En el nuevo episodio de Oenegé, el pódcast conversamos con la consultora para el tercer sector en temas de relaciones con el gobierno, asuntos públicos, política pública, estrategia y operación. Por Oenegé La licenciada Ataveyra Medina Hernández, asesora en temas de gobierno para el tercer sector, conversa con la periodista y anfitriona de Oenegé, el pódcast Tatiana Pérez Rivera. Durante la primera mitad del 2025 el tercer sector puertorriqueño ha recibido una de sus sacudidas más fuertes. Tras el anuncio y la inmediata ejecución de significativos recortes de fondos federales —en algunos casos fondos ya previamente asignados, aprobados y comprometidos— a programas y organizaciones sin fines de lucro que ofrecen servicios indispensables para las poblaciones que atienden, el sector ha tenido que atender la situación con la urgencia que amerita, toda vez que se detiene a rediseñar y buscar nuevos modos de subsistencia. Prevalece el compromiso con la ciudadanía, con las comunidades y con las incontables necesidades de las personas más vulnerables en el país que todos los días atiende más allá de sus escasos recursos. Parte de ese camino ha sido el precisamente, entender y navegar, los procesos tanto en el gobierno federal como en el local y para ello las voces expertas son fundamentales. Con esto en mente, hoy conversamos en Oenegé, el pódcast con la licenciada Ataveyra Medina Hernández, consultora para el tercer sector en temas de relaciones con el gobierno, asuntos públicos, política pública, estrategia y operación. Su experiencia en el campo y su amplia labor de abogacía en los epicentros de toma de decisiones para las organizaciones sin fines de lucro en el país, la convierten en un referente clave en medio de la coyuntura actual. ¿Cómo definimos este momento? ¿Qué podemos esperar del resto del cuatrienio? ¿Qué ejemplos de abogacía exitosa pueden iluminar el camino? Estas y otras preguntas quedan sobre la mesa en esta edición de Oenegé, el pódcast con la licenciada Ataveyra Medina Hernánandez. “El tercer sector es vital para la sociedad puertorriqueña. Nadie pone en duda la necesidad de los servicios que ofrece, impactando cada vez más areas esenciales en nuestra sociedad. Pero no podemos dejar a un lado el contrato social entre personas y gobierno. Al igual que obligaciones, tenemos unas garantías, privilegios y libertades en este sistema de gobierno y sólo el Estado es el último responsable de asegurar el disfrute de esos derechos. En su misión de servir, el Tercer Sector sabe exigir y velar por que todos los componentes sociales, incluido el Gobierno, funcionen por el bienestar de las poblaciones servidas. La conversación del tercer sector con el sector público tiene que continuar, ya sea para educar, abogar, investigar o fiscalizar. En este contexto de cambios y reformas, el rol del tercer sector como propulsor de innovación social y barómetro de justicia social es clave”, afirmó la licenciada Medina Hernández. Luego de esta conversación abriremos la mesa editorial junto al equipo de comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos. Que disfrutes de Oenegé, el pódcast. Escúchalo AQUí.
La integrante de la clase Programa de Apoderamiento y Retención de Agentes de Cambio (PARACa) 2022, programa de verano de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción, repasa su inesperada entrada al sector social y el cambio en su foco profesional. Por Tatiana Pérez Rivera La joven Aris M. Class Rivera, de la clase PARACe 2022, repasa el modo en que su experiencia de internado de verano transformó su ruta profesional y de vida. Ah, el verano. La estación marca una pausa para la mayoría, en cambio para otros significa una puerta de salida. Así les sucedió a tres jóvenes del programa de mentoría PARACa de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), quienes en los meses de junio y julio descubrieron intereses y capacidades no imaginadas que les dieron un giro a sus frescas trayectorias profesionales. A lo largo de este mes conocerás las historias de tres egresadas de diversas clases de PARACa: Aris M. Class Rivera, PARACa 2022; Paola N. Cabrera Piña, PARACa 2022; y de Yalanis Vélez González, PARACa 2021. “Siempre digo que MPA vio en mi más allá de un resume, vio en mi cualidades, destrezas y habilidades que ni yo misma sabía que tenía”, comienza a contar Class aludiendo a que posee un bachillerato en Biología/Biomédica con concentración en Investigación, terminó un Diploma en Administración de Empresas con concentración en Hospitalidad y Turismo en la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Ponce, y un minor en Emprendimiento empresarial. Su experiencia laboral siempre había sido en ventas. “Ese último semestre de Biología en la UPR yo no sabía qué hacer, solicito a PARACa 2022 y entro recién graduada, tenía 23 años. En esas ocho semanas de PARACa estuve brindando servicio directo a una organización, creé una guía de redes sociales para la organización en ese verano y tuve la oportunidad de coordinar varias iniciativas de MPA como son los Café Conciencia, con los que promovemos el diálogo sobre temas de relevancia en el país. En ese verano coordiné uno que se llamaba “Diversidad e interseccionalidad racial en Puerto Rico” y estuvimos en la Casa del cuento en Cayey”, indica en torno a los encuentros presenciales. El reto de asistencia era grande. “Fue un viernes, había concierto de Bad Bunny, pero llegaron más de 30 personas al “Café Conciencia” y no se querían ir, querían seguir hablando en el espacio, era un tema que no se había tocado mucho en Puerto Rico. Algunos de los asistentes ni pertenecían a MPA, vieron la convocatoria o un amigo se las envió y llegaron. Estas oportunidades exponen a uno”, señala Class. "Quiero que crezca con la Universidad de Puerto Rico siendo accesible, como lo fue para mí en algún momento, en un Puerto Rico donde no se desplace a la gente. Sí, puedo transformar el país y quiero dejarle este legado". Aris M. Class Rivera, participante de la clase PARACa 2022 El servicio no le resultaba ajeno a la joven pues había pertenecido a diversas organizaciones estudiantiles, “pero nunca había trabajado logística en un equipo ejecutivo, ver el concepto de la planificación, la recaudación de fondos, la estrategia”. “Pude desarrollar mis habilidades metodológicas de Biología en este ámbito de MPA, mi conciencia empresarial y mi creatividad. MPA me dio ese espacio de poder explotar todas esas destrezas, de enamorarme de las organizaciones, del trabajo que hacemos en el sector social, así que decidí solicitar a PARACa anual y llevo tres años y dos meses en la organización. Comencé en la recaudación de fondos, generando más de $20 mil dólares para la organización ese primer año, coordinando campañas de fundraising, diseñando campañas, trabajando eventos”, describe su salto al tercer sector. Class luego aprovechó la oportunidad de convertirse en Vista Líder de MPA por lo que migró del equipo de Desarrollo al equipo Programático. “Desarrollo me gustó, pero Programático me apasionó; implementar mis conceptos de organización, planificación, estrategia, dar mentoría a los participantes eso me apasionaba mucho. Llevo dos años apoyando a los participantes en los departamentos de Desarrollo de sus respectivas organizaciones y esos participantes han generado más de $600,000 dólares al sector social en Puerto Rico. He podido trabajar proyectos especiales como la creación de un protocolo de emergencias para la organización, un análisis de herramientas socioemocionales. Viniendo de época de pandemia, donde los participantes tuvieron algunas deficiencias en destrezas y relaciones interpersonales, nos dimos a la tarea de observar y crear un banco de destrezas socioemocionales para reforzar esas destrezas escondidas o blandas de los participantes”, puntualiza. SÓLO UNA OPORTUNIDAD A juicio de la directora ejecutiva de Mentes Puertorriqueñas en Acción, Carolina Mejías Rivera, el diálogo directo con los potenciales participantes debe tener el mismo o mayor peso que sus credenciales académicas o experiencia profesional. La líder reconoce que lo que necesitaba en su vida profesional era una oportunidad y “MPA me la dio”, especialmente en esa temprana juventud en la que suele haber pocas certezas sobre el futuro. Class se había tomado un año de descanso de estudios cuando entró en PARACa 2022. Hoy tiene 26 años, sigue atada a MPA, es mamá de una niña de menos de un año, Amber Yazmín, y pronto comenzará escuela graduada. “MPA es más que un espacio de trabajo, he tenido un equipo que me apoya en todas las etapas, que es una de las cosas que amo de estar aquí. Todas esas tareas que me han asignado, toda esa retroalimentación, han contribuido a la persona que soy ahora mismo y que se siente lista para entrar a estudiar maestría en Liderazgo en la Gerencia de Proyectos en la Universidad Ana G. Méndez en agosto”, señala entusiasmada. “No me puedo imaginar qué hubiese sido de mí sin PARACa 2022, todavía estaría trabajando en retail o no tendría las capacidades que ahora mismo tengo. Yo salí de un bachillerato frustrada, sin PARACa no hubiera tenido las experiencias de querer volver a estudiar. Aprendí un montón de cosas, por ejemplo, yo no sabía nada de cómo hacer un proceso de evaluación y llevo dos años planificando el de PARACa verano”, dice sobre esa llama de aprendizaje que enciende el verano de MPA. Class se describe en su red social LinkedIn como “bióloga de profesión, emprendedora de corazón” ya que también mantiene un negocio de personalización de objetos. “Ser mamá me motivó a más, algunas veces me he traído mi bebé a trabajar. Tener una bebé, tener responsabilidad como Vista Líder y ser futura estudiante graduada me ha motivado más por el simple hecho de que trabajar aquí me apasiona, trabajar para que Puerto Rico pueda ser mejor y transformarlo para que mi hija tenga el Puerto Rico que yo quiero para ella es muy importante y mi motivación primordial. Quiero que crezca con la Universidad de Puerto Rico siendo accesible, como lo fue para mí en algún momento, en un Puerto Rico donde no se desplace a la gente. Sí, puedo transformar el país y quiero dejarle este legado. A veces me llegan momentos de dudas, pero me duran cinco segundos y volvemos a la carga, eso es parte de comprometerse con uno mismo y con el trabajo que uno hace”, propone Class. Su resumé no hubiera anticipado que Class se interesara en el campo social, pero Carolina Mejías Rivera, directora ejecutiva de MPA y su equipo han afinado la búsqueda. “Nos han llegado arquitectos, nos han llegado científicas igual que ella, estudiantes de Naturales, de Ingeniería. Algunos dicen, ‘yo lo que entiendo son las tablas y los números y aquí estoy aprendiendo muchísimo’, pero ojo después manejan coaliciones, movilizan jóvenes”, indica Mejías orgullosa. “Antes era ‘escríbeme un ensayo’ evaluamos eso, el Linkedin y después te llamamos a entrevista”, abunda Mejías sobre el cambio en la evaluación de candidatos a PARACa. “Ahora estamos evaluando a la mayoría en una entrevista inicial. Sí, es importante sistematizar los procesos, pero cuando estamos hablando con personas es importante el lado humano, si no, perdemos gente como Aris, y muchas otras. No todo está escrito en piedra, tenemos que saber identificar”, culmina Mejías. Conoce la labor de PARACa y Mentes Puertorriqueñas en Acción AQUÍ. Fotos / Javier del Valle
La líder del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico comparte recomendaciones para allegar fuentes de fondos y hacer buen uso de la energía. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La ingeniera Lucy Crespo, principal oficial ejecutiva del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico, participó del conversatorio “Una nueva economía es posible: Energía e industria para un futuro sostenible”. Con energía eléctrica o sin ella, el tercer sector tiene que continuar sirviendo a sus participantes. Con cambios en el modo en que se otorgan fondos federales, estatales y privados, insisten en la continuidad de sus imprescindibles servicios. Para conocer sobre ambos dilemas se abordó a la ingeniera Lucy Crespo, principal oficial ejecutiva del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico, quien participó del conversatorio “Una nueva economía es posible: Energía e industria para un futuro sostenible”, realizado por el Centro para la Nueva Economía (CNE) el pasado 13 de junio en el Centro de Convenciones de Puerto Rico. Su formación en ingeniería matiza su acercamiento a cada situación. “Para cada uno de los temas, los problemas, o como los queramos llamar, tienes que buscar qué alternativas hay, analizarlas y empezar a ejecutar”, exhorta Crespo en un aparte con Oenegé al finalizar el conversatorio. El fortalecimiento económico, en medio de la realineación de fondos federales, es uno de los objetivos a manejar con urgencia. “Las organizaciones sin fines de lucro debemos tener diversidad de fondos. Cuando llegué en el 2016 al Fideicomiso, revisé los estados financieros y teníamos una cantidad maravillosa de dinero, en ese momento dije: ‘esto es una cosa que no me tengo que preocupar’. No llevaba un año cuando Puerto Rico se fue a la quiebra y todos los fondos del Fideicomiso estaban en el Banco de Desarrollo Económico, todo se desapareció. Tuvimos que hacer un cambio inmediato para buscar fondos, federales en este caso, y a través de fundaciones privadas para poder manejar las operaciones. Teníamos dos opciones: no hacer nada y cerrar o hacer lo que hicimos, movernos agresivamente. Ahora mismo estamos haciendo lo mismo”, explica Crespo. La líder informa que no solo aseguran su estabilidad económica si no que orientan a otras organizaciones no gubernamentales para que puedan lograrla. “Nos unimos a una suscripción que se llama Candid, pero antes era Foundation Center. Es el data base más grande que hay en términos de fundaciones y corporaciones que tienen programas de responsabilidad social y que están dispuestos a que, si lo que estás haciendo en tu organización está alineado con su misión, tienen convocatorias y tú puedes hacer propuestas. Esa es un área en la que nosotros tenemos que movernos agresivamente, dado los cambios que estamos teniendo con los fondos federales”, insiste sobre la búsqueda externa de subvenciones. EL COSTO ENERGÉTICO El ecosistema social del país padece las mismas inestabilidades de nuestro sistema eléctrico, por consiguiente, también sus efectos. Uno de ellos es el alto costo del uso de la energía eléctrica. "Debemos tener un enfoque de usar los recursos de la manera más eficiente posible, pensar en cómo usas la luz natural, cómo aprovechas la ventilación en tu espacio. Tenemos que educarnos más en cuál es el enfoque apropiado". Lucy Crespo, principal oficial ejecutiva del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico “Los problemas tienes que verlos con amplitud”, reflexiona Crespo. “Cuando uno maneja los costos tiene que buscar cuáles maneras puedes utilizar, a veces se trata de cambios de bombillas, cambios de válvulas inteligentes, reguladores de frecuencia variables, hay un montón de cosas que sirven para buscar soluciones. Si uno de tus problemas es la energía ha habido muchísimos programas de apoyo. Sé que estamos en otras condiciones -acaban de hacer una reorganización de fondos que estaban para placas solares al igual que los de EPA-, pero debemos seguir buscando oportunidades”, señala Crespo quien mencionó programas federales como los que ofrece Rural Development o el Departamento de Energía, entre otros. “Y segundo, busca tus eficiencias. Hay unas guías de Energy Star que tenemos que utilizar”, dice sobre la certificación de productos y prácticas que son eficientes en términos energéticos. “Si estás construyendo instalaciones nuevas, una de las cosas que nosotros hicimos con la nueva parte para fomentar la infraestructura científica en el Fideicomiso es ser Energy Star efficient desde el principio, por eso recogemos el agua de lluvia para usarlo en los baños, entre otras prácticas. Debemos tener un enfoque de usar los recursos de la manera más eficiente posible, pensar en cómo usas la luz natural, cómo aprovechas la ventilación en tu espacio. Tenemos que educarnos más en cuál es el enfoque apropiado”, recomienda Crespo. Conoce más sobre la labor del Fideicomiso AQUÍ. Fotos / Suministradas / CNE
El Centro para la Nueva Economía (CNE) realizó un conversatorio en el que los temas de energía e industria se entrelazaron. Entérate de lo que allí se discutió. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El profesor de Derecho Energético en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Luis Aníbal Avilés y Sergio Marxuach, director de Política Pública del CNE. Bajo la sugerente premisa “Energía e industria para un futuro sostenible”, el Centro para la Nueva Economía (CNE) invitó a los asistentes de su conversatorio “Una nueva economía es posible” a reimaginar nuestro país y a ejecutar nuevas propuestas con sentido de urgencia. Luego de escuchar las ponencias y los diálogos en el foro realizado el pasado 13 de junio en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, nadie pareció quedar inmune al tema. Expertos en Economía, líderes de distintos sectores en el país, -incluido el comunitario-, académicos, funcionarios y ciudadanos, escucharon sobre estrategias de transformación económica y pudieron visualizar la magnitud del monumental proceso de restablecimiento de la red eléctrica. El profesor de Derecho Energético en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Luis Aníbal Avilés, brindó uno de los planteamientos más contundentes del conversatorio relacionado a la situación energética de la isla. “Necesitamos una nueva manera de pensar sobre el desarrollo económico de Puerto Rico. En lugar de adivinar cuáles industrias apoyar, podemos usar datos para identificar oportunidades que se basen en nuestras fortalezas existentes”. Enrique Figueroa Grillasca, asociado de investigación del CNE “La recuperación del sistema eléctrico está atrapada en una maraña burocrática. Las agencias no se coordinan y la Junta de Supervisión Fiscal se enfoca sólo en la quiebra de la Autoridad de Energía Eléctrica bajo el Título III. La salida está en usar el Título V de PROMESA, y designar los proyectos energéticos como Proyectos Críticos bajo la Sección 503. Sin esa designación, no habrá verdadera transformación energética”, aseguró Avilés durante su participación en el Fireside Chat junto a Sergio Marxuach, director de Política Pública del CNE. No fue el único dato que dejó a la audiencia pensando. El conversatorio, que contó con Roxana Torres como maestra de ceremonias, comenzó con la presentación del asociado de investigación del CNE, Enrique A. Figueroa Grillasca, quien explicó el análisis de complejidad económica, una metodología con la cual se pueden identificar y priorizar oportunidades de desarrollo tomando en cuenta las fortalezas regionales y el conocimiento productivo existente. Si los datos nos guían a la hora de invertir el dinero respondiendo preguntas como dónde y cuándo, de igual manera pueden reflejar dónde Puerto Rico tiene mayor potencial de expansión, y cómo enfocar nuestros esfuerzos para generar valor económico real a largo plazo. “Necesitamos una nueva manera de pensar sobre el desarrollo económico de Puerto Rico. En lugar de adivinar cuáles industrias apoyar, podemos usar datos para identificar oportunidades que se basen en nuestras fortalezas existentes”, explicó Figueroa. Tras la presentación tuvo lugar un diálogo entre la ingeniera Lucy Crespo, principal oficial ejecutiva del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico; y el director de investigación del CNE, Harold J. Toro, quien destacó que nuestro país “necesita de una estrategia de desarrollo económico atemperada a nuevas tecnologías y nuevos procesos de producción”. “Una política industrial basada en evidencia y en el análisis empírico es esencial para lograr estos propósitos”, abundó Toro. “Puerto Rico está en un punto interesante”, describió, de otra parte, Crespo, acerca de la convergencia de posibilidades que ofrece el cambio de postura del gobierno estadounidense de regresar la manufactura a sus territorios. La ingeniera instó a alinear la oportunidad, el talento y los recursos, y a visualizar a Puerto Rico como un centro de innovación. Destacó el plan estratégico de Carolina del Norte, Talent First, y su “triángulo de investigación”, y resaltó el concepto de ‘clusters’ de empresas para viabilizar el crecimiento económico. HABLEMOS DE ENERGÍA Harold J. Toro, director de investigación del CNE El segundo eje temático del evento se dedicó a la transformación del sistema energético del país. Comenzó con la presentación de Marxuach, director de Política Pública del CNE, sobre el estado del proceso y la intervención de sus actores; cabe destacar que 15 entidades clave integran el ecosistema energético. El conferenciante repasó los esfuerzos de estabilización realizados luego del paso del huracán María en el año 2017, la reestructuración financiera en el tribunal federal, las reformas operacionales en curso y el desarrollo de un nuevo Plan Integrado de Recursos. Marxuach compartió una nota histórica sobre la deuda de la AEE, extraída del libro “The Stricken Land: The Story of Puerto Rico”, escrito por el exgobernador Rexford Tugwell y publicado en el 1946. “Cuando se cerró la primera emisión de bonos de la AEE en el 1944 quedaba un solo productor privado en Puerto Rico y era una subsidiaria de una compañía de Canadá que peleó la expropiación de sus activos hasta que llegó a un acuerdo y se hizo una emisión de bonos para comprárselos. El gobernador Tugwell dijo que, desde el principio, se pagó demasiado por los activos que se compraron y que la gente de Puerto Rico estaría pagando las malas acciones de su gobierno por el contrato firmado por los próximos 20 años. Aparentemente a nadie le importó eso y, como lo pagaba la gente de Puerto Rico a través de tasas infladas, así empezó el sistema y así estamos al día de hoy”, señaló Marxuach. El economista describió que “el sistema eléctrico de Puerto Rico se encuentra en una encrucijada difícil”. “Puerto Rico tuvo un sistema público que funcionó bien por 40 años y lo quebramos después, en los últimos 8 años. El modelo privado no está funcionando como se esperaba, la duración y la frecuencia de los apagones ha aumentado, el ahorro ha sido marginal, si alguno, y el problema no es que el progreso ha sido lento, es que la aguja se está moviendo hacia el otro lado. Hay que volver a la mesa de dibujo porque aquí hay un tercer factor -que no es del gobierno ni de quien corre el sistema- que está impactándolo. Cuál es ese factor o factores es lo que tenemos que analizar”, invitó Marxuach. A ese escenario agregó que el proceso de quiebra no ha terminado aun, la reconstrucción del sistema ha sido lenta y LUMA avisó sobre la probabilidad de apagones en los meses de verano. “Nos urge repensar lo que estamos haciendo en torno a este servicio esencial”, insistió Marxuach. Como cierre, el fundador del CNE, Mike Soto Class, resumió lo mejor del evento. Harold J. Toro, director de investigación del CNE “Por un lado me interesó mucho -y es un cliché- hablar de retos y oportunidades, pero qué interesante que en las presentaciones de hoy empezamos con unas oportunidades increíbles y terminamos hablando de unos retos que tenemos como país. Hay una intensidad muy grande en ambas. Creo que la pregunta que todos tenemos es ‘¿qué hacemos ante eso?’ y no es el momento para contestarla, pero sí les menciono dos cosas que me parecieron interesantes. El tema de capacidad, particularmente del gobierno, yo llevo 30 años en esto y llevamos ese tiempo, -algunos lo habrán escuchado antes-, hablando de ese tema. Lo interesante es que no cambia nada, seguimos votando por la misma gente, por el mismo sistema, seguimos invitándolos a los paneles y a las convenciones, oímos el libreto y nada cambia. Eso me acuerda un poco, y es lo segundo que quería mencionar, esa cita de Tugwell que decía que ‘nadie dijo nada’”, declaró Soto Class. Además, resaltó que en momentos de incertidumbre económica resulta indispensable la labor del CNE, organización que hace 25 años se maneja con subvenciones privadas. “Si en algo estoy claro es que Puerto Rico necesita grupos como el CNE ahora más que nunca porque contribuimos con este tipo de foros. Si bien hay unos retos grandes que no sabemos a veces cómo arreglarlos y si bien tenemos oportunidades grandes que queremos ver cómo las logramos, una pieza importantísima en eso es conocerlos, tener recursos, ser empíricos, tener credibilidad, ser grupos independientes, que no tienen una agenda que no sea ayudar a Puerto Rico, que es lo que por los últimos 25 años el CNE ha estado haciendo. Ahora estamos en un cono de incertidumbre global, pero estaremos 25 años más aquí, inquebrantables con nuestro compromiso con Puerto Rico y los puertorriqueños. Lo podemos hacer gracias al apoyo de ustedes”, finalizó Soto Class. Este evento marca el inicio de una serie de intercambios que el CNE tiene en agenda para estimular la discusión y la acción económica de Puerto Rico. Visita grupocne.org y encuentra otros recursos informativos como “El rompecabezas energético de Puerto Rico” y “La oportunidad de una generación para Puerto Rico”. Fotos / Suministradas
Impulsando la toma de decisiones informadas, la organización presentó datos actualizados sobre las poblaciones infantiles y juveniles del país durante un webinar. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Funcionarias del IDJ: Estela Reyes, gerente de abogacía; Valery Blakely Vallecillo, analista de investigación; Dra. María Enchautegui Román, directora de investigación y conocimiento; y Sarah Vázquez Pérez, directora ejecutiva interina. Ten en cuenta este dato real y reciente: 72,000 familias en Puerto Rico salen a trabajar todos los días y aun así no pueden dejar atrás el umbral de la pobreza. Alrededor de esta información se puede construir una respuesta coordinada entre las agencias y las organizaciones implicadas para reducir la cifra. Y como hablamos de personas, no solo de estadísticas, para mejorar su calidad de vida. ¿Para qué sirven los datos? ¿Por qué no se utilizan? El ejercicio antes mencionado, así como las múltiples respuestas que provocan ambas preguntas, fueron discutidas por especialistas del Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) durante el evento, “Uso de datos para un futuro próspero”, realizado de forma virtual como parte de su Semana de Datos 2025. Dirigida a impulsar el uso estratégico de evidencia en el diseño de políticas públicas y programas que aseguren mejores oportunidades para las familias en el archipiélago puertorriqueño, la sesión de trabajo contó con la participación de Sarah Vázquez Pérez, directora ejecutiva interina de IDJ; Estela Reyes, gerente de abogacía; la doctora María Enchautegui Román, directora de investigación y conocimiento; y Valery Blakely Vallecillo, analista de investigación. "Desde el instituto estamos convencidos de que la pobreza infantil puede bajar, ese número lo podemos solucionar". Sarah Vázquez Pérez, directora ejecutiva interina de IDJ La organización subrayó que mantiene sus esfuerzos concentrados en transformar la realidad de que hoy, en Puerto Rico, 5 de cada 10 menores viven en pobreza. Buscan remover las barreras que enfrentan las familias en su movilidad económica. “Desde el instituto estamos convencidos de que la pobreza infantil puede bajar, ese número lo podemos solucionar. Hoy vamos a hacer un ejercicio de presentación de datos, pero con el lente de la solución, lo que queremos es que veamos que todos y todas podamos impulsar soluciones que hemos lanzado en nuestra agenda para que se puedan unir. Estamos convencidos de que esto es posible y si ustedes se conectaron a este espacio es porque creen como nosotras que remover estas barreras y lograr la movilidad económica en Puerto Rico para las familias que viven en pobreza es posible”, explicó Vázquez Pérez a manera de saludo. Durante la presentación se actualizó el Índice de Bienestar de la Niñez y Juventud, herramienta distintiva del IDJ para retratar la situación de familias con menores entre los 0 y 17 años en nuestro país, analizada ante el crisol de cinco dimensiones clave del bienestar: economía, familia, educación, salud y seguridad. También se ofreció una ruta concreta para avanzar la movilidad económica de estas familias. Vea aquí un resumen del Índice de Bienestar de la Niñez y Juventud 2025. Se promovió además el uso del Centro de Datos de Familias -que puedes acceder visitando juventudpr.org- el cual te permite ver la situación en cada municipio del archipiélago y las jurisdicciones de Estados Unidos para diseñar soluciones específicas. En dicho apartado se ofrecen recomendaciones de política pública para la movilidad económica de las familias con niños, niñas y jóvenes en Puerto Rico. El IDJ condensa en una sola plataforma datos propios y de otras fuentes confiables como el Censo, entre otras. Tras destacar el “orgullo y la responsabilidad” que supone compartir los datos, la doctora Enchautegui destacó que, por lo general, “los datos no se usan porque no existen o porque no están asequibles” a medios, políticos, estudiantes, agencias gubernamentales y el sector privado. “Lo que hacemos es poner más de mil datos por municipios y visualizaciones”, indica la especialista. Agregó que la política pública no se debe crear basada en “las vivencias de la gente” únicamente. “Ven el dato separado de las vivencias de la gente”, alerta Enchautegui, “en el Instituto nos aseguramos de que los datos también presenten las historias de la gente”. Destacó que cuando realizaron sus encuestas, una de las razones por las que las mujeres no se integran a la fuerza laboral cuando son las principales proveedoras del hogar es por la falta de cuidos de niños accesibles y variabilidad en el horario, dato que ofrece ua guía para comenzar a diseñar soluciones. “Hay que tener cuidado de hacer política pública a base de anécdotas extremas”, alertó. “Estamos tratando de expandir las bases de datos, muchas veces el Censo no contesta preguntas críticas”, señala y agrega que, a tales fines, han realizado dos Encuestas de familia -en el 2022 y el 2024- para medir la pobreza con nuevos elementos. Al Índice de Bienestar de la Niñez y la Juventud y al Centro de Datos de Familias la organización une un nuevo módulo: Seguridad alimentaria en Puerto Rico. El dato más significativo de esta primera entrega es que 1 de cada 10 familias sufre inseguridad alimentaria extrema en el país. DATOS QUE HABLAN Y MOVILIZAN La gerente de abogacía del IDJ, Estela Reyes, puntualizó que “los datos están disponibles y tienen que ser la brújula que dirija todos los esfuerzos en favor de la niñez, la juventud y la familia”. “Las familias merecen soluciones, mejores condiciones de vida, usemos datos para establecer política pública, cambios, para impulsar mayores oportunidades a las familias. Las prioridades de inversión deben estar dirigidas a que haya familias prósperas. Ahora que se evalúa el presupuesto general, debemos fomentar el debate sano de dónde estamos y sensibilizar la opinión pública, necesitamos datos y focalizar las necesidades de las familias. Tenemos que participar todos los sectores, el IDJ no logrará solo la meta”, insistió Reyes e invitó a sentarse a la mesa a crear soluciones y a revisar las iniciativas en marchas para hacer los ajustes que requieran o cambiar de rumbo en el objetivo de servir mejor a las familias en necesidad. El IDJ ha compartido agendas de país en los pasados ciclos electorales y suele exhortar a que las políticas públicas que se implementen sean cohesivas, funciones entre sí e impacten a la familia. “El Instituto está listo para colaborar, tenemos los datos y las soluciones. Queremos ser un puente, apoyar técnicamente para lograr los objetivos que compartimos”, indicó Reyes. Por su parte Enchautegui destacó que los datos de movilidad económica redondean la oferta de la plata forma. Comisionaron una encuesta puerta a puerta a la firma Ipsos en busca de las barreras de empleo para desarrollar su agenda alrededor del tema. “Tuvimos la aportación fundación Robert Wood Johnson porque hacía falta mayor infraestructura de datos en Puerto Rico y eso es parte de lo que estamos haciendo”, explicó Enchautegui. A preguntas de los participantes sobre la posibilidad de desarrollar un índice de movilidad social, destacaron que requeriría hacer una misma pregunta a la misma persona/familia a través del tiempo para obtener datos longitudinales. El IDJ lleva 12 años como socio local de la iniciativa Kids Count Data Center del Annie E. Casey Foundation con el interés de la niñez cuente en el proceso de decisión de política pública en Puerto Rico y contar con una mirada clara del presente y el futuro. “A veces es abrumador ver toda la información”, acepta la directora interina del IDJ, “que 72 mil familias trabajadoras salgan todos los días a trabajar y aun así vivan bajo niveles de pobreza me levanta un grado de alerta y urgencia; uno ya es demasiado y lo sabemos. Es urgente lograr el acceso a cuido y la variabilidad de horario. La gente quiere echar pa’ lante, tiene el deseo genuino de lograr movilidad económica y con cambios podemos mover la brújula. Podemos construir un Puerto Rico donde las familias quieran permanecer y crecer”. “Los datos muestran la realidad de la familia, muchas están cambiando a familias monoparentales. El 67 % de los menores que viven bajo pobreza están en familias lideradas por mujeres. Nosotros contamos estos datos y cuando hablamos con familias nos contaban los malabares que tienen que hacer para mantener un trabajo”, agrega Blakely Vallecillo, analista de investigación del IDJ. Para Enchautegui, el alto por ciento de niños que viven en pobreza no puede ignorarse. “Es demasiado alto y no lo podemos olvidar. Nuestra tasa es menor dos veces que la del estado más bajo, no tenemos tiempo para esto hay que resolverlo rápido. Hemos documentado los efectos de la pobreza, ese número nos debe concernir y preocupar”, alertó. En el caso de Reyes, gerente de abogacía, confesó que “me espanta, me da terror cada vez que hacemos este trabajo y publicamos los números”. “Y no quiero que dejen de espantarme. Quiero que me provoquen urgencia, acción, no ponemos esperar que el momento sea correcto para hacer legislaciones. Hemos escuchado por años un término trendy ‘desarrollo económico’ y mi reflexión es que no habrá capacidad para archipiélago de ser sostenible si no atendemos la situación de las familias: mejor educación, servicios salud, empleos. Que los niños puedan ser lo que quieran ser, que estén felices. Para quedarse en Puerto Rico hay que hacer que Puerto Rico prospere y en ese momento vamos a poder asegurar el futuro del desarrollo económico en el país”, acabó Reyes. Para revisar, endosar y colaborar con la agenda para erradicar la pobreza infantil en Puerto Rico visita juventudpr.org. Fotos / Captura