminaron la conceptualización de Agrotek, el próximo paso fue “ahora vamos a destruir el proyecto”. De esta forma, revisaron debilidades ocultas o retos pasados por alto
“Cada organización representa una marca con beneficio social, encontrará aliados como nosotros con ECONO”, vaticinó Morales.
Por otro lado, Guzmán, de Nuestra Escuela, se mostró confiada en que, como siempre, aunque la cosa pinte difícil, “encontraremos la manera de hacerlo”. “Recomiendo a la Fundación que alguien nos acompañe un ratito más para que no se caigan los proyectos que con tanto amor levantamos”, exhortó Guzmán.
“¡Más vale hecho que perfecto!”, fue la cita que proyectó al final de su presentación Caro, directora de Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo.
En un aparte con Oenegé, Caro explicó que aludía a que “las cosas no tienen que estar perfectas para ser valiosas y el valor está en diseñar, salir, exponerlo y recoger frutos a base del aprendizaje adquirido y las capacidades desarrolladas”.
“Yo siempre he creído en las capacidades que nosotros tenemos en Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo, pero ahora le veo otra dimensión. La capacidad de extenderlo a otro tipo de audiencia y a poder probar el producto, ver cómo la gente se beneficia de nuestra intervención con ellos, de nuestro trabajo con ellos. No es lo mismo trabajar por nueve meses con un grupo de mentores que tú entrenaste antes de ser pareados con los jóvenes, que llegar un día de la nada, sin conocer la gente, con la confianza que da la experiencia, para que nosotros trabajemos con ellos y ver una retroalimentación casi similar a personas que han estado años con nosotros”, destacó Caro.
La directora indicó que en agenda tienen preparar otro tipo de talleres con otros temas para convertirse en un proveedor de este tipo de servicio, tocar otros departamentos de Recursos Humanos para ofrecer las presentaciones y formar personal mediante una Academia de entrenadores.
“Esta es una oferta que va a recibir mucha demanda y nosotros tenemos que prepararnos para eso”, acabó Caro.
Fotos y vídeo: Javier del Valle