Trabajadas a mano, las piezas incluidas en la muestra retrospectiva TU Navidad, por Taller Una, ya pueden apreciarse en SalaFAR Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Si te fijas con atención, sobre un fondo azul ultramar casi siempre hay una estrella, se asoman los Magos de Oriente, algún pequeño espera con ansias, un regalo es descubierto o nuestra flora está presente. El Coro de Niños de San Juan llevó una trulla navideña. Esos momentos navideños que viviste en tu infancia, los que te contaron otros o los que narran nuestros cuentos, han alimentado el ingenio de las artistas Isamar Colón y Sandra Vázquez, quienes integran el binomio creativo Taller Una. Doña Tina Hills, expresidenta de la Fundación Ángel Ramos, asistió a la apertura y disfrutó con los integrantes del coro. Cien serigrafías trabajadas con el método de impresión gráfica manual, demuestran los 28 años de crecimiento artístico de estas creadoras en la muestra TU Navidad, que abrió al público recientemente en la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR), situada en el vestíbulo de su sede en Hato Rey. La apertura de la muestra retrospectiva contó con la participación de 18 niños del Coro de Niños de San Juan, quienes ofrecieron a los invitados una trulla navideña. "La exposición se llama TU Navidad, usando las letras TU de Taller Una, o sea la Navidad de Taller Una. Y nuestra Navidad está llena de color, de recuerdos de la niñez, de estampas que nos han compartido los amigos de esos días felices de la niñez y de las propias, de imágenes nuevas que retratan la cultura y las tradiciones de Puerto Rico y que mantienen viva la tradición de la tarjeta de felicitación", detalla Colón. De izquierda a derecha: Irene Esteves, miembro del Comité de SalaFAR; Laura López, directora ejecutiva de la Fundación Ángel Ramos; Ángel Franco, presidente del Comité de SalaFAR; Argentina “Tina” Hills, expresidenta de la Fundación Ángel Ramos; Lcdo. Rafael Cortés Dapena, presidente de la Fundación Ángel Ramos; las artistas Sandra Vázquez e Isamar Colón de Taller Una; Connie Ann Martin, miembro del Comité de SalaFAR; y, el Dr. Francisco Carreras, miembro del Comité de SalaFAR. Desde su estudio en Río Piedras, las artistas egresadas del Departamento de Artes Visuales de la Universidad del Sagrado Corazón han creado imágenes serigráficas con estampas sanjuaneras que distribuyen en tiendas del Viejo San Juan todo el tiempo. Pero los últimos meses de cada año están destinados a la producción de tarjetas postales navideñas con el sello distintivo de su trabajo. "Mucha gente lo que ve es el reflejo de sus recuerdos en ese trabajo; de las cosas que hacían, de buscar debajo de la cama, de la tradición de la fiesta de Reyes y del Rosario Cantado y por eso se identifican. Además de que los colores son caribeños, vivos", opina Colón. Taller Una ha expuesto, de forma individual, en el Ateneo Puertorriqueño y en el Convento de los Dominicos y, de modo colectivo, en el Museo de Las Américas, todos en San Juan. Su 25 aniversario fue celebrado con una muestra en la Galería de Arte de la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce. De cien piezas exhibidas, solo una fue creada especialmente para la exposición en SalaFAR y es un homenaje a la DIVEDCO (División de Educación a la Comunidad), inspiración de las artistas para mantener viva la serigrafía artesanal en las tarjetas de felicitación. “ES UNA COSA MÁGICA” Colón, guaynabeña, y Vázquez, riopedrense, no utilizan la tecnología para crear sus piezas. El trabajo se realiza usando el método manual de impresión gráfica, lo que implica que la tinta es transferida con una “raspa” a través de una plantilla, aplicando presión moderada para obtener la imagen. Si se busca un diseño de múltiples colores, o policromático, se hacen tiradas independientes por cada color hasta lograr la imagen deseada. La muestra retrospectiva detalla piezas trabajadas mediante el método de impresión gráfica manual. "Nuestro norte siempre ha sido preservar el trabajo de taller, hecho a mano, ese trabajo que tiene todo de ti, tu tiempo, tu sudor, tu esperanza de venderlo, de que le guste a la gente y lo quiera, de que se vean reflejados. Eso es lo que hace que una persona adquiera una pieza de arte, ve algo que lo llama", detalla Colón. La muestra retrospectiva detalla piezas trabajadas medianteel método de impresión gráfica manual. Hacer esa labor de taller es mantener un modo vintage de hacer arte con trabajo físico. "Son muchas horas que se invierten en cada pieza, pero es bien gratificante porque es la magia de la serigrafía. Tu empiezas con un papel en blanco y vas poniendo colores, cortando piezas, pasando tintas y lo que sale es una cosa mágica. Hacer una tarjeta requiere entre tres y cuatro días", asegura. En tiempos en que la costo efectividad todo lo rige, dedicar cuatro días a crear una tarjeta rompe esquemas de lo que ahora consideramos práctico. "Pero vale la pena", asegura Colón, "tu puedes crear el boceto, el concepto, empezar a trabajarlo, ver que los colores van cayendo según los vas imprimiendo pero ese último color siempre es una sorpresa. Decir ‘está mucho mejor que el boceto, yo lo compraría’, es nuestra medida”. “Hay que seguir, hay que echar el país pa’ lante porque el arte te enriquece, te da vida, te trae recuerdos y te puede decir hasta de dónde tú vienes”. En su taller trabajan en silencio. Colón escoge los diseños, piensa en las ideas y en las posiciones de los personajes mientras que Vázquez dibuja y pinta las imágenes. Las dos cortan plantillas y usan los secadores. “El trabajo siempre ha sido compartido completamente, Sandra y yo prácticamente ni hablamos; es como un entendido que si una empieza por hacer una cosa la otra va a hacer lo que falta para la preparación. Y sabemos cuando a una tarjeta le falta un color más que, aunque no estaba contemplado, lo necesita. Esa es la diferencia entre el trabajo de nosotras y el de otras personas, importa tanto que quede perfecto que lo que necesite se le pone”, puntualiza Colón. Las artistas de Taller Una han podido vivir de su producción desde que empezaron a crear en el 1988. Otras compañías que trabajaban arte para postales de Navidad en esa época ya han cerrado. “Hay que seguir, hay que echar el país pa’ lante porque el arte te enriquece, te da vida, te trae recuerdos y te puede decir hasta de dónde tú vienes. En estos 28 años el trabajo se ha vendido todo el tiempo gracias a Dios, siempre ha habido meses flojos, pero nos motiva el amor que le tenemos a la gráfica puertorriqueña. Nosotras seguimos”, finaliza convencida Colón.
Los recorridos guiados que propone el programa educativo de la colectiva exhibida en el Museo de Arte de Puerto Rico están dirigidos a adultos, jóvenes y niños Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Bienal SalaFAR incluye 28 obras logradas en medios como pintura, escultura, fotografía, e instalación. Qué cuenta esa obra. Cómo la ejecutó el artista. Qué ideas aportó en el contexto histórico en que se trabajó. Respuestas como esas podrás obtener cuando asistas a los recorridos que ofrecerá el Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR) en la Bienal SalaFAR, colectiva abierta al público que reúne la obra mostrada en la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR) por los pasados seis años. Las piezas presentadas en la Galería Bertita y Guillermo L. Martinez del MAPR se convierten en un testimonio de la vida en Puerto Rico entre el 2010 y el 2016, así como de las emociones, preocupaciones e intereses de sus 24 creadores. Juan Carlos López Quintero, curador del MAPR, ofrecerá el primero, pautado para el próximo miércoles 3 de agosto, de 6:00 a 7:00 p.m., en la misma galeria donde se exhiben las 28 obras que abarcan diversos medios como pintura, escultura, fotografía e instalación. La entrada es gratis. La colectiva continuará abierta al público en la Galería Bertita y Guillermo Martínez del Museo de Arte de Puerto Rico hasta el 25 de septiembre. Sobre la curadoría de esta colectiva, Quintero mencionó anteriormente a Oenegé que se incluyen piezas "donde la manufactura de la obra es muy importante". "Hay mucha variedad -eso me gustó mucho- vamos de la pintura, a la cerámica, a la escultura, el dibujo. Fue algo muy variado, que muchas veces lo hace más difícil porque es muy ecléctico", afirmó el curador. Luego, el miércoles 10 de agosto la historiadora del arte y conservadora de bienes culturales con especialidad en pintura, Irene Esteves Amador, tendrá su oportunidad de ofrecer el recorrido. Igualmente será en horario de 6:00 a 7:00 p.m y libre de costo. En entrevista previa con Oenegé, Esteves afirmó que con exhibiciones como las mostradas en SalaFAR -y ahora compendiadas en el MAPR- "estamos historiando el presente y eso es bien importante en nuestro país". Consignar "las cosas que están ocurriendo en el momento que nos ha tocado vivir" es una oportunidad que se agradece y se recibe consciente de su importancia, afirmó. Los artistas, además, tendrán su momento de interacción con el público en un recorrido dirigido a jóvenes y adultos pautado para el sábado, 20 de agosto, de 2:00 a 4:00 p.m. La historiadora de arte, Doreen Colón Camacho, será la moderadora de la actividad que contará con la participación de los artistas Cecile Molina, María Luisa Borrás, Edwin Guevárez, Eliseo Echevarría y Raymond Cruz como recursos. El acceso a esta actividad está incluido en el pago del boleto de entrada general al museo. Y PARA LOS PEQUEÑINES.... Mientras tanto, el sábado, 3 de septiembre es momento de atraer el interés de los pequeñines. De 3:00 a 4:30 p.m., la actriz, profesora universitaria y dramaturga Carola García, liderará la actividad El viaje de la imaginación. De ese modo, los asistentes podrán acompañarla en el recorrido por los mundos que cada obra presenta. Esta actividad para niños requiere registro, puesto que los espacios son limitados. Llame al (787) 977-6277, extensión 2307 para más detalles. La entrada a El viaje de la imaginación está incluida con el pago del boleto de entrada general a la institución. Los jóvenes y adultos tendrán una segunda oportunidad de interactuar con los artistas incluidos en la colectiva el sábado 10 de septiembre, de 2:00 a 4:00 p.m. En esta visita guiada participarán los artistas Beatriz Martí, Carlos Romaguera, Connie Ann Martin, Luis Felipe Passalacqua, Nitza Luna y Viveca Venegas. Doreen Colón Camacho repetirá como moderadora. El acceso a la actividad está incluido en el pago del boleto de entrada general al museo. Bienal SalaFAR estará abierta al público hasta el 25 de septiembre. El MAPR está localizado en la Avenida de Diego #299 en Santurce.
Inquietudes de cada artista provocaron las obras reunidas en Bienal SalaFAR 2016, exposición abierta al público en el Museo de Arte de Puerto Rico con obra ya exhibida entre el 2010 y el 2016 en SalaFAR en Hato Rey Por Tatiana Pérez Rivera "Se acabó el abuso", obra de Héctor Méndez Caratini El Puerto Rico de muchas caras: el que interesa a todos, a unos pocos, el que vivimos y somos, el que mira más allá del mar. Esto y más ha sido narrado por un grupo de artistas en sus obras expuestas a lo largo de los pasados seis años en la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR) en Hato Rey. Una selección de las piezas más representativas de un total de treinta exhibiciones pasadas conforma la colectiva Bienal SalaFAR 2016, que ya puede visitarse en la Galería Bertita y Guillermo L. Martínez del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR), situado en la Avenida De Diego 229 en Santurce. Irene Esteves, historiadora del arte e integrante del comité de selección de artistas de SalaFAR, y Juan Carlos López Quintero, curador del MAPR y de la Bienal SalaFAR 2016, observan las 28 obras de 24 artistas que cuelgan de las paredes, se suspenden del techo o están a ras del suelo. Ambos identifican aportaciones que han hecho algunas piezas a la dinámica del arte plástico local. "Hay varias piezas que proponen cosas novedosas y otras reconfiguran lo que ya se ha hecho", afirma López Quintero aludiendo a la obra Estratos 5, de Raymond Cruz Corchado, trabajo cuya materia prima son capas de pintura seca extraída de paredes de galerías. Con ellas, crea nuevos lienzos en los que le ofrece una nueva dimensión y profundidad. "Sonando", obra de Romaguera. "Es una cosa bastante nueva", opina el curador, "muy suya, podríamos conseguir propuestas que se parecen o no, pero hay que reconocerle el mérito de que es algo personal. En cambio, en el caso de Luis Borrero (y su pintura Interior vacío) partimos de una perspectiva histórica, la pintura occidental, la perspectiva, el claroscuro -pensando en el Renacimiento y el Barroco de los maestros europeos- y no es que lo reproponga en clave caribeña, sino más bien retoma un discurso que a raíz de las vanguardias históricas en el siglo XX se abandonó que es la mimesis: copiar las cosas buscando ser lo más fiel posible a lo que se está representando. Ahí tienes dos cosas opuestas; una obra de lenguaje personal en Cruz Corchado y una revisión de la pintura occidental en Borrero". La atención de López Quintero y Esteves pasa a Se acabó el abuso, fotografía de Héctor Méndez Caratini, que permite echar un vistazo al mundo del deporte de la aceleración. El curador de la muestra resalta que este artista de la fotografía se había interesado por estampas de nuestra historia como las que ofrecen los remanentes de ingenios azucareros o tradiciones que sobreviven como fiestas en Loíza o Ponce. "Ahora va a un mundillo, el del automovilismo, que tiene sus fans, que tiene una vida propia, pero no es representativo de la famosa puertorriqueñidad. Él fue a un submundo como lo hizo una vez con los vaqueros", indica el curador. Esteves, por su parte, puntualiza que la selección realizada por López Quintero tiene como común denominador "el aspecto de lo íntimo". "Héctor practica ese deporte", afirma la historiadora de arte sobre Méndez Caratini, "en el caso de (Luis) Borrero, esta luz en su obra no es caribeña para nada, es fría, es una luz neoyorkina porque él vivió en esa urbe y lo que Raymond (Cruz Corchado) sustrae de las paredes es de la galería que supervisa en la Universidad de Puerto Rico, es como si quisiera entrar en contacto con lo que lo ha precedido allí, es muy personal". ESPACIO DE LIBERTAD "Pulpo", pieza de Santiago Flores Charneco. No siempre un artista se siente estimulado a trabajar libremente en una obra que expondrá. Aún cuando SalaFAR dispone de ciertas reglas al momento de exponer, su independencia del mundo del arte y hasta sus dimensiones ofrecen ingredientes ideales para la creación. De ahí que mucha vivencia se refleje en el trabajo que los artistas seleccionaron o crearon específicamente para sus respectivas exhibiciones. "Es un punto a favor de la SalaFAR", reconoce López Quintero. “Tienes que hacer una muestra para ese espacio y tú tratas de mostrar lo último que hiciste, tienes una condición espacial muy particular que te permite un número de obras muy reducido, a menos que sea un formato muy pequeño, pero esa posibilidad de exponer en un sitio que no tiene una historia museológica a sus espaldas te hace ser más libre y creativo y hay mucho de eso en cada una de las propuestas que están acá en la Bienal SalaFAR". Como integrante del Comité de SalaFAR, Esteves menciona que antes el acercamiento partía de los miembros hacia los artistas. "Pero con el tiempo son ellos los que nos contactan a nosotros", afirma con entusiasmo. "Cuerpos de luz", escultura de Norah Hernández. "Como dice Juan Carlos, esta es una exposición del pasado inmediato, no es lo típico dentro de la oferta expositiva de los museos. No diría yo que el MAPR no lo hace, tienen una sala que se especializa en exponer obra contemporánea de los artistas, pero aquí estamos hablando de una obra que o se acaba de hacer en muchos de los casos o se hace para esta ocasión e inmediatamente se expone al público. El hecho de que en tan poco tiempo de labor expositiva de SalaFAR haya llegado a una institución como este museo (...), como historiadora del arte, me parece un fenómeno muy interesante". Esteves insistió en que con exhibiciones como las mostradas en SalaFAR "estamos ‘historiando’ el presente y eso es bien importante en nuestro país". Consignar "las cosas que están ocurriendo en el momento que nos ha tocado vivir" es una oportunidad que se agradece y se recibe consciente de su importancia. Dado que la distancia histórica para reflexionar sobre algunos temas es nula cuando se cuenta el presente, la posibilidad de cometer errores aumenta. "Pero yo apuesto a que se tiene que hacer este trabajo", declara Esteves. Con ella coincide López Quintero quien califica el deber como "obligatorio". "De alguna manera, el arte refleja su época y su momento", dice el curador. Entonces se le aplica al trabajo de identificar lo que nos cuenta en el momento, una alta dosis de confianza en "el conocimiento acumulado". "Somos estudiosos del arte y tenemos una mirada educada, la conciencia y la sensibilidad de esa perspectiva histórica. Tenemos que, un poco salirnos de nuestro cuerpo, anticiparnos más en al futuro y mirar un poco de reojo y decir '¿estará bien esto de aquí a unos 50 años?'", pone como ejemplo Esteves. "Es siempre un riesgo, pero vale la pena", señala López Quintero quien recuerda que sus profesores le enseñaron "a ver". "Y muchas veces lo que vemos son nuestros prejuicios, es decir aquellas cosas que todavía de alguna manera no hemos masticado y es importante observar lo que está pasando en este momento a sabiendas de que tiene una historia. Es interesante porque muchas veces nos habla de lo que va a pasar de alguna manera. Creo que una sala que acepta jóvenes, maestros, que inclusive hace exposiciones para niños -aunque no está representado en esta exposición- te hace que está vibrando en su momento, que no discrimina sino que trata de preguntarse qué está pasando. Lo que está aquí es una selección de los que honestamente consideré era lo mejor que se había hecho, buscando siempre una suerte de diálogo porque se trata de una curadoría", confiesa el curador del MAPR. LO QUE CUENTA BIENAL SALAFAR 2016 Demasiado simple, consideran los entrevistados, sería decir que la muestra habla de un solo tema. López Quintero identifica en el cuerpo de obras expuesto "un intento de expresar el paisaje o lo local a través de la abstracción". "Paisaje de reflejos", obra de Connie Ann Martin "Eso me llama mucho la atención, no es típico de las artes plásticas puertorriqueñas, aunque hay grandes maestros de la abstracción como sería Olga Albizu. Aquí varios artistas parten de esa libertad expresiva de la línea, el color, de la geometría y nos están hablando de la montaña, el paisaje, el lago, de la música, la flora y la fauna marina. De alguna manera, nos están reproponiendo el paisaje y lo que nosotros llamamos de manera muy abstracta ‘Puerto Rico’", menciona sobre obras como Paisaje de reflejos de Connie Ann Martin o Pulpo de Santiago Flores Charneco, entre otras. Típico de la historiografía del arte puertorriqueño es la propuesta que se inclina hacia el tema político o hacia el discurso de la identidad. "Aquí no veo eso", señala sobre la mayoría de las obras en Bienal SalaFAR. "Veo una preocupación de otro nivel, de un Puerto Rico más allá de los clichés, más allá de un lugar común y creo que es una tendencia que se está dando". La individualidad de las propuestas instiga la diversidad en el resultado final. El curador y la historiadora coinciden en que dicha diversidad se traduce en riqueza. "Lo que muchos pudieran ver como un talón de Aquiles de la sala podría ser precisamente una de sus grandes fortalezas", resalta Esteves sobre la diversidad de propuestas, de experiencias de sus artistas y de tamaño. "Y tengo que reconocer la labor de Juan Carlos, porque a él le ha tocado como curador jefe formalizar exposiciones buscando no solo dar espacio a artistas emergentes frente a consagrados, sino también variar los medios que se exhiben en este espacio. Las personas dialogan con SalaFAR casi de forma forzosa porque la atraviesan para ir a la cafetería o al vestíbulo del edificio de la Fundación Ángel Ramos y esa diversidad ha sido bien importante al momento de escoger", agrega Esteves. La historiadora agrega que en varios medios, las aportaciones de los artistas desde SalaFAR merecen atención. "Creo que tanto en el medio del barro como del plástico, se están dando propuestas más radicales", anticipa Esteves. "En el caso del barro, ver una pieza escultórica que está puesta a ras del suelo (Displaced, Ivonne Prats) o la instalación de Beatriz Martí (Semillas), que es barro, pegada a la pared, o la pieza de María Luisa Borrás (Manto sobre mis ojos) que incorpora el elemento lumínico y de ahí seguimos a la pieza de Norah (Hernández, Cuerpos de luz) y luego llegamos a la obra con plástico de los contenedores de Julio Amill (Sin título, serie Elevaciones kársicas), siento que hay, aunque suene clichoso y cursi, cierto preciosimo en esta muestra que podría ser un común denominador que se logra con materiales que para nada son nobles, muchos han sido descartados o pueden ser vistos como amenaza al ambiente. Yo pienso que ese es el cometido de cada artista, sensibilizar para que se vean las cosas de otra forma", acaba Esteves. Para más información sobre Bienal SalaFAR 2016 llame al MAPR al (787) 977-6277. Fotos por Juan Carlos Álvarez Lara
Obras de 24 artistas exhibidas en SalaFAR, entre los años 2010-2016, integran la colectiva Bienal SalaFAR que ya puedes visitar en el Museo de Arte de Puerto Rico Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Al mirar cada una de las 28 obras creadas por 24 artistas te percatas que cuentan los sentires, preocupaciones e intereses de creadores del patio en los últimos seis años. Más allá de eso, cada una de las piezas cuenta una versión del Puerto Rico en el que viven. Los artistas tuvieron la oportunidad de ver la exposición primero que el resto de los invitados. Bienal SalaFAR es la colectiva que agrupa trabajos exhibidos en la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR), la cual puede apreciarse en la Galería Bertita y Guillermo L. Martínez del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR). La muestra, que cuenta con la curadoría de Juan Carlos López Quintero, curador del MAPR, fue abierta al público el 24 de junio y permanecerá en dicho espacio hasta el 25 de septiembre.
Luis Borrero presenta en SalaFAR óleos reunidos en la muestra Relatos, que invitan a asomarse a otros mundos Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Mirar donde no se debe. Volver a mirar para ser parte. La invitación a semejante momento voyerista la ofrecen las doce piezas que incluyen la exposición Relatos, que el artista Luis Borrero presenta en SalaFAR desde el 27 de enero. La interrogante es compartida entre los espectadores ante la obra: ¿es una fotografía o una pintura? Borrero maneja un estilo neofigurativo que se destaca por la fidelidad con que captura escenas y retratos. Las piezas creadas en óleo desde el 2011 llaman la atención por sus grandes dosis de realismo. "No se supone que estemos ahí, estamos invadiendo ese espacio y, a la misma vez, somos cómplices de querer participar y saber más de lo que está ocurriendo. Ese concepto, aparte de las técnicas claroscurescas o antiguas, son el eje central de mi obra. Es como si fuera un tercer ojo, como si fuera una mosca en la pared viendo la escena", explica Borrero quien a los doce años dejó su Ponce natal para trasladarse a California.