La integrante de la clase PARACá 2021, programa de verano de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción, repasa su inesperado arribo al sector social y el cambio en su mira profesional. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé A sus 25 años Yalanis Vélez González está enfocada en ayudar a encaminar la vida de otros jóvenes del mismo modo en que ella lo vivió, a través de su labor en el tercer sector. Ah, el verano. La estación marca una pausa para la mayoría, en cambio para otros significa una puerta de salida. Así les sucedió a tres jóvenes del programa de mentoría PARACá de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), quienes en los meses de junio y julio descubrieron intereses y capacidades no imaginadas que les dieron un giro a sus frescas trayectorias profesionales. A lo largo de este mes conociste la historia de Aris M. Class Rivera, PARACá 2022 y de Paola N. Cabrera Piña, PARACá 2022. Hoy sabrás de Yalanis Vélez González, PARACá 2021. Por varios días, el tema de conversación entre compañeros de clase de Yalanis Vélez González en el bachillerato en Psicología en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez fue el internado de PARACá 2021. Vélez solicitó inspirada por la frase “agentes de cambio” que leyó en la convocatoria. "Yo quería ayudar a otros jóvenes que viven en cuidado sustituto. En mi caso a mí me ayudaron mis amistades, la universidad, grupos de gente como los de MPA, las conexiones que hice en los espacios en los que me desenvolví porque yo no tengo familia". Yalanis Vélez González, PARACá 2021 “Ellos tienen un tag line que invita a hacer de tu proyecto de vida un proyecto de país, y en esos momentos esos dos mensajes resonaron un montón en mí. Yo vengo de cuidado sustituto del Departamento de la Familia (DF) y estaba aprendiendo en la universidad todo lo que uno puede hacer como profesional y me tocó ese lema de MPA, lo até a mi experiencia”, relata Vélez. La “inspiró” a tal punto que a los 21 años decidió ser “un agente de cambio en la protección de menores en Puerto Rico”. Durante el aprendizaje en PARACá 2021 conoció la importancia de la abogacía, “no sabía que yo podía ser líder y sus dinámicas son bien chéveres para uno desarrollarse”. Destaca la prueba de personalidad True Colors, cuyos resultados comenzaron a cambiar la percepción que tenía de sus capacidades. “Yo sabía que quería provocar un cambio, pero no me había visto como líder, como portavoz que podía hablar del tema a otros. Definitivamente los talleres y las dinámicas de MPA me ayudaron a verme a mí misma de esa forma”, señala. Tras ganar confianza, Vélez fundó la organización sin fines de lucro, OverComing Adversities (OCA), que brinda servicios directos a la comunidad “a la que yo pertenecí”, a los egresados del sistema de cuidado sustituto del DF, para acompañarlos en su transición una vez cumplen la mayoría de edad y comienzan a vivir solos. “Cuando comencé en PARACá todavía no sabía la forma en que se iba a ver esta organización sin fines de lucro, era una idea. Yo quería ayudar a otros jóvenes que viven en cuidado sustituto. En mi caso a mí me ayudaron mis amistades, la universidad, grupos de gente como los de MPA, las conexiones que hice en los espacios en los que me desenvolví porque yo no tengo familia, mis mentores en la universidad, los papás de mis amistades que me invitaban a fiestas familiares o si yo iba a comprar un carro me acompañaban a verlo, todo ese grupo de apoyo que vino con la experiencia universitaria”, indica. La joven quiso duplicar la vivencia para otros en similares circunstancias con su organización que fue incorporada en el año 2022, pero comenzó a operar en el 2023. Han atendido unos 20 participantes, sin contar los que aprovechan solo algunos servicios. “A los participantes les damos un programa de acompañamiento y mentoría, es totalmente voluntario. Ahora mismo no tenemos capacidad para dar servicio a más de 15 jóvenes al mismo tiempo, estamos en ese proceso de poder expandir con campañas de recaudación de fondos”, explica la líder en torno al equipo compuesto por ocho personas que se desempeñan activamente como mentores con los jóvenes, en tareas administrativas o planificación de actividades. "Tantos jóvenes salimos del Departamento de la Familia y nos sentimos como una carga para cualquier persona", reflexiona la joven egresada del ya reconocido programa de formación de líderes, acerca de uno de las experiencias que lucha por cambiar en otros. Además del apoyo en diversas áreas de desarrollo personal, los participantes de OCA reciben orientación para encontrar vivienda y expanden horizontes en el campo económico. “Les decimos ‘nosotros queremos que tú hagas chavos’ y podemos hacerlo de dos formas: nos enfocamos en los estudios, si es un joven que tiene ese interés de hacer bachillerato, maestría o doctorado, o entran en la fuerza laboral. Por ambas vías tratamos de que tengan la mentalidad de que ‘yo puedo hacer dinero y costearme el estilo de vida que quiero,’ que es uno de los aspectos para el que les proveemos guías. También orientamos en el manejo de las finanzas para romper los ciclos de pobreza; no importa la forma en que hayan visto que sus familias manejaban recursos o cómo ellos los conseguían, ahora les toca ser conocedores de esos asuntos”, expone Vélez. En el área de relaciones interpersonales, muchas veces la mentoría es su primer ejemplo de lo que es una relación positiva en sus vidas, les ayuda también a aprender a establecer límites y a pedir ayuda, entre otras destrezas. “Tantos jóvenes salimos del Departamento de la Familia y nos sentimos como una carga para cualquier persona. Tener un mentor que te diga, ‘sé que es difícil para ti, pero yo llegué a tu vida para ayudarte’, es bien positivo. Esa es la forma de aprender a comunicar sus necesidades, a pedir cosas, a no permitir que le falten el respeto y a tener las mejores relaciones positivas en sus vidas”, pone Vélez como ejemplo. La sanación es fundamental. La líder reconoce que todos han pasado “por algún tipo de trauma, somos víctimas, por eso estamos en el Departamento de la Familia”. “Procuramos que tengan el espacio y las herramientas para conocerse un poquito más, así que la mentoría busca exponerlos a distintas actividades y personas. Celebramos sus días importantes, los invitamos a actividades recreativas – a la playa, a un hiking-, ‘vamos a este evento de networking’, ‘a este taller de emprendimiento’. Que el mentor esté presente es una exposición, pero no te estoy dejado solo, yo voy contigo. Por ejemplo, esa primera vez que tienes que ir a renovar tu reforma (plan médico) o el PAN (programa alimentario), el mentor va contigo, te expone a esa gestión, pero no te deja solo. Los mentores te llevan a dejar el resumé o a la entrevista de trabajo, pero te esperan en la esquinita, con la idea de que ellos luego puedan decidir ‘esto me gustó’ o ‘esto no me gustó’. Esa exposición a tantas cosas diversas les amplía la perspectiva”, asegura. Para Vélez hacer su trabajo “se siente brutal, te recarga”. “Interactuar con agencias del gobierno cuando sales del sistema te drena y escucharlos decir ‘aprendí a hacer esto’ o ‘llevo cuatro meses con mi trabajo, mira cuánto tengo ahorrado’, todas esas cosas son wao, tú causaste un cambio en una vida. Eso me ayuda a no cansarme, me llena de felicidad”, revela. CUANDO ALGUIEN TE AYUDA A partir de las experiencias vividas, Carolina Mejías Rivera, directora ejecutiva de MPA, afirma que, donde esté insertado un joven de MPA, "las labores se estarán haciendo de una manera consciente, sensible y efectiva para Puerto Rico. Más que una organización, MPA es un estilo de vida”. PARACá resultó clave en el surgimiento de OCA y Vélez piensa que sin la experiencia aprendida en el internado hubiera demorado “par de años más” en concretar su sueño. “En el cierre de nuestra cohorte de PARACá 2021 dije que me daba mucha paz ver la diversidad de intereses que había en el grupo; unos eran más de género, otros eran más de ambiental. Yo puedo enfocarme en algo bien específico porque hay gente trabajando esas otras cosas que también me interesan. Me quedo en calma viendo el trabajo de mis compañeros”. Hace un mes Vélez dejó su trabajo a tiempo completo como gerente de operaciones en la organización Right to Democracy para atender OCA. Entre sus múltiples mentores identifica a Amanda Rivera Flores, quien la apoyó desde que integraba el sistema de cuidado sustituto; el profesor universitario José Meléndez; su procuradora, Jeannette Hernández, quien manejó su caso desde que ingresó a los 16 años al DF; y Verónica Noriega, de MPA. “PARACá te ayuda a descubrir y, después, en el programa En Acción de MPA tú puedes formalizar; siempre hay una continuidad bien chévere después que revuelcan esas ideas en verano. Cuando hice En Acción, Verónica Noriega fue clave en ese proceso inicial y me conectó con otra Verónica, en este caso, Verónica Colón, de la Fundación de Mujeres de Puerto Rico, que fue una excelente mentora en este proceso y con Héctor Balmaceda, del Centro de Conservación”, sostiene Vélez. Conversando con su mentor, el profesor José Meléndez, sobre cómo llevar a la acción lo aprendido en PARACá, él le lanzó una pregunta sobre su proyecto soñado: “¿Por qué no lo haces?”. “Me di cuenta de que no tenía una respuesta para eso y de que yo podía hacer lo que me diera la gana. Le dije ‘me acabo de dar cuenta de que me da la gana de hacerlo, puedo hacerlo y voy a hacerlo’”, dice en torno al momento en el que pasó a la acción, cuando estaba a punto de graduarse de bachillerato. A los jóvenes les exhorta a revisar los ofrecimientos de PARACá y las demás iniciativas de MPA. “La comunidad que tiene PARACá es súper buena para uno buscar ideas o apoyo para uno crecer como profesional. Si uno está ahí es porque le importa mucho Puerto Rico, hacer de tu proyecto de vida un proyecto de país es una energía que MPA carga a cualquier lugar. No nos debemos perder la oportunidad de conocerla y ver cómo se siente esa experiencia de ser parte de un grupo super diverso en sus áreas de interés, es súper enriquecedor”, garantiza Vélez. Para Carolina Mejías Rivera, directora ejecutiva de MPA, historias como la de Vélez son ejemplo de movilidad social. “Una joven que egresó del sistema de hogares sustitutos del Departamento de la Familia, que conoce desde adentro los retos de crecer en ese entorno, llega a nuestros programas, se forma como líder y, con las herramientas y el acompañamiento que le brindamos, decide crear una iniciativa propia para impactar a su comunidad”. “Yo les aseguro que donde esté insertado un joven de MPA, las labores se estarán haciendo de una manera consciente, sensible y efectiva para Puerto Rico. Más que una organización, MPA es un estilo de vida”, dice para culminar esta serie especial de Oenegé. Conoce la labor de PARACá y Mentes Puertorriqueñas en Acción AQUÍ. Sobre los servicios de OverComing Adversities te enteras AQUÍ. Foto / Javier del Valle
La integrante de la clase PARACá 2022, programa de verano de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción, repasa su inesperado arribo al sector social y el cambio en su mira profesional. Por Tatiana Pérez Rivera :: OENEGÉ La joven Paola N. Cabrera Piña comenzó su internado en PARACá 2022 en la Liga de Arte de San Juan y, desde entonces, la experiencia transformó su camino profesional y personal. Ah, el verano. La estación marca una pausa para la mayoría, en cambio para otros significa una puerta de salida. Así les sucedió a tres jóvenes del programa de mentoría PARACá de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), quienes en los meses de junio y julio descubrieron intereses y capacidades no imaginadas que les dieron un giro a sus frescas trayectorias profesionales. A lo largo de este mes conocerás las historias de tres egresadas de diversas clases de PARACá. Ya conociste la de Aris M. Class Rivera, PARACá 2022; hoy le toca el turno a Paola N. Cabrera Piña, PARACá 2022; y la próxima será de Yalanis Vélez González, PARACá 2021. El primer trabajo de Paola N. Cabrera Piña fue en la industria de servicio, fue mesera, asistente de gerente y gerente en restaurantes y hoteles, mientras culminaba su bachillerato en Trabajo Social en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. A los 18 años llegó a la que siempre consideró su “universidad sueño” y de ella se graduó. “Soy trabajadora social de profesión, pero tenía una carrera muy sólida en la industria de servicio, me iba muy bien. Ya en el 2022 estaba cansada de ese trabajo, decía ‘no puedo seguir aceptando que mi trabajo sea enriquecer a alguien a quien no le importan nuestras vidas’. Cuando me encaminaba a graduarme empecé a buscar opciones de trabajo e internados. En enero de ese año me llega un correo electrónico de una de mis profesoras con información sobre el internado de PARACá y dije ‘perfecto’. Yo llevaba tiempo haciendo prácticas de trabajo social en organizaciones sin fines de lucro porque eso era lo que quería hacer; estuve en Casa Protegida Julia de Burgos y en Iniciativa Comunitaria. Me estuve moviendo en el sector social, pero yo decía ‘Dios mío, ¿cómo entro aquí?’. No veía una convocatoria de empleo. Ahí llega el mensaje de PARACá, mi aceptación llegó un jueves y el viernes llegué al trabajo con mi carta de renuncia; se acabó ser mesera”, declara Cabrera. El internado de verano PARACá 2022 la llevó a trabar en la Liga de Arte de San Juan. Comenzó asistiendo profesores durante el campamento de verano y luego trabajó los cuestionarios de satisfacción, con los datos obtenidos creó infográficos. “La experiencia fue tan chula, es que La Liga es una familia, hubo mucho amor y aprendizaje. Hice un buen trabajo y Marilú (Carrasquillo, directora ejecutiva de la Liga de Arte de San Juan), decidió retenerme unos meses más como coordinadora del programa de voluntariado, SumArte”, explica. Para Cabrera, PARACá 2022 le brindó la oportunidad “de salir de esta burbuja de la universidad y de todos estos trabajos que había hecho”. "Conocer a estos jóvenes comprometidos con Puerto Rico que están desarrollando sus proyectos transformó mi mundo, yo no sabía que existía una comunidad de jóvenes que estaban transformando al país". Paola N. Cabrera Piña, PARACá 2022 “Éramos un grupo grande, como 30 participantes. Conocer a estos jóvenes comprometidos con Puerto Rico que están desarrollando sus proyectos transformó mi mundo, yo no sabía que existía una comunidad de jóvenes que estaban transformando al país. Hice grandes amigos, me gustaron mucho el currículo del programa y los módulos de concientización social. Visité lugares e iniciativas en Puerto Rico que no tenía idea que existían, fue una experiencia increíblemente enriquecedora, de mucho crecimiento, de transformación. Lo disfrute mucho”, describe Cabrera. Continuó laborando como coordinadora en La Liga y mantuvo contacto con MPA. En septiembre de 2022 el huracán Fiona impactó a Puerto Rico y Carolina Mejías, directora ejecutiva de MPA, se encontraba en Washington. “Ella me llama y me pide que apoye a Verónica (Noriega, directora de programas de MPA) en la coordinación de brigadas de apoyo”, recuerda. NACE UNA LÍDER La posibilidad de desarrollarse como líder fue uno de los aspectos más inesperados para la joven a lo largo de su proceso en el programa de verano. Hasta ese momento de su vida, Cabrera nunca había contemplado sus capacidades de liderato, nunca habían sido puestas a prueba. “Entre La Liga y Fiona fue el momento de creerme que soy líder. Esas dos experiencias fueron clave. En La Liga me soltaron la coordinación de los voluntarios y en MPA las brigadas post Fiona. Fue como que ‘wao, también soy líder’, no me identificaba con ese adjetivo, sentía que me quedaba grande y este es el momento en el que finalmente mi cerebro hace clic y entiende que puedo hacerlo”, señala. La joven expresa que PARACá le ayudó a “soltar ese síndrome de impostora y entenderme como una profesional capaz, como una líder y ver estas cosas de mí que otras personas te lo dicen, pero como que no me entraban, fue un proceso de mucha validación”. Ya no quedaban dudas, Cabrera era capaz de liderar grupos y proyectos, lo descubrió aceptando tareas para las que pensaba que no estaba preparada y que cumplió efectivamente gracias al acompañamiento de sus mentores en PARACá. Sabía que debía lanzarse tras las oportunidades, “era lo agarras o lo dejas ir”. Para MPA, el que los jóvenes descubran sus talentos y aptitudes en escenarios no imaginados es una obligación que cumplen con rigurosidad. “Es sumamente importante porque estamos dando opciones”, explica Mejías, directora ejecutiva de MPA. “A veces, cuando tu vienes de distintas esferas sociales, tú ves lo que te dicen que tienes que hacer y no las diversas oportunidades para brillar porque ya te dieron por sentado. El sistema te dijo, ‘si eres de comunidad, vete a trabajar’ y no te dan la oportunidad de entrar a la universidad. Hay miles de oportunidades para los jóvenes y MPA ha sido ese espacio para que ellos puedan crear, puedan imaginar un nuevo mundo. Nosotros creemos en nuestros jóvenes”, asegura Mejías. La directora agrega que la organización aspira a insertar a sus participantes en las comunidades y el tercer sector para viabilizar que otros como ellos se enteren de que no deben negarse la oportunidad de transitar otros caminos. AHORA MÁS QUE NUNCA La directora ejecutiva de MPA Carolina Mejías celebra el que los participantes encuentren en el tercer sector posibilidades de desarrollo profesional a largo plazo. Desde los 17 años, Cabrera padece de colitis ulcerativa y en el 2023 su condición se activó, en un mes su intestino grueso se deterioró y hasta septiembre del año pasado no recuperó su salud. “En ese proceso me derrumbé, no veía futuro, pensaba ‘hasta aquí llegué, no voy a hacer más nada con mi vida, se acabó la líder, se acabó todo’. En algún momento Carolina me fue a visitar a Luquillo, donde estaba viviendo, y me dijo ‘tu trabajo te está esperando’. Me faltaba una cirugía en agosto y dije ‘me tengo que poner bien, todavía tengo esa posibilidad’. En septiembre ya estaba rogando que me dejaran trabajar, les aseguraba que estaba bien. Regresé a MPA como coordinadora de alcance comunitario y ahora estoy como oficial de desarrollo”. Cabrera había expresado su deseo de aprender a trabajar con propuestas de fondos. “Aprendí y orgullosamente puedo decir que este año hemos sometido siete propuestas incluyendo las creadas desde cero y las de continuación. Estoy muy orgullosa de este trabajo, me lancé sin conocer y pienso que estamos haciendo un trabajo excelente”. “MPA me cambió la vida. En Puerto Rico, una graduada de trabajo social en la UPR va al Departamento de la Familia. Venía haciendo prácticas en organizaciones sin fines de lucro, pero no tenía idea de cómo entrar. Soy huérfana de mamá, hija de inmigrantes que no fueron a la universidad. Todo esto es un mundo nuevo, no sabía cómo entrar y qué hacer, lo más importante de MPA es el acompañamiento mientras te desarrollas. Si bien los jóvenes tenemos la capacidad para lograr nuestras metas, no siempre sabemos el cómo, aunque tengamos la disposición”, agrega Cabrera. Hoy celebra su salud y que fue aceptada de nuevo en la UPR donde cursará Maestría en el Programa de Administración y Gestión Cultural. “Mi papá, Orlando, llora. Dice ‘el año pasado estabas operada y mira, ahora vas a la universidad, la vida puede cambiar completamente’. Hace poco mi hermano menor me escribió que ‘gracias a que eres mi hermana, sé que nada me puede tumbar en la vida de manera que yo no me pueda levantar’. Ese es mi orgullo más grande, que mi hermano sienta inspiración por mí y que pueda guiarlo en la vida”, culmina Cabrera su relato. Conoce la labor de Paracá y Mentes Puertorriqueñas en Acción AQUÍ. Foto / Javier del Valle
La integrante de la clase Programa de Apoderamiento y Retención de Agentes de Cambio (PARACa) 2022, programa de verano de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción, repasa su inesperada entrada al sector social y el cambio en su foco profesional. Por Tatiana Pérez Rivera La joven Aris M. Class Rivera, de la clase PARACe 2022, repasa el modo en que su experiencia de internado de verano transformó su ruta profesional y de vida. Ah, el verano. La estación marca una pausa para la mayoría, en cambio para otros significa una puerta de salida. Así les sucedió a tres jóvenes del programa de mentoría PARACa de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), quienes en los meses de junio y julio descubrieron intereses y capacidades no imaginadas que les dieron un giro a sus frescas trayectorias profesionales. A lo largo de este mes conocerás las historias de tres egresadas de diversas clases de PARACa: Aris M. Class Rivera, PARACa 2022; Paola N. Cabrera Piña, PARACa 2022; y de Yalanis Vélez González, PARACa 2021. “Siempre digo que MPA vio en mi más allá de un resume, vio en mi cualidades, destrezas y habilidades que ni yo misma sabía que tenía”, comienza a contar Class aludiendo a que posee un bachillerato en Biología/Biomédica con concentración en Investigación, terminó un Diploma en Administración de Empresas con concentración en Hospitalidad y Turismo en la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Ponce, y un minor en Emprendimiento empresarial. Su experiencia laboral siempre había sido en ventas. “Ese último semestre de Biología en la UPR yo no sabía qué hacer, solicito a PARACa 2022 y entro recién graduada, tenía 23 años. En esas ocho semanas de PARACa estuve brindando servicio directo a una organización, creé una guía de redes sociales para la organización en ese verano y tuve la oportunidad de coordinar varias iniciativas de MPA como son los Café Conciencia, con los que promovemos el diálogo sobre temas de relevancia en el país. En ese verano coordiné uno que se llamaba “Diversidad e interseccionalidad racial en Puerto Rico” y estuvimos en la Casa del cuento en Cayey”, indica en torno a los encuentros presenciales. El reto de asistencia era grande. “Fue un viernes, había concierto de Bad Bunny, pero llegaron más de 30 personas al “Café Conciencia” y no se querían ir, querían seguir hablando en el espacio, era un tema que no se había tocado mucho en Puerto Rico. Algunos de los asistentes ni pertenecían a MPA, vieron la convocatoria o un amigo se las envió y llegaron. Estas oportunidades exponen a uno”, señala Class. "Quiero que crezca con la Universidad de Puerto Rico siendo accesible, como lo fue para mí en algún momento, en un Puerto Rico donde no se desplace a la gente. Sí, puedo transformar el país y quiero dejarle este legado". Aris M. Class Rivera, participante de la clase PARACa 2022 El servicio no le resultaba ajeno a la joven pues había pertenecido a diversas organizaciones estudiantiles, “pero nunca había trabajado logística en un equipo ejecutivo, ver el concepto de la planificación, la recaudación de fondos, la estrategia”. “Pude desarrollar mis habilidades metodológicas de Biología en este ámbito de MPA, mi conciencia empresarial y mi creatividad. MPA me dio ese espacio de poder explotar todas esas destrezas, de enamorarme de las organizaciones, del trabajo que hacemos en el sector social, así que decidí solicitar a PARACa anual y llevo tres años y dos meses en la organización. Comencé en la recaudación de fondos, generando más de $20 mil dólares para la organización ese primer año, coordinando campañas de fundraising, diseñando campañas, trabajando eventos”, describe su salto al tercer sector. Class luego aprovechó la oportunidad de convertirse en Vista Líder de MPA por lo que migró del equipo de Desarrollo al equipo Programático. “Desarrollo me gustó, pero Programático me apasionó; implementar mis conceptos de organización, planificación, estrategia, dar mentoría a los participantes eso me apasionaba mucho. Llevo dos años apoyando a los participantes en los departamentos de Desarrollo de sus respectivas organizaciones y esos participantes han generado más de $600,000 dólares al sector social en Puerto Rico. He podido trabajar proyectos especiales como la creación de un protocolo de emergencias para la organización, un análisis de herramientas socioemocionales. Viniendo de época de pandemia, donde los participantes tuvieron algunas deficiencias en destrezas y relaciones interpersonales, nos dimos a la tarea de observar y crear un banco de destrezas socioemocionales para reforzar esas destrezas escondidas o blandas de los participantes”, puntualiza. SÓLO UNA OPORTUNIDAD A juicio de la directora ejecutiva de Mentes Puertorriqueñas en Acción, Carolina Mejías Rivera, el diálogo directo con los potenciales participantes debe tener el mismo o mayor peso que sus credenciales académicas o experiencia profesional. La líder reconoce que lo que necesitaba en su vida profesional era una oportunidad y “MPA me la dio”, especialmente en esa temprana juventud en la que suele haber pocas certezas sobre el futuro. Class se había tomado un año de descanso de estudios cuando entró en PARACa 2022. Hoy tiene 26 años, sigue atada a MPA, es mamá de una niña de menos de un año, Amber Yazmín, y pronto comenzará escuela graduada. “MPA es más que un espacio de trabajo, he tenido un equipo que me apoya en todas las etapas, que es una de las cosas que amo de estar aquí. Todas esas tareas que me han asignado, toda esa retroalimentación, han contribuido a la persona que soy ahora mismo y que se siente lista para entrar a estudiar maestría en Liderazgo en la Gerencia de Proyectos en la Universidad Ana G. Méndez en agosto”, señala entusiasmada. “No me puedo imaginar qué hubiese sido de mí sin PARACa 2022, todavía estaría trabajando en retail o no tendría las capacidades que ahora mismo tengo. Yo salí de un bachillerato frustrada, sin PARACa no hubiera tenido las experiencias de querer volver a estudiar. Aprendí un montón de cosas, por ejemplo, yo no sabía nada de cómo hacer un proceso de evaluación y llevo dos años planificando el de PARACa verano”, dice sobre esa llama de aprendizaje que enciende el verano de MPA. Class se describe en su red social LinkedIn como “bióloga de profesión, emprendedora de corazón” ya que también mantiene un negocio de personalización de objetos. “Ser mamá me motivó a más, algunas veces me he traído mi bebé a trabajar. Tener una bebé, tener responsabilidad como Vista Líder y ser futura estudiante graduada me ha motivado más por el simple hecho de que trabajar aquí me apasiona, trabajar para que Puerto Rico pueda ser mejor y transformarlo para que mi hija tenga el Puerto Rico que yo quiero para ella es muy importante y mi motivación primordial. Quiero que crezca con la Universidad de Puerto Rico siendo accesible, como lo fue para mí en algún momento, en un Puerto Rico donde no se desplace a la gente. Sí, puedo transformar el país y quiero dejarle este legado. A veces me llegan momentos de dudas, pero me duran cinco segundos y volvemos a la carga, eso es parte de comprometerse con uno mismo y con el trabajo que uno hace”, propone Class. Su resumé no hubiera anticipado que Class se interesara en el campo social, pero Carolina Mejías Rivera, directora ejecutiva de MPA y su equipo han afinado la búsqueda. “Nos han llegado arquitectos, nos han llegado científicas igual que ella, estudiantes de Naturales, de Ingeniería. Algunos dicen, ‘yo lo que entiendo son las tablas y los números y aquí estoy aprendiendo muchísimo’, pero ojo después manejan coaliciones, movilizan jóvenes”, indica Mejías orgullosa. “Antes era ‘escríbeme un ensayo’ evaluamos eso, el Linkedin y después te llamamos a entrevista”, abunda Mejías sobre el cambio en la evaluación de candidatos a PARACa. “Ahora estamos evaluando a la mayoría en una entrevista inicial. Sí, es importante sistematizar los procesos, pero cuando estamos hablando con personas es importante el lado humano, si no, perdemos gente como Aris, y muchas otras. No todo está escrito en piedra, tenemos que saber identificar”, culmina Mejías. Conoce la labor de PARACa y Mentes Puertorriqueñas en Acción AQUÍ. Fotos / Javier del Valle
En el nuevo episodio de Oenegé, el pódcast conversamos con la consultora para el tercer sector en temas de relaciones con el gobierno, asuntos públicos, política pública, estrategia y operación. Por Oenegé La licenciada Ataveyra Medina Hernández, asesora en temas de gobierno para el tercer sector, conversa con la periodista y anfitriona de Oenegé, el pódcast Tatiana Pérez Rivera. Durante la primera mitad del 2025 el tercer sector puertorriqueño ha recibido una de sus sacudidas más fuertes. Tras el anuncio y la inmediata ejecución de significativos recortes de fondos federales —en algunos casos fondos ya previamente asignados, aprobados y comprometidos— a programas y organizaciones sin fines de lucro que ofrecen servicios indispensables para las poblaciones que atienden, el sector ha tenido que atender la situación con la urgencia que amerita, toda vez que se detiene a rediseñar y buscar nuevos modos de subsistencia. Prevalece el compromiso con la ciudadanía, con las comunidades y con las incontables necesidades de las personas más vulnerables en el país que todos los días atiende más allá de sus escasos recursos. Parte de ese camino ha sido el precisamente, entender y navegar, los procesos tanto en el gobierno federal como en el local y para ello las voces expertas son fundamentales. Con esto en mente, hoy conversamos en Oenegé, el pódcast con la licenciada Ataveyra Medina Hernández, consultora para el tercer sector en temas de relaciones con el gobierno, asuntos públicos, política pública, estrategia y operación. Su experiencia en el campo y su amplia labor de abogacía en los epicentros de toma de decisiones para las organizaciones sin fines de lucro en el país, la convierten en un referente clave en medio de la coyuntura actual. ¿Cómo definimos este momento? ¿Qué podemos esperar del resto del cuatrienio? ¿Qué ejemplos de abogacía exitosa pueden iluminar el camino? Estas y otras preguntas quedan sobre la mesa en esta edición de Oenegé, el pódcast con la licenciada Ataveyra Medina Hernánandez. “El tercer sector es vital para la sociedad puertorriqueña. Nadie pone en duda la necesidad de los servicios que ofrece, impactando cada vez más areas esenciales en nuestra sociedad. Pero no podemos dejar a un lado el contrato social entre personas y gobierno. Al igual que obligaciones, tenemos unas garantías, privilegios y libertades en este sistema de gobierno y sólo el Estado es el último responsable de asegurar el disfrute de esos derechos. En su misión de servir, el Tercer Sector sabe exigir y velar por que todos los componentes sociales, incluido el Gobierno, funcionen por el bienestar de las poblaciones servidas. La conversación del tercer sector con el sector público tiene que continuar, ya sea para educar, abogar, investigar o fiscalizar. En este contexto de cambios y reformas, el rol del tercer sector como propulsor de innovación social y barómetro de justicia social es clave”, afirmó la licenciada Medina Hernández. Luego de esta conversación abriremos la mesa editorial junto al equipo de comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos. Que disfrutes de Oenegé, el pódcast. Escúchalo AQUí.
El Centro para la Nueva Economía (CNE) realizó un conversatorio en el que los temas de energía e industria se entrelazaron. Entérate de lo que allí se discutió. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El profesor de Derecho Energético en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Luis Aníbal Avilés y Sergio Marxuach, director de Política Pública del CNE. Bajo la sugerente premisa “Energía e industria para un futuro sostenible”, el Centro para la Nueva Economía (CNE) invitó a los asistentes de su conversatorio “Una nueva economía es posible” a reimaginar nuestro país y a ejecutar nuevas propuestas con sentido de urgencia. Luego de escuchar las ponencias y los diálogos en el foro realizado el pasado 13 de junio en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, nadie pareció quedar inmune al tema. Expertos en Economía, líderes de distintos sectores en el país, -incluido el comunitario-, académicos, funcionarios y ciudadanos, escucharon sobre estrategias de transformación económica y pudieron visualizar la magnitud del monumental proceso de restablecimiento de la red eléctrica. El profesor de Derecho Energético en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Luis Aníbal Avilés, brindó uno de los planteamientos más contundentes del conversatorio relacionado a la situación energética de la isla. “Necesitamos una nueva manera de pensar sobre el desarrollo económico de Puerto Rico. En lugar de adivinar cuáles industrias apoyar, podemos usar datos para identificar oportunidades que se basen en nuestras fortalezas existentes”. Enrique Figueroa Grillasca, asociado de investigación del CNE “La recuperación del sistema eléctrico está atrapada en una maraña burocrática. Las agencias no se coordinan y la Junta de Supervisión Fiscal se enfoca sólo en la quiebra de la Autoridad de Energía Eléctrica bajo el Título III. La salida está en usar el Título V de PROMESA, y designar los proyectos energéticos como Proyectos Críticos bajo la Sección 503. Sin esa designación, no habrá verdadera transformación energética”, aseguró Avilés durante su participación en el Fireside Chat junto a Sergio Marxuach, director de Política Pública del CNE. No fue el único dato que dejó a la audiencia pensando. El conversatorio, que contó con Roxana Torres como maestra de ceremonias, comenzó con la presentación del asociado de investigación del CNE, Enrique A. Figueroa Grillasca, quien explicó el análisis de complejidad económica, una metodología con la cual se pueden identificar y priorizar oportunidades de desarrollo tomando en cuenta las fortalezas regionales y el conocimiento productivo existente. Si los datos nos guían a la hora de invertir el dinero respondiendo preguntas como dónde y cuándo, de igual manera pueden reflejar dónde Puerto Rico tiene mayor potencial de expansión, y cómo enfocar nuestros esfuerzos para generar valor económico real a largo plazo. “Necesitamos una nueva manera de pensar sobre el desarrollo económico de Puerto Rico. En lugar de adivinar cuáles industrias apoyar, podemos usar datos para identificar oportunidades que se basen en nuestras fortalezas existentes”, explicó Figueroa. Tras la presentación tuvo lugar un diálogo entre la ingeniera Lucy Crespo, principal oficial ejecutiva del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico; y el director de investigación del CNE, Harold J. Toro, quien destacó que nuestro país “necesita de una estrategia de desarrollo económico atemperada a nuevas tecnologías y nuevos procesos de producción”. “Una política industrial basada en evidencia y en el análisis empírico es esencial para lograr estos propósitos”, abundó Toro. “Puerto Rico está en un punto interesante”, describió, de otra parte, Crespo, acerca de la convergencia de posibilidades que ofrece el cambio de postura del gobierno estadounidense de regresar la manufactura a sus territorios. La ingeniera instó a alinear la oportunidad, el talento y los recursos, y a visualizar a Puerto Rico como un centro de innovación. Destacó el plan estratégico de Carolina del Norte, Talent First, y su “triángulo de investigación”, y resaltó el concepto de ‘clusters’ de empresas para viabilizar el crecimiento económico. HABLEMOS DE ENERGÍA Harold J. Toro, director de investigación del CNE El segundo eje temático del evento se dedicó a la transformación del sistema energético del país. Comenzó con la presentación de Marxuach, director de Política Pública del CNE, sobre el estado del proceso y la intervención de sus actores; cabe destacar que 15 entidades clave integran el ecosistema energético. El conferenciante repasó los esfuerzos de estabilización realizados luego del paso del huracán María en el año 2017, la reestructuración financiera en el tribunal federal, las reformas operacionales en curso y el desarrollo de un nuevo Plan Integrado de Recursos. Marxuach compartió una nota histórica sobre la deuda de la AEE, extraída del libro “The Stricken Land: The Story of Puerto Rico”, escrito por el exgobernador Rexford Tugwell y publicado en el 1946. “Cuando se cerró la primera emisión de bonos de la AEE en el 1944 quedaba un solo productor privado en Puerto Rico y era una subsidiaria de una compañía de Canadá que peleó la expropiación de sus activos hasta que llegó a un acuerdo y se hizo una emisión de bonos para comprárselos. El gobernador Tugwell dijo que, desde el principio, se pagó demasiado por los activos que se compraron y que la gente de Puerto Rico estaría pagando las malas acciones de su gobierno por el contrato firmado por los próximos 20 años. Aparentemente a nadie le importó eso y, como lo pagaba la gente de Puerto Rico a través de tasas infladas, así empezó el sistema y así estamos al día de hoy”, señaló Marxuach. El economista describió que “el sistema eléctrico de Puerto Rico se encuentra en una encrucijada difícil”. “Puerto Rico tuvo un sistema público que funcionó bien por 40 años y lo quebramos después, en los últimos 8 años. El modelo privado no está funcionando como se esperaba, la duración y la frecuencia de los apagones ha aumentado, el ahorro ha sido marginal, si alguno, y el problema no es que el progreso ha sido lento, es que la aguja se está moviendo hacia el otro lado. Hay que volver a la mesa de dibujo porque aquí hay un tercer factor -que no es del gobierno ni de quien corre el sistema- que está impactándolo. Cuál es ese factor o factores es lo que tenemos que analizar”, invitó Marxuach. A ese escenario agregó que el proceso de quiebra no ha terminado aun, la reconstrucción del sistema ha sido lenta y LUMA avisó sobre la probabilidad de apagones en los meses de verano. “Nos urge repensar lo que estamos haciendo en torno a este servicio esencial”, insistió Marxuach. Como cierre, el fundador del CNE, Mike Soto Class, resumió lo mejor del evento. Harold J. Toro, director de investigación del CNE “Por un lado me interesó mucho -y es un cliché- hablar de retos y oportunidades, pero qué interesante que en las presentaciones de hoy empezamos con unas oportunidades increíbles y terminamos hablando de unos retos que tenemos como país. Hay una intensidad muy grande en ambas. Creo que la pregunta que todos tenemos es ‘¿qué hacemos ante eso?’ y no es el momento para contestarla, pero sí les menciono dos cosas que me parecieron interesantes. El tema de capacidad, particularmente del gobierno, yo llevo 30 años en esto y llevamos ese tiempo, -algunos lo habrán escuchado antes-, hablando de ese tema. Lo interesante es que no cambia nada, seguimos votando por la misma gente, por el mismo sistema, seguimos invitándolos a los paneles y a las convenciones, oímos el libreto y nada cambia. Eso me acuerda un poco, y es lo segundo que quería mencionar, esa cita de Tugwell que decía que ‘nadie dijo nada’”, declaró Soto Class. Además, resaltó que en momentos de incertidumbre económica resulta indispensable la labor del CNE, organización que hace 25 años se maneja con subvenciones privadas. “Si en algo estoy claro es que Puerto Rico necesita grupos como el CNE ahora más que nunca porque contribuimos con este tipo de foros. Si bien hay unos retos grandes que no sabemos a veces cómo arreglarlos y si bien tenemos oportunidades grandes que queremos ver cómo las logramos, una pieza importantísima en eso es conocerlos, tener recursos, ser empíricos, tener credibilidad, ser grupos independientes, que no tienen una agenda que no sea ayudar a Puerto Rico, que es lo que por los últimos 25 años el CNE ha estado haciendo. Ahora estamos en un cono de incertidumbre global, pero estaremos 25 años más aquí, inquebrantables con nuestro compromiso con Puerto Rico y los puertorriqueños. Lo podemos hacer gracias al apoyo de ustedes”, finalizó Soto Class. Este evento marca el inicio de una serie de intercambios que el CNE tiene en agenda para estimular la discusión y la acción económica de Puerto Rico. Visita grupocne.org y encuentra otros recursos informativos como “El rompecabezas energético de Puerto Rico” y “La oportunidad de una generación para Puerto Rico”. Fotos / Suministradas