Con la exposición "Así vivimos la Navidad" exploramos el origen de muchas de las prácticas culturales y religiosas de la época Por Ana Teresa Toro Para Oenegé No es lo mismo hacer las cosas que hacerlas conociendo en profundidad el por qué las hacemos. Parece simple, pero muchas veces hacemos y deshacemos sin conocer esos porqués. Sin cobrar conciencia de que en el origen y significado de muchas de las acciones que realizamos está el sentido más profundo de lo que hacemos, el valor histórico y la manera en que esas acciones nos conectan con tantas otras vidas.
Jóvenes y niños de instituciones donatarias de la Fundación Ángel Ramos fueron los protagonistas de la apertura de la exhibición Así vivimos la Navidad Por Ana Teresa Toro Para Oenegé En una ocasión, el saxofonista puertorriqueño Miguel Zenón, en medio de un concierto, comentó que si bien no todos terminaremos dedicándonos a algún oficio en las artes, la mayoría recordaremos nuestro primer contacto con la música, con la pintura, con la danza, en fin, con el arte en sus diversas manifestaciones. Después de todo, son las artes la gran ventana a la expresión del universo emocional que siempre será más grande que las palabras.
La Fundación Ángel Ramos, en alianza con el Conservatorio de Música de Puerto Rico, presenta una gira de conciertos alrededor de la isla con la Orquesta Sinfónica de la principal institución de educación superior en música del país. Por Ana Teresa ToroOenegé Todo comenzó el año pasado. Como es tradición, la Fundación Ángel Ramos celebró un emotivo evento para la entrega del Premio Tina Hills en su XVIII edición. En esa ocasión la institución galardonada fue Boys and Girls Clubs de Puerto Rico. Andanza, Centros Sor Isolina Ferré y Ser de P.R. resultaron finalistas Pero esa noche, alguien más fue la protagonista de un merecido tributo. Doña Tina Hills, viuda de Ángel Ramos y laespina dorsal de esta institución enfocada en la filantropía en la isla, recibió un homenaje organizado por el presidente de la Fundación, el licenciado Rafael Cortés Dapena, los integrantes de la Junta de Directores, así como por los empleados que día a día gestionan múltiples labores para aportar al quehacer de las organizaciones sin fines de lucro dedicadas al arte y la cultura, la educación y los servicios humanos.Como parte del evento, el mecenas de la música en Puerto Rico y amigo de laFundación, Guillermo Martínez, convocó a la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música para que presentaran una selección musical a modo de obsequio a doña Tina quien a lo largo de su extensa trayectoria como filántropa en Puerto Rico -y en ciudades como Miami y Detroit- siempre ha demostrado un compromiso con las artes y la cultura que se ha visto reflejado en los proyectos de esta naturaleza que apoya la Fundación.
Llegaron a la música por caminos distintos, pero hoy día suenan como una sola voz. Son los integrantes de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de Puerto Rico. Por Ana Teresa ToroOenegé Cuando Adriana Lizardi habla del contrabajo mira a lo lejos, como mirando un recuerdo y se emociona. Dice que cuando está con ese instrumento grandote, el contrabajo se convierte en Adriana y viceversa. Habla de sus horas de ensayo como un proceso de comunión. Ella escucha el instrumento y él la escucha a ella. Pasa algo, difícil de apalabrar, pero las experiencias de esta joven con la música trascienden las palabras. Sabe que crear sonido, que hacer música es llegar a una forma de la expresión muy pura. Adriana tiene 20 años y hace muchos que sabe que encontrar la manera de expresar lo que sentimos es el primer paso hacia pensamientos libres, ideas libres y acciones libres. Adriana encontró una pasión, una profesión, un camino.
Los Centros Sor Isolina Ferré fueron la institución anfitriona de este encuentro musical de jóvenes para jóvenes dedicado a estudiantes de sus escuelas alternativas Por Ana Teresa ToroEspecial El Nuevo Día A veces lo que hace falta es una meta, un destino, un lugar en dónde fijar la mirada en medio del ruido y de los muchos caminos que se presentan en la juventud. En el caso del joven Jesús Ramos, la música se convirtió en ese punto cardinal para su vida. Un día visitaron su escuela para orientar a los alumnos acerca del Programa de orquestas sinfónicas juveniles (lo que una vez fue el POSJU, y al que han seguido nuevos esfuerzos como Música 100x35). Cuatro palabras llamaron su atención: "clases de música gratis". Luego de intentar escoger distintos instrumentos, terminó aceptando que el oboe lo había escogido a él. Y así comenzó a desentrañar este instrumento musical y ese sonido desconocido para él hasta el momento, pero que hoy por hoy se ha convertido no sólo en una pasión, sino en un destino de vida y en un compañero por los pasados nueve años.