Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo transforma el País un joven a la vez Por Yara LiceagaEspecial para OENEGÉ La imperiosa necesidad de una bocanada de aire de la montaña la obligó a salir fuera del carro una vez se detuvo, después de haber pasado todo el día celebrando el año viejo, último día como secretaria de Instituciones Juveniles en el cuatrienio del 1988-1992, junto al grupo de jóvenes en una de las instituciones a su cargo en Humacao. Así, la Dra. Mercedes Cintrón liberaba la frustración de ver cómo aquella juventud, como en una puerta giratoria, consumía su vida entrando y saliendo de aquel lugar que, lejos de ser remediativo, era el último recurso en una cadena de carencias que ponían al relieve la falta de opciones para ese sector de la sociedad. Un sector que bien podía ser productivo, pero que terminaba en aquella itinerancia que destruía cualquier esperanza o posibilidad de mejorar. Fue en un grito sostenido y visceral que Cintrón canalizó su desesperanza ese último día de trabajo frente a aquel cúmulo de evidencias que señalaba directamente hacia la prevención para intentar evitar que jóvenes desventajados cayeran en aquel patrón de reincidencia. Lejos de quedarse sumida en la impotencia frente al sistema, investigó qué tipos de proyectos podían servir de modelo para nuestra realidad, de manera que pudiera haber una verdadera transformación del ser que implicara un cambio hacia el mejoramiento individual, familiar, colectivo.
Juventud de Cantera, Toa Baja y Loíza celebra su primer concierto en Sala Sinfónica Por Mari Mari NarváezOENEGÉ Los ojos se le van abriendo como si volviera a sorprenderse. Y según continúa su relato, poco a poco también se les empiezan a llenar un poco de agua. Y es que Wanda Alverio mira hacia atrás y apenas puede contener la emoción. Hace apenas tres años, la directora de Programas Músico-Sociales de la Corporación Artes Musicales tuvo que empezar de nuevo junto a tres empleadas más. El programa de orquestas sinfónicas juveniles que durante años se había trabajado en la Corporación, fue relocalizado a otro lugar por órdenes administrativas. Pero ella no se quedó de brazos cruzados. Toda la experiencia y la sabiduría pero sobre todo el deseo de llevar música a los niños, niñas y jóvenes más marginados del País, hizo que creara otro proyecto. No tenían mucho, unos cuantos instrumentos en un almacén. Pero se movieron rápido, buscaron fondos y crearon el Programa de Bandas de Marcha. Desde entonces, ya han establecido tres centros de estudio musical para comunidades de escasos recursos: uno en Cantera, uno en Loíza y otro en Toa Baja. En todos se ofrecen clases de música, lectura, interpretación del instrumento, conjuntos, banda y hasta baile. Todos los años se celebran, al menos, dos conciertos al año.
Cierran inscripciones al máximo galardón filantrópico en Puerto Rico La convocatoria para el Premio Tina Hills por Servicio a la Comunidad de la Fundación Ángel Ramos vencerá este próximo martes 10 de diciembre, razón por la que la Fundación hace un llamado a las organizaciones sin fines de lucro (OSFLs) dedicadas al arte y la cultura, la educación y los servicios humanos, a someter sus solicitudes utilizando la nueva plataforma en línea en www.farpr.org. El Premio de $150,000 es el galardón de mayor prestigio en la filantropía puertorriqueña. Fue instituido en 1997 con el propósito de distinguir la excelencia en servicios de las entidades no gubernamentales, así como su compromiso con el bien colectivo. Desde el año 2011 se concede además un premio de $15,000 a cada una de las tres entidades que resultan finalistas.
Mari Mari-NarváezOENEGÉ Nancy Madden sabe que los sitios los hace la gente. Son muchos los lugares que tienen una belleza muy especial, condiciones para la querencia, para la memoria larga, para la vida amable. En ese sentido, pudo haberse quedado en cualquiera de los muchos destinos a los que suelen enviar a las religiosas. A fin de cuentas, en todas partes se pueden sembrar relaciones. Si esta monja nacida en Atlanta se quedó viviendo estas últimas tres décadas en Punta Santiago, Humacao, es porque fue ahí donde su trabajo echó vuelo, desarrolló un sentido mayor, creció. "Donde quiera que uno va, se siembra. Donde establece la amistad, el amor, donde se dedica a una meta, a unos propósitos, uno se queda", dice Madden, fundadora del Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio, (PECES), una de las organizaciones de base comunitaria y sin fines de lucro más emblemáticas del País y cuya misión es "inspirar y facilitar el desarrollo social, educativo y económico de los jóvenes y residentes de Punta Santiago, Humacao y los pueblos del sureste de la Isla".
Mari Mari NarváezOENEGÉ Aquella noticia había impactado a una buena parte del País. Casa Julia, esa institución social que durante tanto tiempo se había responsabilizado por albergar a sobrevivientes de violencia doméstica y sus hijos, tenía que cerrar sus puertas. Como muchas otras veces, faltaban los recursos. Pero esta vez la situación se hacía aún más crítica, llevándolos al borde del cierre. Los directores de la organización acudieron al Colegio de Contadores Públicos Autorizados (CCPA) a pedir ayuda administrativa. El Colegio rápido activó a sus miembros voluntarios para ayudar en la supervivencia de la Casa Julia. Entre ese y otros muchos esfuerzos, las cosas empezaron a mejorar. Pero aquella situación de emergencia sirvió para que un grupo de esos contadores se diera cuenta de que el problema no era solo en Casa Julia. Eran muchas las Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFLs) que ofrecían servicios sociales vitales para el País pero sufrían de una serie de problemas administrativos que no les permitían ser exitosas. Desde presupuestos inexistentes o mal diseñados hasta insuficiencia de fondos, exceso de gastos, problemas estratégicos, de contabilidad, recursos humanos, entre otros. Fue ahí cuando nació el germen, la primera idea de lo que más tarde ese mismo año de 2007 se convertiría en Asesores Financieros Comunitarios (AFC).