Irene M. Esteves Amador, quien fungió como coordinadora de SalaFAR, se estrena como subdirectora de Exhibiciones y Colecciones en el Museo de Arte de Puerto Rico, que conmemora su 25 aniversario. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La doctora Irene Esteves Amador fue miembro fundador y coordinadora de la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR). Foto / Suministrada Esta vez no arribó como visitante. Cuando el pasado 4 de agosto la doctora Irene M. Esteves Amador entró al Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR) para comenzar su labor como subdirectora de Exhibiciones y Colecciones de la institución santurcina, confirmó que adelantaba un peldaño en su trayectoria profesional. La Irene que se apasionó con el arte temprano en la vida, la que dedicó sus estudios universitarios al tema y laboró en distintas áreas relacionadas, cumplía una meta. “Para mí ese primer día significó un gran triunfo porque cuando uno apuesta a esta vocación -porque tiene que haberla cuando decidimos dedicarnos a la cultura y al arte en nuestro país-, es una validación importante a que apostar a ser profesional en este campo es una realidad, es factible. Yo descubrí que no solamente me apasiona enseñar la historia del arte si no que quizás me gusta todavía más involucrarme en la gestión cultural desde el espacio museológico, que sigue siendo educativo porque por definición un museo es un centro de instrucción así que yo me las ingenio para seguir enseñando de otros modos y seguir siendo esa profesora amante de la divulgación y la creación de nuevo conocimiento”, indica Esteves quien se ha desempeñado como profesora, curadora de arte, conferenciante y ensayista. Por catorce años fungió como profesora de arte a nivel universitario en la Escuela de Artes Plásticas, en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y en la Universidad del Sagrado Corazón. Durante los últimos cinco años dirigió el Museo y Centro de Estudios Humanísticos Dra. Josefina Camacho de la Nuez de la Universidad Ana G. Méndez en Gurabo. “Pero el germen para mi labor profesional en museos lo ubico en mis funciones en SalaFAR y eso se lo debo al licenciado Rafael Cortés Dapena, quien tuvo la visión de crear ese proyecto y luego me convoca. Esos fueron mis pininos a cargo de un espacio expositivo de arte. Reitero mi agradecimiento a esa apuesta que hizo la Fundación Ángel Ramos al arte de nuestro país al sumar ese espacio expositivo tan valioso”, opina la especialista quien fue miembro fundador y, luego, coordinadora de la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR). Sin “obviar la importancia de otros museos locales” con colecciones y misiones distintas, Esteves afirma que “hoy el Museo de Arte de Puerto Rico se considera nuestro museo más importante”. “No tengo duda de que este museo cuenta con el mayor potencial y recursos para proyectar a nuestro país, a nuestros artistas y nuestro arte internacionalmente con mayor alcance”, destaca la egresada de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, y de la Universidad de Sevilla, en España. A MANOS LLENAS Como subdirectora de Exhibiciones y Colecciones del MAPR, la experta en arte se ocupará de cuatro departamentos: Curadoría, Restauración y Conservación, Registraduría, y Diseño, Exhibiciones y Montaje. “Quizás me enamoro de este mundo, incluso más que de la academia, por mis estudios interdisciplinarios y los pongo en práctica de un modo bien literal en este espacio”, dice aludiendo a su formación en Historia del Arte, Restauración de Pinturas y a la experiencia ganada en el museo del Turabo, “me siento bien preparada al venir aquí a colaborar”. Esteves tiene un objetivo claro desde que arribó al MAPR. “Subir la vara”, dice entusiasmada, “y sacarlo del 100x35”. “Mi plan es integrarme al equipo. Siento que estoy en un momento de gran productividad, tengo mucho que ofrecer, las energías me sobran, llego con un sinnúmero de colecciones, con tantos proyectos que venía encaminando y que acerco al museo que está en un momento importante, celebra sus 25 años. Aquí se ha redefinido la misión, la visión, los pilares estratégicos y están muy alineados con mis intereses y mi visión de a dónde deben llegar los museos en mi país”. “Espero contribuir a internacionalizar el arte, los artistas del patio, no solo proyectando al museo fuera de la isla si no allegando esfuerzos internacionales. Somos una isla, para tener acceso estamos obligados a salir, por eso los intercambios en ambas direcciones son bien importantes, como también atender la diáspora puertorriqueña más allá de Estados Unidos. Me interesa dar acceso por otras vías a las colecciones, a promover el manejo y el acceso a colecciones en línea en aras de ser más inclusivos y lograr que este museo sea más pertinente, empezando por los puertorriqueños. Que sea una visita obligada, no solo para los que están aquí sino también para los que nos visitan, que establezcan esa conexión con su museo”, puntualizó. Esteves señaló orgullosa que el MAPR se integró a la iniciativa “Tiznando el país” de modo que pronto le abrirá las puertas a la exhibición individual del artista Diógenes Ballester, uno de los exponentes del arte afropuertorriqueño “que es tan hijo de la Playa de Ponce como de El barrio en Nueva York”. Neyda Martínez, destacada curadora puertorriqueña radicada en Chicago, se ocupará de esta exhibición. Para conocer más sobre la gestión del MAPR, visita mapr.org. Fotos / Suministradas DEBES SABER DE IRENE: Es autora del libro Conservación mediante documentación: Myrna Báez, la artista y su voz, publicado por Isla Negra Editores, presentado en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo y ganador de una Mención de Honor por parte del Instituto de Literatura Puertorriqueña. Entre sus proyectos expositivos más importantes destacan: La retrospectiva de libros de artista de Consuelo Gotay La primera exhibición de desnudos artísticos gestionada por museo alguno en el siglo XXI en Puerto Rico, Vestiduras de la piel, de la Colección Cortés Rastros, de Edna Román, John Rivera Pico y Eduardo Lalo Por ahí va, de José Morales Stone Yucayeque, presentada en el centro cultural Clemente Soto Vélez de Nueva York La mirada del otrx, colectiva de fotografía y vídeo de Puerto Rico, curada para el festival bienal Photoimagen en República Dominicana Fuente: MAPR
Yalanis Vélez González, fundadora de la organización OverComing Adversities, comparte las prioridades de esta población en el nuevo episodio de Oenegé, el pódcast. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Yalanis Vélez González y José Julián Centeno Pereira compartieron las necesidades y los sueños de la población de jóvenes que vivieron bajo la custodia del Departamento de la Familia. Foto / Javier del Valle De la vivencia nace la creencia de Yalanis Vélez González de que los jóvenes egresados del sistema de cuidado sustituto del Departamento de la Familia merecen ser protegidos, acompañados y estimulados. Lo sabe porque fue uno de ellos y no quisiera que se enfrentaran a ciegas a un mundo que casi siempre deconocen. Cuando era una universitaria de 21 años en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, la estudiante de Sicología participó del programa de verano PARACá 2021 de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción. Allí se descubrió como líder y entró en sintonía con su invitación a ser un agente de cambio. A sus 25 años, José Julián Centeno Pereira ha logrado establecerse como joven adulto y tener un trabajo estable. Foto / Javier del Valle Del sueño pasó a la acción gracias a múltiples mentores y amigos que le guiaron durante su proceso de crecimiento como fundadora de la organización sin fines de lucro OverComing Adversities (OCA), que brinda servicios a la comunidad a la que perteneció. Desde el 2023 el equipo de OCA ha atendido a más de 20 participantes quienes se han beneficiado del programa de acompañamiento y mentoría cuyo ingreso es voluntario. Buscar un espacio donde vivir, registrarse en el plan médico, preparar un resumé, acudir a una entrevista de trabajo o matricularse en una universidad o centro de estudio son algunas de las experiencias en las que acompañan a sus particiantes. Igualmente dedican tiempo a procurar gestiones de sanación de traumas. Más que nada, propician que los jóvenes eliminen la sensación de que son una carga para cualquiera que les tienda la mano. En el nuevo episodio conversamos con Yalanis sobre los resultados de acompañar jóvenes mientras atraviesan el umbral de la adultez y luego comentamos sus propuestas en la mesa editorial junto al equipo de comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos, integrado por Edenmarí Class Montijo y Ana Teresa Toro. Que disfrutes de Oenegé, el pódcast. Escúchalo aquí. Foto / Javier del Valle
La Escuela Montessori San Cristóbal que sirve a los niños del albergue, procedentes de otras entidades y de la comunidad, ahora extiende sus ofrecimientos hasta sexto grado y se mudarán a un nuevo espacio que ya construyen. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La Escuela Montessori San Cristóbal inició con niños del Hogar Casa Cuna San Cristóbal y, al año y medio de labores, abrieron las puertas a vecinos de la comunidad. Ruth Gabriela Melián saluda afable desde que abre el portón de entrada del centro educativo del Hogar Cuna San Cristóbal. La directora lo hace con el orgullo de quien sabe que la labor que realizan en la Escuela Montessori San Cristóbal es sobresaliente y a lo largo de nuestro recorrido por el plantel, nos contará por qué. En la década del 90, el Hogar Cuna San Cristóbal atendía a víctimas de violencia doméstica, evolucionando con rapidez hasta convertirse en un hogar para niños maltratados. La “casita” contigua al hogar que hoy alberga la Escuela Montessori San Cristóbal fue donada por el productor Paquito Cordero y ubica en el barrio Río Cañas de Caguas. “Este espacio era del Hogar y no se podía quedar vacío. A la misma vez, (el personal y su Junta directiva) se habían dado cuenta de que los nenes del Hogar que iban a las escuelitas de la comunidad no recibían una educación sensible, consciente a las necesidades de no estar con tus papás y haber vivido trauma, así que deciden que este edificio lo iban a convertir escuelita. Escogieron el método Montessori, me encontraron a mí y arrancaron en el 2014”, cuenta Melián sobre los inicios de la iniciativa educativa en los que fue consultora y luego fungió como guía Montessori del nivel preescolar, Casa de niños, durante los años en que Ivonne Vélez, directora del Hogar, también lideró además la escuela. Ruth Gabriela Melián, directora de la escuela Entonces considerado un proyecto educativo piloto, la Escuela Montessori San Cristóbal inició con niños del Hogar y, al año y medio de labores, abrieron las puertas a vecinos de la comunidad. “Hemos ido creciendo en el proceso. Ver que sus niños acababan en Casa de niños y se tenían que mover les dolía a los padres, como también les afectaba (a los empleados) que los niños del Hogar fueran a la escuelita de la comunidad después de estar tan bien cuidados aquí. Había resistencia. Así que recogieron dinero en el 2018 y en el 2019 abrimos el nivel elemental hasta tercer grado, aprovechando las oficinas del hogar para habilitar espacios. Ahora hicieron un movimiento similar, desde el 2023 estuvieron recogiendo dinero y este mes de agosto inauguramos la elemental hasta sexto grado en un vagón que se adquirió mediante la recaudación de fondos”, celebra Melián entusiasmada. La Escuela Montessori San Cristóbal cuenta con una matrícula con 13 niños de Infantil, 0 a 3 años; 21 entre las edades de 3 a 6 años en Casa de Niños y otros 21 en Taller 1 y 2, de nivel elemental. Además de las clases regulares brindan Arte, Música, trabajan un huerto donde se exponen a las lecciones que brinda el desarrollo de la naturaleza y disfrutan de un programa luego de clases que culmina a las 5:30 p.m. “Hay cosas que pasan a nivel preescolar que uno no verá hasta que el niño sea más grande. Esa es la etapa de sembrar semilla, pero no sabes si será un árbol de mango, un húcar o un flamboyán". Ruth Gabriela Melián Directora de la Escuela Montessori San Cristóbal Quienes han respaldado la iniciativa educativa están complacidos con sus logros. Para Melián el proyecto ha demostrado dos cosas fundamentales: “que el método Montessori funciona para sanar el trauma en niños que han vivido negligencia y maltrato, y que debe sostenerse la propuesta para que las familias que no han vivido el traume reconozcan este espacio como uno que también acompaña dentro de los procesos de crianza y educación”. El vínculo con la comunidad se ha fortalecido con el paso del tiempo. Dos semanas después del huracán María en el 2017, la escuela ya brindaba servicios. Durante el encuentro de familias para prepararse para el año escolar celebrado a finales de julio, un papá compartió una memoria de la pandemia por COVID-19. “Él dijo que lo más especial que él sintió de nuestra comunidad fue que le prestamos nuestros materiales para que pudieran trabajar Montessori con los niños en casa y que los llamábamos para preguntar cómo estaban los nenes y cómo estaban los padres también. Contar con un personal capacitado para entender cómo el trauma afecta los procesos de aprendizaje en niños, pero también como impacta a nivel de comunidad es una realidad que hay que trabajar desde la sensibilidad, desde el respeto, desde el acompañamiento y la solidaridad; creo que es uno de los mayores éxitos”, subraya. LA SEMILLA Y EL ABONO Actualmente, reciben niños en las etapas: infantil, Casa de niños y Taller 1 y 2 de nivel elemental. Cuando se trabaja en educación temprana, los maestros están conscientes de que siembran destrezas y probablemente no verán cómo florezcan. Melián indica que fue difícil seguirles la pista a los niños que partían del Hogar en kínder o eran adoptados. “Hay cosas que pasan a nivel preescolar que uno no verá hasta que el niño sea más grande. Esa es la etapa de sembrar semilla, pero no sabes si será un árbol de mango, un húcar o un flamboyán. Al principio podíamos saber de algunos niñitos que iba a una escuela cerca y sus informes de progreso decían que terminaban las tareas que iniciaban, tenían gracia y cortesía, que podían controlar un poco sus emociones y, aunque hubiera un problema específico de aprendizaje como déficit de atención o en términos cognitivos, por lo menos terminaban las tareas que iniciaban y les gustaba trabajar. Con el tiempo hemos comprobado que eso se gana aquí, con el currículo de Casa de niños, ese amor por trabajar, esa disposición por hacer es una belleza”, describe Melián. Una vez establecidos los grados de elemental, pueden recibir niños de mayor edad, tendencia que han visto aumentar luego del establecimiento de Family First, “ahora están llegando a los hogares o bien bebés o niños grandes de hasta seis años”. “Están poblando nuestra elemental, lo que antes difícilmente veíamos con los niños de los hogares. El currículo de Taller 1 -que es elemental- es bien nutrido en valores y justicia social, así que si en el preescolar preguntan ‘¿qué es esto?’, en elemental preguntan ‘¿por qué?’. El currículo insta a que sigan haciendo preguntas e investigando”, abunda la directora sobre una interminable lista de cuestionamientos que van desde por qué vives en el Hogar, por qué tienes una mamá o dos mamás, por qué no comes carne hasta por qué los dinosaurios se extinguieron. “Todas esas preguntas tienen una gama de respuestas preciosas para que el niño siga buscando posibles soluciones a un problema. Los niños de Taller 1 pueden salvar el mundo porque dentro de la socialización y los procesos, en ese ambiente buscan la manera de trabajar por un mundo mejor”, dice en torno al aspecto educativo. En cambio, en el aspecto social se refleja cuan asimiladas están ambas poblaciones: los que viven en el Hogar y los que llegan del exterior. Como parte del currículo educativo integran Arte, Música, la creación de un huerto y un programa extendido hasta las 5:30 p.m. “Lo que se palpa en Taller 1 son niños que a lo mejor estuvieron en otras escuelitas antes de su proceso de transición de su hogar, -aunque fuera maltratante, pero era su casa-, a llegar a un hogar de grupo. Hemos visto es que llegan heridos, pero a nivel elemental entre pares se sostienen, se apoyan, son solidarios, son empáticos; en esa etapa el adulto es importante pero más lo son mis amiguitos”, indica. La solidez de la relación entre ambos grupos Melián la atribuye a que los niños externos a la escuelita, “han estado aquí desde bebés”. “No hay que pasar trabajo modelando solidaridad y empatía porque desde pequeños han visto como hay amiguitos que entran y salen, a lo mejor en el preescolar lloran un montón o tienen una manifestación de coraje y ellos mismos van viendo cómo van madurando, entienden por qué cruzan al hogar al salir de la escuela, en las fiestas están sus cuidadores y los saludas y los niños del Hogar saludan a sus papás, es bien natural. La única diferencia que vemos entre ambos grados es que en elemental el niño pregunta”, destaca. A partir del 2023 la Escuela Montessori San Cristóbal acogió a los niños de la Fundación Hogar Niñito Jesús en Cupey Alto. “Estamos bien contentos, el primer año entraron con cuatro becas, el año pasado con seis y este año tienen diez. Los tenemos desde bien chiquitos también así que estamos bien felices con eso”, señala. MUDANZA A LA VISTA La integración con la comunidad y el trabajo desde las etapas primarias del desarrollo son dos de los pilares de la filosofía educativa que promueven. “Ya no cabemos aquí, el edificio no aguanta más”, dice Melián durante el recorrido en el que invadimos en silencio el área de trabajo de los pequeños. “El 16 de octubre de 2024 nos regalaron ese terreno de al frente”, dice Melián señalando el predio de terreno con una estructura, “esta semana comienzan a demoler”. Sí la Escuela Montessori San Cristóbal cruzará la calle donde se construirá la nueva estructura diseñada por el arquitecto Mario Montilla, quien se ocupó de la remodelación del Hogar. La inversión asciende a $5 millones. “La Junta dice que lo haremos en dos años y medio. El edificio propone dos casas de niños con espacio más grande, mejor espacio para Infantes, para Andarines, áreas de reunión -que ahora no tenemos-, más estacionamiento. En vez de huerto, los nenes dicen que tendremos vacas porque les parece una finca”, cuenta entre risas Melián y aclara, “las vacas no van”. Melián se ha dedicado a liderar voluntades, a encausar intenciones de personas de diversos sectores que comparten el deseo de mejorar la vida de los estudiantes. “Lo más importante es que la gente sienta que pertenece. Cuando miras lo que la UNESCO tiene que decir sobre la educación de calidad dice que el niño tiene que ser incluido, debe sentir que pertenece y la propuesta de este espacio siempre ha sido eso”, describe la directora. “La idea es una escuela con puertas abiertas a la comunidad, se está perdiendo ese tesoro comunitario que hay, queremos rescatarlo y trabajarlo con mucho amor. Así que desde el día uno el secreto siempre ha sido: ‘¿Eres madre de la comunidad y quieres leer un cuento? Ven’. ‘¿Quieres acompañarnos a una excursión o ayudarnos a hacer una receta de cocina?’ ‘¿Eres chofer de autobuses y quieres llevarnos a las giras? Vamos a cotizar contigo’. ‘¿Los vecinos necesitan el estacionamiento para un mercado comunitario? Te lo prestamos. Eso es ser parte de una escuela de la comunidad, que el educador sienta que tiene un rol activo y presente”. En la escuelita riegan las semillas en sus alumnos para que crezcan sus destrezas de aprendizaje, pero también para que hagan la magia de la sanación. “Creemos en esto. Los mejor de trabajar aquí es saber que estamos haciendo lo que nos gusta, porque educar es nuestra pasión, pero también ayudando al país con una comunidad que no se visibiliza y cuyo trauma no se toma en cuenta. Al principio es una responsabilidad personal y luego de país, los montessorianos decimos que esta es nuestra tarea cósmica, para eso fui escogida”, culmina Melián. Conoce más sobre el progreso en la Escuela Montessori San Cristóbal aquí: montessorisancristobal.org. Fotos / Javier del Valle
Doña Tina deja un inmenso legado como líder filantrópica y en el campo de las comunicaciones en Puerto Rico. Por Oenegé Doña Tina, como se le conocía cariñosamente, falleció en su hogar en Miami a los 103 años. La Fundación Ángel Ramos anunció hoy el deceso de Doña Tina Hills en la ciudad de Miami, Florida. Al momento de su muerte, tenía 103 años. La Sra. Hills fue cofundadora y primera presidenta de la Fundación Ángel Ramos. Bajo su liderato, la Fundación se convirtió en una de las entidades filantrópicas más importantes de Puerto Rico. Su gran aportación al bienestar de nuestro pueblo ha sido ampliamente reconocida, especialmente en los campos del arte y la educación. Italiana de nacimiento, Doña Tina emigró junto a su familia a la ciudad de Nueva York a la edad de 14 años. Obtuvo la ciudadanía americana, realizó estudios en la Universidad de Nueva York y, eventualmente, se convirtió en ejecutiva de la firma europea Buttoni-Perugina. En el 1950 contrajo nupcias con Ángel Ramos, presidente y propietario de las Empresas El Mundo, entonces el principal conglomerado de comunicaciones en estaciones de Radio WKAQ y, posteriormente, la televisora Telemundo, que inauguraría en 1954 la televisión en Puerto Rico. En 1958 don Ángel Ramos, motivado por su deseo de mejorar la calidad de vida de los puertorriqueños, estableció la Fundación Ángel Ramos y Doña Tina fue designada como su presidenta. Al fallecer don Ángel en el 1960, doña Tina fue designada a dirigir las Empresas El Mundo. En el 1963 contrajo matrimonio con Lee Hills (1906-2000), quien además de ser un reconocido periodista y editor ganador del premio Pulitzer, fue el presidente de la Junta de Directores y Principal Oficial Ejecutivo de la importante cadena de medios norteamericana Knight Ridder. Doña Tina fue la primera mujer en presidir la Asociación Interamericana de Prensa (1977-1978), entidad que agrupa los periódicos más importantes del hemisferio, dedicada a promover la libertad de expresión en las Américas. Fue galardonada con el Premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia y por el Americas Foundation Award en Nueva York. En el 1978 el Instituto Northwood de Michigan la reconoció como una de las 10 mujeres más distinguidas internacionalmente. Por otra parte, la ciudad de Detroit la reconoció por su labor con Fondos Unidos, su ópera y museos de arte. Presidió el Council of the Arts de Miami y el Comité para la Reconstrucción de Bayfront Park en Miami. Un sector de dicho parque lleva su nombre. Doña Tina fue fiel creyente en la importancia de la educación y las artes en el desarrollo del ser humano y cultivó su fe católica con gran devoción. Bajo su liderato, la Fundación Ángel Ramos se convirtió en una de las instituciones filantrópicas más importantes en Puerto Rico y con mayor arraigo en el Tercer Sector. A través de los años la Fundación, ha donado más de $130 millones para beneficio del pueblo de Puerto Rico. La Fundación ha impactado a más de 1,000 instituciones y ha contribuido a transformar la vida de miles de puertorriqueños. En el 1996 la Junta de Directores de la Fundación Ángel Ramos instituyó el Premio Tina Hills por Servicio a la Comunidad en reconocimiento a su liderazgo, su labor excepcional y su dedicación a las metas de mejoramiento comunitario. Un gran número de organizaciones sin fines de lucro del país han sido galardonadas con este premio. Siendo el arte una de sus pasiones, y con motivo del 50 Aniversario de la Fundación Ángel Ramos en el 2008, doña Tina donó al Museo de Arte de Puerto Rico una colección de obras de arte de reconocidos pintores puertorriqueños para el disfrute de los visitantes al Museo. La Fundación Ángel Ramos también participó de este acto que fue consignado como la primera donación de esta magnitud que recibía el joven museo puertorriqueño. Doña Tina, aunque italiana de nacimiento, se consideró siempre como una puertorriqueña y dedicó gran parte de su vida a mejorar la calidad de vida de todos los puertorriqueños. A ella Puerto Rico le debe un gran legado. Descanse en Paz nuestra querida Tina. Así lo informaron hoy martes el Sr. Diego Suárez Matienzo, presidente de la Junta de Directores de la FAR; el CPA Roberto Santa María, presidente de la FAR y el Lcdo. Rafael Cortés Dapena, pasado presidente de la Junta de directores de la institución. Diego Suárez MatienzoPresidenteJunta de Directores CPA Roberto Santa María Presidente Lcdo. Rafael Cortés DapenaPasado PresidenteJunta de Directores
Desde recién nacidos, bebés expuestos a entornos de maltrato y negligencia pueden mostrar sus secuelas, pero las posibilidades de sanación son elevadas. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Los puntos de encuentro entre el método montessoriano y las herramientas clave para el manejo del trauma en los niños e infantes ha sido clave en el desarrollo de la escuela. Recién nacidos que no lloran, bebés que no gatean, niños que no hablan, cuando en estos casos se descartan causas neurológicas o de índole física, el diagnóstico apunta en otra dirección: trauma. Cada vez que el instinto de supervivencia enciende las alarmas, nuestro organismo entra en un modo de alerta que puede extenderse por años si se trata de un entorno de maltrato y negligencia consistente. Si eres recién nacido, infante o niño, es muy probable que tu cerebro esté dominado por esa aprehensión, quedando en un segundo plano las funciones que deben desarrollarse de forma natural en las distintas etapas del crecimiento. La razón es simple, no está en la lista de prioridades del cerebro porque más importante es sobrevivir. El trauma no pide autorización para almacenarse en nuestro cuerpo y, la mayoría de las veces, no lo percibimos. En el caso de niños en edad temprana, profesionales adiestrados en trauma no sólo pueden identificar la causa del retraso, mejor aún, pueden sanarlo. En la Escuela Montessori San Cristóbal, que atiende niños del Hogar Cuna San Cristóbal, de la Fundación Hogar Niñito Jesús en Cupey Alto y de la comunidad del Barrio Cañas, donde están ubicados en Caguas, lo han logrado cada vez que propician que el bebé, infante o niño sienta seguridad en su entorno, conecte con alguna cuidadora y, más importante aún, se sienta amado. “Cuando empezamos a educarnos como expertos en trauma observamos que para que haya un déficit de atención o un rezago en coordinación de movimiento, tiene que haber pasado algo más por eso es importante conocer el historial del niño". Ruth Gabriela Melián Directora Escuela Montessori San Cristóbal ¿El trauma es regenerable?, le preguntamos a Ruth Gabriela Melián, directora del Montessori San Cristóbal y su respuesta es inmediata. “Completamente”, dice. “Cuando estudiamos la teoría de educación sensible al trauma hay unos indicadores que se alinean al método o filosofía Montessori. Por ejemplo, para apoyar a niños con trauma lo ideal es que sus rutinas sean siempre consistentes porque esto les permite la oportunidad de que puedan predecir lo que va a pasar. Eso es un consejo de educación sensible al trauma, que todos los días se haga exactamente lo mismo porque así un niño que no está acostumbrado a la consistencia -porque no sabe a qué hora va a comer, a qué hora va a dormir, dónde va a dormir y cuándo le van a dar un golpe-, al llegar a vivir en este tipo de espacio por lo menos cuenta con la seguridad de que la merienda siempre se va a servir a las nueve de la mañana, la disciplina es distinta y no hay golpes”, explica Melián, vinculada a la escuela desde el 2014 y con formación Montessoriana. Otra recomendación que va a tono con los indicadores es “que los niños tengan la oportunidad de escoger”. “Imagina a un niño que lo remueven de su casa. El día en que el Departamento de la Familia llega no le pregunta ‘¿qué juguete te quieres llevar?’, se lo lleva y ya, no puede escoger ni su regalo favorito. La bendición de la filosofía Montessori para sanar el trauma es que el niño puede escoger con qué quiere jugar y con qué quiere trabajar. Esos indicadores para nosotras son fundamentales”, subraya la directora. La integración de la naturaleza al currículo escolar es un componente importante en la experiencia integral de cada niño. El acompañamiento de los adultos es importante. Durante días sensibles como el Día de las Madres o Día de los Padres, así como en tareas escolares que puedan afectarles como el famoso Árbol genealógico de grados preescolares, realizan otras actividades. Por ejemplo, en la escuela Montessori el Día de las Madres se torna en el día especial de la cuidadora preferida del niño, la que le da un beso cada mañana. “El Árbol genealógico no es una práctica apropiada aquí. Hablamos de familias diversas y en elemental ya hablamos de adopción. Celebramos cuando a un nene lo adoptan o lo despedimos cuando se tiene que ir a otro Hogar, pero no está la tarea forzada de decirle ‘así son las familias y te tienes que adaptar a alguna’”, indica. Si te preguntas cómo se las ingenian para celebrar los cumpleaños sin herir sensibilidades, la filosofía Montessori salva la situación con su tarea, Línea de vida. “Los cumpleaños aquí también son diferentes a un espacio tradicional porque si invitas familias a las ceremonias habrá este despliegue de amor y eso hiere tanto al niño del Hogar como al que el papá no puede apoyar por su trabajo. Nosotros aprovechamos la ceremonia de la Línea de la vida Montessori. Tomamos muchas fotos de los niños trabajando en la escuela para que el Hogar tenga -allá les hacen muchísimas también- y la cuidadora favorita del nene viene a la ceremonia. El niño prepara su Línea de la vida aquí, con todas sus fotos, y prepara su bizcochito con sus amiguitos aquí. Cuando llegan los invitados, vienen a ver la presentación de la Línea de la vida y a cantar cumpleaños como si fuera una lección Montessori. Esto lo hacemos para cuidar esos corazones” agrega la directora. ¿QUÉ PODEMOS HACER? Para muchos niños y niñas la llegada tanto al hogar como a la escuela constituye la primera vez en su experiencia de vida en la que se sienten seguros y en un ambiente propicio para su desarrollo. Melián indica que documentarse en torno a la educación en edad temprana es esencial “porque ocurren unos hitos en el desarrollo que son bien importantes” y debemos conocerlos. “La recomendación va dirigida a entrenar al adulto en trauma, que es algo que hacemos con el personal porque, por ejemplo, que un niño no hable no es nada más un indicador de un rezago del habla y el lenguaje, no es simplemente un asunto cognitivo. Quienes educamos sensible al trauma estamos convencidos de que un diagnóstico de rezago en el habla, de déficit de atención e hiperactividad responde a unos procesos que todavía no se están dando de neuroplasticidad, de conexiones neurológicas o de ajustes que van a responder a maltrato o negligencia”, apunta. Desde su primer día en la escuelita, Melián identificó que los bebés que habían llegado al Hogar desde recién nacidos como entregas voluntarias de sus madres exhibían más rezago en habla, en lenguaje y en el área ocupacional. Así comenzaron a hacer conexiones entre la vivencia previa y el grado de desarrollo alcanzado. A cinco años del establecimiento de la Escuela Montessori San Cristóbal, realizaron un estudio con estos hallazgos que presentaron durante una conferencia celebrada en Boston en el 2023. “Cuando empezamos a educarnos como expertos en trauma observamos que para que haya un déficit de atención o un rezago en coordinación de movimiento, tiene que haber pasado algo más por eso es importante conocer el historial del niño. Lo que hemos hecho es que se trabaja tipo terapia o refuerzo, reforzamos a través lecciones, trabajo y estímulos todas esas áreas de oportunidad, esos rezagos; podemos saber cuánto sufrimiento pudo haber pasado un bebé en una entrega voluntaria por lo rígido que se mantienen los músculos de su cuerpo todavía a los dos meses de nacido”, dice Melián aludiendo al despego maternal durante el embarazo. “El apego es fundamental para sobrevivir, te da seguridad”, insiste. Los resultados positivos que han visto desde la apertura de la escuela en el 2014 les convocan a continuar dando a conocer no sólo su metodología, sino el impacto transformador que pueden tener en el desarrollo pleno de un niño desde sus etapas más tempranas de vida. La directora cuenta casos de bebés que llegaban sin siquiera arrastarse y, tras los estímulos correctos, comienzan a gatear. La seguridad, la serenidad y la conexión con una cuidadora tienen como resultado el que disminuyan los niveles de alerta y el cerebro tome como tarea principal su desarrollo. Si mamá está sometida a un ambiente de violencia y abuso troncha las posibilidades de desarrollo de sus hijos ya que “es como si no estuviera presente en sus vidas, no se vincula saludablemente”. La Escuela Montessori San Cristóbal ha fortalecido alianzas con instituciones y profesionales que ayudan a los niños a superar el trauma. “Tenemos bien andamiado el cómo evaluar o referir esas cosas que la escuela no llega a trabajar y cómo se adopta el tratamiento en los hogares. Tenemos excelentes terapistas sensibles al trauma. No vemos a un niño como un participante más para contar que le dimos el servicio, cada niño requiere de un trabajo completamente distinto y nos da una lección porque aquí no hay una receta”. Melián insta a que otros albergues conozcan su labor para que puedan ayudar también a los menores de edad a su cargo. “Soñamos con replicar este modelo, quizás en algún momento desde el simple acompañamiento de Hogares para que tengan Montessori en casa y a mediano o largo plazo saber que en un Hogar en, por ejemplo, Mayagüez, hicieron un Montessori al ladito porque había un edificio y lo convirtieron en escuelita para sus niños. Esa es la meta. ¿No sería maravilloso?”, cuestiona la directora confiada en el poder sanador del amor. Aprende más sobre la labor de la escuela visitando: montessorisancristobal.org. Fotos / Javier del Valle