Líderes de las seis organizaciones sin fines de lucro que se sumaron a nuestro Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado, comparten las ganancias del proceso.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
“Desde el inicio hemos tenido en alto valor a nuestros voluntarios”, afirma María de los Ángeles Hernández, directora del Programa de Apoyo y Enlace Comunitario (PAEC), sobre el grupo que cuenta con poco más de 50 integrantes.
Y ahora atienden esa interacción con renovado énfasis ya que, según la directora, nos ha permitido dar visibilidad al proyecto de recuperación comunitaria para desastres e involucrar personas de la comunidad.
Una escuela abandonada fue cedida a la organización y la pasión de un líder comunitario, Francisco Poueymirou ha sido instrumental en la meta de habilitarla para las necesidades del vecindario.
“Ese coordinador de voluntariado se unió a los miembros del staff y ahora pasó a ser empleado para seguir la gestión del proyecto”, dice Hernández.
PAEC tiene como meta promover un entorno sano y seguro, brindando factores de protección y resiliencia en individuos, familias y comunidad desde la prevención y la intervención.
Atienden 110 familias víctimas del crimen con servicios variados que van desde asistencia y tutorías, hasta conexión de internet para realizar trabajos escolares, prevención de uso de sustancias controladas y desarrollo de liderazgo, todo con el apoyo de adultos que colaboran en la gestión.
“El COVID-19 no nos ha ayudado, ahora no podemos interactuar como antes de marzo, pero sí hay la expectativa de que cuando pase todo esto tenemos un lugar donde todo es de todos”, subrayó Hernández.
La líder destacó que el programa de formación y desarrollo de voluntariado le permitió remunerar a un integrante de la comunidad, quien coordinó los trabajos de mejoras a la estructura física del proyecto.
Otras organizaciones participantes: