Diego Suárez Matienzo, Presidente Junta de Directores Fundación Ángel Ramos. Como presidente de la Junta de Directores de la Fundación Ángel Ramos y, en nombre de los integrantes que la componen, me dirijo a ustedes lleno de gratitud para honrar y recordar a nuestra querida Doña Tina, quien descansa en la paz de Dios desde el martes, 23 de septiembre. Ahora su espíritu vive en cada uno de nosotros, quienes la conocimos, quienes fuimos sus amigos y, también, su familia; quienes compartimos y emulamos su genuino deseo de servir. Doña Tina vive en todos a quienes su inmenso amor alcanzó mediante la gestión filantrópica que ha realizado la Fundación Ángel Ramos desde sus orígenes a finales de los años 50. Y, sin duda, su amor trascenderá a las cientos de vidas que la fundación continuará impactando a través de su misión. Su vida fue testimonio de amor a los niños, a los jóvenes, a las comunidades, a las familias, al país. Su vida fue testimonio de amor por la humanidad. En cada acción impulsó cambios, creó oportunidades y contribuyó a mejorar las condiciones de vida de miles de ciudadanos en nuestro país. Que su entrega, su sentido de justicia, su firmeza y, también, su nobleza, nos acompañe y se multiplique. Doña Tina, gracias por permitirnos compartir el camino contigo. Gracias por guiar nuestros pasos en la Fundación y por los valores que nos inculcaste. Pedimos a Dios y a la Virgen María que le conceda el descanso eterno y, que a nosotros, nos llene de fortaleza y sabiduría para continuar su obra con la misma fe y determinación que ella lo hizo. Doña Tina, tu legado nos inspirará siempre a servir con convicción y humildad.Diego Suárez MatienzoPresidente Junta de Directores Fundación Ángel Ramos
Argentina Hills y Ángel Ramos. Doña Tina nació en Pola, Italia. Fue la primera de cinco hijos entre Vicente y Argentina Schifano. Sus hermanos son: Alda, Vincent, Adriana y Annamaría.A los 14 años, la joven Argentina emigró a Estados Unidos junto a su familia y se establecieron en la ciudad de Nueva York. Su llegada y residencia en Puerto Rico ocurre en 1950 luego de unirse en matrimonio con Don Ángel Ramos, quien era dueño de un amplio conglomerado de medios: el periódico El Mundo, diario con mayor circulación por varias décadas; WKAQ AM/FM, primera radioemisora puertorriqueña; y Telemundo, primera estación televisiva en la isla.Doña Tina compartió con Don Ángel diversas funciones en las empresas mediáticas. Con la aspiración de mejorar la calidad de vida de los puertorriqueños, dos años antes de fallecer Ángel Ramos estableció en 1958 la Fundación Ángel Ramos y Tina fue designada como su primera presidenta. Las empresas, la Fundación y su amado Puerto Rico se convirtieron en su gran familia extendida.En 1963, Doña Tina contrajo matrimonio con Lee Hills (1906 -2000), reconocido editor estadounidense ganador del premio Pulitzer y quien posteriormente asumió el cargo de Presidente de la Junta de Directores y principal oficial administrativo de Knight-Ridder, una de las empresas más importantes en el sector de las comunicaciones de los Estados Unidos. Comprometido con la labor social y el amor de Tina por las comunidades puertorriqueñas, el Sr. Hills fungió por varios años como asesor en la Fundación Ángel Ramos. También, presidió la Junta de Síndicos de la Knight Foundation, una de las principales entidades filantrópicas en Estados Unidos.Durante este período, Doña Tina dividía su tiempo entre Puerto Rico y la nación norteamericana, mientras continuaba su carrera empresarial y colaboraba activamente en organizaciones filantrópicas, cívicas y culturales en la isla y el continente americano. “A Tina la conocí cuando yo tenía 14 años porque mi papá trabajaba con don Ángel Ramos en la radio. En verano ella traía a sus hermanas menores -Dodi y Nani- a Puerto Rico y yo compartía con ellas; mi papá hasta nos llevaba a la playa de Luquillo. Pasó el tiempo, me casé y tuve tres hijos. Un día me presenté en el periódico El Mundo a solicitar trabajo, no le había dicho nada a mi papá y me cuestionó: “¿Qué tú haces aquí?”. Yo por poco me muero porque pensé que no me dejarían trabajar allí, pero me reclutaron en la Oficina de personal. Después fui secretaria ejecutiva, oficial de reclutamiento y asistente del director Relaciones industriales y personal. Yo era feliz, me encantaba lo que hacía. La cosa se puso difícil con la huelga del periódico y me moví a buscar otro trabajo. Había una posibilidad de laborar en El Vocero y Tina se enteró. “Tú no vas para ningún sitio, te quedas conmigo”, me dijo. Yo lloré, la abracé, la besé y le dije, “Gracias”, porque fue un respiro, ese gesto suyo fue una cosa tan linda, ese amor que toda la vida recibí de ella. Nunca olvidé ese abrazo ni esas palabras. Empecé a trabajar con ella en la Fundación Ángel Ramos como oficial de programas después de tomar un adiestramiento en la Fundación del Miami Herald. También era secretaria de la Junta de Directores. Fueron más de 50 años de labor juntas y aún retiradas seguíamos en comunicación semanal, además, yo viajaba a verla a Miami o la acompañaba cuando venía a Puerto Rico. Mis hijos y mis nietos crecieron queriéndola como una integrante más de nuestra familia. A Tina siempre le gustó estar aquí, su amor por esta isla era único, la encontraba hermosa. Amaba la Fundación y los cambios que podía hacer a través de ella. Tenía un carácter fuerte, iba directo al punto, pero no ofendía. Era cariñosa, humilde y estaba bien pendiente de las necesidades de la gente de Puerto Rico. Me gustaría que la recordaran como una mujer ejemplar que quiso a Puerto Rico con todo su corazón y estoy segura de que desde el cielo nos va a estar protegiendo, nunca nos va a olvidar y yo a ella tampoco porque Tina era mi hermana”. Rosa LamasFundación Ángel Ramos
Decía Doña Tina que es importante compartir lo que Dios nos ha dado con quienes más lo necesitan. Así lo hizo a través de la Fundación Ángel Ramos desde su presidencia (1958-2008) y como miembro de su Junta de Directores hasta el 2025.Bajo su liderato, la Fundación se convirtió en la principal institución filantrópica en Puerto Rico. En más de 65 años de historia, la institución ha invertido sobre $130 millones en más de 1,000 organizaciones sin fines de lucro.A esto se suma una especial donación personal que otorgó Doña Tina al Museo de Arte de Puerto Rico: una valiosa colección de 16 prestigiosas obras de artistas puertorriqueños que recogen parte de la historia de las artes plásticas del país durante el siglo XX. Conjuntamente, la Fundación donó al Museo otras 15 obras, también de artistas puertorriqueños. Esta colección es una de las más importantes de la institución situada en Santurce. Su labor filantrópica no se limitó a Puerto Rico. Fue nombrada “ Mujer del año” en Detroit, donde trabajó activamente en United Way, organización que ofrece liderazgo y apoyo a una red de casi 1,800 entidades de base comunitaria en 45 países y territorios, museos de arte y otras instituciones culturales. En Miami presidió el Council of Arts & Sciences y el Comité de Reconstrucción de Bayfront Park, en el cual designaron una zona especial en 1996 como “Tina Hills Pavilion”. “Es muy difícil separar la persona de Tina de la filántropa, su espíritu filantropico emanó siempre de sus valores. Tina dirigió con éxito la Fundación Ángel Ramos después de la muerte del empresario porque, por encima de cualquier otro atributo, ¡fue una mujer de fe! Ella era una cristiana de verdad, no en el sentido piadoso, sino en el práctico. Tina vivió convencida de dos cosas: que todos somos iguales ante el Padre y que a quien Dios le da más, tiene el deber de ayudar al que tiene menos. Con esa filosofía de telón de fondo, sabía que la educación en todas sus dimensiones es el factor determinante como agente de cambio. Son muchas las instituciones educativas que a través de estos 65 años se han beneficiado de esa convicción que ha transformado la vida de tantos. Así mismo Tina- como buena italiana- y con esa misma pasión, defendió el arte como instrumento de crecimiento. De ahí su respaldo inequívoco a los museos puertorriqueños y a tantas organizaciones que impulsan la apreciación musical. De carácter firme y corazón inmenso, Tina deja a los puertorriqueños un legado de compasión y generosidad. Ojalá las generaciones más jóvenes descubran en ella un ejemplo de cómo servir mejor a la patria”. Marisara Pont MarcheseIntegrante Junta de DirectoresFundación Ángel Ramos
A muy temprana edad, Argentina comenzó a trabajar en Buitoni en la ciudad de Nueva York, compañía que luego formó parte de Perugina, una prestigiosa empresa italiana de confección de chocolates. En poco tiempo, Tina ocupó una posición ejecutiva. Actualmente Perugina es parte de Nestlé.En 1960 se convirtió en presidenta de las empresas de Ángel Ramos (1902-1960) el periódico El Mundo, WKAQ AM/FM y Telemundo. Bajo su liderato estas lograron expandirse y ser pilares en el campo de las comunicaciones en Puerto Rico. Durante su presidencia, Doña Tina fue defensora de la libertad de expresión y del periodismo tanto en Puerto Rico como en América Latina. Su labor en los medios de comunicación y sus esfuerzos en promover la unidad entre las naciones fueron reconocidos por la Universidad de Columbia en Nueva York al otorgarle en 1968 el Premio María Moors Cabot, el más antiguo y prestigioso reconocimiento al periodismo internacional. Doña Tina fue la primera mujer electa a la presidencia (1977-1978) de la Sociedad Interamericana de Prensa, organización dedicada a defender la libertad de expresión y de prensa en las Américas. A nivel estadounidense, fue directora y también primera presidenta del Comité de Comunicaciones Internacionales de la Sociedad Americana de Editores de Periódicos, así como directora de la Sociedad de las Américas. También, integró la Junta de Directores del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, de la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico, de la Universidad de Detroit; de Barry University en Miami, de la Federación Americana de Arte en Nueva York, de la Fundación Comunitaria Católica de la Florida y del Museo de Arte de Miami. “A lo largo de su carrera profesional Doña Tina se enfrentó a numerosos obstáculos, retos y situaciones complejas, demostrando una capacidad de resiliencia y liderazgo excepcionales. Sin embargo, podríamos decir que el mayor desafío de su trayectoria profesional se presentó en el año 1960, cuando a los pocos días de la inesperada muerte de Don Ángel Ramos, tuvo que asumir la presidencia de las Empresas El Mundo. En ese momento las Empresas El Mundo representaban el conglomerado más importante e influyente en el campo de las comunicaciones en Puerto Rico, integrando medios como el periódico, El Mundo; el canal de televisión, Telemundo; y la cadena Radio El Mundo. Tomar las riendas de estas empresas suponía convertirse en la máxima ejecutiva de organizaciones de gran envergadura, operando en sectores altamente dinámicos, competitivos y siempre expuestos a la presión pública. El panorama anterior se complica siendo ella mujer en una sociedad dominada por hombres. Más allá de los desafíos operativos y administrativos, Doña Tina tuvo que afrontar la difícil tarea de siempre garantizar la imparcialidad y la veracidad en los tres medios de comunicación. En una época en que las Empresas El Mundo ejercían un papel crucial en la formación de la opinión pública en nuestro País, la responsabilidad de mantener la ética periodística y salvaguardar la independencia informativa recaía sobre sus hombros. No fueron pocas las ocasiones en que Doña Tina tuvo que defender estos principios frente a la presión de los gobiernos de turno y otras fuerzas externas. Su liderazgo fue clave para mantener la integridad de los medios bajo su dirección, resistiendo interferencias políticas y velando por el derecho de la ciudadanía a recibir información veraz. Gracias a su inteligencia, visión y el temple de Doña Tina, se vencieron esos obstáculos y las Empresas El Mundo continuaron su trayectoria de servicio al país, contribuyendo de manera fundamental al desarrollo democrático y a la consolidación de una prensa libre en Puerto Rico”. Licenciado Rafael Cortés DapenaPresidente saliente de la Junta de DirectoresFundación Ángel Ramos
Por Sor Magna Martínez Jiménez La vida es regalo de Dios y llega a su plenitud cuando su capacidad de generar vida se multiplica en la sociedad. Generar vida, considero sean las palabras que describen a nuestra querida Argentina Schifano Hills, conocida como Doña Tina. Una mujer que supo desarrollar con sabiduría los dones recibidos de Dios generando en Puerto Rico una comunidad enriquecida por la cultura, las artes, la educación y la libertad en su expresión, sostenida en la fe. La valentía de la caridad nace de una fuerza interior, esa fuerza interior tiene una fuente, el Dios que desde siempre estaba presente en la vida de Doña Tina, al que aprendió a amar e invocar en su familia desde sus orígenes en Italia. Sus raíces se entretejen en las tierras que vieron crecer el cristianismo y a centenares de misioneros que han portado la buena noticia por todo el mundo. Italia es su tierra natal, la que tiene que abandonar a causa de los estragos causados por la Primera Guerra Mundial. Experiencia dolorosa que no la sumerge en la devastación, sino que la empodera con una clara conciencia de la dignidad humana. Es así como la familia Schifano se establece en Estados Unidos, lugar donde luego de unos años Tina conoce a nuestro compueblano Ángel Ramos. Así llega a Puerto Rico: ¡misterio de Dios! Para Doña Tina, Ángel Ramos era un puertorriqueño fascinante, un hombre agradecido de Dios, de la vida, de un corazón muy humano, capaz de abrir nuevos caminos en su vida y también en la vida de los demás. Era del tiempo, describe Doña Tina, en el que la palabra tenía gran valor, bastaba un apretón de manos para firmar un contrato. Es así como Doña Tina se enamora de nuestro país: “Vine amando a un puertorriqueño y me quedé amándolos a todos”. Juntos iniciaron muchos sueños en los que privilegiaban las nuevas formas de las comunicaciones como expresión de la dignidad humana, así como también alternativas para propagar la cultura. El gran sueño fue la Fundación, iniciada en el 1958 con el fin de ayudar a las familias, a los estudiantes, a la isla de Puerto Rico. Pero les sorprende la muerte repentina de don Ángel, hombre visionario y uno de los padres de las comunicaciones en nuestra isla, acontecimiento que conduce a Tina a asumir roles impensables para una mujer en aquel tiempo. La pérdida no determinó su camino, ella supo anclarse en ese amor que juntos habían profesado para continuar hacia el horizonte del sueño iniciado. Un proyecto en el que circulaba la generatividad -ese impulso de nutrir a la próxima generación- de las comunicaciones: prensa, radio, televisión sin perder de vista favorecer el desarrollo de la comunicación con las comunidades, con el apoyo a las entidades que hoy llamamos el tercer sector. Una mujer de cultura que con entrañas maternas contribuyó también a que los puertorriqueños tuvieran la oportunidad de desarrollar las artes en sus diversas manifestaciones, porque la cultura es patrimonio de la historia, de las raíces que nos identifican como pueblo y nos enlazan con humanidad. Afirmaba Doña Tina: “No hay placer más grande que pensar que algo que me ha dado tanto gozo, pueda donarlo a una institución donde los jóvenes lo vean, es hacer realidad que el Museo - la cultura sea centro de la vida comunitaria”. Tina amaba el arte y como centinela lo cuidaba. Al releer algunos datos de su vida es inspirador reconocer su valentía para asumir roles de liderazgo en la prensa en una época dominada solo por hombres. Nos ubicamos en los años 60 y 70, cuando no era usual ver a una mujer dirigiendo una empresa, mucho menos en las comunicaciones; no obstante, Doña Tina asume esa misión con gallardía, con el fin de ofrecer al pueblo puertorriqueño opciones de libre expresión y de abrir nuevos escenarios en las telecomunicaciones con gran competencia. Una mujer generativa no limita su mirada a los suyos, es capaz de ampliarla a toda América en los esfuerzos de la libertad de prensa. Incluso es la primera mujer que asume la presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa en el 1977; esa década de los 70 y 80 durante la cual era prohibida la libertad de expresión en muchos países de América. Durante los 25 años que formó parte de la Junta Directiva con diversos roles, fue mediadora para la liberación de algunos periodistas encarcelados en América Latina. Tina tenía muy claro lo importante de la libertad de conciencia como derecho humano básico y esencial de la libertad y dignidad humana. Así lo afirma en su discurso de aceptación de la presidencia, del cual les comparto algunos extractos que nos muestran su visión. “Creo que la mayoría de los latinoamericanos hoy comparte mi opinión de que la dictadura, no importa cuán común y enraizada, es esencialmente una aberración”. “Proyectemos nuestra cruzada en pro de la libertad de prensa, no como un principio abstracto e idealista, sino como un arma poderosa de justicia y dignidad humana”. “Podemos superar siglos de pobreza económica sin sacrificar la libertad individual y colectiva”. La contribución de Doña Tina se caracteriza por una acción generativa, se sentía madre de la juventud puertorriqueña. Comentaba, en una entrevista, que en las nuevas generaciones se debe cultivar la honradez, el valor de la palabra, la lealtad, el trabajo, la dedicación a las personas que se ama en lo concreto. Podemos subrayar que ella es una mujer generativa de la sociedad desde diversos ángulos: su valor que la conduce al ingenio, que es voluntad de asumir el riesgo; la innovación capaz de lograr una movilización que trasciende estereotipos y abre nuevos caminos descubriendo y apoyando recursos humanos en la comunidad; su lealtad y confianza construyendo relaciones, invirtiendo en lazos y significados compartidos que mueven la pasión y afectividad; su adecuación que la mueve a la reforma que implica comprometerse con el mundo, no para aceptarlo como es, sino para cambiarlo desde abajo en continuidad con una historia de la que forma parte; la sensibilidad para desarrollar estrategias de sostenibilidad desde la autogestión; la resistencia en el sacrificio capaz de enfrentar los conflictos y de no rendirse ante las dificultades. Su capacidad de generatividad es capaz de imprimir un impulso de renacimiento dentro de la realidad, que "hace sagrado" a través de la dedicación y el compromiso. “Uno la voz de los niños y los jóvenes, los preferidos en el corazón de Doña Tina, porque en ellos se encuentra la semilla de un cambio capaz de transformar nuestras comunidades en una verdadera familia, que como buen árbol custodia las raíces del patrimonio cultural haciendo florecer los principios y valores que nos caracterizan”. La generatividad social de Doña Tina no se reduce al acto de generosidad porque es un continuo diálogo con el contexto, activando un movimiento que se extiende en el tiempo, se expande en el espacio y llega a otros, creando relaciones sociales dinámicas, abiertas al cambio, sostenibles, plurales e intergeneracionales. Como describe Magatti: “generar vida requiere el proceso de desear, alumbrar, cuidar y dejar elevar el vuelo. La generatividad es el acto que también da vida a estructuras sociales, culturales, económicas, inspiradoras de valores, ideas, principios y praxis orientados al bien, al desarrollo integral de la persona y al compromiso solidario”. Doña Tina, por medio de la Fundación Ángel Ramos, ha generado empoderamiento de personas y comunidades para garantizar la participación y establecer formas sostenibles de vida fundamentadas en el tercer sector. Ha favorecido la formación de centenares de hombres y mujeres que se han convertido en agentes multiplicadores del bien en las comunidades. Como mujer emprendedora amaba su actividad como un modo para realizar cosas hermosas, que apasionan y en las cuales involucra a los demás, promoviendo las capacidades, estimulando la creatividad y cultivando la responsabilidad con una pedagogía de la continuidad. La generatividad alcanzada por la relación profunda entre Dios, la persona, los demás y la creación que da sentido de la existencia. La historia nos recuerda la vida de mujeres que rompieron los esquemas de su tiempo, Teresa de Ávila, Teresa de Calcuta, Malala y Santa Hildegarda, que rompió los esquemas que impedían a las mujeres estudiar y entrar en la biblioteca. La aportación de la mujer, como dice el Papa Francisco, manifiesta la conciencia de que existe una mirada sobre el mundo y sobre todo lo que nos rodea, sobre la vida y sobre la experiencia, que es propia de la mujer. Su aportación al diálogo con voz femenina, porque la mujer tiene el don de aportar una sabiduría que sabe curar las heridas, perdonar, reinventar y renovar. Basta recordar que en la historia de la salvación es una mujer la que acoge el Verbo y también son las mujeres quienes cuidan en la noche oscura la llama de la fe, las que esperan y proclaman la Resurrección. La realización alegre y profunda de la mujer se centra en la acogida y el anuncio con una marcada capacidad de sostener dinámicas de justicia en un clima de ‘calor doméstico’ en los diferentes ambientes sociales. En fin, subraya el Papa, la mujer es la imagen de la Iglesia madre, porque la Iglesia es mujer, es la dimensión femenina de la Iglesia como seno acogedor que genera y regenera la vida. La mujer es la que da armonía y sentido al mundo. Argentina, una italiana que ha amado tanto nuestra tierra, nuestra gente, con un amor concreto al favorecer el desarrollo del tercer sector en una variedad de formas: educativa, cultural, artística, dando así visibilidad a tantos esfuerzos que eran invisibles en las comunidades. Una visibilidad con el rostro de la propia entidad con la que la Fundación se goza y enorgullece tras las bambalinas sin buscar reconocimientos. Una mujer que vive el principio de la maternidad social haciendo brillar la gestación del sentido de hermandad. Uno la voz de todas las órdenes religiosas para agradecer el don de la vida y misión de Doña Tina; por creer y favorecer la obra pastoral comunitaria cimentada en los principios cristianos. Uno la voz de las comunidades de voluntarios en sus diversas expresiones de la educación, el arte, el tiempo libre, la cultura, una voz que se transforma en melodía, en pintura transparente de la gratitud. Uno la voz de los niños y los jóvenes, los preferidos en el corazón de Doña Tina, porque en ellos se encuentra la semilla de un cambio capaz de transformar nuestras comunidades en una verdadera familia, que como buen árbol custodia las raíces del patrimonio cultural haciendo florecer los principios y valores que nos caracterizan. Uno la voz del pueblo puertorriqueño que eleva un gracias a Dios por regalarnos modelos que nos inspiran a seguir entretejiendo redes de relaciones que reconocen a la persona en su dignidad humana como bendición de Dios. Como religiosa de una comunidad de fundadores italianos, Don Bosco y Maria Mazzarello, agradezco la generatividad de Doña Tina en nuestro amado terruño. En este tiempo Dios ha querido que desde Puerto Rico me encuentre en la tierra de Doña Tina, donde estoy para colaborar en la formación de nuevos educadores para Italia y para todos los continentes. Soy parte de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación Auxilium de las Hermanas Salesianas, la única Pontificia regida por una mujer Gran Canciller. Es para mí una oportunidad para retribuir tanto bien recibido en nuestra isla. Es Dios quien nos invita a vivir la reciprocidad como paradigma del ser todos hermanos y hermanas. Estamos invitados a ser generadores de vida para que la música de los principios evangélicos que movió los esfuerzos de Doña Tina pueda continuar resonando en nuestras casas, en nuestras plazas, en los trabajos, en la política y en la economía, una melodía que nos desafía a vivir y promover la dignidad de cada persona como hijos de Dios. Agradecemos a Dios por haber suscitado y guiado la misión de esta gran mujer; y agradecemos a Doña Tina por haber respondido con tanta generosidad a su vocación, dejando su corazón en las familias puertorriqueñas. Fuentes consultadas: Collado Schwarz, Á. (Productor). (2004, abril 4). #68 Ángel Ramos: el visionario de las comunicaciones en Puerto Rico y Latinoamérica [entrevista, con la participación de Doña Tina Hills]. En La Voz del Centro. Sociedad Interamericana de Prensa. (1978). Discurso de aceptación de la nueva presidenta, Argentina Hills, viernes 21 de octubre de 1977, en la República Dominicana. XXXIII Asamblea General. Vargas Casiano, P. (2016, agosto 22). Medalla de Oro a Argentina “Tina” Hills. El Nuevo Día. Telemundo Puerto Rico. (2015, 2 de marzo). Doña Tina Hills: Una líder entre filantropía y arte adoptada por Puerto Rico. Telemundo Puerto Rico. Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri. (2003, julio 21). La galardonada periodista argentina, Marina Walker, ha sido distinguida como la primera becaria Tina Hills. Columbia, MO: Universidad de Missouri. Ruiz Mercado, Á. L. (2015). La aportación de la mujer al crecimiento económico: El caso de Puerto Rico. Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal, 11(2), 21. Vivas A., M. del S. (2003). El perfil de la mujer presentado por Juan Pablo II en sus escritos. Theologica Xaveriana, (146), 215-232. Francisco. (2020). Fratelli tutti: Carta encíclica sobre la fraternidad y la amistad social. Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana Francisco. (2020, 7 de octubre). Mensaje del Santo Padre a las participantes en la Consulta Femenina del Pontificio Consejo de la Cultura. Ciudad del Vaticano: librería Editrice Vaticana.