El nuevo director del Instituto del Desarrollo de la Juventud es prueba viviente de que la movilidad social puede ser fructífera. Conócelo. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El nuevo director ejecutivo del Instituto del Desarrollo de la Juventud, Brayan L. Rosa, afirma que hoy nuestro país tiene la mejor oportunidad de atender la pobreza infantil que ha tenido en toda su historia moderna. Foto / Javier del Valle Brayan L. Rosa, director ejecutivo del Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) hace diez meses, cree firmemente en que la pobreza puede erradicarse. En términos académicos conoce el tema, como política pública lo ha estudiado muchísimo y, más importante aún, lo ha vivido. “El tema de pobreza y de movilidad económica está en mi memoria porque yo vengo de un residencial público en Carolina, Sabana Abajo, vengo de una familia que es la quinta generación en el mismo residencial, mi mamá fue la primera que logró comprar una casa en nuestra familia. Esa historia de movilidad económica es la mía, la de mi familia, pero no debería ser una excepción, debería ser la historia de todos los niños puertorriqueños que se encuentran ahora mismo cargando el peso de vivir en una sociedad en pobreza. El tema de la pobreza infantil tiene solución, el tema de la movilidad económica tiene solución y nosotros creemos que un Puerto Rico donde todos los niños puedan alcanzar su potencial no solamente es posible, es indispensable”, expresa el director ejecutivo. Luego del huracán María, Rosa retornó a Puerto Rico en el 2018 “porque sentía que tenía que apoyar el esfuerzo que se estaba haciendo aquí”. Ingresó al IDJ como Gerente de Política Pública y luego partió nuevamente a completar una maestría en Economía y Educación en Columbia University en Nueva York. “Me fui porque entendía que necesitaba adquirir nuevas destrezas para ofrecerle al país un mejor profesional. Ahora regreso con esta misión arreguindada de mi corazón”, confiesa con una sonrisa. Brayan L. Rosa llegó en el 2018 al Instituto del Desarrollo de la Juventud y se desempeñó como gerente de política pública. Foto / Facebook IDJ Ahora que arriba a su décimo aniversario, el IDJ tiene como objetivo crecer y crecer. “Tenemos muchos proyectos, muchas ambiciones y un equipo comprometido. Queremos crecer y avanzar en otros temas relacionados a la pobreza como son educación, salud y desarrollo social. Es importante que entidades como el Instituto trabajen esos temas a profundidad, por eso vemos que la gente continúa confiando en nuestro trabajo y en nuestra institución, porque podemos entregar resultados en todas esas aéreas si podemos incluir recursos para lograrlo”, destaca. Al Puerto Rico de hoy sólo le resta rebotar, empujarse del fondo al que le han sumido dificultades económicas y poderosos eventos de la naturaleza. En este escenario le ha tocado evolucionar al IDJ. “Hoy Puerto Rico tiene la mejor oportunidad de atender el tema de la pobreza infantil que ha tenido en la historia moderna porque todos los indicadores económicos apuntan a que vamos a gozar de un progreso relativo en la economía. Nuestra misión, nuestro trabajo, es garantizar que mientras la economía crezca no sigamos relevando a estas familias que necesitan participar igualmente de esa economía como todo el mundo. Puerto Rico hoy tiene las herramientas, tiene la capacidad, los recursos para hacer unos cambios sostenibles y sistémicos increíbles para todas las familias en este país y cuenta con un Instituto completamente robustecido para poder ejecutar esa misión”, puntualiza. ATENCIÓN AL CAMBIO SISTÉMICO Si se habla de pobreza y movilidad económica desde la investigación, la política pública y la abogacía, el director del IDJ advierte que suele desconectarse el trabajo directo que se realiza en las organizaciones sin fines de lucro. Brayan L. Rosa llegó en el 2018 al Instituto del Desarrollo de la Juventud y se desempeñó como gerente de política pública. Foto / Facebook IDJ Para explicar la sincronía ideal en las labores de todas las partes pone como ejemplo un río al que caen múltiples personas. “El trabajo directo es sacar a la gente del río. Para corregir esa situación, el Instituto y el trabajo sistémico debe moverse más arriba y ver por qué la gente está cayendo y cómo podemos evitar que la gente caiga en las trampas de pobreza, en los ciclos de repetir errores”, dice Rosa. “Hay una responsabilidad de cada cual de poder hacer lo más que pueda para avanzar en la vida, pero hay una responsabilidad mayor del gobierno y del sistema de viabilizar esas oportunidades. Es difícil cruzar al otro lado del río si el puente no está creado y el puente le toca al gobierno, al sector privado y sin fines de lucro, el crear esos espacios. El Instituto hace ese trabajo”, agrega. Las preguntas para explicar el porqué de un problema pueden ser incómodas. ¿Comprenderá el gobierno el alcance del momento crucial que vivimos? “Nadie quiere vivir en pobreza. La pobreza es problemática a nivel individual y para todos”. “La pregunta de si el gobierno lo entiende o no es secundaria. La primera pregunta que yo me haría es ‘¿por qué no?, ¿por qué no lo hacemos?, ¿por qué no lo estamos intentando?’. Vamos a aprender mucho en el proceso, vamos a entender quizás cuales son aquellos cambios que deben ocurrir, vamos a cometer quizás muchos errores, pero yo estoy seguro de que si lo intentamos lo vamos a lograr. Y ese trabajo, cuando lo describo, no es que dejemos de sacar a la gente que ya está en el río, hay que hacer las dos cosas a la vez y el trabajo del Instituto es evitar sistémicamente que ese trabajo se siga reproduciendo. Así que el trabajo se vuelve una oportunidad de inversión para aquellos que quieren ver ese cambio en Puerto Rico”, subraya. Los implicados también tienen un rol activo. Rosa pone como ejemplo el crédito por dependiente que, sin requisito de trabajo ni destino, les permitió a las familias recibir la máxima aportación. Algunos levantaron bandera roja ante la posibilidad de que se mal utilizaran los fondos en algunos núcleos familiares. “Yo, como vengo de ahí, confío. Si nosotros en Puerto Rico hemos vivido con esos altos niveles de pobreza y de alguna manera estas familias todos los meses logran empatar la pelea para salir adelante, yo estaba convencido de que un diseño así iba a garantizar que las personas tuvieran los recursos para hacer lo que ya saben que tienen que hacer, lo que necesitan. Cuando vimos los datos y preguntamos a las personas en qué gastaron el dinero, lo gastaron en cuido para poder irse a trabajar, en artículos de educación, en comida en pagar deudas de gastos acumulados por la pandemia”, dice y descarta el mito de que “la gente no sabe administrar su dinero” ya que tienen muy claras sus necesidades. “Nadie quiere vivir en pobreza. La pobreza es problemática a nivel individual y para todos. Si confiamos en que las personas pueden invertir en su movilidad económica, el trabajo de nosotros es traer esas oportunidades”, insiste. Para culminar la plática, Rosa describe como “error ideológico” la premisa: “son pobres porque quieren”. Gracias a su bisabuela, experimentó vivencias de fe que define como “suficiente evidencia para hacer que algo incierto sea verdad”. “Cuando tienes fe y encuentras ese propósito en tu vida vas a lograr lo que quieras. Eso les falta a personas que viven bajo nivel de pobreza, han perdido quizás la esperanza, han perdido la confianza de que van a salir, pero el mensaje del Instituto es totalmente opuesto a eso: hay que tener fe, hay que tener esperanza porque todo el mundo tiene un propósito y esos niños que vemos hoy tienen un propósito magnífico para Puerto Rico en el futuro y estoy seguro de que lo van a alcanzar”, acaba Rosa. ¿Quieres saber más sobre el Instituto del Desarrollo de la Juventud? Visita su página en www.juventudpr.org. Foto/ Javier del Valle
El artista Quintín Rivera Toro presenta una nueva colección de pinturas y vídeos creados para esta exhibición, que ya puedes visitar en SalaFAR. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Si al apreciar los nuevos lienzos del artista Quintín Rivera Toro el espectador se cuestiona si estos se van arrugando o, por el contrario, se están expandiendo, el diálogo entre ambas partes habrá comenzado. Y precisamente eso le complace al artista cagüeño. “Ahí arranca el diálogo con la obra y el interno, al final eso es lo más que a mí me importa, más que yo sentir que estoy comunicando mi verdad, que es subjetiva, que la persona experimente su versión de lo que es una verdad”, explica el artista cagüeño y gestor cultural. Con la técnica que llama “colapso del lienzo” como punto de partida, éste presenta nuevas pinturas y vídeos reunidos bajo el título, “Pinturas fuertes”, en la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR). Ubicada en el vestíbulo del Edificio Ángel Ramos en Hato Rey, la entrada a la sala es libre de costo para público general y ya puedes visitarla. Ana Teresa Toro, oficial de Comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos. Foto / Javier del Valle En “Pinturas fuertes” destacan piezas dominadas por una palabra pintada en acrílico sobre canvas crudo, y el espectador deberá decidir si se está expandiendo o arrugando. Sus lienzos escultóricamente manipulados sugieren “que hay movimiento, expansión y contracción del canvas y, por consecuencia, de la palabra que está pintada”. “Las posibilidades que nos da el lenguaje son múltiples: cómo una palabra puede significar cosas distintas para distintas personas, cómo puede cambiar el significado entre generaciones”, menciona el artista que posee grados en Escultura de Hunter College en Nueva York y de Rhode Island School of Design, en Providence, Estados Unidos; en Cine y Comunicaciones de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras; y un doctorado en Producción de Arte e Investigación de la Universidad Politécnica de Valencia, España. El artista Quintín Rivera Toro junto a sus padres y su hija. Foto / Javier del Valle “Las primeras versiones de estas pinturas que presento en SalaFAR las hice en el 2008 y usé la misma técnica, entonces las llamaba ‘pinturas débiles’. Ahora cambia el tono. En aquel momento las palabras eran más alarmistas, por ejemplo, “caos”, “pánico” o “furia”, pero entre lo que hemos vivido como país, como planeta y yo como persona, he evolucionado y ahora me gusta tener un tono más inspiracional, aunque eso no significa que se excluyan las crudas realidades. Por eso me gusta tanto la técnica, porque esa manifestación del material en el imaginario puede incluir también el antónimo de la palabra que se está presentando”, afirma el creador que mantiene su taller en Caguas. Si bien no abandona el acrílico, en “Pinturas fuertes” experimentó con el canvas de color, integró color en la pintura y calafateado (caulking). “Empecé a experimentar con el calafato para darle impasto a la pintura, algo que llevaba tiempo queriendo ver qué efecto tenía, porque en la medida en que uno se involucra en descubrir los detalles hay más tiempo para la reflexión. Las arrugas en el lienzo refieren un poco a la escultura barroca o renacentista por los dobleces de la tela y en la aplicación de la pintura quería que se observara el brochazo o la marca”. “Yo crecí rodeado de artistas gráficos que eran grandes rotulistas. Estas piezas para mí incorporan las tradiciones de las que yo provengo, tuve que llegar hasta este punto para darme cuenta de que crecí enamorado de esa creatividad”. Rivera destaca también otro componente importante: la costura en los bordes. “Las obras tienen esa terminación y para mí es otra dimensión importante porque hay motivaciones culturales que son de herencia de mi familia y por la industria de la aguja; mi abuela toda su vida trabajó arduamente cosiendo y mi abuelo trabajaba en la construcción, pero tenía la caligrafía más bella que he visto en mi vida. Crecí mirando esa magia artesanal y creativa”, expone. Sobre los vídeos que se presentarán con la técnica de animación stop motion asegura que se realizaron “durante la ola de los NFTs (tokens no fungibles en la red blockchain)”. “Fue una experimentación que necesitaba hacer porque esas animaciones ilustran lo que uno ve en potencia cuando mira las pinturas”, subraya. ARTE HEREDADO Irene Esteves, coordinadora de SalaFAR; Roberto Santa María, presidente de la Fundación Ángel Ramos; el artista Quintín Rivera Toro; y Laura López, directora ejecutiva de la Fundación Ángel Ramos. Foto / Javier del Valle Rivera Toro asegura sentirse “orgulloso de integrar la programación de SalaFAR”, un espacio “comprometido con el quehacer artístico de Puerto Rico”, y anticipa que el programa educativo asociado a “Pinturas fuertes”, “será multidisciplinario”. El gestor cultural lleva tiempo procurando que pinturas de esta colección “se exhiban en espacios de alto tránsito”. “Ya he hecho experimentos con fotografías en vías públicas y, ahora, la particularidad de que SalaFAR tiene un pasillo por el que la atraviesa el público me gusta mucho. Uno siempre está buscando tener nuevas audiencias y crecer, así que participar en esta plataforma me parece muy positivo”, acota Rivera. Y parecería que está destinado a exponer en SalaFAR, ya que sus padres coincidieron mientras laboraban en el edificio, en la década de los setenta. Quintín Rivera Toro usó la técnica que denomina "colpaso del lienzo" en esta exposición. Foto / Javier del Valle “Mi papá y mi mamá se conocieron en los pasillos de El Mundo, mi mamá era recepcionista y mi papá era jefe de mantenimiento. Más allá de que esa historia de amor empezara ahí y salí yo, mi papá aprendió el modelo de la publicidad, se casaron, se mudaron para Caguas y montó una agencia de publicidad. Yo crecí rodeado de artistas gráficos que eran grandes rotulistas. Estas piezas para mí incorporan las tradiciones de las que yo provengo, tuve que llegar hasta este punto para darme cuenta de que crecí enamorado de esa creatividad”, culmina Rivera. Sigue atento a nuestras redes sociales en Facebook (@FundaciónÁngelRamos), Twitter (@FAR-Oenegé) e Instagram (@far_oenege), para que descubras el programa educativo inspirado en la exposición “Pinturas fuertes”. SalaFAR abre al público de lunes a viernes, en horario de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Para más información, puede llamar al 787/763-3530. Fotos / Javier del Valle
La organización cultural que custodia nuestros bailes folclóricos, alcanza su 50 aniversario enfocada en fortalecer su presente y encaminar el futuro. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Gíbaro de Puerto Rico realizó presentaciones en Bélgica y Francia durante el año 2003. Foto / Suministrada Gíbaro de Puerto Rico acaba de cumplir 50 años de labor artística consistente en nuestra isla. Se dice fácil, pero lograrlo requiere de muchísimo trabajo, disciplina y de una meta clara y compartida por sus integrantes. Eric González, director de la compañía de baile folclórico, asegura que “lo más gratificante es que esa labor se haya realizado de forma ininterrumpida”. “A nosotros no nos han detenido ni huracanes, ni terremotos, ni tan siquiera la pandemia. Nosotros hemos seguido trabajando, nos las inventamos, nos las buscamos para que el grupo siga activo”, propone González, uno de los integrantes originales que se mantiene vinculado la compañía, al igual que Catherine Vigil, quien integra su Junta directiva. ¡Los pioneros! Integrantes de la formación inicial de Gíbaro de Puerto Rico en el 1973. Foto / Suministrada “Promover, difundir y darle permanencia a la cultura puertorriqueña y a nuestro folclor”, como González describe la gestión de la organización, requiere ese grado de responsabilidad y entrega. Y si contamos que su fuerte es el género folclórico, “es más cuesta arriba” mantenerlo vigente todo el año. “Muchas veces no tenemos el auspicio de entidades que entienden que esto no genera ningún tipo de beneficio económico o publicitario, porque consideran que el folclor es para que en las escuelas se vistan de jíbaro y ya, con eso se resuelve. Están muy equivocados porque la cultura y el folclor son la piedra angular de un pueblo, eso es lo que nos identifica, eso lo hemos visto y lo hemos demostrado en estos 50 años. En todos los lugares que nos presentamos en la isla y fuera de aquí, ponemos la bandera de Puerto Rico en alto”, asegura el director. Integrantes de la compañía de bailes folclóricos posan para su foto oficial conmemorativa del 50 aniversario. Foto / Suministrada Además de tener un ballet activo todo el año —con integrantes mayores de 16 años—, Gíbaro de Puerto Rico cuenta con una escuela de baile folclórico para niños, jóvenes y adultos de todas las edades, además de un campamento de verano de un mes, un programa de horario extendido y clases nocturnas para adultos. “Ser custodios de nuestros bailes folclóricos implica una responsabilidad porque debes tratar de que la gente conozca las diferentes variedades de folclor, manteniéndolo lo más autóctono posible. Pero eso también varía porque vivimos en una sociedad dinámica, tenemos un sinnúmero de influencias que se han ido incorporando, aunque tenemos unas bases sólidas en lo que es el seis, la bomba, la plena y la danza”, subraya González. “Hay unas épocas de música popular nuestra, —como son los años 30, los 40, los 50, con la música tropical— en que hemos sido exponentes y pioneros en la guaracha, el bolero, el chachachá, la salsa, y uno los va rescatando para que la gente sepa cómo ha ido evolucionando nuestro folclor y cómo todos estos elementos son importantes para que nosotros continuemos representando y demostrando que nuestro folclor no es estático; se sigue bailando, se le añade una que otra cosa, pero la esencia es la misma”, agrega. CONEXIÓN PODEROSA Bailarines de ayer y hoy se reunieron en escena durante el espectáculo de aniversario presentado en el Centro de Bellas Artes, Luis A. Ferré, en Santurce. Foto / Javier del Valle Cuando un puertorriqueño se expone a un espectáculo de Gíbaro de Puerto Rico, el director describe la conexión como “increíble”. “Nosotros nos hemos mantenido 50 años y es por eso, el pueblo nos ha respaldado y sabe el tipo de trabajo que nosotros hacemos con las clases, los talleres, las conferencias, las casas abiertas, además de los espectáculos”, dice acerca de la acción cultural que tiene lugar en su sede ubicada en la antigua escuela elemental Arturo Somohano, en Las Lomas, San Juan. Dr. Eric M. González, director ejecutivo de Gíbaro de Puerto Rico y miembro fundador de la compañía. Foto / Javier del Valle La experiencia también lleva a González a afirmar complacido que “nuestros espectáculos se llenan”. El pasado 7 de septiembre celebraron el aniversario en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré con una presentación gratuita para el pueblo —gracias a la donación de la sala—, que se llenó a capacidad y se extendió por casi tres horas. “Fue un jueves y la gente no se fue hasta el final. Recibimos una ovación de pie. Contar 50 años no es fácil, pero fue ameno. Los maestros de ceremonia nos conocen y traían nuevas anécdotas”, explica sobre los actores Gerardo Ortiz, Linette Torres, Aidita Encarnación, cantante de Gíbaro de Puerto Rico y Carlitos Morales Cebollero, director artístico y el bailarín con más tiempo en el grupo, “al final la gente deliró cuando hicimos la pieza Oubao Moin, fue impresionante”. “Hicimos una presentación que entraba la gente por décadas, empezando con los del 70 hasta ahora. Se fue llenando ese escenario. Fue algo bien emotivo cuando el público vio sobre el escenario más de 200 personas”. El 7 de septiembre de 1973, se reunieron por primera vez los fundadores de la compañía, Francisco López Cruz y María Teresa Miranda, junto a colaboradores deseosos de promover y preservar nuestro acervo folclórico. La experiencia en el grupo propicia que el compromiso supere el tiempo. En 50 años, más de 600 personas han integrado Gíbaro de Puerto Rico. Ahora son 50 integrantes, incluyendo los músicos, “ensayando martes tras martes y no fallan”. “Una de las cosas más bonitas es que la gente que entra a Gíbaro, son ‘gíbaros’ forever. Invitamos a todos los que pudieran llegar al espectáculo de aniversario y llegaron más de 100, de Estados Unidos vinieron alrededor de 12. Hicimos una presentación que entraba la gente por décadas, empezando con los del 70 hasta ahora. Se fue llenando ese escenario. Fue algo bien emotivo cuando el público vio sobre el escenario más de 200 personas”, recuerda. La compañía tiene como meta para este año fundar una versión juvenil del ballet folclórico, con integrantes talentosos de sus talleres y campamentos. Foto / Javier del Valle El plan estratégico incluye la próxima formación del Ballet Juvenil Gíbaro de Puerto Rico, “porque tenemos muchos niños y adolescentes talentosísimos”, producto de sus talleres y campamentos. “Cuando tú conoces tu esencia y de dónde eres, tú te respetas y tu estima sube. Sabes cuál es tu historia y por qué estás donde estás: dices ‘los puertorriqueños somos de gran valía y tenemos que echar pa’lante’. Además del baile, los estimulamos a que estudien, a que sean profesionales, a que tengan un oficio; van a tener el apoyo de nosotros porque van a sentir que hacen algo por ellos y por el país. Nosotros seguiremos con mucho orgullo y muchos deseos de mantener nuestro folclor y cultura siempre en alto”, culmina González sobre la compañía que escribe “gíbaro” con G, inspirados en la obra del siglo XIX, “El Gíbaro”, de Manuel Alonso. Conoce más de la compañía en Facebook, @GíbarodePuertoRico. Gíbaro en agenda: 2023 28 de septiembre: homenaje en el Senado de Puerto Rico por su 50 aniversario 28 y 29 octubre: Teatro Arriví: Espectáculo, “A puro folclor”, con el auspicio del Instituto de Cultura Puertorriqueña 30 de septiembre: audiciones para niños de 10 a 15 años 2024 Marzo: reposición de “La guagua aérea” Colaboración con otra compañía en proyecto acerca de la aportación afrocaribeña en Puerto Rico Fotos / Javier del Valle
El movimiento en Puerto Rico ya abrió el registro para que organizaciones sin fines de lucro publiquen sus proyectos solidarios, de cara a la campaña de recaudación de este noviembre. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Campaña de la organización Fondita de Jesús para el pasado Día de Giving Tuesday Puerto Rico. Foto / Suministrada Ya es tradición, el martes que sigue al Día de Acción de Gracias tiene lugar el Día de Giving Tuesday Puerto Rico y en redes sociales se multiplica la frase: “hagamos viral la generosidad”. Así que el próximo 28 de noviembre, las organizaciones sin fines de lucro que hayan registrado sus proyectos solidarios en la campaña local, recibirán las donaciones económicas que atraigan entre los participantes del evento. Giving Tuesday Puerto Rico anunció que ya abrió el registro de organizaciones para la campaña de este 2023 y la fecha límite de registro es el martes, 14 de noviembre. “Este año estamos trabajando bien fuerte porque vamos a tener más apoyo para las organizaciones. Hemos tenido un soft launch del registro y ya tenemos más de 30 organizaciones registradas. Con orgullo te digo que Giving Tuesday Puerto Rico ya tiene vida propia y el Día de Giving Tuesday es una actividad que las organizaciones esperan; desde agosto nos están escribiendo correos electrónicos pidiendo información sobre esta edición. Las organizaciones saben que estamos aquí para apoyarlas”, afirma Gionira Blanco, líder global de Giving Tuesday Puerto Rico. Centros Sor Isolina Ferré recabó ayuda para continuar la transformación social que propone, en la campaña del año pasado. Foto / Suministrada El primer registro de organizaciones local se realizó en el 2018 y ha continuado hasta hoy; ya se han unido más de 125. Se solicitan documentos como el registro de la organización sin fines de lucro en el Departamento de Estado y su consabido certificado de Good Standing, así como datos generales como la descripción de su proyecto solidario, la meta monetaria que tienen y la información de contacto en la organización. Dado que algunas no cuentan con página web, el espacio que le brinda Giving Tuesday Puerto Rico les permite mayor alcance en la difusión de su labor. Compañías como Evertec, y su ATH Móvil, se han unido a la campaña para viabilizar las donaciones que van directo a las organizaciones y nunca a Giving Tuesday Puerto Rico. La campaña realizada en el 2022 registró $900.000 dólares en recaudos. “Este año estamos súper emocionados porque recientemente Giving Tuesday inauguró un hub para Latinoamérica y el Caribe con el objetivo de robustecer los capítulos y su presidente es el brasileño João Paulo (JP) Vergueiro, quien llevó Giving Tuesday a Brasil en el 2014. En noviembre, días antes del Día de Giving Tuesday en Puerto Rico, él nos visitará. Cuando vayamos a los medios de comunicación con él, nos llevaremos a distintas organizaciones registradas al evento para que puedan dar a conocer sus proyectos”, señala Blanco. EN EXPANSIÓN GIVING TUESDAY Giving Tuesday es un movimiento creado en el 2012 en Nueva York para contrarrestar el consumismo que generan iniciativas como Black Friday o Cyber Monday, ya que motiva la solidaridad al estimular las donaciones económicas, de servicios, de voluntariado, de sangre o hasta de libras de comida, entre otras. Más de 90 países se han unido a la iniciativa. El Centro de Aprendizaje del Niño promocionó la expansión de su sede en la plataforma de Giving Tuesday Puerto Rico. Foto / Suministrada En Puerto Rico se oficializó en el 2017, apadrinada por la Alianza para el Desarrollo del Tercer Sector Puertorriqueño, fundada por el filántropo Roberto Soto. Dado que en ese momento se requerían principalmente donaciones económicas en el país debido al paso del huracán María, esa ha sido la tónica del evento local. El registro permite visibilidad a las organizaciones sin fines de lucro que requieran donaciones económicas para cumplir un objetivo específico, al tiempo que a Giving Tuesday Puerto Rico le facilita documentar la generosidad en la isla, producto de la campaña que generan. Las organizaciones participantes en las campañas de años anteriores han recibido servicios de capacitación en áreas útiles para trascender las comunidades que sirven como mercadeo, relaciones públicas, redes sociales y storytelling, entre otras. Cada organización se ocupa de preparar su campaña solidaria, que será vista por los participantes del evento en Puerto Rico. En el 2020, Giving Tuesday Puerto Rico presentó webinars gratuitos con expertos en relaciones públicas, mercadeo o recaudación de fondos, así como clases magistrales sobre estrategias de recaudación de fondos. Para registrar tu organización en el Día de Giving Tuesday Puerto Rico, visita givingtuesday.org.pr. Fotos / Suministradas
En el Día de la Iniciativa Preescolar, la Fundación Ángel Ramos reunió a la comunidad de aprendizaje que ha propiciado la Iniciativa Preescolar Virtual (IPv), cuyo foco de acción es la educación de la niñez en edad temprana. Por Oenegé Laura López, directora ejecutiva de la Fundación Ángel Ramos, saluda a las asistentes al evento en Caguas. Foto / Javier del Valle Se cantó, se aplaudió y se reflexionó. El primer encuentro presencial de la debutante Iniciativa Preescolar Virtual (IPv) de la Fundación Ángel Ramos (FAR), reunió en Caguas el pasado sábado, 26 de agosto, a los participantes de las certificaciones que ofrecen las iniciativas que la integran: Alcanza de la Universidad de Puerto Rico (UPR), APRENDO de Fondos Unidos de Puerto Rico, Despertar Musical del Conservatorio de Música de Puerto Rico, Certificación Montessori del Instituto Nueva Escuela e Integración de las Artes del Museo de Arte de Puerto Rico. Para fortalecer la educación de la niñez en edad temprana, FAR creó en el 2005 la Iniciativa Preescolar (IP) que subvenciona la capacitación de maestros, asistentes y cuidadores en escuelas y centros de cuido. Ahora refuerza el proyecto con su modalidad virtual. La jornada sabatina sirvió como espacio para generar uno de los objetivos de la IPv: crear una comunidad de aprendizaje alrededor de la serie de ofrecimientos virtuales. Edenmarí Class Montijo, gerente de Desarrollo Organizacional y Comunicaciones. Foto / Javier del Valle “Para la Fundación Ángel Ramos la niñez en edad temprana, su pleno desarrollo y su educación, es prioridad y foco de acción. Por años nos hemos dedicado a la creación, al desarrollo y al fortalecimiento de la Iniciativa Preescolar y hemos visto cómo esta inversión en la formación continua de maestros y cuidadores impacta significativamente el entorno educativo de nuestros niños y niñas. En tiempos tan difíciles para la niñez en nuestra isla, continuar apostando no sólo a su futuro sino a su presente, es fundamental para la institución”, expuso el presidente de la FAR, el CPA Roberto Santa María. Como parte de la actividad, se llevó a cabo un conversatorio titulado “Así vivimos la Iniciativa Preescolar: diálogos y testimonios”, en el que se compartieron estrategias, logros y experiencias que son el fruto del proceso de certificación en los programas de la IPv y de la implementación de lo aprendido en ellos. Ana Teresa Toro, periodista y oficial de comunicaciones de la FAR, fue su moderadora. Coordinadoras de la IP en el primer encuentro de la Iniciativa Preescolar Virtual. Foto / Javier del Valle “La Iniciativa Preescolar tiene muchísimas fortalezas porque todos los programas que la integran aportan de manera ejemplar a la educación continua de cuidadores y educadores de la niñez en edad temprana, pero quiero destacar una de las más importantes para nosotros. Me refiero a la oportunidad que nos ha provisto la virtualidad para crear espacios colaborativos y conformar una comunidad de aprendizaje virtual que, por primera vez, se reúne de manera presencial. Los vínculos creados, las herramientas y el conocimiento compartido es lo que hace de este proyecto un esfuerzo realmente único en el país y del que nos sentimos profundamente orgullosos”, comentó Laura López, directora ejecutiva de la FAR. Además del conversatorio y de una presentación que detalló la evolución de la Iniciativa Preescolar a lo largo del tiempo, también se realizó un taller colectivo. La dinámica permitió que todos los programas presentarán una muestra del tipo de trabajo que realizan, así como de las destrezas que fortalecen en sus talleres virtuales. El objetivo es que, como ya ha sucedido, quienes se han certificado en un programa se entusiasmen en obtener nuevas certificaciones y ampliar su campo de formación. EL SALTO VIRTUAL Durante el evento se subrayó que la educación de la niñez en edad temprana ha sido tema medular de la FAR, tras ser adoptada en el 2003 como prioridad de trabajo. Desde entonces, la Fundación ha comisionado estudios y evaluaciones con expertos en las diferentes disciplinas educativas, siendo las audiencias de interés la familia y la población de 0-6 años. Como resultado, la Fundación subvenciona desde el 2005 a los cinco programas que conforman la Iniciativa Preescolar: Alcanza, APRENDO, Despertar Musical, la Certificación Montessori e Integración de las Artes. El apoyo consistente de la FAR a los programas, liderados por organizaciones sin fines de lucro, ha incluido brindar oportunidades de capacitación y de desarrollo profesional innovadores, alineados a prácticas apropiadas para cuidadoras, educadoras y otro personal de centros de cuidado y educación de infantes y preescolares. Todos los programas se ofrecen gratuitamente y cumplen los estándares de calidad de la National Association for the Education of Young Children (NAEYC). Tres de los programas ofrecen más de una certificación. Según se explicó, a raíz de la pandemia del COVID-19 y los terremotos, reconociendo los grandes retos socioeconómicos que vive el país desde hace más de una década, la Fundación decidió adelantar sus planes de extender la Iniciativa Preescolar a toda la isla, y así emprendió la Iniciativa Preescolar Virtual (IPv). Para lograrlo, las directivas de los programas subvencionados fueron adiestradas y acompañadas por personas cualificadas en el proceso de viabilizar la transición de cursos de formato presencial a virtual. Del mismo modo, se ha trabajado constantemente con la asesoría de expertos en el diseño instruccional de la iniciativa. En el inicio formal de la IPv —entre los años 2021 y 2022— participaron representantes de 44 centros en el primer plan piloto y, en el segundo, 53. Casi todos procedían de centros preescolares privados que sirven a familias de la clase media trabajadora, ya que los Centros Head Start y Early Heard Start, al presente, cuentan con capacitación continuada ofrecida por el gobierno federal. Los resultados de la evaluación para ambos pilotos reflejaron una alta retención de las participantes con gran satisfacción en los cursos, los procesos y el apoyo de la Fundación. A su vez, ha sido una oportunidad de hacer mucho más accesible estos saberes a una mayor cantidad de personas en el país. Superadas satisfactoriamente las etapas piloto, durante el año escolar 2022-2023 la Fundación puso en marcha oficialmente la implementación formal de la IPv, la cual se espera sea ampliamente acogida por centros en toda la isla. ¿Más información? Accede a www.farpr.org. Fotos y vídeo / Javier del Valle