Luego de más de dos décadas de labor en el método Montessori y en el Instituto Nueva Escuela, asume la dirección ejecutiva de la organización. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La nueva directora ejecutiva del Instituto Nueva Escuela (INE) Jennyffer Otero asume el reto en el marco del aniversario número 15 de la organización. Que más estudiantes y más maestros en Puerto Rico dispongan de lo mejor en el proceso educativo, motiva a Jennyffer Otero a subir a diario la larga escalera que lleva a la sede del Instituto Nueva Escuela (INE) en Río Piedras. “Yo me crie en Juan Domingo (escuela Juan Ponce de León) como profesional, ahí yo aprendí a hacer lo que he hecho por 23 años, ahí yo conozco a Ana María (García Blanco) que es la fundadora junto a la comunidad, la visionaria de esto. Me he criado en esa visión Montessori, es lo que sé hacer”, confiesa Otero y luego agrega, “siempre le digo a Ana María ‘yo estoy aquí porque tú me diste una mirada distinta’”. Otero es un rostro muy conocido en el INE, organización fundada en el 2008, y ha sido colaboradora de García Blanco desde que la seleccionó cuando era una maestra novata para brindarle un taller a padres en la escuela Juan Ponce de León, así que a nadie le ha sorprendido que a partir de verano del 2023 asumiera la dirección ejecutiva de la organización. García se ocupará en adelante del área de transformación. “Como directora ejecutiva soy responsable de acompañar a la organización a cumplir su plan estratégico y de poder seguir construyendo con la mesa, con los líderes y con la comunidad hacia dónde va el INE en los próximos años. En ese momento nos encontramos”, informa Otero quien está al mando de más de 300 empleados entre el equipo y las comunidades escolares. La líder asegura que en el INE “todos corremos muchas bases” ya que valoran que “cada persona tenga contacto directo con el corazón y el alma del proyecto que son las comunidades escolares, vivir con ellas y pertenecer a la academia”. Otero no se ha desvinculado de sus antiguos roles porque asume la jefatura con la mirada de la filosofía Montessori, una de las características del INE. “Como directora ejecutiva todavía doy clases en la academia, acompaño a directores escolares para ayudar a que pongan la administración de la escuela a favor del proyecto, que es lo mismo que yo hago aquí. También sigo teniendo pertinencia en las comunidades escolares, tengo mis días de visita, ofrezco talleres, sobre todo de gobernanza compartida y de traer estructuras a las escuelas que puedan permitir decisiones en consenso”, indica. El quinceañero que vive la organización lo asemejan a la adolescencia y así se definen, como adolescentes que todo lo debaten. "Estamos en un momento histórico como organización cuestionándonos cómo servimos mejor. Hemos estado evaluando nuestros acercamientos con las comunidades, viendo dónde tenemos que poner el enfoque de los esfuerzos”. Jennyffer Otero, Directora ejecutiva INE “Estamos en un momento histórico como organización cuestionándonos cómo servimos mejor. Hemos estado evaluando nuestros acercamientos con las comunidades, viendo dónde tenemos que poner el enfoque de los esfuerzos. Las estructuras están claras y llevamos casi un año con muchas mesas de evaluación y trabajo interno para ver cómo nos acercamos a las escuelas para ayudarlas a construir su sueño”, asevera la directora. Parte del ejercicio de reflexión que impone el aniversario incluye asegurar su futuro. La responsabilidad de Otero es, también, comandar esa búsqueda. “La pregunta desde acá es cómo nos hacemos sostenibles, son preguntas que toda organización sin fines de lucro tiene: ante los retos, cómo hacemos para seguir sirviendo por 15 años más a la comunidad”, declara. LA HUELLA DE ANA MARÍA La directora asegura que habla por sus compañeros cuando describe a la fundadora del INE no solo como la visionaria que ayudó a la comunidad Juan Domingo a lograr su sueño, sino que añade algo más. “Ana es la persona que nos ha enseñado a vivir realmente la metodología de trabajo, la cultura de paz, el amor al prójimo. Yo creo que hay un componente bien importante para el éxito del proyecto que es el amor, si nosotros no miramos el proyecto desde la óptica del amor las cosas serían mucho más difíciles”, afirma Otero. Otero comenzó a trabajar en el INE desde sus orígenes como maestra novata y aspira a trabajar con el equipo de trabajo en proyectos que lleven a la organización a impactar a cada vez más escuelas en el país. Otra huella palpable es el amor a la patria que viven junto a García y la posibilidad real de “hacer de Puerto Rico un lugar mejor”. “Yo creo que nos ha contagiado a todos los que caminamos con ella a hacer la lucha, a levantarnos todos los días y ver la cosa con esperanza. Ana siempre mira con esperanza todo lo que pasa, en 15 años hemos tenido retos enormes, pero como dice nuestra junta de directores, el INE ha sabido agarrarlos y salir mejor. Hemos tenido cierres de escuelas, pérdidas de fondos, pero cada reto que pensamos que iba a ser decisivo nos ha hecho más fuertes, nos ha hecho crear otra estrategia para salir y hemos podido servir a las comunidades”, describe orgullosa. En el 2005 Otero estuvo en la “mesa de soñar” en la que se planteó la posibilidad de crear el INE y pasó a enseñar a otros adultos la filosofía Montessori. En los 15 años del INE ha recorrido distintos roles. De su fuerte, que era la academia, pasó a la administración. “La pregunta nunca fue ‘qué necesitaba Jennyffer o qué quería’, aquí la pregunta siempre fue ‘qué necesitaba el INE en ese momento’ y es la misma pregunta que rige nuestros proyectos en la escuela ‘qué necesita el joven y la niña, qué es lo mejor para el INE como proyecto para su futuro’. Las decisiones del rol que fui ejecutando algunas fueron naturales y otras con el colectivo, pero el rol de Ana y el mío se fue fusionando a lo largo de los años”, explica. Aliados como la Fundación Ángel Ramos y la Fundación Banco Popular de Puerto Rico pusieron sobre la mesa del INE temas de administración y sucesión que fueron manejando con expertos. “Cuando la palabra sucesión apareció en nuestras vidas fue crítica porque no la veíamos, pero se dio bien natural, estábamos inmersas en las reuniones. Ahora la dirección ejecutiva es más sencilla, antes de anunciarlo al mundo ya lo hacíamos aquí”, dice sobre el cambio de roles. Para Otero es momento de retribuir su gran oportunidad de crecimiento en el INE. “Tengo que estar alerta de que todo el mundo encuentre camino tanto profesional como personal, que sientan que este es el proyecto de vida, tal como yo lo he aprendido a hacer”, acaba la directora. Para conocer sobre la labor del INE, visítalos en www.inepr.org. Fotos / Javier del Valle / Suministradas INE
La organización sin fines de lucro que capacita a maestros y promueve el modelo Montessori en las escuelas públicas del país reflexiona en torno a su trayectoria y está preparada para ampliar su alcance en Puerto Rico. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé A lo largo de sus 15 años de trayectoria, el INE ha logrado afiliarse a 58 escuelas públicas en 29 municipios del país. Si con cada secretario que parte del Departamento de Educación (DE) se van sus filosofías educativas e iniciativas mimadas, resulta difícil lograr que un proyecto madure. El Instituto Nueva Escuela (INE) ha probado lo contrario, a lo largo de 15 años de labor ha logrado penetrar el sistema de educación pública del país con su propuesta Montessori a la que se han afiliado 58 escuelas públicas en 29 municipios del archipiélago puertorriqueño. La relación con el DE se ha ido solidificando con trabajo consistente y han debido sortear los estilos gubernamentales hasta convertirlo en un socio; las 58 escuelas Montessori pertenecen al DE y el INE se considera un brazo de su Secretaría Auxiliar de Educación Montessori al servicio de la educación pública. “Poder celebrar los 15 años del INE como organización dentro del sistema público de enseñanza representa el poder que tiene cuando una comunidad se une y pone a los niños y a los jóvenes primero y decide ‘todo lo que vamos a hacer aquí tiene que ser a favor y en bien del niño y el joven’”, explica Jennyffer Otero, directora ejecutiva del INE desde el 2023, aunque empleada desde sus comienzos. Desde su fundación, el INE ha certificado a más de 800 guías, asistentes y directores escolares en el modelo Montessori que atienden a la niñez desde la infancia hasta el nivel secundario. Nada ha sido impuesto. La líder de la organización ganadora del Premio Tina Hills en el 2017 afirma que arribar a los 15 años ratifica el poder de la gobernanza que rige la relación del INE con las comunidades. El gran experimento educativo y social fue la escuela Juan Ponce de León en la comunidad Juan Domingo en Guaynabo, la primera que adoptó en los 90 la corriente Montessori y los estilos que hoy se replican en otros planteles del país. “Esa escuela enseñó toda la metodología que vamos multiplicando en esas 58. En Juan Domingo aprendimos todo, a buscar una alternativa educativa que no fuera lo tradicional; porque no es que no funcione es que sabemos que hay otra manera de educar. Luego cambiar radicalmente a que ahora esa directora toma las decisiones con la comunidad y las familias entran a la decisión, así establecimos y aprendimos la gobernanza compartida que es la metodología que establece este proyecto y lo que lo hace diferente”, resalta Otero. “Y luego de eso, el Montessori como vehículo y la integración real de la familia. Los padres y las madres siempre han estado insertados en la escuela, pero que tengan participación y construyan el sueño de la escuela con la facultad es radicalmente opuesto a lo que conocemos. Esas son las grandes fortalezas y el llamado triángulo de la transformación escolar, que hemos aprendido a llamarlo así, después de un aprendizaje de 15 años. Los 15 años significan un entendimiento completo de cómo un sistema de educación puede ser transformado desde la base, desde sus comunidades y desde la integración de las familias en el sueño de las escuelas”, subraya Otero. TRIÁNGULO PARA EL FUTURO “La integración de las familias es lo más bonito y es lo que las comunidades escolares debemos abrazar más, para mí es una situación de ganar y ganar". Jennyffer Otero, Directora ejecutiva del INE Familias, gobernanza compartida y filosofía Montessori son las tres puntas de ese triángulo de la transformación escolar del INE que no es estático, de ahí que se adapte, fortalezca y mantenga vigencia con el paso del tiempo. Todas las determinaciones que se toman en la sede del INE en Río Piedras están basadas en lo que dicen las comunidades escolares. “Ese triángulo habla de muchas maneras, evalúa sus necesidades, su proceso, se mueve, intercala, comienza y se ajusta a las necesidades de la comunidad”, expone. Mediante talleres comunitarios se trabaja la gobernanza compartida para que el nuevo estilo de trabajo se asiente, quizás enfrentando años de patrones diferentes. De ahí que luego, por ejemplo, un abuelo pueda acercarse al director a proponer una actividad escolar y será escuchado. Después del trabajo colectivo en el que comprenden que todos son responsables del éxito el proyecto, entra en la ecuación el método Montessori que lleva más de 100 años y se originó en Europa. Familia, gobernanza compartida y filosofía Montessori son las tres puntas del triángulo de la transformación escolar sobre el cual se basa la organización. En el 2009 el INE recibió su primera acreditación para ofrecer cursos y certificaciones, los respalda la Montessori Acreditation Council Teacher Education (MACTE). En Puerto Rico son los únicos que capacitan maestros en esta filosofía educativa y la certificación es rigurosa. Es presencial y la filosofía “se enseña a través de un modelaje, de un tono en el ambiente”. Hasta hoy han certificado más de 800 guías, asistentes y directores escolares para atender desde infantes hasta nivel secundario. “La integración de las familias es lo más bonito y es lo que las comunidades escolares debemos abrazar más, para mí es una situación de ganar y ganar. Un papá que está involucrado en la educación de sus hijos y también aprende nuevas estrategias va a su casa y trata de recrear algunas prácticas, otros métodos de crianza. Si hacemos eso estamos aportando al aprovechamiento académico, pero también a una mejor crianza y sociedad”, declara Otero. Han sabido “bailar con el tiempo y con los retos”, describe la directora al recordar la pandemia. El INE siguió su plan de trabajo educativo con los estudiantes a través de las Cajitas viajeras y los maestros que se preparaban en la filosofía Montessori continuaron su aprendizaje. EL INE ABOGA El diálogo abierto y los espacios comunitarios de formación y participación de la familia, maestros y estudiantes son esenciales en la estructura escolar. Además de acompañar y certificar al maestro, el INE se ha insertado en la política pública del país; lograron que los maestros de infantes y andarines entren al sistema de educación pública, lo que antes ocurría de kínder en adelante. “Eso es un logro, claro, ahí está la Secretaría. Buscamos que cada niño, niña y joven tenga los mejores maestros, los más comprometidos, los que quieren hacer el cambio y lo hacemos con reclutamiento especial. Ahí ves como todas las piezas se piensan desde la comunidad y se defienden con la comunidad, pero todas son importantes para caminar hacia la transformación escolar. Vamos de camino con la secretaría. Ya llevamos dos acuerdos vigentes, somos el único instituto para atender y servir a las escuelas públicas Montessori”, subraya otro apoyo del DE. La organización fue ganadora del Premio Tina Hills en el 2017. Durante los primeros años del INE, las familias tocaban a su puerta. ¿Sabes cómo el INE llegó a Vieques? Luego de que unos abuelos preocupados por la educación de su nieto en la isla-municipio pidieran ayuda al INE, la organización tomó el ferry, visitó la escuela y empezó la historia. Sus tres escuelas públicas están en el proyecto Montessori desde hace diez años. “El INE está para servir y acompañar en cada proceso, sea rápido, sea más lento”, dice Otero y menciona, en contraste, la agilidad de las escuelas en Coamo al insertarse en la corriente Montessori y lo atribuye al respaldo del alcalde, entre otros factores. El método Montessori une a las comunidades escolares, pero no limita su movimiento, sus intereses y gestiones. “Son quince años de 58 historias distintas, pero 58 historias maravillosas”, culmina Otero. Para conocer sobre la labor del INE, visítalos en www.inepr.org. Fotos / Javier del Valle / Suministradas INE MOMENTOS CLAVES PARA EL INE Década del 90 - escuela Juan Ponce de León en Guaynabo escoge el método Montessori 2005- maestros tenían que capacitarse en la filosofía Montessori en México o en Estados Unidos. Primera facultad de escuela Juan Ponce de León se certifica en Estados Unidos. Surge la inquietud de tener un instituto formativo montessoriano en Puerto Rico. 2005 – la Fundación Ángel Ramos y la Universidad del Sagrado Corazón se unen para traer a Puerto Rico profesores del Centro de Preparación Montessori de Nueva York que certificaron maestros. 35 maestros se prepararon y comenzaron las “escuelas hermanas” a la Juan Ponce de León que comienzan a implantar el método. 2012 - en alianza con el Departamento de Educación se logra la primera Carta Circular del Departamento de Educación que incluye a la credencial Montessori dentro de las regulaciones de la agencia. 2014- el Departamento de Educación crea la Secretaría Auxiliar de Educación Montessori que tiene injerencia en las comunidades Montessori públicas del país. 2015 Casa Blanca reconoce al INE como un “Bright Spot” para la educación hispana. Ese año también desarrollaron el programa de Escuelas para la Paz. 2018- bajo el Círculo de Familias Montessori, familias y comunidades abogan por la protección del proyecto ante vaivenes políticos. El gobernador Ricardo Rosselló firma la ley 277 con el fin de hacer accesible y desarrollar las escuelas públicas Montessori en el Departamento de Educación. Fuente: INE
Árboles y arbustos sembrados en lugares claves en zonas urbanas y rurales ayudan a mitigar el cambio climático en nuestro país, asegura Para la Naturaleza Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Los árboles frutales son algunos de los más solicitados por las comunidades. Estos datos merecen tu atención: un árbol maduro absorbe entre 120 y 240 libras al año de partículas pequeñas y gases como el CO2, puede producir hasta 40 litros de oxígeno diario -equivalente al consumo de dos personas-, y puede disminuir hasta en un 6% los niveles de smog o contaminación de aire en las urbes. La información fue suministrada en la charla Viveros: solo el comienzo para mitigar el cambio climático, ofrecida por Ahmed Pérez Lugo, superintendente de la Unidad de Reforestación de la organización sin fines de lucro, Para la Naturaleza, y parece poner en nuestras manos algunas acciones para reforestar la isla y aprovechar sus beneficios. Pero ¡calma! Sembrar sin considerar factores como la especie, el lugar adecuado y el mantenimiento del árbol pueden resultar contraproducentes. Para la Naturaleza cuenta con cinco viveros para entrega de árboles: Jardín Botánico Norte en Río Piedras, Hacienda La Esperanza en Manatí, las Cabezas de San Juan en Fajardo, Caño San Cristóbal en Barranquitas y Hacienda Buena Vista en Ponce. “Un programa de reforestación no puede ser de una organización, de una compañía o un departamento, tiene que ser algo social. Si Puerto Rico tiene 2.5 millones de habitantes, ponle que la mitad son adultos, y conscientemente sembramos un árbol de la forma correcta, estamos hablando de 1 millón de árboles nuevos”, explica Pérez luego de la conferencia que contó en su apertura con el presidente de PLN, Fernando Lloveras, quien repasó la historia del proyecto de reforestación. Comenzó en el 1989, luego del paso del huracán Hugo que provocó una masiva deforestación en la zona este y noreste del país. Después el ciclón María del 2017 derribó 31 millones de árboles alrededor de la isla y sus archipiélagos. En este momento, el proyecto de reforestación está llegando a 150 mil árboles anualmente en viveros, con más de 300 especies nativas endémicas en Puerto Rico. “El impacto fue mucho mayor”, afirmó Lloveras, “eso nos dio base como institución de duplicar el proyecto de reforestación que en este momento está llegando a 150 mil árboles anualmente en viveros, con más de 300 especies nativas endémicas en Puerto Rico. Lo que está trayendo es la capacidad de regenerar la biodiversidad en Puerto Rico, esa genética de la flora puertorriqueña, de regenerar los ecosistemas para que la fauna pueda recuperarse y tener unas islas saludables”. Pérez indicó a Oenegé que en el 2018 se formalizó el proyecto como una unidad permanente de reforestación para asegurar los esfuerzos. Los cinco viveros de PLN son la punta de lanza de la iniciativa: Jardín Botánico Norte en Río Piedras, Hacienda La Esperanza en Manatí, las Cabezas de San Juan en Fajardo, Caño San Cristóbal en Barranquitas y Hacienda Buena Vista en Ponce. “Este no es un programa más, nos enfocamos también en el cuidado del árbol, en el mantenimiento, en darle las mejores cosas posibles para que crezcan. Es un trabajo bien pensado, no es siembra el árbol y vete”, indica Pérez. MANOS A LA TIERRA El especialista subraya que tener en cuenta el crecimiento del árbol es lo principal. “Al considerar el tamaño del árbol piensas en el tendido eléctrico, en las estructuras a los alrededores, en los tipos de raíces, si crecen hacia abajo o hacia los lados. También es importante considerar si es el área donde se sembrará es alta o baja costera; hemos visto cómo la gente está interesada en árboles frutales, que típicamente son de menor tamaño, en las zonas urbanas”, dice. Aunque continúan las entregas por servicarro que impuso la pandemia, el público puede visitar su vivero más cercano en cualquier momento y adquirir un arbolito a bajo costo, donativo que aporta a los esfuerzos de reforestación de la organización. PLN se enfoca en árboles nativos ya que toleran mejor el clima y las inclemencias del tiempo. “Las comunidades nos piden muchos árboles frutales y hemos empezado a trabajar algunas especies resilientes para que, en caso de emergencia, las personas tengan sus huertos y árboles frutales”. El programa de reforestación no se concentra únicamente en la siembra del árbol, sino que educa acerca de su crecimiento y desarrollo. Las entregas de árboles en formato servicarro que iniciaron en la pandemia para mantener el vínculo con el público, cada año son más concurridas porque permiten que “cada persona ponga su grano de arena en el plan de reforestación”. Sin embargo, en cualquier momento puedes visitar los viveros antes mencionados donde podrás comprar un arbolito a bajo costo, donativo que aporta a los esfuerzos de reforestación de la organización. “En los viveros hacemos el trabajo desde cero; buscamos las semillas de los árboles, se procesan y eso incluye desde quitarle la cáscara, ponerla en un balde con agua o al sol. Después esa semilla va a las camas de germinación y ahí nace la plántula. Cuando empieza a crecer y tiene sus primeras dos hojas reales se trasplantan”, expresa. Un vivero replica los ciclos de vida en el bosque para que los nuevos árboles “crezcan y se peguen”; de ahí que primero estén en la sombra y luego pasan al sol, el área de endurecimiento. “Los vamos acoplando para que estén listos cuando se siembren en su lugar final”, asegura Pérez. Después del huracán María creció también la percepción del árbol destructor. “Mucha gente vio los árboles como una amenaza luego de que familias perdieran sus edificaciones porque se cayeron e hicieron daño. Sin embargo, los árboles son la primera barrera de protección ante vientos huracanados y sirvieron de barrera para protegernos. Fue un momento triste porque árboles sanos fueron cortados por miedo”. “Ahí entramos en una campaña de educación porque el árbol no es malo, él crece donde tú lo siembras. Tenemos que escoger bien el árbol porque, por ejemplo, no puedes sembrar una ceiba a 20 pies de tu hogar, ni las famosas caobas en urbanizaciones que levantan los encintados. Como seres humanos visualizamos el marco de vida del árbol con nosotros, pero ese árbol no muere contigo, se queda y dura cientos de años”, finaliza Pérez. Justo porque nos sobreviven debemos protegerlos. AL SEMBRAR -Considera la especie de árbol correcta y afín al espacio disponible. -Los arbustos, que crecen entre 10 y 15 pies de alto, pueden ser una alternativa si no dispones de un espacio amplio. Algunos son el icaco, un árbol nativo que aguanta sequía, y el roble nativo, que es pequeño y manejable. -La poda del árbol y su mantenimiento son vitales, especialmente en zonas urbanas. Recuerda que las raíces crecen proporcionales a su copa. Al podar un árbol crece saludable y con ramas controlables. Fuente: Ahmed Pérez Lugo, Para la Naturaleza
El programa Inversión 360°, cuyo primer ciclo ya abrió su convocatoria, tiene como foco impulsar la movilidad social junto a organizaciones sin fines de lucro del país. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Keila López Cuevas, Gerente de Inversión 360°, nuevo programa que consolida en un solo esfuerzo, al Programa de Donativos y la Iniciativa de Desarrollo Organizacional. El proceso filantrópico de la Fundación Ángel Ramos (FAR) adopta un nuevo modelo de gestión, Inversión 360°, que persigue impulsar la movilidad social en el país a través de la labor de organizaciones sin fines de lucro. Su primer ciclo de convocatoria para fondos abrió el pasado 1 de febrero y cerrará el próximo 29 de febrero, a las 5:00 p.m. Por movilidad social, FAR se refiere a la capacidad de mejorar la condición social y económica de niños, jóvenes y sus familias, especialmente, aquellos que viven en situaciones de vulnerabilidad. Los grupos que se impactarán son niñez, juventud, familia y comunidad. La niñez en edad temprana se mantiene como el foco de atención principal, pues es la etapa formativa base para alcanzar la movilidad social. Para viabilizar el nuevo modelo de gestión filantrópica se establecieron 10 indicadores de movilidad social con los que te puedes relacionar al visitar la “Guía de Inversión 360° para organizaciones sin fines de lucro” que accedes en nuestra página (www.fundacionangelramos.org) así como en la plataforma Fluxx. Los indicadores ofrecen a las organizaciones una mirada específica acerca de los focos de inversión de FAR que, a tono con las necesidades del país, se han ido definiendo aún más en los últimos años. “En este nuevo modelo de gestión filantrópica hemos unido lo que fue el Programa de Donativos y la Iniciativa de Desarrollo Organizacional para crear el programa Inversión 360° que ve a las organizaciones sin fines de lucro como aliadas en la nueva misión de propiciar la movilidad social que acogió la Fundación Ángel Ramos. Las organizaciones serán apoyadas en la labor y en los servicios que ofrecen a sus participantes, pero Inversión 360° también invertirá en fortalecer sus necesidades administrativas con miras a potenciar su desarrollo”, explicó Keila López Cuevas, gerente del Programa Inversión 360° de FAR. La implementación de Inversión 360° se realizará de forma escalonada. El peso principal de la solicitud 2024 descansará en los nuevos indicadores de movilidad social. “Ahora el peso principal de la solicitud descansará en los indicadores de movilidad social que estableció FAR. La convocatoria para este primer ciclo solo está abierta para organizaciones donatarias de la Fundación Ángel Ramos. Las invitamos a reflexionar en torno a cómo ellas, dentro de sus programas y servicios, logran la movilidad social en sus participantes, y a estudiar los nuevos indicadores para que seleccionen los que mejor describen su oferta”, exhorta López Cuevas. Para familiarizarte mejor con los 10 indicadores, te recomendamos que visites la página de FAR o su canal de YouTube, (FAR PR), donde encontrarás un vídeo en el que la doctora Myrna Rivas, de Énfasis, explica el concepto de movilidad social y los mecanismos para alcanzarla. “El programa Inversión 360° está en evolución. Nos ayuda a trabajar como Fundación con organizaciones sin fines de lucro alineadas a esta misión en una misma visión y propósito, y a recopilar los datos necesarios que nos ayuden a documentar su impacto. Pero también este modelo va a acercar más a la Fundación con las organizaciones aliadas, ya que nos permitirá conocer más en detalle sus programas y servicios vinculados a la movilidad social”, subraya López. ¿Tienes dudas? Para más información visita www.fundacionangelramos.org. RECUERDA QUE: Inversión 360° es el nuevo modelo de gestión filantrópica de la Fundación Ángel Ramos y cuyo norte es impulsarla movilidad social en Puerto Rico. El programa Inversión 360° representa la unión del Programa de Donativos y la Iniciativa de Desarrollo Organizacional de FAR. El peso principal de la solicitud 2024 descansará en los nuevos indicadores de movilidad social. Ofrecemos a la organización la oportunidad de solicitar para el área de desarrollo organizacional, así como para programas o servicios. La convocatoria se extiende sólo a organizaciones donatarias, es decir, que hayan sido recipientes de donativos por parte de la Fundación. Esta primera convocatoria cierra el 29 de febrero a las 5:00 p.m.
Universitarios, mentores y organizaciones sin fines de lucro se nutren durante los internados que propicia Asesores Financieros Comunitarios (AFC) a través de su programa Asesores Financieros Universitarios (AFU). Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Aida Rivera, directora ejecutiva de Asesores Financieros Comunitarios, comparte con algunos mentores del programa Asesores Financieros Universitarios. Foto / Suministrada No fue hasta que el programa Asesores Financieros Universitarios (AFU) viabilizó sus prácticas supervisadas en organizaciones sin fines de lucro, que un grupo de estudiantes universitarios cobró conciencia de que el tercer sector existía. Establecido en el 2014, el programa de la organización Asesores Financieros Comunitarios (AFC) ha conectado más de 130 estudiantes universitarios con organizaciones sin fines de lucro alrededor del archipiélago boricua, quienes realizan labores administrativas y de contabilidad. “Asesores Financieros Universitarios me dio esta visión de ver más allá de una organización con fines lucro, yo no sabía lo que componía una sin fines de lucro, no sabía cuál era su estructura de trabajo, cuáles eran sus valores, así que AFU me introduce al tercer sector que desconocía y no sabía el impacto que causaba. Mi ignorancia me decía que era gente voluntaria haciendo el bien moral a la gente y no, son instituciones serias, con salarios establecidos, beneficios y cualquier persona puede hacer una carrera digna dentro de una sin fines de lucro, llevando un componente social más positivo”. Durante la actividad "Enlace", estudiantes conocen a sus mentores y representantes de las organizaciones sin fines de lucro con la que trabajarán a lo largo del semestre. Foto / Suministrada A sus 29 años, así piensa ahora Andrés Otero Montijo, contratista de la agencia federal General Services Administration, quien entre agosto de 2016 y mayo de 2017 realizó una pasantía en la Fundación Banco Popular bajo la mentoría de Agdi Merced para AFU. En ese entonces estudiaba Administración de Empresas con concentración en Finanzas, en la Universidad de Puerto Rico en Bayamón. “No traía nada, fui a aprender, a absorberlo todo y a aplicarlo en el futuro; eso fue lo que me dio la experiencia de la práctica”, recuerda Otero el periodo en que trabajó manuales de procesos y la contabilidad del entonces nuevo proyecto Casa de Niños Popular, una escuela Montessori para empleados del Banco Popular, “después me llamaron de Fundación Banco Popular para seguir con ellos como contratista, así que pude darle un poco más de continuidad al trabajo”. Otero siguió desarrollándose profesionalmente, pero mantuvo su vínculo con el tercer sector brindando apoyo a Fundación Música y País, así como al Centro de Fortalecimiento Familiar de ESCAPE. “Siempre trato de dar mi granito de arena con AFU, es una forma de agradecer lo que hicieron por mí, reconozco que la práctica fue una muy buena oportunidad que me abrió muchas puertas”, asegura Otero. Gabriel Agront Solano, egresado de AFU, aspira a ser mentor del programa que aprovechó como universitario. Foto / Suministrada Gabriel Agront Solano, de 24 años, se graduó de Contabilidad y Finanzas en el 2022 de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla y participó del internado de AFU en el 2020; estuvo dos semestres apoyando a Mayagüez Children Library durante la pandemia por COVID-19. “Aunque la biblioteca no estaba totalmente abierta al público, había trabajo para hacer los libros, tuve que reconciliar cuentas y armonizar el bookkeeping, allí no había una persona en el área de contabilidad. Fue muy gratificante, mi primera experiencia en el área de contabilidad. En la industria de la contabilidad hay muchos cambios y en el tercer sector la contabilidad es distinta a lo que viene siendo de lucros; siempre se aprende y yo estoy dispuesto a seguir haciéndolo”, señala Agront quien desea fungir como mentor. “Ese internado siempre lo he recomendado a los estudiantes que he conocido, me parece una excelente oportunidad para aprender, particularmente porque es una contabilidad de la que no se habla mucho; estás ayudando a la comunidad, estás participando en el crecimiento de una organización. El tercer sector es gratificante y me ha motivado a participar de nuevo en el programa de AFU tal vez como mentor, luego de haber culminado mi reválida de CPA”, afirma el joven que labora como asociado de impuestos para una firma en Aguadilla. CRFECIENDO JUNTOS "La meta es apoyar a las organizaciones sin fines de lucro en temas relacionados a contabilidad, cumplimiento, y poder acercar a los estudiantes al sector sin fines de lucro para que lo vean como una oportunidad de empleo, de voluntariado". Aida Rivera, directora ejecutiva de Asesores Financieros Comunitarios AFU recluta estudiantes, mentores y organizaciones no gubernamentales. Utilizando un examen como guía, selecciona estudiantes de segundo año en adelante provenientes de todo el Sistema de la Universidad de Puerto Rico, así como de las universidades privadas para aprovechar sus pasantías. Además del trabajo en la organización sin fines de lucro a la que se le asigna, el alumno recibe a lo largo del semestre el acompañamiento de un mentor, capacitaciones de desarrollo profesional y personal y becas para repasos de la reválida del CPA. Se le otorga, además, un estipendio de $500 por semestre. “La meta es apoyar a las organizaciones sin fines de lucro en temas relacionados a contabilidad, cumplimiento, y poder acercar a los estudiantes al sector sin fines de lucro para que lo vean como una oportunidad de empleo, de voluntariado. Que conozcan que es un sector en crecimiento y que al mismo tiempo conozcan de la especificidad que tiene, por ejemplo, la contabilidad para sin fines de lucro que es muy distinta a la contabilidad con fines de lucro”, comparte los objetivos del programa la directora ejecutiva de Asesores Financieros Comunitarios, Aida Rivera. Andrés Otero Montijo asegura que la experiencia en AFU le abrió puertas al tercer sector. Foto / Suministrada El donativo en especie es una de las particularidades de la contabilidad en el tercer sector que aprenden a manejar los estudiantes; por ejemplo, un servicio o una caja de agua donada que no tiene que pagar la organización sin fines de lucro requiere de un registro distinto. “Otra particularidad es la contabilidad por fondos, el tema del cumplimiento. Cuando a ti aprueban un fondo viene un cumplimiento y los estudiantes han creado manuales de contabilidad de recursos humanos, han desarrollado por completo la contabilidad de una entidad, han puesto al día la contabilidad con el bookkeeping, han ayudado en el cumplimiento de propuestas en los cálculos de enfermedad y vacaciones de los empleados; ese trabajo es una mano adicional en las organizaciones”, añade Rivera. Para participar en AFU, llama al 787-455-9133 y comunícate con Josavelle Ramos, coordinadora de Asesores Financieros Universitarios. Fotos / Suministradas