En el nuevo episodio de Oenegé, el pódcast conversamos con Glenisse Pagán directora ejecutiva de Filantropía Puerto Rico acerca de los primeros hallazgos del recién estrenado Observatorio de Datos Por Oenegé Glenisse Pagán, directora ejecutiva de Filantropía Puerto Rico, y Tatiana Pérez Rivera, conductora de Oenegé, el pódcast, analizan la información disponible acerca de la realidad actual del tercer sector a la luz de los retos del momento. Hace apenas unos meses, en febrero pasado, Filantropía Puerto Rico lanzó oficialmente su Observatorio de Datos, una plataforma digital que se nutre de la inteligencia colectiva del sector para compartir información confiable y especializada. Se trata de una herramienta a través de la cual podrás acceder, visualizar y analizar datos para informar tus estrategias organizacionales. Con un fuerte contenido gráfico el Observatorio de Datos aspira a convertirse en un referente para el sector, sobre todo en momentos en los que urge tener información actualizada y precisa ante los complejos escenarios económicos que se enfrentan. El proyecto integra un chat bot de datos que asiste en la búsqueda, un espacio de recopilación de datos vivo para que los usuarios puedan contribuir a la herramienta y aportar a el proceso de medir el impacto social del sector filantrópico a largo plazo. A su vez, el Observatorio crea una comunidad virtual a través de un foro de debate y análisis colectivo de datos. Es decir, la plataforma cuenta tanto con los estudios ya realizados por Filantropía Puerto Rico, como con nuevos sondeos que se incorporan al acervo de información. Sin duda, no basta con tener información, hay que saber organizarla y analizarla para poder utilizarla en favor de los mejores intereses del tercer sector. Y es en ese espíritu de buscar siempre apoyar al sector en su gestión que hoy en esta edición de Oenegé, el pódcast, entrevistamos a Glenisse Pagán, directora ejecutiva de Filantropía Puerto Rico para que profundicemos en los primeros hallazgos del Observatorio y ampliemos la conversación en torno al valor de la información en periodos inciertos para la comunidad filantrópica. Luego de esta conversación abriremos la mesa editorial junto al equipo de comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos. Que disfrutes de Oenegé, el pódcast. Escúchalo aquí.
La entidad cumple 30 años asegurando que los menores de edad en el país reciban el cuidado médico que merecen. Por Tatiana Pérez Rivera :: Onegé Stephanie Moore, directora ejecutiva y Christian Ramírez, director del programa escolar de la Fundación de Niños de Puerto Rico repasan sus logros y retos en el marco del 30 aniversario. ¡Qué no ha visto Puerto Rico en estos 30 años! El país ha cambiado y la Fundación de Niños de Puerto Rico también. Lo que no ha variado es su deseo de asegurar que la niñez en el país reciba la atención médica que necesita, incluida la educación durante hospitalizaciones prolongadas mediante su programa escolar establecido en el 2006. Razones le sobran a esta organización filantrópica para festejar su 30 aniversario. Entre sus 10 empleados se palpa el espíritu de fiesta por alcanzar las tres décadas de labor y el empeño por encontrar vías que aseguren la continuidad de la obra social que realizan. Los niños lo merecen todo y son su norte, de ahí parte su gestión. El año pasado atendieron 1,053 pacientes únicos, provenientes de toda la isla, que recibieron al menos un servicio. “Hemos visto mucha necesidad entre las familias de los pacientes y mucha gente que todavía no sabe que existimos, ni cómo podemos ayudarlos. Por eso decidimos cambiar el nombre, ya que nos asociaban solamente con el Hospital San Jorge, el proceso culminó en el 2023”, explica Stephanie Moore, directora ejecutiva. Otra estrategia fue incluir directivos de otros hospitales en la Junta de la Fundación para hacer eco del mensaje. La Fundación hace alianzas con hospitales que atienden pacientes pediátricos, poco a poco ha logrado integrarse a la oferta de servicios de apoyo que ofrecen instituciones médicas como el Hospital Auxilio Mutuo, el Hospital Pediátrico del Centro Médico y el Puerto Rico Children’s Hospital. Si el paciente requiere de un especialista y el plan médico no cubre el servicio, lo conectan con el médico y pagan la cita a una tarifa especial. La práctica incluye tratamientos médicos. “Hace poco me reuní con la facultad pediátrica de Menonita Caguas y Cayey porque tienen especialistas y subespecialistas pediátricos. Tengo la lista de todos porque de nada me vale tener alianzas con todos estos hospitales, si los médicos no son proveedores de nosotros, quien les paga a ellos somos nosotros. Cuando un paciente llega a emergencia, el plan le cubre la visita inicial, pero si lo tiene que ver, por ejemplo, una neumóloga o un genetista, no aceptan planes médicos y las visitas privadas están entre los $150 y los $175 dólares. Ahí nos refieren a ese paciente. Si está hospitalizado, nuestras trabajadoras sociales evalúan su caso bien rápido. Al médico convertirse en proveedor nuestro le decimos, ‘atiéndelo que nosotros nos vamos a encargar de pagarte’. Una vez ese paciente entra a la Fundación, se queda con nosotros hasta los 21 años cuando sale de la categoría pediátrica y deben tratarse como adultos”, indica la directora ejecutiva. “Este año planificamos visitar todos los municipios y hacer una alianza con la Oficina del ciudadano de todas las alcaldías para que ellos también nos refieran casos, sabemos que en los pueblos las personas a donde primero van son a las alcaldías. Ahora mismo tenemos pacientes de todas partes de la isla, incluido uno de Culebra; de Vieques no tenemos ahora, aunque hemos tenido antes. Estamos buscando más especialistas pediátricos”, agrega Moore. Logotipo del 30 aniversario de la Fundación de Niños de Puerto Rico, antes conocida como la Fundación San Jorge. Hace poco concretaron una alianza con SER de Puerto Rico, a quienes le pagarán la parte del servicio que no cubra el plan médico o el deducible de los pacientes que les refieran. “Tenemos pacientes que necesitan terapia del neurodesarrollo que los enviamos a recibirlas allá. Igual pacientes que necesiten de un laboratorio genético o especial son referidos acá para nosotros cubrirlos porque el servicio no lo cubre ningún plan. El desembolso lo hacemos a proveedores, a médicos, a laboratorios, a farmacias. Se hacen negociaciones porque no pagamos tarifas privadas, nos dejamos llevar por lo que pague Triple S comercial o Vital, que es Medicaid, para ser justos con todo el mundo”, señala la directora sobre las compensaciones. Otra alianza ejemplar es con el estadounidense Shriners Hospitals for Children, gracias a la cual, ahora habrá una empleada destacada en Puerto Rico reclutada por la Fundación. “Desde antes de que existiera nuestra fundación, el Dr. Robert Walton venía desde Chicago con los especialistas en cirugía plástica a atender niños en Puerto Rico. Ahora viene con los de Shriners que se ocupa de quemaduras, ortopedia y cirugía craneofacial. Nosotros vamos a trabajar con ellos ortopedia y cirugía craneofacial en una alianza bien importante porque los médicos van a operar en distintos hospitales en Puerto Rico, ya no se tendrán que llevar al niño a Estados Unidos”, sostiene Moore. ALIANZAS PROBADAS Vistazo a una pieza que recoge algunas de las historias de los miles de niños y niñas que han impactado a lo largo de su amplia trayectoria. En tiempos de estrechez económica, los hospitales han comprobado que pueden brindar un servicio más efectivo a sus pacientes en conjunto con el tercer sector. “Esta fundación surgió de tres miembros del Hospital San Jorge que vieron que había unas necesidades que no podían cubrir. Si buscas registros del Departamento de Estado, verás que se llamaba San Jorge Childrens Research Foundation y lo que hacía era pagar tratamientos que estaban en etapa de investigación, pero que eran efectivos, porque los planes médicos todavía no los cubren. Después vieron que había otras necesidades y ahí surge el programa escolar en el 2006”, puntualiza Christian Ramírez, director del programa escolar de la Fundación de Niños de Puerto Rico. El caso del Puerto Rico Children’s Hospital en Bayamón es especial y bastante reciente en la historia de la Fundación. Gracias a un donativo de la Fundación Walmart y de Mackenzie Scott, a través de su fundación Yield Giving, la Fundación de Niños de Puerto Rico habilitó la unidad de oncología pediátrica del hospital, adquirió camas para los acompañantes de los pacientes y creó un salón de almuerzo para ellos. También apoyaron la compra de equipo médico, prepararon un salón de clases y un salón de juegos. Una terapista en sicología acude dos veces por semanas en las tardes, especialmente para manejar las pérdidas de pacientes, y una maestra de arte y otra académica interactúan con los pacientes. “Salvo los dos oncólogos que son veteranos, el resto del personal es nuevo en esa unidad en Bayamón y la Fundación ha colaborado con su experiencia. En estos días se ofreció un taller de tanatología para manejar los fallecimientos. Estamos hablando de pacientes que ves todos los días en las etapas más vulnerables de sus vidas, las dinámicas son distintas entre el personal y ellos”, opina Ramírez. “Este año planificamos visitar todos los municipios y hacer una alianza con la Oficina del ciudadano de todas las alcaldías para que ellos también nos refieran casos, sabemos que en los pueblos las personas a donde primero van son a las alcaldías”. Stephanie Moore, directora ejecutiva de la Fundación de Niños de Puerto Rico “Raysa (Saldaña) está en los tres hospitales trabajando aspectos de salud mental utilizando el arte”, agrega Moore aludiendo a Auxilio Mutuo, el Pediátrico y el Children’s Hospital, “y siempre estamos pendientes de su bienestar. Le hemos dicho ‘si tú necesitas algún tipo de terapia, una pausa, tómate tu tiempo’, porque tiene derecho al luto por los pacientes que pierde. Por eso son tan importantes los talleres de tanatología en la unidad de oncología; los ofrecemos por grupos con los pacientes solos, con los papás y con el personal médico”. Sin embargo, las historias de supervivencia tras el paso de pacientes por la unidad de oncología abundan y merecen contarse. Como parte de la campaña de aniversario le están siguiendo la pista a quienes se han recuperado satisfactoriamente para conocer sus vidas actuales. “Tenemos muchos pacientes de oncología que han logrado seguir adelante, ¡tenemos uno que hasta entró en los Marines!”, comparte Moore orgullosa de sus logros. Los servicios auxiliares a familiares en la unidad de oncología incluyen además del escolar y sicológico, respaldo en transportación, en estacionamiento, alimentación para el cuidador, particularmente cuando están lejos de sus familias, artículos de primera necesidad o para el regreso a clases de los hermanitos del paciente, entre otros. “Como Fundación buscamos dar el servicio integral al paciente y a sus familias y tratamos todo el tiempo de identificar, además de la parte médica, otras necesidades que tenga la familia para hacer más llevadero el proceso que sabemos es bien difícil”, sostiene Ramírez. QUIÉN NOS AYUDA Stephanie Moore, directora ejecutiva de la Fundación de Niños de Puerto Rico, tiene como una de sus metas continuar dando a conocer a la fundación y ampliar su capacidad de ofrecer servicios en toda la isla. Tres décadas después de comenzar a brindar servicios, la Fundación de Niños de Puerto Rico aún tiene que explicar su labor al gobierno y a otras entidades a la hora de solicitar fondos. Por eso incluyen en su búsqueda al sector privado. “Hemos tenido una buena acogida con los donantes de la Ley 60. En agosto vamos a hacer nuestra actividad de recaudación con uno de nuestros aliados, Marriot Hotels, la pensamos hacer en Dorado Beach con un coctel para dar a conocer nuestra labor y cómo pueden ayudarnos”, indica Moore quien agrega que con la cadena de hoteles celebran su gran evento de recaudación, Gala gastronómica, cuyo boleto tiene un costo de $125 y es 100% deducible de la planilla de contribución sobre ingresos. También cuentan con el apoyo de la organización estadounidense, Childrens Miracle Network, a la que le pagan una cantidad anual a cambio de herramientas y contactos en tiendas para recaudar fondos. Hace poco terminaron su campaña en los establecimientos Costco en Puerto Rico, en Walmart estarán en julio y siguen en Panda Express. También reciben una asignación de donaciones legislativas estatales. Cada centavo viabiliza los servicios médicos, el año pasado fueron $720 mil. ¿Qué es lo nuevo? En agosto 2023 comenzó el primer Programa Paliativo de la Fundación de Niños de Puerto Rico en el Hospital Pediátrico, ofreciendo terapias multidisciplinarias a pacientes que están con alguna enfermedad de diagnóstico terminal. Además, brindan el servicio de hospicio que no había anteriormente para la población infantil en la isla. El año pasado sirvieron 65 niños. En las evaluaciones de elegibilidad de los participantes se hace un pareo entre ingresos y gastos. Los que reciben servicios de la reforma de salud cualifican con mayor rapidez y los de oncología y servicios paliativos se atienden sin reservas. “Aquí estamos y queremos que todos lo sepan”, culmina Moore quien señala que el próximo 10 de julio debuta su campaña publicitaria que refuerza el mensaje de disponibilidad de la fundación, en caso de que cualquier familia necesite ayuda. Para saber más de su labor, visita https://fundaciondeninospr.org o Facebook @Fundación de Niños de Puerto Rico. Fotos / Javier del Valle
La iniciativa de la Alianza para un Puerto Rico sin Drogas, propició que 25 estudiantes entre los 9 y los 12 años registraran cómo perciben su entorno. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El grupo de niños y niñas que participó de la experiencia recibió al final una cámara fotográfica para continuar cultivando sus miradas y perspectivas. El orgullo que sintieron los 25 alumnos de la escuela elemental Nemesio R. Canales de Hato Rey cuando vieron el resultado de su trabajo en la exposición “Miradas transformadoras” -en el centro comercial Plaza Las Américas-, no será cosa de un solo día. Cuando en agosto retornen al plantel, allí descubrirán que el trabajo en el que describen cómo perciben su mundo será exhibido de nuevo para que sus compañeros, la comunidad escolar y vecinos lo puedan apreciar. “Esas imágenes representaban las ideas y ellos verbalizaron sus sentimientos sobre esa imagen. Así también trabajamos con el pensamiento crítico y con situaciones que les generaban emociones y aprendizajes. Las preguntas claves les ayudaban a reflexionar sobre lo que querían decir y el porqué de lo que querían decir”. Raquel L. Muñiz, oficial de desarrollo de la Alianza para un Puerto Rico sin Drogas “Es la primera vez que hacemos este proyecto y me encantó. Fue diseñado para educar, concienciar y empoderar a los niños y a las niñas mediante la metodología de foto-voz, que combina la fotografía y la narración como herramientas pedagógicas. Esto promueve el desarrollo de las habilidades para la vida, que es con lo que trabajamos nosotros, siguiendo un modelo de la Organización Mundial de la Salud”, describe Raquel L. Muñiz, oficial de desarrollo de la Alianza para un Puerto Rico sin Drogas, organización gestora de la iniciativa en alianza con auspiciadores como el programa Mano Amiga de la Fundación Plaza Las Américas. Veinticinco estudiantes del tercer, cuarto y el quinto grado de la escuela -con edades entre los 9 y los 12 años- fueron reclutados para integrar el proyecto realizado en horario escolar. La doctora Astrid Morales fungió como facilitadora de la experiencia que inició con una serie de cinco talleres sobre habilidades para la vida. Luego documentaron con fotos las respuestas a preguntas claves que les hicieron. Los talleres ofrecidos de 1:00 a 3:00 de la tarde, incluyeron temas como la autoestima, el autodescubrimiento, el trabajo en equipo, el manejo de las emociones, el valor de las amistades y cómo ellos se ven dentro de su entorno escolar. “A partir de esos talleres, ellos lograron expresar y explorar sus vivencias, lo que ellos pensaban, y sus emociones”, explica Muñiz. El proceso creativo de la exposición incluyó una serie de talleres a través de los cuales el grupo pudo reflexionar sobre el concepto mismo de su mirada. Luego de trabajar la temática de la autoestima y el autodescubrimiento, los estudiantes recibieron la cámara y en pares acudieron al patio de la escuela para responder varias preguntas como, por ejemplo: ¿Qué es lo más que te gusta de tu escuela? o ¿Cómo te visualizas en tu escuela? Las fotografías debían expresar el sentimiento con el que respondían las preguntas. Los grupos de trabajo se escuchaban, se apoyaban y compartían la cámara para tomar las fotos. “Muchos de ellos nunca habían tenido una cámara en sus manos. Fue bien interesante ver las fotografías que tomaron, desde el ojo de un niño hasta un árbol que para ellos simbolizaba todo lo que era la escuela”, expone Muñiz. La oficial de desarrollo celebró la actitud y la cooperación del director escolar, el doctor Arcadio Matos, quien aseguró el éxito del proyecto. “Él te dice sí, sin terminar de escuchar lo que le vamos a proponer, porque quiere lo mejor para sus estudiantes. Estuvo bien involucrado en todas las fases”, describe Muñiz e incluye también en el reconocimiento a la trabajadora social, Silkia Cuevas, que fungió como enlace con la Alianza, y a las maestras. De forma indirecta, la iniciativa impactó a unas 250 personas al incluir a las familias y a la comunidad. “Los papás en el evento final hasta lloraron al ver todas las emociones que los estudiantes lograron sacar. Para nosotros fue bien importante”, indicó Muñiz. IDEAS, IMÁGENES Y PALABRAS Dos de las participantes muestran orgullosas el libro y una de las fotografías que integran la exposición que se presentó al público en Plaza Las Américas. Todas las fotografías se revelaron al concluir los talleres y las sesiones de trabajo. Luego los estudiantes debían escoger una foto, no tenía que ser la suya, y escribir sobre ella. “Esas imágenes representaban las ideas y ellos verbalizaron sus sentimientos sobre esa imagen. Así también trabajamos con el pensamiento crítico y con situaciones que les generaban emociones y aprendizajes. Las preguntas claves les ayudaban a reflexionar sobre lo que querían decir y el porqué de lo que querían decir”. Muñiz opina que la facilitadora Morales “sacó lo mejor de los estudiantes”. “Las narrativas eran bien personales, bien únicas. Ellos traducían las imágenes en palabras, en lo que nos querían decir. Después se fue conectando cada fotografía con lo que ellos escribieron y el resultado es el libro de foto voces que también se presentó en el evento final junto a las fotografías”, indica en torno a la presentación realizada el pasado 29 de abril, que incluyó un slideshow de todo el proceso. Tanto la exposición como el libro se dividieron en tres partes: Autodescubrimiento y autoestima, Manejo de emociones y El poder del trabajo en equipo. “Para los nenes fue bien emocionante ver su trabajo expuesto en Plaza Las Américas, que sus papás pudiesen verlo. Al terminar la exposición la movimos al plantel para que la comunidad pueda disfrutarla. Hemos hecho muchos proyectos con esta escuela, pero este fue bien especial, vimos a los papás llorando al descubrir lo que los nenes pueden lograr cuando uno les da la oportunidad. Siete estudiantes -los que pidieron participar- presentaron el trabajo, todos estaban bien entusiasmados. Ellos son honestos, sensibles y creativos, ellos son los protagonistas de este proyecto”, indica. El proyecto espera repetirse el próximo año con un nuevo grupo de participantes, mientras que el grupo actual podrá compartir nuevamente sus obras a través de una exposición el próximo semestre en su escuela. Muñiz insiste en que “Miradas transformadoras” les comprobó que “cuando le ofreces a los niños un medio auténtico de expresión”, ellos son capaces de generar narrativas de gran valor “tanto educativo, como emocional y transformador”. “Para nosotros fue una experiencia espectacular, especialmente siendo niños tan pequeños y todo lo que nos pudieron decir. Por ejemplo, cuando les preguntabas ‘¿qué es lo más que te gusta de ti mismo?’ tomaban unas fotografías que tú ni te imaginas. Les dimos la oportunidad y ellos nos abrieron sus corazones”, dice la oficial de programas y agrega que algunos estudiantes mencionaban que lo compartido “nunca se lo habían dicho a nadie”, pero se sentían seguros para decirlo. La encuesta final reflejó que el 90% de los participantes reconoció el valor de su voz como agente de cambio. La Alianza confía en el valor de su proyecto y ya aguarda por la aprobación de una propuesta presentada para repetir la experiencia en otras escuelas del país. “Fue bien gratificante trabajar con estudiantes de esta edad y darles tantas herramientas para que ellos puedan ver el valor de su mirada del mundo. Siempre fueron honestos, sensibles y creativos, ellos fueron los protagonistas”, culmina Muñiz. Gracias a los auspiciadores, los 25 alumnos pudieron llevarse una cámara a sus casas. Fue el mejor cierre posible, sus caras de alegría lo revelaron. Para más información, visita https://alianzaprsindrogas.com o en Facebook, @Alianza para un Puerto Rico sin Drogas. Fotos / Suministradas
El programa escolar que la Fundación de Niños de Puerto Rico mantiene desde el 2006 en varios hospitales del país, permite que la educación continúe en medio de los retos de salud. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La posibilidad de mantener un grado de normalidad dentro del proceso de hospitalización y de que los pacientes no se atrasen en sus estudios es uno de los muchos beneficios del programa. Un boleto para soñar, eso significa para algunos pacientes infantiles el tiempo destinado a cumplir con su jornada educativa durante las hospitalizaciones. A veces, la meta no es el dominio total del material nuevo que las maestras enseñan, lo importante es desconectarse unos minutos de la rutina hospitalaria y conectarse a lo que hacen sus compañeros en el salón de clase, a la vida fuera del hospital. La Fundación de Niños de Puerto Rico estableció en el 2006 su programa de educación hospitalaria y lo ha mantenido desde entonces. La inversión anual oscila entre 280 y 300 mil dólares. Un año después, en el 2007, llegó Christian Ramírez al programa que ahora dirige. Es maestro de Estudios Sociales y especialista en educación hospitalaria. El estudio formal en este campo comenzó en el 1992 y los estudios coinciden en que genera emociones positivas en el paciente. A juicio de Christian Ramírez, director del programa escolar de la Fundación de Niños de Puerto Rico, servir como enlace entre los pacientes, sus familias y la comunidad escolar es una de las funciones más importantes y complejas dentro del programa escolar. “Como maestro es bien bueno saber que, con lo que uno hace, puede ayudar a esos pacientes para que continúen estudiando. A veces esa satisfacción es la Ley de Educación Hospitalaria. Por mucho tiempo nosotros estuvimos dando cantazos y dependiendo de la buena voluntad de las escuelas. A diferencia de lo que uno pudiera pensar, que todo el mundo tiene buena voluntad y va a ayudar a esos pacientes, no es así. El año pasado tuvimos un problema con el director de una escuela en Yauco que le hizo la vida imposible a una paciente nuestra; la nena tenía las capacidades, el deseo, la voluntad y la mamá tenía todos los documentos. Parte de la satisfacción es uno poder intervenir en esas situaciones. Me apasionan la educación hospitalaria y la mediación, con el paso del tiempo terminaré siendo un mediador entre las escuelas y los pacientes”, confiesa Ramírez. Consciente de la importancia de poder aprender en el hospital, el director del programa educativo de la Fundación de Niños de Puerto Rico compartió su experiencia durante la creación de la Ley de Educación Hospitalaria aprobada en agosto de 2024. Leyendo la prensa, Ramírez se enteró de que el proyecto de ley había sido radicado y contactó a los legisladores proponentes, la senadora Wandy Soto Tolentino y el senador Ramón Ruiz Nieves, para ofrecer sus recomendaciones. “Nos unimos a otra fundación, Hechos de Amor, que estaba activa en esa época, y estuvimos allí trabajando porque lo que proponían se basaba en una ley vieja que la entonces legisladora Kimmie Rashcke propuso en el 2011. En siete ocasiones diferentes senadores de varios partidos la habían propuesto y cada uno iba añadiéndole y quitándole cosas. La senadora Soto Tolentino y el senador Ruiz Nieves tuvieron la apertura de permitirnos proponer modificaciones y cambiarlo de arriba abajo. Terminó siendo un proyecto que responde a las necesidades; se reconoce el servicio, lo que es un maestro hospitalario, se les asignan responsabilidades a los hospitales, a las escuelas, a los departamentos de Educación, Familia y Salud”, indica Ramírez. El educador describió la ley como “sencilla, consistente y con garras para uno poder trabajar”. "La educación hospitalaria le da al paciente ese sentido de pertenencia a su escuela, a ese proceso educativo que tuvieron que interrumpir, y le da la expectativa de luchar para poderse reintegrar a ella. Sabemos que no es para todo el mundo, por los niveles de gravedad de los pacientes, pero quién pueda, le puede cambiar su día". Christian Ramírez, director del programa escolar de la Fundación de Niños de Puerto Rico Según su descripción, la Ley de Educación Hospitalaria implementa un programa educativo que permite a los estudiantes que padecen enfermedades que requieren tratamiento prolongado en instituciones médicas, continuar con sus estudios de manera efectiva y sin interrupciones. Se enfoca en proporcionar un entorno educativo adecuado dentro de los hospitales que cuenten con varias unidades pediátricas. Los hospitales estarán obligados a identificar y adaptar un espacio dentro de sus instalaciones para la creación de 'aulas hospitalarias' que garantizarán que los alumnos puedan seguir su proceso de enseñanza y aprendizaje en cumplimiento con los requerimientos del programa educativo, mientras se respetan estrictos estándares de sanidad. “Uno de los puntos importantes de la ley es que obliga a los hospitales a separar espacio para las clases, si no es así las maestras van a las habitaciones. Antes de que se aprobara la ley, tuvimos el caso del Hospital Pediátrico, que había perdido su espacio para trabajar con los estudiantes. Un día la supervisora de enfermeras, Julia Rivera, nos dice que se le había ocurrido -pidiéndole perdón a Dios de antemano- dividir el espacio de la capilla para compartirlo con el salón y eso hicimos, una pared los divide. Ahora le ley exige que los hospitales públicos tienen que tener un espacio para la educación de los pacientes y los privados deben. La ley reconoce a las fundaciones como las que proveen el servicio”, indica Ramírez. La educación termina siendo un milagro en escenarios retantes, Ramírez está convencido de su poder. “La literatura reconoce la educación hospitalaria como ese elemento que le garantiza la continuidad al paciente. El hecho de que la maestra de la escuela del paciente le envíe material, es una de las cosas que le va a dar variedad a su su vida, de lo contrario estaría en una rutina -a la misma hora me pesan, me toman la presión, el sonido, el olor, la luz, la gente con la que interactuan es la misma. La educación hospitalaria le da al paciente ese sentido de pertenencia a su escuela, a ese proceso educativo que tuvieron que interrumpir, y le da la expectativa de luchar para poderse reintegrar a ella. Sabemos que no es para todo el mundo, por los niveles de gravedad de los pacientes, pero quién pueda, le puede cambiar su día”, agrega Ramírez. La fundación se ocupa además de buscar las notas de los alumnos cuando las entrega el Departamento de Educación. VUELVE EL CAMPAMENTO DE VERANO Si algo ha caracterizado a la Fundación de Niños de Puerto Rico es la celebración de su campamento para pacientes cuyas condiciones de salud le impiden participar en otros con menos previsiones para salvaguardarlos. El programa incluía actividades artísticas y deportivas. “Este año vienen cambios y empiezan el 20 de junio. Antes el campamento impactaba a un grupo de gente que podía llegar a San Juan y a una cantidad limitada de pacientes. Ahora se van a hacer actividades focalizadas para que pueda impactar a distintos niños con distintos intereses. Se está haciendo un inventario de intereses con los pacientes y, a su vez, a esos pacientes se les van preparando actividades de acuerdo con lo que ellos quieren”, anticipa Ramírez. Para saber más de su labor, visita https://fundaciondeninospr.org o Facebook @Fundación de Niños de Puerto Rico. Fotos / Javier del Valle
La organización Para la Naturaleza ofrece múltiples oportunidades para que privilegies el contacto de tu familia con la naturaleza durante el verano. Por Tatiana Pérez River :: Oenegé Vista impresionante de las formaciones rocosas únicas y lagunas formadas por manglares de Punta Guaniquilla en Cabo Rojo. Descansar todos los días en casa no tiene por qué ser la rutina a lo largo del verano. Revisa tu calendario y planifica con tiempo actividades para este junio y julio que te permitan explorar los encantos naturales que ofrece nuestra isla. Saca los tenis, la ropa cómoda, tu gorra y termo de agua porque las recomendaciones que nos comparte la organización Para la Naturaleza (PLN) prometen que tu aventura con familiares y amigos será verde y divertida. Ten presente que la experiencia está repleta de posibilidades educativas que incluyen la exploración, la observación y la escucha; incorporar la fotografía en el paseo además aporta al desarrollo del enfoque y la concentración. Al regresar a casa pueden buscar más información sobre algún tema que despertó la curiosidad, crear dibujos o collages y hasta redactar historias cortas inspiradas en la vivencia. No dejes pasar la oportunidad de realizar una actividad especial en el hogar para compartir lo mejor de la experiencia utilizando sus creaciones. Proveerle recuerdos memorables a cada integrante de la familia en nuestros ecosistemas naturales encenderá su interés por conocerlos y conservarlos. No te sorprenda que llegues al lugar con niños y jóvenes desinteresados y salgas de allí con guardianes activos de la naturaleza isleña. Para llegar a ese nivel de compromiso hay que salir de nuestras cuatro paredes. Un estudio comisionado por el National Trust británico en el 2018 mostró que los niños en dicho país juegan en exteriores un promedio de cuatro horas a la semana en comparación con sus padres, que dedicaban unas 8.2 horas. Partiendo de los beneficios del contacto con la naturaleza en todas las edades del desarrollo y de nuestro envidiable clima, en Puerto Rico aspiramos a tener mejores cifras. ¿Qué tal si comenzamos ahora? PRIMER PLAN Una excelente aventura familiar puede ser conocer más acerca de nuestra especie endémica el sapo concho y aprender acerca de sus cuidados y características. Visitar reservas naturales protegidas y darle cariño al sapo concho Durante los próximos tres meses, PLN permitirá acceso a reservas o áreas naturales que la organización ayuda a proteger. ¿Qué puedes hacer con tu familia? Paseos por veredas auto interpretadas, lecturas de cuentos en la naturaleza, recorridos nocturnos y, lo mejor, actividades de voluntariado como, por ejemplo, ofrecer cuidados al sapo concho, una de nuestras especies endémicas. Hay oportunidades de voluntariado en las áreas naturales, Cuevas El Convento, en Guayanilla y Río Encantado, en Florida. Recomendación: Visita reservaciones.paralanaturaleza.org y separa tu espacio. SEGUNDO PLAN Recorrer las veredas auto interpretativas Un paseo es atractivo para cualquier integrante de tu familia porque ofrece atractivos para todos; desde la vegetación hasta las rocas, desde el viento hasta la luz. Los de PLN cuentan con rotulación sobre sus atractivos naturales y culturales, además de poseer señales claras que permiten a las personas participantes ir a su propio ritmo. La entrada es libre de costo. Las veredas ubican en distintos puntos de nuestro archipiélago y ofrece experiencias únicas. Para que tengas una idea, en Punta Guaniquilla, Cabo Rojo, hay formaciones rocosas únicas y lagunas formadas por manglares. Sus ecosistemas parecen de otro planeta, es hogar de una abundante y rica biodiversidad. En el caso del humedal Los Machos, en el Área Natural Protegida, Medio Mundo, en Daguao, la rica biodiversidad de la costa de Ceiba garantiza el interés y la atención de los caminantes. Para rematar la hermosura que regala el lugar, tendrán El Yunque como telón de fondo. Si no puedes salir de San Juan, tenemos otra vereda en agenda: Hermanas Sendra en el Corredor Ecológico de San Juan. Justo en el corazón de la cuenca hidrográfica del Río Piedras, la vereda Hermanas Sendra te adentrará en la naturaleza de este bosque urbano tan importante para la captación de agua y la vida en la capital. Prepara la cámara porque tendrás hermosas vistas de la Bahía de San Juan. Recomendación: Visita mascerca.paralanaturaleza.org y aprieta el botón “Veredas” para escoger la que mejor se ajuste a las necesidades e intereses de tu familia. TERCER PLAN Las sesiones de lectura en las bibliotecas de diversos centros educativos ofrece una experiencia de apreciación de la naturaleza desde temprana edad. Aquí un vistazo al espacio ubicado en Rincón. Lecturas de cuentos No te despistes con la baja intensidad de esta actividad, el resultado puede ser una rica experiencia creativa, educativa y cultural para tu familia. Las sesiones de lecturas para niñas y niños tienen lugar en el Centro de Visitantes de la Reserva Natural Cabezas de San Juan, ubicada en Fajardo; y en la Reserva Natural Hacienda La Esperanza, en Manatí. Cuando visiten la estación, encontrarán libros, anaqueles de lectura y hasta un mini teatro de marionetas, entre otros recursos que invitan a estimular la imaginación y la creatividad. La temática gira alrededor de la conservación de la naturaleza, la historia y la cultura del archipiélago de Puerto Rico. Recomendación: Aunque el acceso a esta actividad es libre de costo, requiere reservación. Consulta mascerca.paralanaturaleza.org y busca la sesión que te convenga. CUARTO PLAN Bioluminiscencia en vivo Ahhh, imagina la sorpresa que se llevarán tus familiares cuando puedan apreciar el fenómeno natural de la bioluminiscencia. PLN invita a que admiren la biodiversidad nocturna de la Reserva Natural Cabezas de San Juan, situada en Fajardo. En la visita pueden recorrer puntos icónicos de la reserva que les permitirán aprender sobre la bioluminiscencia en Laguna Grande, disfrutar de los sonidos y la fauna nocturna. Recomendación: Infórmate porque para este recorrido hay tarifas diferentes. Busca la tarifa que te corresponde y separa tu espacio, o llama al 787-722-5882. Para saber más sobre las actividades de Para la Naturaleza, visita https://mascerca.paralanaturaleza.org. Fotos / Suministradas PLN