Aquí las víctimas no existen. El fundamento es el apoderamiento, la estabilidad emocional y física y la capacitación. La población es diversa. El Proyecto atiende a mujeres sobrevivientes de violencia doméstica, jefas de familia de muy bajos recursos o con alguna discapacidad.
Inicialmente, los primeros dos proyectos fueron de vivienda transitoria y desarrollo económico. Con el paso del tiempo y las necesidades de las participantes los programas empezaron a subdividirse. Al día de hoy, hay un programa de vivienda transitoria y otro de vivienda permanente, entre otras iniciativas. Esto nace porque, según Amárilis Pagán, directora ejecutiva del Proyecto, muchas mujeres en situaciones de violencia doméstica salían de los albergues o iniciaban un caso de violencia de género y regresaban con el agresor porque dependían económicamente de él o porque eran tan pobres que separarse implicaba quedarse sin casa y sin la seguridad emocional de que había otra persona con quien compartir la pobreza.
"Fue así como también nos dimos cuenta de que había que integrar lo que nosotras ya teníamos pensado desde el principio, que son los talleres de apoderamiento que las ayudarían a redescubrir su capacidad de soñar, de descubrirse como mujer y saber que no solamente son madres sino que también son mujeres que tienen que educarse para avanzar", explicó Pagán, cofundadora del Proyecto.
En ese sentido, Matria facilita talleres empresariales prácticos para germinar el desarrollo de incubación de empresas comunitarias. En LIBERA ―como se llama el proyecto de incubación de empresas― se les provee acompañamiento en el proceso. Estos talleres están diseñados para que todas las participantes puedan entenderlos sin importar su nivel de escolaridad. Además de los talleres, el Proyecto ofrece un programa de adiestramiento y estudios, así como de ubicación en el campo laboral, llamado ATENEA. Este hace énfasis en la capacitación de carreras poco tradicionales de alta demanda laboral, por ejemplo, reparación de computadoras, refrigeración y electricista. También, cuenta con el programa de microcrédito AURUM que ayuda en el proceso de desarrollo de las microempresas.
Por Matria han pasado 627 mujeres. Esto, según la directora ejecutiva del proyecto, porque trabajan con grupos pequeños, lo que hace que el trato sea más acogedor e íntimo. Es una familia.
A Amárilis Pagán, Matria le cambió la vida profesional y personalmente.
"Aprendí a mirar con mayor empatía las necesidades de las mujeres y saber ponerme en su lugar, aún cuando una nace en un mundo de privilegios. El compartir el espacio cotidiano con mujeres que son tan distintas unas de otras (...) y convertirlo, a pesar de todas esas diferencias, en un espacio de solidaridad en el que todas tenemos una meta común ―adelantar el bienestar de esas participantes, pero también el de las mujeres que nunca van a atravesar esta puerta, pero se benefician de lo que nosotras podemos impulsar como organización― cambia tu perspectiva de vida porque tú comienzas a pensar desde la mente de la otra persona ... Dejas de pensar que tu visión es la única o que tú tienes toda la verdad. Realmente, no la tienes, la tienen ellas en una partecita de sí, según la vayan viviendo".
De las cosas que más valora Pagán de su trabajo es el cambio que propicia Matria en el pensamiento de la participante que entra ante la que se va. Desde su enfoque holístico y de apoderamiento, cuando una mujer pasa por Matria, independientemente de los nuevos retos con los que se vaya a encontrar en el camino, sale con nuevas herramientas para manejarlos.
"A una participante nuestra le puede volver a pasar lo mismo (actos de violencia doméstica contra ella) pero la diferencia es que, si eso le pasa en su vida nuevamente, ella no se va a meter a una esquina a llorar sino que va a decir 'esto me pasó, yo vuelvo y empiezo' y eso es parte de lo que nosotras sembramos en ellas. Trabajamos desde una visión de solidaridad. Lo que esperamos es que ellas puedan insertarse en los procesos democráticos del País, que puedan involucrarse desde una perspectiva solidaria, amorosa y de derechos humanos. En fin, es visibilizar la presencia de la mujer dentro de la sociedad".