la que trabaja en las comunidades, las voces de la filantropía puertorriqueña, las organizaciones que apoyamos año tras año, las ganadoras del Premio Tina Hills y cualquiera que aporte al desarrollo de nuestro país por vía del Tercer Sector.
Reabrió el Centro de Ciencias y Visitantes Fundación Ángel Ramos del Observatorio de Arecibo con nuevas exhibiciones
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
"Usted es el radar", anticipa la estación en la bien iluminada y colorida sala. En otras palabras, en el gigante plato del Observatorio de Arecibo puedes convertir tu cuerpo. Con ligereza y puntería, debes moverte para registrar asteroides que a toda velocidad atraviesan el oscuro espacio. Al final, el conteo de asteroides detectados por tu cuerpo y su nivel de peligrosidad son anunciados en la pantalla.
Si pudieras hacer un cráter, ¿te atreverías? Aquí solo tienes que definir la velocidad del PSI (pounds per square) y comenzar a disparar sobre una fina y grisácea arena de nanotecnología. Según la fuerza del disparo va menguando, los cráteres van siendo más pequeños sobre la arena hasta que solo le pasa por encima un leve aire. El impacto deja de ser propio de un meteorito y se asemeja más al paso de una estrella fugaz.
Como un gran laboratorio de artes visuales, que se vale de nuestro patrimonio artístico, se define el espacio de Galería ActivARTE que presenta al público nuevos ofrecimientos para el aprendizaje
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
A ese espacio repleto de colores brillantes ellos quieren entrar. Atrae como imán. Hay pinturas, hay esculturas, hay vídeo; expresiones artísticas están prestas a ser vividas por asistentes desde edad preescolar hasta adultos.
La Galería ActivARTE Fundación Ángel Ramos del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR) acaba de ser abierta luego de un proceso de renovación que provocó su cierre al público desde junio del año pasado. La Fundación Ángel Ramos auspició el proyecto, cuyo diseño requirió cuatro años de planificación.
"Visitar un museo es abrir un gran cofre que guarda tesoros. La obra de arte es el punto de referencia; ya no es el objetivo final saber quién la hizo, cómo la hizo y los conocimientos básicos de la época", menciona Doreen Colón Camacho, directora fundadora del Departamento de Educación del MAPR.
"Son mucho más despiertos y exigen más". Así describe Doreen Colón Camacho, del Museo de Arte de Puerto Rico, la nueva generación de estudiantes que disfrutará de la renovada Galería ActivARTE
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
"¡Mira, Tufiño!", exclama un niño al ver una obra del artista puertorriqueño Rafael Tufiño, en el Museo de Arte de Puerto Rico. El suyo no es un grito aislado, es la comprobación de que lo aprendido en clase no es un asunto lejano o intangible.
Ahí está la obra del Maestro. La que hizo un boricua como ellos. La que cuenta una historia que nos habla con nuestros códigos, en nuestro idioma. La Galería ActivARTE Fundación Ángel Ramos, del Museo de Arte de Puerto Rico, está diseñada para fomentar esas y otras vivencias educativas relacionadas.
Su reciente apertura tras concluir la renovación que impulsó la Fundación Ángel Ramos desde junio del 2015, trae nuevas oportunidades de impactar más niños. ¿Cómo? Mediante el programa de Integración de las Artes Visuales puertorriqueñas al Currículo Preescolar, que tiene como base dicho espacio en el museo santurcino.
Las montañas que se alinean en fila en el mapa topográfico resultan ser las obras del artista plástico Julio Amill, en la muestra Geodermis
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Cinco años le ha durado la fascinación por el karso y por las cuevas al artista Julio Amill. El verdor es un estado natural para su ojo, puesto que se crió en el barrio Carite, en la zona forestal entre Cayey y Guayama. El paisaje que conformaban las montañas de la cordillera central y la zona kársica vistas desde el sur, siempre le provocaba embeleso, pero lo que le causó ver el otro lado de la moneda, la zona norte, fue algo más. Amill lo convirtió en un tema para su investigación plástica.
"Cuando tú pasas por las montañas de Salinas, de Ponce, son más tranquilas, más sutiles a la vista, mientras que en la zona del karso las elevaciones son brutales, son impactantes al ojo. Estando en la misma isla las montañas son muy diferentes", comenta Amill, artista nacido en Guayama en el 1985.
Ciento treinta maestros invitados por las cinco organizaciones que integran la Iniciativa Preescolar, de la Fundación Ángel Ramos, conocen aspectos de los currículos educativos que están a su alcance de forma gratuita
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
La pregunta era inevitable al final del día. ¿Qué resulta imposible de alcanzar para una maestra motivada? Casi nada. La celebración del primer Día de la Iniciativa Preescolar que la Fundación Ángel Ramos impulsó a través del esfuerzo conjunto entre Alcanza, APRENDO, Despertar Musical, Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico y el Programa de Certificación de Guías Montessori, da una pista de ello.
Diferentes espacios del Museo de Arte de Puerto Rico, sede del evento, se convirtieron en una especie de ‘muestrario’ para 130 maestros invitados, quienes conocieron la diversidad de ofrecimientos que la Iniciativa Preescolar pone a su disposición a modo de capacitación profesional. Cada veinte minutos, los maestros rotaron hacia distintas sesiones concurrentes.
Las posibilidades de cambio en la educación temprana que viabilizan los programas de la Iniciativa Preescolar desde hace diez años ya han impactado una generación de maestros y estudiantes
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
El futuro no se construye mañana. Se forma hoy, todos los días, a todas horas ¿Cómo queremos que sean nuestros niños cuando grandes? En el momento en que la Fundación Ángel Ramos se hizo esa pregunta en el año 2003, comprendió que ir a lo específico era meritorio. Tocaría entonces la población entre 0 a 6 años de la isla mediante su Iniciativa Preescolar, la cual capacita maestros y cuidadores para que dispongan de las herramientas idóneas para maximizar el potencial de esa generación en formación.
Si deseamos formar ciudadanos de bien para lograr un mejor Puerto Rico es obvio que siempre hay que comenzar por el principio", dijo en un evento público Rafael Cortés Dapena, presidente de la Fundación Ángel Ramos.
Es un hecho comprobado que la educación preescolar es un elemento clave en el desarrollo del ser humano: el 80% del cerebro se desarrolla entre las edades de 0 y 6 años, periodo en el que también ocurre el mayor desarrollo de nuestra personalidad y se sientan las bases de su comportamiento futuro. Nuestra aspiración es que los niños reciban servicios de cuidado y educación de alta calidad y que se provean bases de aprendizaje para toda la vida", añadió Cortés Dapena.
Los programas Alcanza, APRENDO, Despertar Musical, Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico y el Programa de Certificación de Guías Montessori compartieron con educadores de niños en edad temprana técnicas de enseñanza y aprendizaje especializadas
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Contar lo que sucedió en el acto que inauguró el primer Día de la Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos (FAR) requiere empezar por el final del acto de bienvenida. Ciento treinta maestras, porque la mayoría eran féminas de toda la Isla, cantaron y aplaudieron durante la interpretación del tema Juntos, a cargo de integrantes del programa Despertar Musical del Conservatorio de Música de Puerto Rico.
Había entusiasmo, sobraba el empeño y el sueño quedó sacudido el pasado sábado, 16 de abril, temprano en la mañana, en el Teatro Raúl Juliá del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR). Esa fue la sede del evento que permitió a los maestros conocer, mediante sesiones concurrentes, los ofrecimientos de los programas que componen la Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos, cuyo propósito es proveer formación continua al personal educativo y directivo que atiende a la población de niños entre las edades de 0 a 6 años alrededor de la isla. Los cinco programas de la Iniciativa Preescolar son: Alcanza, de la Universidad de Puerto Rico; APRENDO, de Fondos Unidos de Puerto Rico; Despertar Musical, del Conservatorio de Música de Puerto Rico; Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico del Museo de Arte de Puerto Rico; y, el Programa de Certificación de Guías Montessori del Instituto Nueva Escuela.
"Aquí estamos juntos/ para compartir/ experiencias e igualdad. / Con derecho de crecer /y de aprender/ de amar y de jugar/ la niñez en su esplendor/ apreciarás/ si te unes a ayudar", cantaban evidenciando que ese día querían saber más.
Anualmente la Organización de las Naciones Unidas distingue con su Premio Mundial del Hábitat dos iniciativas que manejen con ingenio y efectividad problemas de vivienda. El Fideicomiso de Tierras del Caño Martín Peña es una de ellas
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
"Ay el premio, el premio. ¿Yo?, yo quedé bruta cuando me enteré que lo ganamos", revela Margarita Cruz Morales, residente de la comunidad Buena Vista, en el Caño Martín Peña, sobre el Premio Mundial del Hábitat. El premio, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció la labor que ha realizado el Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña para resolver el viejo dilema de la tenencia de tierra de los habitantes de un terreno fangoso -dividido por agua- que empezaron a poblarlo informalmente a partir de la pasada década del 30. La iniciativa logró que se validara en ley un derecho de superficie que les permita heredar, vender e hipotecar el espacio similar a como funciona en un condominio.
La alegría de Cruz la provoca saber que pertenece a un grupo que se ha educado sobre sus derechos para evitar el desplazamiento de sus vecindarios en terrenos aledaños al Caño Martín Peña. "Para mi el premio significó algo espectacular, hicimos historia", enfatiza honrada.
¿Qué futuro le aguarda al Caño Martín Peña- que precisa de un dragado urgente- y a sus residentes? Oenegé visita la comunidad
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Sobre tablones de madera y gomas de automóvil saltaban para evitar el fango en las 400 cuerdas de terreno que rodean el Caño Martín Peña en San Juan. En sus humedales se asentaron, durante la década del 30, puertorriqueños que emigraban de los campos y en ellos viven todavía familias en ocho comunidades: Barrio Obrero Marina, Barrio Obrero, Buena Vista Santurce, Bitumul e Israel, Buena Vista Hato Rey, Las Monjas, Parada 27 y Cantera.
El autor José Luis González describe este periodo en su cuento En el fondo del caño hay un negrito. "Pues nosotros juimos de los primeros. Casi no había gente y uno cogía la parte más sequecita, ¿ve? Pero los que llegan ahora, fíjese, tienen que tirarse al agua, como quien dice".
Para esos primeros pobladores el caño era considerado como "nuestra playa" y en sus casi 400 metros de ancho que atravesaban en yolas podían pescar peces de hasta 75 libras. Pero la contaminación procedente del área metropolitana y de otros ríos, entre otras fuentes, comenzó a ensuciar y a congestionar el canal provocando inundaciones en el vecindario que a su alrededor nació.
Javier Hernández, fundador y presidente de Inversión cultural, aplaude la tolerancia al riesgo, la iniciativa y la pasión que guía a los emprendedores culturales con los que hace ocho años trabaja
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Empresarismo es el nombre y cultural puede ser su apellido. Si se construye y se relata un país desde su cultura, ¿puede fomentarse su desarrollo desde el empresarismo cultural?
Si le preguntan a Javier Hernández Acosta, presidente y fundador de la organización Inversión cultural, la respuesta siempre será sí. Y si al momento tuviera que ser "no", buscará un modo para que el "sí" continue siendo una alternativa viable.
No lo logra con fórmulas mágicas, sino desde la mentoría, la educación, la consultoría y la capacitación a artistas y gestores culturales durante el establecimiento de sus microempresas. Además, realiza investigación en lo que denomina el "ecosistema cultural y creativo" boricua para tener cifras que describan sus aportes a la economía y sus necesidades a la hora de insertarse en la política pública del país.
Sus viajes, colegas, profesores e influencias quedan consignadas en la muestra Francisco Oller y su mundo transatlántico, que todavía se exhibe en el Museo de Arte de Puerto Rico.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Sentir que eres un testigo silencioso de los viajes que marcaron profesionalmente a uno de nuestros pintores más reconocidos en el siglo XIX, Francisco Oller y Cestero, es uno de los resultados de pasear por la Sala Miguel Antonio Ferrer del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR), situado en Santurce. Seguir el laberinto que proponen sus paredes de variados tonos vivos te permite apreciar la muestra El Impresionismo y el Caribe: Francisco Oller y su mundo transatlántico que arriba a la Isla diseñada por Richard Aste, curador de arte europeo del Brooklyn Museum, y Edward Sullivan, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Nueva York.
Su mayor tesoro, y así lo cuentan, es poder servir a sus participantes con amor y paciencia y acompañarlos a ser su mejor versión posible. Aquí el Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (PECES) comparte las claves para no perder el buen ritmo.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Viaje en el tiempo treinta años atrás. Piense en una casa poco acondicionada, construida en el 1932 y situada en la calle La Marina de Punta Santiago, en Humacao. Ella albergaría el deseo de una comunidad de acompañar a otros a crecer saludablemente, a descubrir sus talentos y a desarrollarlos. El empeño que contagiaba la Hermana Nancy Madden sobraba, los recursos económicos no.
"No había nada más y Nancy nos dijo, 'por ahí vamos'. Irónicamente, estábamos al lado de dos o tres lanchas. La experiencia de PECES es que siempre tenemos que estar listos para cuando el mar este planito y para cuando esté en zozobra. Nosotros, como buenos peces, hemos ido navegando contra la corriente todo el tiempo. Nancy nos enseñó que lo que está establecido no siempre está basado en la necesidad del prójimo y ayudar al otro es lo nuestro", sostiene José Javier "Gapo" Oquendo, actual director ejecutivo del Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (PECES), que sirve a 30 mil personas en 15 pueblos de la zona este de Puerto Rico.
La Fundación A-Mar capacita informadores para que el mensaje de prevención de quemaduras se aferre en entornos familiares, escolares y médicos. Conoce otros servicios que ofrecen.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Si una razón fuera requerida para la existencia de A-Mar, Fundación para Niños Quemados, no hay que dar muchas vueltas para encontrarla.
"Porque ningún niño nace quemado", explica con una sonrisa Bonnie Guzmán Enseñat, presidenta fundadora de la organización nacida hace seis años y que tiene como metas principales la prevención de quemaduras en entornos domésticos y la mediación para que sus participantes reciban el tratamiento adecuado en el Shriners Hospital for Children en Boston. El año pasado viabilizaron la atención de 33 casos.
Una quemadura es una lesión por calor o frío y ocasiona un daño que puede provocar desde un simple enrojecimiento hasta la destrucción total de los tejidos, según se define en un comunicado de prensa del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, casi el 75% de las quemaduras en los niños pequeños son causadas por líquidos calientes o vapor. Otro 20% se consideran quemaduras de "contacto", ya que resultan de tocar un objeto caliente como una plancha de ropa o un aparato para el cabello.
Niños y jóvenes quemados no son casos excepcionales en nuestra isla. Cifras provistas por el RCM arrojan que entre el año 2010 y el 2015 se atendieron 930 niños con quemaduras en el Hospital Pediátrico Universitario, en su mayoría menores de cuatro años (solo en el 2015 se vieron 167 casos). Un 70% tuvo que ser hospitalizado.
Los hijos son esponjas e imitan. El modo en que enfrentes la quemadura de algún integrante de tu familia, afectará la forma en que este encare su proceso
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Suceden con tanta rapidez y en entornos tan cotidianos que cuesta creer luego el impacto devastador que tiene el fuego en los cuerpos de sus víctimas. El tiempo alivia heridas físicas y emocionales si se busca la ayuda adecuada para toda la familia, según han podido constatar en la Fundación para Niños Quemados, A-Mar.
Cristian tiene una hermosa sonrisa y una mirada alegre. Es tímido y pausado. Recibe besos y abrazos cuando arriba a la oficina de la fundación en Hato Rey, acostumbrado al cariño constante. Está con su mamá, Denisse Colón, quien relata cómo cambió la vida de la familia en el año 2010.
Ya Cristian tiene siete años, acude a la escuela elemental y lleva una vida normal. Parte de su rostro y de su cabeza recibió un baño de aceite caliente cuando apenas tenía año y medio de edad. Estaba al cuidado de su abuela, quien había terminado de freír, había apagado la estufa y había abandonado la cocina. El entonces bebé entró tambaleando con su caminar de principiante y chocó contra la estufa. El impacto hizo que se derramara el sartén con aceite.