No hacen falta lienzos, sólo educadores que trabajen directamente con niños y niñas entre los 2 a los 8 años y que deseen dar oportunidades de desarrollo diferentes a sus estudiantes a la vez que adquieren conocimientos en otras materias.
Desde 2006, el proyecto Integración de las Artes Visuales capacita a maestros y maestras, así como a asistentes de maestros y directores escolares, para que integren en su currículo académico la enseñanza de las artes y sus técnicas de aprendizaje. Para lograr su cometido, el programa utiliza como recurso pedagógico las piezas exhibidas en la Galería activARTE Fundación Ángel Ramos (GAFAR) y las obras de la colección permanente del MAPR.
Según Doreen Colón Camacho, directora del Departamento de Educación del MAPR, la Galería activARTE tiene una colección de obras de artes que a lo largo de los años ha servido de referencia para que los maestros y maestras que han asistido entiendan que el arte sirve como herramienta para fomentar el elemento creativo, cognitivo y afectivo en los niños.
En la galería, compuesta por obras de arte local, se trabaja estrechamente con el uso de las prácticas constructivistas, corriente pedagógica que postula que el ambiente de aprendizaje más óptimo es aquel que propicia interacción entre los educadores, los estudiantes y la actividad. Tal es el caso, de una de las exhibiciones, El artista que llevas dentro, cuyo fin es fin promover ―por medio de la acción― la creatividad artística, fortalecer la autoestima de los niños y niñas e impulsar el estudio de las artes puertorriqueñas.
"Este proyecto tiene como base la conducta constructivista de aprendizaje que es que el estudiante aprende haciendo y que el estudiante aprende uno del otro. El que sabe más va a enseñarle y modelarle al que sabe menos y aunque en la teoría anterior se creía que eso era copiar eso en realidad; es aprendizaje", expresó Eneida Ortíz, coordinadora del programa que ha llegado a 48 municipios de la Isla.
Otro componente del programa es "Asómate al Arte con la Fundación Ángel Ramos", que consiste en visitas de mentorías a escuelas, centros educativos y culturales en los que un tallerista o artista invitado por el MAPR ofrece talleres creativos inspirados en obras del Museo y provee materiales complementarios a los participantes que facilitan la integración de las artes.
En el proceso de visitas y en los talleres, los educadores obtienen becas para llevar hasta un máximo de 20 niños y niñas al Museo a través de la iniciativa "Asómate al arte en el MAPR". Esto, con el objetivo de que los niños y niñas disfruten de un recorrido guiado y un taller creativo.
Sin duda, cada componente del programa es para Ortiz "un avance en la enseñanza y el aprendizaje de los niños en la edad temprana". La importancia de utilizar el Museo es que este se convierte en un espacio más para la educación. Es el lugar, además del salón de clases, donde los niños y niñas aprenden a sensibilizarse, añadió.
Cerca de 1, 700 educadores han entendido la importancia de modificar su rutina sabatina en aras de una mayor práctica educativa y así también fomentar su desarrollo profesional. Mientras que, alrededor de 25 mil niños y niñas, asisten todos los días a la escuela pensando qué técnica de arte les tocará experimentar al llegar.
"La meta principal es formar maestros, presentarles alternativas nuevas sobre métodos y técnicas de enseñanzas que lleguen a los estudiantes, que los sensibilicen, que fomenten en ellos los valores y las buenas relaciones", explicó la coordinadora del programa.