Durante la segunda semana de noviembre, las organizaciones sin fines de lucro que solicitaron estos fondos todavía no tienen certeza de si los recibirán, y ya se afecta su labor. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Organizaciones sin fines de lucro se unieron bajo el Movimiento Una Sola Voz en mayo del 2015, para reclamar a la legislatura que honraran los $20 millones destinados a los donativos legislativos que resultan cruciales para la operación del tercer sector. Foto / Juan Carlos Álvarez Lara En este año 2023 el proceso no ha tenido comparación. Si bien las organizaciones sin fines de lucro se han acostumbrado a que los donativos legislativos se adjudiquen en el último minuto de la sesión legislativa y a que su desembolso también se demore, este año ha rebasado experiencias previas lo que ya incide en su desempeño. El calendario marca la segunda semana de noviembre y las organizaciones sin fines de lucro solicitantes ni tan siquiera conocen si recibirán fondos en este ciclo, aunque la partida de $20 millones fue aprobada en el presupuesto legislativo certificado por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) el pasado verano. Anualmente, tanto la Cámara como el Senado disponen de $10 millones que se distribuye entre organizaciones sin fines de lucro que cuenten con los debidos requisitos del Estado y pasen el cedazo de la Comisión especial conjunta de fondos legislativos para impacto comunitario, que somete sus recomendaciones a ambos cuerpos. La presidencia de la comisión se alterna y, en este 2023, recae en el presidente del Senado, José Luis Dalmau. La comisión es liderada por Vivian Márquez Figueroa. Jesús Santa, presidente de la Comisión de Hacienda en la Cámara de Representantes, mencionó en entrevista publicada en El Vocero el pasado julio, que el número de organizaciones sin fines de lucro que solicitaron donativos legislativos superan los 600 y sus peticiones sobrepasan los $90 millones. Solo cuentan con $20 millones para repartir, como ha sido la costumbre por los últimos siete años, según explicó. Santa agregó que en el primer presupuesto legislativo que se le presentó a la JSF se incluía un incremento de $2 millones a esta partida, pero no fue aprobado. En el proceso de adjudicación de partidas a las más de 600 organizaciones hábiles para recibir fondos, tanto la Cámara como el Senado deben coincidir en las asignaciones, lo que -a juzgar por la demora- no ha sucedido. Las enmiendas parecen ser interminables. No está claro el criterio utilizado para asignar los donativos legislativos, queda a discreción de los legisladores. El pasado año fiscal también se retrasó la entrega de donativos, por lo que se extendió su tiempo de uso hasta el 30 de octubre. En entrevista con El Nuevo Día, Ángel Raúl Matos, portavoz del presidente del Senado, José Luis Dalmau, reiteró que la Resolución Conjunta 310 fue aprobada en ambas cámaras, aunque algunas enmiendas siguen bajo la lupa de su oficina. ¿Qué sucede fuera de las oficinas del Capitolio en noviembre de 2023? Las organizaciones sin fines de lucro están en el limbo: no saben si contarán con fondos para este año fiscal, cuánto se les asignará ni cuándo llegará, lo que afecta dramáticamente tanto sus estrategias de servicios como sus ahorros. SERVIR SIN DINERO PARA PAGAR “Esto nos drena, es frustrante”, reconoce Celia Galán, directora ejecutiva de la organización Apoyo a Padres de Niños con Impedimentos (APNI) que hace 46 años orienta y adiestra a padres para que participen activamente en el desarrollo y la educación de sus hijos con necesidades especiales. Con sede en San Juan, la organización subvencionada en parte por el Departamento de Educación federal, ofrece servicios alrededor de la isla. “Nosotros le proveemos a las familias de niños y jóvenes con discapacidades un intercesor que está presente en sus reuniones en las que se discuten los servicios educativos y de salud que necesitan sus hijos, es un personal altamente especializado para asegurar los derechos de esos niños en el salón de clases o la coordinación de servicios que fueron recomendados por especialistas. Muchos jueces administrativos piden intercesores de APNI presentes en los procesos porque ayudan en la comunicación con los padres”, explica. Seis intercesores de APNI que conocen las leyes de educación especial, los procedimientos y servicios disponibles, trabajan alrededor de la isla “y hacen una diferencia significativa porque el solo hecho de que ellos estén presentes, cambia la dinámica de la reunión y la forma en que tratan a la familia”. “Nosotros les explicamos la situación (a empleados y participantes), pero eso no alivia la necesidad y el sufrimiento de estas familias de no contar con la persona que hace la diferencia en los servicios para su niño". La falta de fondos amenaza la continuidad de los servicios y la contratación de los intercesores. Galán ofrece un ejemplo que retrata otros en el tercer sector. “Tengo intercesoras que tenían casos pendientes y cuando los fondos acababan el 30 de octubre les dije ‘no tengo fondos para pagarte’. Una me dijo ‘lo único que te pido es autorización para ir con el sombrero APNI a una reunión en agenda, porque me parte el corazón la familia’. Tenemos un fondo de asistencia única para cubrir necesidades y vamos a tener que usarlo, pero le dije ‘no dejes de atender a esa familia’. Esto es bien estresante porque la familia llega llorando, pidiendo ayuda, tú te comprometes por la necesidad y después dices ‘¿de dónde le pago?””, La directora recalca que entregaron todos los documentos necesarios y aún aguardan por la determinación del fondo legislativo. “Este año nos afecta más que nunca porque en años anteriores teníamos la lista con las cantidades de cada organización y te atrevías a pedir que te adelantaran algo en lo que bajaban los fondos y terminaba el proceso, pero esta vez no sabemos si nos van a aprobar y cuánto nos van a aprobar”, dice Galán. Explica además que el año pasado recibieron 60% menos de lo usual, y les compensaron una porción con los sobrantes anuales que la comisión redistribuye entre las organizaciones que así lo soliciten. Al no contar con el donativo legislativo, además se afecta el pareo de fondos que realizan con los departamentos de Educación y Salud federal, cuyas puertas tocan en busca de apoyo “porque estas familias tienen muchas necesidades”. “Este año no tenemos idea. Para la quincena que viene, tendremos que usar nuestros fondos de emergencia”, agrega. “Nosotros les explicamos la situación (a empleados y participantes), pero eso no alivia la necesidad y el sufrimiento de estas familias de no contar con la persona que hace la diferencia en los servicios para su niño. No hay cosa que estruje más el corazón que tener una madre llorando porque lleva seis meses pidiendo asistencia sicológica o tecnológica para su hijo y tu no tengas a quién mandarle a interceder para que eso empiece a moverse”. Ante la incertidumbre y el impacto en los servicios, Galán espera que quienes dilatan la toma de decisiones sobre los fondos “nunca estén en los zapatos de un padre con un niño con discapacidad mientras ellos deciden a quién le dan y a quién le quitan”. “No hay necesidad de dilatarlo tanto porque la Junta aprobó el presupuesto desde julio y a mediados de noviembre seguimos en estas. Es frustrante”, puntualiza la directora de APNI. LISTA QUE NO LLEGA María de Lourdes Ortiz, presidenta del Movimiento Una Sola Voz (MUSV), que agrupa más de 80 organizaciones en el país, lamenta que “ha habido falta de transparencia en la publicación de la lista de organizaciones que recibirán fondos, en tener acceso a ella”. “Por lo general, a mediados de agosto o a principios de septiembre había lista. Eso te ayuda a prepararte en tu plan para lo que resta del año, te permite planificar, pero este año las organizaciones ni saben si entraron a la lista”, advierte Ortiz. La directora agrega que desde el pasado diciembre han tenido reuniones con distintos legisladores para presentar la labor que hacen algunas organizaciones en las zonas que representan y para recalcar la importancia de los donativos legislativos que reciben. “Ya nos hemos reunido con Juan Oscar Morales, con Víctor Parés, con William Villafañe, con Juan Zaragoza y con asesores de los presidentes de Cámara y Senado. Hemos estado activamente en conversaciones y reuniones con ellos. Necesitamos que la legislatura entienda que las organizaciones necesitan que esa toma de decisiones se lleve a cabo de manera prioritaria”, explica la directora ejecutiva del MUSV y aclara que ellos no reciben fondos legislativos. Ortiz señala que el impacto directo de la falta de fondos y la incertidumbre asociada ya es evidente en el tercer sector. “Se les hace muy difícil a las organizaciones planificar porque haces unas proyecciones de recaudo cuando no sabes si llegarás a esa meta. Eso tiene impacto en tu servicio, se afecta tu salud financiera porque ¿de dónde buscas o adquieres otros fondos que te apoyen en este servicio en particular? En el caso de fondos legislativos, son de los pocos que se pueden usar para cubrir gastos operacionales, desde la renta hasta el salario de los empleados”, afirma Ortiz. Otra instancia en las que resultan indispensables es cuando se solicitan fondos federales. “Los donativos legislativos también funcionan como pareo de fondos federales así que, al no tenerlos, las organizaciones están perdiendo oportunidades para adquirir nuevas fuentes de fondos”, señala. Ortiz define el “ecosistema” del tercer sector como uno “bien diverso”. “Las organizaciones sin fines de lucro que llevan mucho tiempo establecidas y son reconocidas, tienen estructuras operacionales que les permiten esperar un poco más de tiempo, pero no es lo mismo que un fondo llegue tarde a una organización con una estructura operacional pequeña; ambas sufren muchísimo, pero de manera distinta. El acceso a otros recursos es limitado para las organizaciones más pequeñas y dependen mucho de esa fuente de fondos”, finaliza la directora del MUSV.
La ganadora será anunciada el 15 de noviembre, día de la filantropía, en la vigésimo sexta edición de la entrega del galardón ACirc estimula la creación artística y amplia el acceso al arte y la cultura en comunidades cuya oferta cultural es limitada. Por primera vez en su historia, la Fundación Ángel Ramos (FAR) anuncia con antelación las cuatro organizaciones finalistas del Premio Tina Hills, uno de los principales galardones filantrópicos del país. Las instituciones que serán reconocidas como finalistas son: la Asociación Acirc Corp., el Centro de Ayuda y Terapia al Niño con Impedimento, Inc. (AYANI), el Centro Microempresas y Tecnologías Agrícolas Sustentables Yauco, Inc. (CMTAS) y el Programa del Adolescente de Naranjito, Inc. (PANI). Una de estas organizaciones resultará ganadora. Centro AYANI tiene el compromiso de transformar y mejorar las condiciones de vida de jóvenes y adultos con diversidad funcional. Las cuatro organizaciones sin fines de lucro participaron de un proceso de evaluación en el que una junta externa analizó su labor e impacto en las comunidades. La entidad ganadora recibirá un premio de 200 mil dólares y cada finalista recibirá 20 mil dólares. Se trata de la vigésimo sexta edición del Premio Tina Hills que, desde sus orígenes, reconoce la trayectoria y extraordinaria labor social de organizaciones sin fines de lucro en el país. El premio honra con su nombre a la fundadora y pasada presidenta de la Fundación Ángel Ramos, Argentina Hills, quien en este año 2023 celebra sus 102 años manteniendo siempre su amor por Puerto Rico como una prioridad y pasión de vida. CMTAS apoya a microempresarios agrícolas comunitarios con el interés de fortalecer el desarrollo económico. El pasado año la FAR celebró el 25 aniversario del galardón con una pieza documental que, a través de las voces de participantes de las instituciones ganadoras, narra la historia del premio, pero, sobre todo, de las organizaciones y la labor comunitaria que le da sentido. En dicha edición 2022 la institución ganadora fue el Centro María Mazzarello (ALESPI). “El Premio Tina Hills es fundamental para la Fundación Ángel Ramos, pues es ese momento en el año de reconocer, de aplaudir, de agradecer y de celebrar el trabajo incansable que hacen las organizaciones por las comunidades en el país. En cada ceremonia de entrega reiteramos nuestro compromiso como institución, cuya gestión filantrópica suma 65 años”, expresó el presidente de FAR, Roberto Santa María. “El país necesita saber y recordar que hay personas trabajando arduamente a favor de las causas más justas y nobles”. Al igual que en ediciones anteriores, esta selección de finalistas muestra la diversidad de campos y focos de acción de las organizaciones en el país. ACirc se ha ocupado de estimular la creación artística y ampliar el acceso al arte y la cultura en comunidades cuya oferta cultural es limitada. Centro AYANI se destaca por su compromiso con transformar y mejorar las condiciones de vida de jóvenes y adultos con diversidad funcional. CMTAS apoya, sobre todo, a microempresarios agrícolas comunitarios con el interés de fortalecer el desarrollo económico comunitario. PANI desarrolla e implementa proyectos educativos y de perspectiva psicosocial, con énfasis en la juventud y su ecosistema comunitario. PANI desarrolla e implementa proyectos educativos y de perspectiva psicosocial, con énfasis en la juventud y su ecosistema comunitario. “En esta edición hemos querido hacer algo distinto y romper con la tradición de mantener los finalistas como nuestro secreto mejor guardado para así poder comenzar a celebrarlos un poco antes. El país necesita saber y recordar que hay personas trabajando arduamente a favor de las causas más justas y nobles. Como todos los años, elegir solo una es un reto muy grande, porque todas son dignas de nuestro reconocimiento como país. Estamos seguros de que tanto las organizaciones que resulten finalistas como la entidad que será galardonada merecen toda nuestra gratitud por su labor”, expuso por su parte la directora ejecutiva de la FAR, Laura López. La ceremonia de entrega se llevará a cabo el 15 de noviembre a las 2:00 p.m. La transmisión en vivo estará disponible en las redes sociales de FAR. Fotos / Suministradas
Su foco principal son los niños, las niñas, los jóvenes y sus familias en Puerto Rico y su tarea es presentar con datos cómo viven y cómo pueden mejorar. Repasamos la primera década de la organización fundada por Boys & Girls Club. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Parte del equipo actual del Instituto del Desarrollo de la Juventud: desde la izquierda, Hyderlis Pérez, coordinadora de comunicaciones y desarrollo; Brayan L. Rosa, director ejecutivo; Sarah Vázquez Pérez, directora de comunicaciones y desarrollo; y Valerie Blakely Vallecillo, analista de investigación. Foto / Javier del Valle No soplaban vientos auspiciosos cuando el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) cobró vida en el 2013, bajo el ala de la organización sin fines de lucro Boys & Girls Clubs. Puerto Rico se acercaba al precipicio fiscal, el ritmo de la emigración ya era marcado y las contribuciones por ingreso fueron aumentadas. El trabajo sobraba para el IDJ, el dinero para realizarlo no. La buena noticia es que ni se amilanaron ni se rindieron. Diez años más tarde, la organización se ha posicionado como un socio respetable para el gobierno, el sector privado y el tercer sector. Y lo han logrado investigando las condiciones en que viven los menores de edad y sus familias en Puerto Rico, presentando datos, diseñando recomendaciones para enfrentar los desafíos y encaminando el cambio mediante política pública y la labor con entidades con capacidad de actuar. Su tema vital es la pobreza infantil en suelo boricua, que el Índice de Bienestar de la Niñez y Juventud 2023 estima en 55%. Simposio generado por el Instituto del Desarrollo de la Juventud el pasado mes de mayo, para conocer sobre los modelos bigeneracionales. Foto / Facebook IDJ “El Instituto del Desarrollo de la Juventud es la única organización en Puerto Rico enfocada en ayudar a las familias con niños a salir de la pobreza y encaminarla a una movilidad económica. Hoy el Instituto está bien fortalecido fiscalmente, tenemos una identidad corporativa distinta a Boys & Girls Clubs, tenemos nuestra 501c3 y estamos listos para hacer de forma independiente nuestro trabajo de socio científico y de política pública que nos hace falta en Puerto Rico”, dice el nuevo director, Brayan L. Rosa. Diez años han sido suficientes para evolucionar. El ejecutivo afirma que, en sus comienzos, el IDJ “se enfocó mucho en los datos y en presentar la información necesaria para pensar cuál es el panorama de la niñez en Puerto Rico”. “Ahora hemos madurado y hemos crecido en nuestras áreas de negocios. Nosotros hacemos investigación, análisis de política pública y hacemos abogacía. Tan reciente como hace dos años comenzamos un laboratorio de movilidad económica, entendiendo que no solamente era importante presentar los datos si no también hacer un acompañamiento de atender el problema, ofrecer recomendaciones y asistir al gobierno en poder implementarlo”, explica. Próximo evento de recaudación de fondos del Instituto del Desarrollo de la Juventud. Foto / Suministrada Si el gobierno, estatal y federal, así como el sector privado, acogen las recomendaciones basadas en el peritaje en investigación del IDJ, Rosa asegura que entenderán mejor el problema de la pobreza infantil en Puerto Rico y tendrán una ruta para que “implementen las soluciones que entendemos pueden asegurar un futuro económico más positivo para la niñez”. “El cliente principal del Instituto son los niños y sus familias, así que nuestro mandato es comunicar la investigación, la política pública, los datos, pero también la voz de la comunidad, los cambio que nos merecemos. Entendemos que el gobierno tiene una responsabilidad social y económica de garantizar que todos sus residentes tengan acceso a la movilidad económica, sin embargo, en ejecución no todo el tiempo ocurre, así que es bien importante que organizaciones como nosotros y otras comuniquen al gobierno —especialmente en tiempos de elecciones—, cuáles son aquellas peticiones que queremos que sean realidad en el país”, exhorta. RUIDO Y ACCIÓN Brayan L. Rosa comparte datos tras investigación realizada por el IDJ en el 2018, cuando fungía como gerente de política pública de la organización. Foto / Javier del Valle Para los comicios generales del 2020, el IDJ logró insertar el tema de la pobreza infantil en la discusión y todas las plataformas políticas adoptaron su plan para erradicarla en distintos plazos. Para las elecciones del 2024 volverán a la carga, aunque esta vez las soluciones van dirigidas al tema de acceso al trabajo. “Entendemos que una familia, cuando trabaja, tiene mayores accesos para alcanzar una movilidad económica, así que vamos a enfocarnos en este 2024 en presentar una agenda robusta de política pública basada en investigación, en datos y en la comunidad, que pueda llevar al gobierno a ejecutar una estrategia de trabajo donde todo el mundo tenga acceso a un trabajo digno, adecuado a la movilidad económica. Cuando una familia tiene acceso a movilidad económica, tenemos un país más competitivo y capaz de tener una economía sostenible. No existe estrategia económica que pueda ser exitosa que no incluya atender la movilidad económica y la pobreza infantil, por eso consideramos indispensable que en el 2024 se hable de esas soluciones que queremos presentar”, anticipa. “Lo que me emociona de cumplir 10 años es que hemos sobrevivido una de las décadas más retantes de la época moderna en Puerto Rico”. Uno de los logros más significativos del IDJ ha sido su influencia en la aprobación del Child Tax Credit o Crédito por Menor Dependiente logrado en el 2022, aunque existía desde el año 2000. La Cámara de Representantes federal contactó al IDJ en busca de asistencia para redactar el proyecto de ley que permitiría acceso a las familias en Puerto Rico. “Se aprobó en el 2021 a través del American Rescue Plan y en el 2022 las familias recibieron en su bolsillo el crédito a razón de 2 mil dólares por niño, sin necesidad de ingreso. Ahora nos toca mejorar ese diseño para garantizar que todo el mundo tenga acceso a él. La llamada fue una confirmación de que el trabajo que estamos haciendo es efectivo, que no solamente es una investigación que se queda discutida, que suena bien o unos ejercicios de abogacía que son bastante completos, si no que hay un compromiso del gobierno federal en hacer las cosas bien y en reconocer que nosotros, desde Puerto Rico, tenemos el expertise para poder recomendar lo que necesitamos”. Y entonces, en el 2023, llegó el año 10 del IDJ. Su director asegura que “ahora nos presentamos al país como la mejor oportunidad en inversión y cambio social para todos los niños y las niñas”. “Lo que me emociona de cumplir 10 años es que hemos sobrevivido una de las décadas más retantes de la época moderna en Puerto Rico. La pandemia, el huracán María y los terremotos han sido momentos disruptivos en la vida social de Puerto Rico y saber que el IDJ continua aquí, ofreciendo los datos de investigación, me llena de mucha emoción. Más me llenan de emoción los próximos 10 años, saber que estamos posicionados para generar el cambio que necesitamos y con el equipo que tenemos para poder ejecutarlo”, promete Rosa. Conoce los datos que genera el Instituto del Desarrollo de la Juventud y las iniciativas que presentan en juventudpr.org. Un vistazo: Niños, niñas y jóvenes bajo el nivel de pobreza por municipio • 86% Vieques • 81% Lajas • 78% Arroyo • 78% Adjuntas • 77% Florida Fuente: Hallazgos del Índice de Bienestar Municipal 2023 / IDJ Fotos / Javier del Valle
La colectiva con obras de nueve artistas, ocupa la Galería Bertita y Guillermo Martínez del Museo de Arte de Puerto Rico y ya puedes visitarla. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Tari Beroszi, Zuania Muñiz, Jorge Rigau, Dhara Rivera, Rosario Fernández Esteves, Eduardo Cabrer y Julio Lugo Rivera integran la tercera Bienal Sala FAR. Ausentes: Jun Martínez y Margosa Rodríguez. Foto / Javier del Valle Cuando fueron convocados al final del acto protocolar, los artistas que asistieron a la apertura de la tercera Bienal Sala FAR se acercaron al podio y el público pudo conocerlos. Después, fue momento del abrazo y del selfie colectivo. La alegría era contagiosa puesto que acabó la espera. La Fundación Ángel Ramos retomó la tradición de reunir en su bienal obras de los artistas que han expuesto en su Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (Sala FAR), por lo que inauguraró oficialmente la tercera Bienal Sala FAR en el Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR). La colectiva presenta una selección del trabajo exhibido entre el 2018 y el 2023. La tercera Bienal SalaFAR permanecerá abierta en el Museo de Arte de Puerto Rico hasta marzo del 2024. Diversas disciplinas del arte, estilos de trabajo y generaciones están representadas en las 29 obras que ocupan la Galería Bertita y Guillermo L. Martínez del museo ubicado en el 299 de la Avenida De Diego, en Santurce. Prepárate para disfrutar del trabajo de Zuania Muñiz Meléndez, Jorge Rigau, Jun Martínez, Margosa Rodríguez, Dhara Rivera, Rosario Fernández Esteve, Eduardo Cabrer, Julio Lugo Rivas y Tari Beroszi. Al diseñar la sala, el artista Alberto Rigau exploró el logotipo de FAR, desde el cual generó un diálogo con las pasadas ediciones de la Bienal, además de crear espacios destacados para cada uno de los artistas. De igual manera, la colectiva ofrece un saludo simbólico a la solidez de la institución filantrópica que en este año 2023 celebra 65 años de labor ininterrumpida. Juan Carlos López Quintero, curador del MAPR y de la tercera Bienal Sala FAR; Laura López, directora ejecutiva de FAR; María Cristina Gaztambide, directora ejecutiva del MAPR; y Roberto Santa María, presidente de FAR. Foto / Javier del Valle El curador del MAPR y de la tercera Bienal Sala FAR, Juan Carlos López Quintero, destacó que al igual que en sus pasadas ediciones, el evento “nos muestra un panorama amplio y heterogéneo de propuestas plásticas, que ratifica la diversidad y la riqueza plástica que vive la isla de Puerto Rico en la actualidad”. “Los artistas participantes pertenecen a diferentes generaciones —desde maestros consagrados a artistas de reconocida trayectoria y jóvenes en busca de un lenguaje propio— que trabajan diferentes medios: pintura, fotografía, collages, instalaciones y el diseño arquitectónico. No obstante, dentro de esta variedad encontramos puntos de partida afines, abordados de distintos ángulos: naturaleza, paisaje, ambiente, desconcierto, intimidad, arte, historia, memoria. Pretextos, que como indica su etimología latina, funcionan cuales tramados iniciales para presentar ideas, inquietudes y reflexiones personales de cada uno de los creadores”, describe López Quintero. ¿QUÉ ES SALA FAR? La Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos ó Sala FAR, es un espacio establecido en el 2010 por la Fundación Ángel Ramos para dar a conocer la propuesta creativa de artistas que laboran en la Isla. Al presente, se han presentado alrededor de 50 exhibiciones en la sala. La entrada es libre de costo y está abierta al público de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Irene Esteves Amador, coordinadora de Sala FAR. Foto / Javier del Valle La doctora Irene Esteves Amador es su actual coordinadora y trabaja junto a un comité evaluador que estudia y selecciona entre las propuestas presentadas por convocatoria abierta. El espacio de la Sala FAR es de tamaño moderado y recibe diariamente la visita de las decenas de empleados y visitantes del edificio Fundación Ángel Ramos, ubicado en Hato Rey. Este aspecto, una vez considerado una debilidad por tratarse de una zona de paso, se ha convertido en una de sus mayores fortalezas, pues es un espacio para la exposición artística con circulación constante y con amplia diversidad de público visitante. Igualmente, Sala FAR cuenta con una sala virtual a la que se puede acceder a través del portal de la Fundación Ángel Ramos. “Nuestra historia como institución siempre ha estado ligada a las artes y la cultura puertorriqueña. Desde nuestros orígenes hemos reconocido el valor de la expresión artística en el pleno desarrollo de una sociedad y nuestra obra filantrópica así lo refleja. Desde sus inicios hemos sido aliados del Museo de Arte de Puerto Rico y nos enorgullece fortalecer esa alianza a través de esta exposición, con la que además celebramos nuestros 65 años como fundación filantrópica en el país”, destacó el presidente de la FAR, el CPA Roberto Santa María para quien además la muestra celebra esta sólida trayectoria. Junta Directiva de FAR: Roberto Santa María, Laura López, Rafael Cortés Dapena y Aurelio Emanuelli Freese. Foto / Javier del Valle Por su parte, la directora ejecutiva del MAPR, la doctora María Cristina Gaztambide destacó las temáticas abordadas por los participantes que “reflejan vidas trastocadas por los destiempos de María, de terremotos, de migraciones, de la pandemia”; y a su vez celebró la fortaleza de los lazos colaborativos de ambas entidades. “De más está decir que nos enorgullece enormemente poder contar con el apoyo y compromiso de la Fundación Ángel Ramos. Nuestra alianza en ésta y otras iniciativas es un ejemplo más de su compromiso de enriquecer la vida de nuestro país a través de lo social, la educación y —sobre todo— el arte en todas sus expresiones. Pero más aún, esta alianza refleja la importancia de aunar fuerzas y recursos para promover la creatividad y el desarrollo integral de cada puertorriqueño”, elaboró Gaztambide, toda vez que recordó el importante mecenazgo de los fundadores de la FAR —don Ángel Ramos y doña Argentina “Tina” Hills— quienes tanto en su carácter individual como desde la fundación apoyaron las artes en Puerto Rico. Con el propósito de enriquecer la experiencia alrededor de la exhibición, la especialista Doreen Colón Camacho diseñó un programa educativo que incluirá charlas, talleres y recorridos, cuya información estará disponible a través de las páginas web de ambas instituciones y en sus redes sociales. Para más información sobre la exposición Bienal Sala FAR, llama al (787) 977-6277 o visita la página www.mapr.org. Si quieres más datos sobre Sala FAR, llama al (787) 763-3530 o visita la página www.farpr.org. La tercera Bienal Sala FAR permanecerá abierta en el MAPR hasta marzo del 2024. Fotos / Javier del Valle Tari Beroszi y Rafael Acevedo. Foto / Javier del Valle Rosario Fernández Esteves y su padre, Fernando. Foto / Javier del Valle Zuania Muñiz. Foto / Javier del Valle Eduardo Cabrer y su esposa, Silvia Bonachea. Foto / Javier del Valle Dhara Rivera conversa con una de las asistentes a la exhibición. Foto / Javier del Valle Jorge Rigau, al centro, y su familia. A la extrema izquierda, Alberto Rigau, diseñador de la exposición. Foto / Javier del Valle Julio Lugo Rivas conversa con Roberto Santa María, presidente de FAR, y su esposa. Foto / Javier del Valle
El nuevo director del Instituto del Desarrollo de la Juventud es prueba viviente de que la movilidad social puede ser fructífera. Conócelo. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El nuevo director ejecutivo del Instituto del Desarrollo de la Juventud, Brayan L. Rosa, afirma que hoy nuestro país tiene la mejor oportunidad de atender la pobreza infantil que ha tenido en toda su historia moderna. Foto / Javier del Valle Brayan L. Rosa, director ejecutivo del Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) hace diez meses, cree firmemente en que la pobreza puede erradicarse. En términos académicos conoce el tema, como política pública lo ha estudiado muchísimo y, más importante aún, lo ha vivido. “El tema de pobreza y de movilidad económica está en mi memoria porque yo vengo de un residencial público en Carolina, Sabana Abajo, vengo de una familia que es la quinta generación en el mismo residencial, mi mamá fue la primera que logró comprar una casa en nuestra familia. Esa historia de movilidad económica es la mía, la de mi familia, pero no debería ser una excepción, debería ser la historia de todos los niños puertorriqueños que se encuentran ahora mismo cargando el peso de vivir en una sociedad en pobreza. El tema de la pobreza infantil tiene solución, el tema de la movilidad económica tiene solución y nosotros creemos que un Puerto Rico donde todos los niños puedan alcanzar su potencial no solamente es posible, es indispensable”, expresa el director ejecutivo. Luego del huracán María, Rosa retornó a Puerto Rico en el 2018 “porque sentía que tenía que apoyar el esfuerzo que se estaba haciendo aquí”. Ingresó al IDJ como Gerente de Política Pública y luego partió nuevamente a completar una maestría en Economía y Educación en Columbia University en Nueva York. “Me fui porque entendía que necesitaba adquirir nuevas destrezas para ofrecerle al país un mejor profesional. Ahora regreso con esta misión arreguindada de mi corazón”, confiesa con una sonrisa. Brayan L. Rosa llegó en el 2018 al Instituto del Desarrollo de la Juventud y se desempeñó como gerente de política pública. Foto / Facebook IDJ Ahora que arriba a su décimo aniversario, el IDJ tiene como objetivo crecer y crecer. “Tenemos muchos proyectos, muchas ambiciones y un equipo comprometido. Queremos crecer y avanzar en otros temas relacionados a la pobreza como son educación, salud y desarrollo social. Es importante que entidades como el Instituto trabajen esos temas a profundidad, por eso vemos que la gente continúa confiando en nuestro trabajo y en nuestra institución, porque podemos entregar resultados en todas esas aéreas si podemos incluir recursos para lograrlo”, destaca. Al Puerto Rico de hoy sólo le resta rebotar, empujarse del fondo al que le han sumido dificultades económicas y poderosos eventos de la naturaleza. En este escenario le ha tocado evolucionar al IDJ. “Hoy Puerto Rico tiene la mejor oportunidad de atender el tema de la pobreza infantil que ha tenido en la historia moderna porque todos los indicadores económicos apuntan a que vamos a gozar de un progreso relativo en la economía. Nuestra misión, nuestro trabajo, es garantizar que mientras la economía crezca no sigamos relevando a estas familias que necesitan participar igualmente de esa economía como todo el mundo. Puerto Rico hoy tiene las herramientas, tiene la capacidad, los recursos para hacer unos cambios sostenibles y sistémicos increíbles para todas las familias en este país y cuenta con un Instituto completamente robustecido para poder ejecutar esa misión”, puntualiza. ATENCIÓN AL CAMBIO SISTÉMICO Si se habla de pobreza y movilidad económica desde la investigación, la política pública y la abogacía, el director del IDJ advierte que suele desconectarse el trabajo directo que se realiza en las organizaciones sin fines de lucro. Brayan L. Rosa llegó en el 2018 al Instituto del Desarrollo de la Juventud y se desempeñó como gerente de política pública. Foto / Facebook IDJ Para explicar la sincronía ideal en las labores de todas las partes pone como ejemplo un río al que caen múltiples personas. “El trabajo directo es sacar a la gente del río. Para corregir esa situación, el Instituto y el trabajo sistémico debe moverse más arriba y ver por qué la gente está cayendo y cómo podemos evitar que la gente caiga en las trampas de pobreza, en los ciclos de repetir errores”, dice Rosa. “Hay una responsabilidad de cada cual de poder hacer lo más que pueda para avanzar en la vida, pero hay una responsabilidad mayor del gobierno y del sistema de viabilizar esas oportunidades. Es difícil cruzar al otro lado del río si el puente no está creado y el puente le toca al gobierno, al sector privado y sin fines de lucro, el crear esos espacios. El Instituto hace ese trabajo”, agrega. Las preguntas para explicar el porqué de un problema pueden ser incómodas. ¿Comprenderá el gobierno el alcance del momento crucial que vivimos? “Nadie quiere vivir en pobreza. La pobreza es problemática a nivel individual y para todos”. “La pregunta de si el gobierno lo entiende o no es secundaria. La primera pregunta que yo me haría es ‘¿por qué no?, ¿por qué no lo hacemos?, ¿por qué no lo estamos intentando?’. Vamos a aprender mucho en el proceso, vamos a entender quizás cuales son aquellos cambios que deben ocurrir, vamos a cometer quizás muchos errores, pero yo estoy seguro de que si lo intentamos lo vamos a lograr. Y ese trabajo, cuando lo describo, no es que dejemos de sacar a la gente que ya está en el río, hay que hacer las dos cosas a la vez y el trabajo del Instituto es evitar sistémicamente que ese trabajo se siga reproduciendo. Así que el trabajo se vuelve una oportunidad de inversión para aquellos que quieren ver ese cambio en Puerto Rico”, subraya. Los implicados también tienen un rol activo. Rosa pone como ejemplo el crédito por dependiente que, sin requisito de trabajo ni destino, les permitió a las familias recibir la máxima aportación. Algunos levantaron bandera roja ante la posibilidad de que se mal utilizaran los fondos en algunos núcleos familiares. “Yo, como vengo de ahí, confío. Si nosotros en Puerto Rico hemos vivido con esos altos niveles de pobreza y de alguna manera estas familias todos los meses logran empatar la pelea para salir adelante, yo estaba convencido de que un diseño así iba a garantizar que las personas tuvieran los recursos para hacer lo que ya saben que tienen que hacer, lo que necesitan. Cuando vimos los datos y preguntamos a las personas en qué gastaron el dinero, lo gastaron en cuido para poder irse a trabajar, en artículos de educación, en comida en pagar deudas de gastos acumulados por la pandemia”, dice y descarta el mito de que “la gente no sabe administrar su dinero” ya que tienen muy claras sus necesidades. “Nadie quiere vivir en pobreza. La pobreza es problemática a nivel individual y para todos. Si confiamos en que las personas pueden invertir en su movilidad económica, el trabajo de nosotros es traer esas oportunidades”, insiste. Para culminar la plática, Rosa describe como “error ideológico” la premisa: “son pobres porque quieren”. Gracias a su bisabuela, experimentó vivencias de fe que define como “suficiente evidencia para hacer que algo incierto sea verdad”. “Cuando tienes fe y encuentras ese propósito en tu vida vas a lograr lo que quieras. Eso les falta a personas que viven bajo nivel de pobreza, han perdido quizás la esperanza, han perdido la confianza de que van a salir, pero el mensaje del Instituto es totalmente opuesto a eso: hay que tener fe, hay que tener esperanza porque todo el mundo tiene un propósito y esos niños que vemos hoy tienen un propósito magnífico para Puerto Rico en el futuro y estoy seguro de que lo van a alcanzar”, acaba Rosa. ¿Quieres saber más sobre el Instituto del Desarrollo de la Juventud? Visita su página en www.juventudpr.org. Foto/ Javier del Valle