Líderes de las seis organizaciones sin fines de lucro que se sumaron a nuestro Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado, comparten las ganancias del proceso.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

La directora del Hogar Santa María Eufrasia, Raquel González, acepta que el tema de voluntariado “me atraía”. “Pensaba que era algo necesario y que no lo teníamos”, confiesa.

Lo que en realidad quería era poder estructurarlo para alcanzar mayores metas. “Y cuando lo haces bien, te vas dando unos resultados que no imaginaste”, dice la líder de la organización con base en Arecibo.

Antes de la pandemia, por primera vez celebraron el Día del Voluntariado para reconocer aquéllos que se habían mantenido comprometidos. “Pensé ‘a lo mejor no viene nadie’, y la casa se me llenó. Sus testimonios me sorprendieron porque había voluntarios de hace 20 ó 30 años y cuando llegaron a la actividad contaron sus experiencias. Una llevaba 30 años, se retiró y después de la actividad se volvió a unir y no ha fallado”, destaca González.

Para la directora, el voluntariado “es una necesidad real” para las organizaciones sin fines de lucro porque sin ellos “es bien cuesta arriba” cumplir con todas las necesidades.

“No hay para pagar tantos empleados y eso nos ayuda. A veces el empleado está tan agotado y tener esa ayuda o esa palabra de ánimo que surge crea un espíritu de amor hacia uno también, porque a veces los empleados se queman”.

 

Al momento cuentan con 15 voluntarios que laboran de forma consistente en tareas fijas como arreglar el patio, recibir y clasificar donaciones, archivando, contestando el teléfono o en las clases de manualidades con las participantes.

La organización tiene capacidad para diez menores y ahora atiende tres adolescentes y dos bebés, removidos de sus hogares por el gobierno, a quienes les ofrecen servicios variados para superar los traumas vividos.

“Cuando uno suma todas esas horas de trabajo voluntario, uno se da cuenta de cuánto valor tiene. En la pandemia tuvimos que restringir sus visitas y una de las participantes les pidió a las cuidadoras que hablaran conmigo para que, ‘por favor’, dejara que la voluntaria de manualidades y de zumba entrara a atenderlas”, destaca la directora los vínculos desarrollados.

Otras organizaciones participantes:

Bill's Kitchen, San Juan

Hogar Infantil Santa Teresita

Iniciativa Comunitaria

Programa de Apoyo y Enlace Comunitario (PAEC)

Proyecto La Nueva Esperanza

 

 

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