Repasamos los ajustes que hizo la compañía de danza contemporánea Andanza para servir a sus estudiantes, a las comunidades, al público de siempre y al que se sumó mediante sus clases, módulos y espectáculos en formato digital. Así nació “Andanza virtual”. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Para mantener las clases que el programa Danza con Andanza ofrece en las comunidades, la compañía creó modulos virtuales que fueron compartidos. Foto / Suministrada Fuímonos, el reciente espectáculo virtual de la compañía de danza contemporánea Andanza, fue visto por más de 10 mil personas a través de la red social de Facebook. “Eso es lo bueno de las redes porque, en dos horas, lo habían visto tres mil personas y eso no pasa con la danza contemporánea, eso no pasa aquí en un teatro. Para llegar a las diez mil personas, ¿cuántas funciones hubiéramos tenido que hacer en la Sala Experimental?”, dice sonriendo Lolita Villanúa, directora ejecutiva de Andanza, sobre la pequeña y acogedora sala que suelen usar en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré en Santurce. “Lo vio gente del país y de afuera, lo interesante es la cantidad y la diversificación del público que descubre Andanza por primera vez; es otra forma de conectar y acercarse”, aseguró. La pandemia reinventó a la compañía de danza contemporánea que este año celebra su vigésimo aniversario. En medio de sus planes para festejarlo -y los usuales para darle continuidad a la obra de su compañía y de su escuela de baile-, Villanúa y María Teresa Robles, codirectora del proyecto de baile, rehicieron su oferta. El programa educativo virtual contó con 19 cursos gratuitos que los bailarines ofrecieron desde sus casas a personas de todas edades en y fuera de la isla. Foto / Suministrada Robles creó un currículo que presentaba 19 clases semanales gratuitas, algunas con maestros boricuas que ya no viven en la isla. Las clases se ofrecieron de modo virtual y las estadísticas en las plataformas digitales que usaron registran la asistencia de más de 50 personas a las sesiones provenientes de Puerto Rico y de otros lugares como España, México o Nueva York. Crearon un módulo de ejercicios en vídeo para darle continuidad a la labor que realizan semanalmente en comunidades alrededor de la isla, en busca de impactar a los estudiantes que estaban fuera de los salones de clase y realizaron varios espectáculos virtuales en los que estrenaron coreografías. Así mantuvieron activos y cobrando su salario a sus 30 empleados, 12 de ellos en nómina. El primer toque de queda fue el 15 de marzo y el proyecto “Andanza virtual” mostró su primer espectáculo el 22 de ese mes. Detalle de la pieza "Fuímonos", el más reciente espectáculo virtual realizado por la compañía. Foto / Suministrada “En términos artísticos y educativos es un logro enorme por la cantidad de alumnos, maestros y participantes y en términos cualitativos también, porque se han logrado hacer unos estrenos de mucha calidad, igual la clase que se ofrece. Pero en términos económicos eso no se ha reflejado porque el ofrecimiento ha sido gratuito. En agosto empezamos a cobrar las clases y de las 50 personas que se unían, ahora hay una cuarta parte, aunque hemos ganado algunos (estudiantes). La realidad es que la mayoría se queda esperando a que las clases sean gratis de nuevo”, describe la situación. En adelante, planifican realizar una campaña de recaudación de fondos mostrando la labor que han realizado. Villanúa quisiera que el público entienda lo que cuesta realizar un show, pero a la vez abrazaron con alegría la oportunidad de regalar clases y espectáculos en medio de la pandemia “para que la gente se sienta feliz, le guste y diga ‘qué chulo’”. PRESENTES EN LAS COMUNIDADES María Teresa Robles, co fundadora de Andanza, desarrolló el currículo académico que se implantó tan pronto comenzó el toque de queda en marzo a causa de la pandemia. Foto / Suministrada Ese empeño en ofrecer el arte como método de expresión, de felicidad y para establecer vínculos, es la roca sobre la cual se sostiene el programa Danza con Andanza, que comenzó a servir en el 2012. Bailarines de la compañía visitan semanalmente 6 comunidades de escasos recursos y en las escuelas o centros ofrecen clases de baile. “Atendemos sobre 500 nenes semanalmente y al final de año se presentan en el teatro”, explica Villanúa. La práctica la han continuado en etapas difíciles que ha vivido el país y así lo pusieron en acción tras el paso del huracán María y los terremotos vividos a principios de año. Ahora en la pandemia, grabaron en vídeo ocho módulos de media hora dirigidos a niños y adolescentes en los que diferentes maestros replicaban la estructura de las clases presenciales: hacían un calentamiento, el ejercicio creativo y una coreografía. Los ocho módulos incluyen subtítulos porque impactan además los alumnos del Colegio San Gabriel para sordos. “Nosotros estamos siempre en esa búsqueda que no termina, creativa, económica y es lo que hay que hacer para que Andanza siga. No sabes cuántas propuestas he llenado y cuántos proyectos hemos inventado porque es lo que tenemos que hacer”. “Ha sido muchísimo el trabajo, una etapa linda y bien importante. Hemos generado ingresos a través de propuestas”, dice la directora y lamenta que tuvo que ajustar la jornada de los bailarines reduciéndole una hora de labor. “Lo cogieron súper bien, dicen que han sido afortunados de tener su salario seguro en la pandemia, pero me costó hacerlo porque ellos hacen tanto. Poder trabajar desde sus casas les salvó su mente, porque muchos estaban solos o con sus parejas, y se ocuparon aprendiendo a filmarse con el celular, a editar sus videos”, dice sobre el trago amargo. Villanúa insiste en que tienen “un compromiso con el país y con el equipo de trabajo, eso está bien presente en mi y en Mari Tere”. “Nosotros estamos siempre en esa búsqueda que no termina, creativa, económica y es lo que hay que hacer para que Andanza siga. No sabes cuántas propuestas he llenado y cuántos proyectos hemos inventado porque es lo que tenemos que hacer, aunque es bien difícil lo que estamos viviendo”, subraya. Quédate pendiente porque la compañía ya trabaja en su próximo espectáculo virtual que podría presentarse a finales de octubre. Obten más información en Facebook: Andanza-Puerto Rico. Fotos Suministradas
La iniciativa será dirigida por el Centro para las Humanidades Digitales Diásporas Caribeñas y contará con el apoyo de las facultades de Humanidades y Estudios Generales de la UPR. Por Redacción Oenegé El Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (RRP-UPR) y Casa Pueblo en Adjuntas firmaron un acuerdo de colaboración que tiene el propósito de crear el Archivo Histórico Digital de este proyecto comunitario. Denominada “Archivo Histórico Casa Pueblo: un modelo de autogestión comunitaria”, la iniciativa será desarrollada en un período de dos años por el Centro para las Humanidades Digitales Diásporas Caribeñas (CHDDC), adscrito a las facultades de Humanidades y Estudios Generales del recinto riopedrense. La iniciativa tiene dos objetivos principales: desarrollar el Archivo Histórico Casa Pueblo y documentar el proceso de creación y adiestramiento de modo que se pueda producir un modelo de autogestión para crear archivos comunitarios. “Este acuerdo permitirá el intercambio de conocimiento entre ambas organizaciones, proveerá experiencias de capacitación para estudiantes universitarios y desarrollará módulos curriculares que fomenten el aprendizaje recíproco y solidario”, explicó Nadjah Ríos Villarini, codirectora del CHDDC. El proyecto recibió $37,760 de la UPRRP como parte de los fondos institucionales para la investigación. Para el doctor Luis A. Ferrao, rector del recinto riopedrense de la UPR, la asignación destinada a este proyecto “es un espaldarazo a la vocación comunitaria que lo alimenta y un reconocimiento al compromiso de las profesoras que lo llevan a cabo”. “Casa Pueblo es una institución ya emblemática para nuestra sociedad y cualquier proyecto que apuntale su estructura merece nuestro apoyo, aun dentro de la estrecheces y desafíos financieros que enfrentamos. Una vez más, mi reconocimiento a Casa Pueblo y mis felicitaciones al cuarteto de profesoras de nuestro recinto que trabajan en esta iniciativa”, agregó Ferrao. Durante este año académico 2020-2021, los esfuerzos entre ambas instituciones estarán encaminados a desarrollar este archivo digital, manejar la preservación digital de documentos, materiales audiovisuales y artefactos que dan a conocer la historia y trayectoria de los proyectos generados por Casa Pueblo y las comunidades de Adjuntas. Se persigue crear un espacio de reflexión que sirva de modelo para otros proyectos de base comunitaria, mediante la preservación de fuentes primarias y secundarias en torno a las gestiones de esta organización. EL EQUIPO El grupo de trabajo lo conforman profesoras del Recinto de Río Piedras de la UPR, especialistas en el área de comunicación, humanidades digitales, antropología y ciencias de la información. En esta iniciativa participarán Mirerza González y Mila Aponte, profesoras de la Facultad de Humanidades, así como Valeria Fernández y Nadjah Ríos Villarini, de la Facultad de Estudios Generales. Desde hace cuatro décadas, los fundadores de Casa Pueblo, el ingeniero Alexis Massol González y Tinti Deyá Díaz, han organizado varios proyectos de conservación de los recursos naturales, junto al cuerpo de voluntarios, en respuesta a gestiones e iniciativas gubernamentales, tales como la explotación minera y el uso de gas natural como fuente de energía renovable. Arturo Massol Deyá, director ejecutivo de Casa Pueblo, explicó que “con el lema De la protesta a la propuesta, asumiendo responsabilidad Casa Pueblo ha logrado articular varias iniciativas de autogestión comunitaria en respuesta a retos serios que enfrenta la región central y el país” El acuerdo de colaboración facilitará el desarrollo de proyectos colaborativos, asesorías y adiestramientos en temas de archivística, preservación digital de acervos documentales, y manejo de herramientas digitales para la divulgación de estos materiales, así como talleres de capacitación al cuerpo de voluntarios de Casa Pueblo en estas áreas. “Esto permitirá que el proyecto de preservación sea participativo y que los miembros de la comunidad sean custodios de sus saberes”, sostuvo la profesora Ríos Villarini. Añadió que al unirse “al esfuerzo de preservación del patrimonio documental del pueblo de Adjuntas la universidad cumple con su misión prioritaria de promover proyectos académicos innovadores y que promueven la responsabilidad social”. Para más información puedes llamar a la Oficina de Comunicaciones de la UPR-Río Piedras al 787-763-3799. Foto / Suminsitrada
La huella educativa de la Fundación Kinesis se identifica en estos tres jóvenes quienes, gracias al espaldarazo constante de la organización, cumplirán sus metas universitarias. Conoce sus testimonios. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé A Julie Alemán le interesan el Mercadeo y las Comunicaciones y los estudiará en Marquette University. Foto / Suministrada La Fundación Kinesis tiene 367 estudiantes becados activos. Estudian en diversas universidades, en distintos campos y es momento de conocer a algunos. Juan Diego Rodríguez Rivera aspira a convertirse en doctor en medicina y logró ser admitido en la Universidad de Stanford, ubicada en el estado de California. Se graduó de la Escuela Especializada en Ciencias, Matemáticas y Tecnología de Caguas (CIMATEC). “Desde escuela intermedia aspiraba a estudiar en las mejores universidades como lo es Stanford. Aunque siempre tuve fe y me esforcé muchísimo para alcanzar un sueño tan anhelado, fue difícil pensar en que fuera aceptado en esta universidad al ser muy selectiva. Todo fue gracias a la ayuda y el apoyo de mi familia, al personal de CIMATEC, donde estudio, y a la Fundación Kinesis. Mis planes son estudiar mi bachillerato (en Química) y luego estudiar medicina en la misma institución”, compartió Rodríguez. Para el fundador de Kinesis, José Enrique Fernández Bjerg, el logro de Juan Diego “demuestra el potencial de nuestros estudiantes puertorriqueños y, más aún, que cuando trabajamos con empeño, podemos lograr lo que nos propongamos”. “Agradecemos a Juan Diego y a su familia por permitirnos ser parte del futuro emprendedor que le espera a este joven y el que, sobre todo, hayan depositado su confianza en el currículo de nuestro programa académico Bright Stars y en nuestras consejeras”, añadió Fernández. También, debes conocer a Julie Alemán, quien será la primera integrante de su familia en obtener un grado universitario. ¿Dónde estudiará? En Marquette University, en Wisconsin, institución en la que aspira completar un grado en Mercadeo y Comunicaciones. La estudiante de la Escuela Superior en Vega Alta, Ileana de Gracia, ya posee un certificado en Comercio con concentración en Asistente de Contabilidad. Integrante de la organización estudiantil Futuros Líderes de Comercio de América (FBLA”, Alemán ha obtenido reconocimientos en las categorías de “Business Presentation” y “Financial Planning”. “Con mis metas en mente y el apoyo de las personas que más admiro logré dejar mis miedos para aspirar a más. Creo que para mí ese ha sido y es uno de los logros más importantes ya que, si no fuera por ellos, las decisiones que he tomado hoy día no tuvieran el valor que tienen para mí”, dijo Alemán. Glerysbeth Torres estudiará Ciencias Biomédicas en la Pontificia Universidad Católica de Ponce para encaminarse a la Psiquiatría. Foto / Suministrada “Mis aspiraciones después de graduarme de la universidad son enseñarles a los jóvenes de Puerto Rico que no existen los límites solo excusas, que no hay miedos solo barreras que enfrentar. Sé que para muchos el “no saber inglés” puede ser el gran temor al querer aspirar a más, pero por eso estoy emprendiendo mi camino hoy. Quiero enseñarles con mi historia que sí se puede. Profesionalmente, quiero trabajar con empresas para ayudarlas a crecer con mis conocimientos (preferiblemente con organizaciones benéficas) y ser la voz para aquellas personas que piensan que no son suficientes”, subrayó la joven. En el caso de Glerysbeth Torres Heredia, la egresada de la Escuela Superior Josefina León Zayas de Jayuya decidió quedarse en Puerto Rico. En la Pontificia Universidad Católica dará sus primeros pasos para alcanzar su meta de obtener un grado en Ciencias Biomédicas. “Luego de graduarme, mi meta es convertirme en doctora con una especialidad en Psiquiatría. Me gustaría contribuir a la sociedad de una mejor manera y ayudar a todos los que necesitan una mano. Quisiera que vivan a gusto con una salud mental estable para afrontar los problemas venideros. Dar consejos para encontrar soluciones a las diferentes situaciones vividas. Quiero ser parte del cambio para bien en nuestro país,” sostuvo la estudiante que en su graduación recibió la distinción de Excelencia Académica que otorga el Departamento de Educación. EN BUSCA DEL APOYO CONTÍNUO El fundador de Kinesis destaca que los aspirantes a entrar al proyecto toman un riguroso examen de admisión. “Pero también miramos mucho el compromiso de los papás porque sin eso es más difícil para los muchachos”, asegura. Juan Diego Rodríguez Rivera fue admitido en la Universidad de Stanford, donde estudiará un bachillerato en Química y luego proseguirá estudios en Medicina. Foto / Suministrada Para mantener el compromiso con la educación, la Fundación Kinesis lanzó su campaña de recaudación: “Cree en el mañana, confía en mi”, en busca de recibir apoyo continuo de sus donantes. Contra viento y marea se esmeran en proteger y mantener el proyecto educativo que sigue rindiendo frutos. “Ante los retos y desafíos a los que nos hemos enfrentado durante el año, Kinesis se transformó y continuó ofreciendo sus servicios a distancia en línea, apoyando a los jóvenes a nivel curricular, social y emocional. Para continuar con esta labor, Kinesis necesita que nuevos donantes se unan a este movimiento educativo”, invitó Sandra Torres Clemente, especialista en Recaudación de Fondos del organismo. Además de los grandes donantes, la Fundación Kinesis aspira a que se una el donante recurrente que puede ofrecer cantidades menores, por ejemplo, $10 al mes. Ya comenzaron a tocar la puerta de exalumnos de Kinesis para que también apoyen a las generaciones que les siguen. “Anualmente recibimos más de 600 solicitudes de jóvenes extraordinarios y solo alcanzamos a becar a menos de una 1/8 parte de los solicitantes. Nuestro mayor reto es fortalecer el Fondo de Becas con el apoyo de amigos y benefactores, con el fin de aumentar el impacto a más de 200 estudiantes al año”, culminó Fernández. Los interesados en aportar pueden realizar su donativo de modo electrónico accediendo este enlace: www.kinesispr.org/give. Para más información, llama al 787-772-8269 o visita kinesispr.org.
El programa que viabiliza traer de vuelta a estudiantes becados por la Fundación Kinesis en universidades extranjeras, podría arrancar el año que viene. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé José Enrique Fernández Bjerg, gestor de Fundación Kinesis. Foto / Suministrada La Fundación Kinesis ya piensa en el 2021. Ese año debe comenzar su nuevo programa Kinesis 360, que procurará a jóvenes que becaron en universidades de alto nivel competitivo en el exterior, la oportunidad de realizar pasantías o entrevistas de trabajo en Puerto Rico porque justo esa es la meta de la iniciativa: que regresen al país a compartir su nuevo conocimiento. “Desde que empezamos Kinesis, la intención siempre ha sido que los estudiantes lleguen a lo más alto”, afirma su fundador, José Enrique Fernández Bjerg. “Y cuando esos muchachos y muchachas se gradúan de las universidades donde lograron estudiar, la autoestima cambia porque lo lograron, son otras personas. Uno ve el cambio porque los seguimos, yo sigo muchos de ellos y están en todas partes. Tenemos cinco que se han graduado de Harvard”, subraya orgulloso el banquero e inversionista retirado, quien es fiel creyente del potencial de los estudiantes en desventaja económica en nuestro país. Si echas un vistazo a los centros educativos a los que llegan los estudiantes boricuas de la mano de Kinesis, identificas universidades de renombre. “En Estados Unidos los ubicamos en las primeras 100 universidades, en Puerto Rico, el 60% se queda en la Universidad de Puerto Rico, pero también tenemos muchachos en Europa”, expone Fernández. Y no pienses solo en universidades en España o Inglaterra. Hasta en Islandia (Reykjavik University), en la República Checa (Charles University), Finlandia (University of Vaasa) o Australia (University of Adelaide) hay boricuas estudiando en universidades gracias al apoyo de Kinesis. En Brasil (Federal University of ABC) también hay alumnos. “La educación transformará a Puerto Rico”, es una creencia que guía a Fernández y ha guiado sus iniciativas. Desde que de modo informal el banquero comenzó a becar en el 1984 a puertorriqueños que estudiaron en su alma mater, la Universidad de Notre Dame en Indiana, su interés en apoyar al que tiene el talento, pero no los medios económicos ni la orientación apropiada para poder llegar a la universidad se mantuvo latente. Ese deseo se convirtió en un proyecto, Fundación Kinesis, que desde el 2004, ya ha enviado a la universidad en Puerto Rico, Estados Unidos y Europa a más de 15,000 estudiantes boricuas. Han invertido más de $8 millones en becas y el 100% de sus alumnos han sido aceptados en universidades de prestigio. “El motor de Kinesis es el grupo que hace un trabajo espectacular dividido en dos partes, Tecnología y Bright Stars, para enseñarle a los estudiantes cómo llegar a universidad; y no a cualquiera sino al máximo en su área”. Pero no solo se trata de becar sino de preparar al estudiante desde séptimo grado en adelante con las destrezas que no recibe en la escuela, para que llegue a la universidad en mejores condiciones. La base de esta obra son cinco programas principales: Brigth Stars, Kinesis Becas, Kinesis IT Academy, Educación Continua y Liderazgo. Cada uno ha nacido según se han identificado las necesidades. “El motor de Kinesis es el grupo que hace un trabajo espectacular dividido en dos partes, Tecnología y Bright Stars, para enseñarle a los estudiantes cómo llegar a universidad; y no a cualquiera sino al máximo en su área”, destaca Fernández. CONOCE LOS PROGRAMAS Bright Stars se estableció en el 2010 y fortalece las destrezas académicas de los estudiantes de séptimo a duodécimo grado, además de acompañarle en el proceso de prepararse para pruebas, trabajos y la vida universitaria. Han tenido más de 573 participantes de los que se han graduado 576. Al momento hay 505 activos. Educación Continua nació en el 2012 tan pronto Kinesis identificó que el Departamento de Educación carecía de suficiente personal adiestrado para ofrecer consejería universitaria. Para esto, desarrollaron la primera certificación en la isla de “College Access Certification”, que ya se ofrece mediante el programa de Educación Continua de la Universidad de Puerto Rico. Más de 122 participantes la han completado y han realizado alianzas con organizaciones sin fines de lucro como Boys & Girls Club. Kinesis IT Academy surgió en el 2015 para reforzar los conocimientos en tecnología de los estudiantes. Al culminar los cursos que comienzan en noveno grado y se extienden hasta el año senior, los alumnos reciben la certificación de Microsoft Office Specialist. Se añadió luego un currículo vinculado a robótica y programación. El programa de Liderato redondea la experiencia formativa de Kinesis. Establecido en el 2017, se vale de charlas, talleres y manejo de roles mediante el juego, para que los estudiantes descubran sus fortalezas y áreas por trabajar, aprendan a lidiar con la experiencia escolar y abracen la meta de ser líderes de nuestra isla en el futuro. Además de estos programas de base, otras iniciativas se ocupan de aspectos específicos como asesoría en el cumplimiento de la solicitud FAFSA para obtener ayuda económica, apoyo en Matemáticas y redacción en Inglés y Oratoria. Cada año gradúan a sus alumnos en una ceremonia especial. “Este era mi sueño: ayudar. Empecé con becas nada más y de repente nos encontramos con que hay otras cosas que hacer. Mira cada año cuantos programas hemos añadido”, culmina el fundador de Fundación Kinesis. Para más información, llama al 787-772-8269 o visita kinesispr.org. Foto/ Suministrada
Los daños en el plato y el Domo Gregoriano de la instalación continúan siendo reparados. Te contamos qué organizaciones lideran el esfuerzo. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El Observatorio de Arecibo ha cerrado sus visitas al público y ha contiuado de forma parcial sus servicios a la comunidad científica durante el proceso de reparación de daños. Foto / Suministrada Suspendido a unos 492 pies sobre el plato, el cable de soporte del módulo transmisor y receptor del Observatorio de Arecibo -el famoso Domo Gregoriano- se rompió a las 2:45 de la madrugada del pasado 10 de agosto. Como resultado, una sección del plato receptor esférico exhibe una grieta de casi 100 pies de largo. La noticia fue compartida de inmediato y sorprendió, dado que siempre hemos percibido el aparato como un ejemplo de eficiencia. El recuerdo de daños más cercano que tenemos de este es del 2017, cuando un cable de conexión cayó sobre el plato reflector y dañó 30 paneles de aluminio durante el paso del huracán María. Había soportado diversos huracanes, tormentas tropicales y terremotos hasta ahora. Se desconoce qué factores provocaron el nuevo accidente. Por el momento, el Observatorio interrumpió parcialmente sus servicios a científicos de todo el mundo y está cerrado al público ya que de inmediato comenzaron los trabajos de reparación, comandados por la Universidad Central de Florida (UCF), administradora de la instalación, labor que comparte además con las Empresas Yang y la Universidad Ana G. Méndez, recinto de Cupey. El Observatorio pertenece a la National Science Foundation (NSF). Francisco Córdova, director del Observatorio, informó mediante un comunicado de prensa que mientras el plato principal está fuera de línea, las operaciones de detección de luz y rango (LIDAR) de Arecibo y la instalación óptica remota (ROF) continúan funcionando, porque no sufrieron daños en el incidente. El ROF está ubicado en la isla de Culebra y alberga varios equipos ópticos y de radio pasivos. Los científicos que utilizan LIDAR en Arecibo realizan diversos proyectos de investigación que incluyen estudios de composición de meteoros. La instalación es utilizada por científicos de todo el mundo para realizar investigaciones en las áreas de ciencias atmosféricas y planetarias, radioastronomía y astronomía de radar. Arecibo también es el hogar de un equipo que dirige el Proyecto de radar planetario, apoyado por el Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA en la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, a través de una subvención otorgada a UCF. QUÉ SE HA HECHO Equipos de ingenieros estructurales son los únicos autorizados a entrar a la zona de trabajo. La primera fase incluyó la implementación de un plan para estabilizar los elementos estructurales críticos de la instalación e iniciar una investigación forense completa de la causa de la falla del cable. Un equipo de líderes del AO ya trabaja en colaboración directa con la NSF. A continuación, destacamos puntos claves en el reporte de progreso de la reconstrucción del Observatorio. Un equipo del observatorio y la UCF se ha reunido con más de 40 expertos en el área de fabricación e instalación de cables de suspensión, análisis estructural e investigación forense. Se formó un equipo de Ingeniería y Seguridad del Observatorio. Tres empresas: WSP, Thornton Thomasetti y Wiss, Janney, Elstner Associates Inc. (WJE) han sido contratadas para ayudar a coordinar la investigación, el análisis y la planificación de reparaciones. El Centro de Ingeniería y Seguridad de la NASA, el Centro Espacial Kennedy y Pfeifer Wire también están ayudando en la revisión de la estructura. Un modelo estructural detallado del estado actual de todo el telescopio comenzó el 17 de agosto. Se realizan inspecciones diarias de la estructura. El Domo Gregoriano se movió a su posición de seguridad, normalmente utilizada para eventos de huracanes, y los pasadores de seguridad se han instalado desde el 20 de agosto. Se han realizado pruebas funcionales básicas en los receptores y no parece haber daños en la electrónica dentro del Domo Gregoriano, pero el radar de banda S no se ha probado. El liderato del observatorio y la UCF ha estado informando periódicamente a NSF, la NASA y otras partes interesadas. HAY QUE SABER LA CAUSA Determinar la causa exacta de la falla del cable es una prioridad. Para esto debe recuperarse la parte del cable y el encaje que fallaron y someterlos a un análisis e investigación forense. Dichos componentes no se pueden recuperar hasta que se complete un análisis de seguridad integral de la instalación. A esto le seguirá un plan de seguridad para el personal que realizará los trabajos tanto en las torres como en la plataforma. El plan de seguridad no se puede completar sin el análisis estructural. Se utilizará un modelo informático para crear un análisis estructural, que ayudará a determinar la causa de la falla del cable y si otras áreas del telescopio tienen un mayor riesgo como resultado de la rotura. Este modelo ayudará a enmarcar el alcance de las reparaciones, junto con los costos y el tiempo. Le sigue a dicha tarea retirar tanto el cable como el encaje dañado para comenzar la investigación forense. “Sabemos que el proceso está tomando mucho tiempo y estamos ansiosos por comenzar las reparaciones. Esta es una instalación grande y compleja, por lo que está tomando algún tiempo asegurarnos de que estamos haciendo las cosas bien”. “Sabemos que el proceso está tomando mucho tiempo y estamos ansiosos por comenzar las reparaciones”, dijo el director del Observatorio de Arecibo, Francisco Córdova. “Sin embargo, esta es una instalación grande y compleja, por lo que está tomando algún tiempo asegurarnos de que estamos haciendo las cosas bien. Tenemos que asegurarnos de tener en cuenta todos los factores antes de seguir adelante con la colocación de personas en el telescopio para eliminar esas piezas. Una vez que estén a la mano, esperamos que el cronograma acelere el ritmo", agregó Córdova. La organización se comprometió a actualizar los alcances del proceso de reconstrucción como la definición del plan y el cronograma de reparaciones temporales y permanentes, cuando se retiren el cable y el encaje fallidos, al momento en que se determine la causa de la falla y cuando haya un cambio de estado operativo. Para más información sobre el Observatorio de Arecibo y sus programas, visita areciboobservatory.org. Foto Suministrada