Los Centros Sor Isolina Ferré fueron la institución anfitriona de este encuentro musical de jóvenes para jóvenes dedicado a estudiantes de sus escuelas alternativas Por Ana Teresa ToroEspecial El Nuevo Día A veces lo que hace falta es una meta, un destino, un lugar en dónde fijar la mirada en medio del ruido y de los muchos caminos que se presentan en la juventud. En el caso del joven Jesús Ramos, la música se convirtió en ese punto cardinal para su vida. Un día visitaron su escuela para orientar a los alumnos acerca del Programa de orquestas sinfónicas juveniles (lo que una vez fue el POSJU, y al que han seguido nuevos esfuerzos como Música 100x35). Cuatro palabras llamaron su atención: "clases de música gratis". Luego de intentar escoger distintos instrumentos, terminó aceptando que el oboe lo había escogido a él. Y así comenzó a desentrañar este instrumento musical y ese sonido desconocido para él hasta el momento, pero que hoy por hoy se ha convertido no sólo en una pasión, sino en un destino de vida y en un compañero por los pasados nueve años.
Escritores que participaron de la reciente edición del Festival de la Palabra conversaron con estudiantes de todas edades sobre sus lecturas Por Tatiana Pérez Rivera Con los rostros felices por el cambio de rutina arribaron en guaguas escolares amarillas al Festival de la Palabra en el Viejo San Juan. Descendían tras pasar el redondel adoquinado frente al Paseo de La Princesa -una de las sedes de esta quinta edición junto al Teatro Tapia y el Arsenal de la Marina en La Puntilla- para de allí llegar precisamente al Arsenal donde tendría lugar el programa escolar, una de las apuestas más importantes de la jornada que se llevó a cabo del 14 al 19 de octubre en la Isla, y contiuó con charlas y debates en la ciudad de Nueva York. Es miércoles y hay expectativa. El programa debió comenzar el día anterior, pero la amenaza de la tormenta tropical Gonzalo -que luego se hizo sal y agua para el país- obligó a retrasarlo un día. Aún así llegaron 550 estudiantes de escuela elemental y una sorpresa: por primera vez asistía al programa escolar que celebra la palabra escrita, cantada o declamada una escuela proveniente de Mayagüez.
La Fundación Chana y Samuel Levis es una de las primeras entidades en dedicarse exclusivamente a trabajar las destrezas sociales y emocionales. Por Ana Castillo MuñozOENEGÉ Como todos los lunes, lo esperan. Cachorro llega al salón escondido dentro de una caja roja y sale cuando la maestra anuncia que le toca hablar. A él le divierte conversar con los niños y niñas. Habla mucho, en especial de aquellas cosas que pueden ayudar a que nos comuniquemos mejor. A Cachorro le gustan los ambientes escolares. En su última conversación con los estudiantes de la escuela elemental Luis Llorens Torres, comenzó su discurso ladrando y conversando sobre las reglas y la importancia de sabernos enfocar.
La Fundación Puertorriqueña Síndrome Down se dedica desde hace 25 años a brindar servicios a padres de niños, niñas, jóvenes y adultos que nacen con esta condición genética. Por Ana Castillo MuñozOENEGÉ Axel Martínez barre, lava baños, mapea, rocía espray aromático, recoge los zafacones y disfruta lo que hace. Tiene 38 años y, orgullosamente cuando se presenta, dice que es empleado de mantenimiento. También dice que cumple años en diciembre y que trabaja cuatro días a la semana. Al principio no le gustaba utilizar guantes para hacer sus tareas, y no fue hasta que la Fundación Puertorriqueña Síndrome Down le hizo un reconocimiento y le tomó una foto con los guantes, que Axel cayó en cuenta de la importancia de su uso.
El gobernador Alejandro García Padilla celebró el triunfo del Coro de Niños de San Juan en Italia con un homenaje en La Fortaleza Por Ana Teresa Toro Oenegé Es un coro que no basta escuchar. Hay que mirarlo. Hay que ver cómo la música les afecta, los conmueve. Hay que maravillarse por la manera en que sus rostros nos revelan con sus gestos el significado de cada una de las frases que cantan como una sola voz. Porque a decir verdad, si una cosa ha procurado afianzar el Coro de Niños de San Juan (CNSJ) -a lo largo de sus casi cincuenta años de trayectoria que celebra el próximo año- lo es la forja de una voz propia, una identidad sonora, un modo de interpretar que es reflejo de lo que niños y jóvenes puertorriqueños son capaces de construir cuando descubren el arte y cuentan con una persona que los guíe en el proceso.