Por la redacción de OENEGÉ Cuando llega el mes de octubre, cientos de países se unen en la conmemoración del 'Mes mundial del síndrome de Down', actividad que crea cada vez más consciencia de que las personas con Síndrome de Down son muy parecidas a las demás. Y -ante todo- necesitan vivir integradas a sus comunidades.Durante 24 años, la Fundación Puertorriqueña de Síndrome Down ha acudido al llamado cada mes de octubre, organizando actividades para despertar la conciencia, destruir los prejuicios y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con esta condición en Puerto Rico."La gente piensa que no pero las personas con Síndrome de Down pueden producir, tienen mucho que aportar a la sociedad", dijo a OENEGÉ Cora Arce, directora ejecutiva de la Fundación, que lucha por "demostrar las cualidades y habilidades que tienen estos jóvenes".La misión de la organización es "lograr una integración efectiva y productiva de las personas con Síndrome de Down a las estructuras educativas, sociales y económicas del País".
Por Mari Mari Narváez Cada vez se nos incita más. Hay que “apoderarse” de tantas cosas a nuestro alrededor: de la democracia, de los cambios que queremos ver en el mundo, de nuestra vida y destino, del prójimo y el bienestar, del futuro luminoso de la niñez. La lista es interminable. Pero hace 34 años, un grupo de mujeres visionarias pensó que, si es cuestión de apoderarse, había que empezar por lo propio; el cuerpo mismo. Específicamente por esas partes que, perteneciéndonos, quedan siempre delegadas a otro, como es el caso de la salud reproductiva. Así nació esta organización en 1979. Y este año, junto a Casa Pueblo y Nuestra Escuela, Taller Salud (TS) resultó finalista del Premio Tina Hills que otorga la Fundación Ángel Ramos. En sus inicios, las fundadoras de esta organización comenzaron ofreciendo talleres educativos de salud ginecológica, prevención de cáncer cervical y de seno. “Era el tipo de cosas sobre las cuales tú puedes tener control si te haces un autoexamen”.
Exitosa Semana de la Concienciación de la Sordera Por Mariana Emmanuelli Todos los años, en el mes de septiembre, el Colegio San Gabriel, dedicado a la educación de niños y niñas sordos hace 109 años, celebra la Semana de la Concienciación de la Sordera. Esta vez, la Semana de la Concienciación de la Sordera se celebró del sábado 21 hasta el lunes 30 de septiembre y consistió de una serie de actividades dirigidas a los estudiantes de la escuela y a la comunidad en general. El objetivo principal es siempre crear conciencia en la sociedad puertorriqueña sobre la existencia de estas personas, levantar el velo de su invisibilidad social. Para estos niños, niñas y jóvenes, la sordera no es un impedimento para progresar en la vida. Sin embargo, necesitan de cuatro pilares fundamentales para salir adelante: derechos, accesibilidad, unión e igualdad. Así lo explicó a OENEGÉ la Dra. Izaskun Capataz Colás, directora ejecutiva del Colegio San Gabriel.
Arranca curso de certificación en liderazgo y desarrollo comunitario Por Mari Mari Narváez Pasan los años y el problema sigue volviéndose cada vez más grande. Una tras otra, las buenas organizaciones sin fines de lucro hacen una labor social no sólo extraordinaria sino imprescindible. Sin embargo, la regla general es la precariedad económica, primera amenaza de su supervivencia. La sustentabilidad de estas organizaciones siempre ha sido un desafío enorme. La gran pregunta es cómo lograr un Tercer Sector sólido, con organizaciones económicamente robustas que puedan asegurar el ofrecimiento de sus servicios, su independencia y desarrollo. Con esas preocupaciones, comenzó una idea que ya es realidad: la Certificación en Liderazgo y Desarrollo Comunitario, una serie de cursos especialmente diseñados para el personal de organizaciones sin fines de lucro.
Por Mari Mari NarváezOENEGÉ Hay sitios donde nunca pasan cosas. El tiempo apenas los cambia. Pasan veinte años y son los mismos de siempre. Pero luego hay sitios donde ocurre todo lo extraordinario y bello. Lugares donde es imposible ser lo que alguna vez fueron. Así es Nuestra Escuela, una de las tres organizaciones sin fines de lucro que resultaron finalistas del Premio Tina Hills de la Fundación Ángel Ramos este año. En 13 años transcurridos desde su fundación, siguen pasando tantas cosas en Nuestra Escuela, que allí ya nadie debe sorprenderse demasiado cuando, por ejemplo, se enteran de que la institución ya tiene su sexta escuela hermana, nada más y nada menos que en Nairobi, Kenya.