El festival internacional de circo y artes de calle que presenta ACirc repite libre de costo en el Viejo San Juan mañana sábado 8 y el domingo 9 de marzo, de 11:00 a.m. a 9:00 p.m. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Esta edición conmemora el décimo aniversario del proyecto cultural que ha sido la base del crecimiento de la organización sin fines de lucro ACirc, finalista del Premio Tina Hills en 2024 y 2023. Crédito de foto: Laura Magruder Llegó la hora de reír. El segundo fin de semana de marzo marca en el calendario los dos días en que el Viejo San Juan vuelven a ser el gran escenario de payasos, mimos y acróbatas -entre otros artistas circenses y de artes de calle-, como parte de la celebración del Circo Fest. En este 2025 la cita sigue en pie, pero tendrá un sabor distinto: el evento cultural festeja su primera década en Puerto Rico. El festival libre de costo tendrá lugar este sábado 8 y domingo 9 de marzo, en horario de 11:00 a.m. a 9:00 p.m., en 11 puntos distribuidos entre el Museo de San Juan, la plaza San José, la plaza del Quinto Centenario, el patio y los exteriores del Cuartel de Ballajá, los patios del Instituto de Cultura Puertorriqueña y el Centro Cultural El Bastión. También habrá estaciones recreativas, un área de oferta gastronómica y de descanso. La Federación de Cuica de Puerto Rico es una de las participantes favoritas del público. Crédito de foto: Thais Llorca Podrás disfrutar del trabajo de 179 artistas. El programa incluye a 31 compañías locales y 8 internacionales provenientes de Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, España, Francia, Estados Unidos e Italia. Parece que fue ayer que el festival que se ha tornado en un evento familiar comenzó en nuestra isla gestado por la Asociación ACirc en el 2014. Solo la pandemia por COVID-19 varió sus ofrecimientos que han sido ininterrumpidos. Más de 70,000 espectadores se congregan en las calles adoquinadas para disfrutar de los variados espectáculos y, quienes deseen, aportan económicamente cuando los artistas “pasan el sombrero” al concluir su puesta. Les Dudes es uno de los grupos internacionales que son invitados por ACirc y que han sido parte del intercambio cultural que se logra cada año en la isla entre la comunidad circense internacional. Crédito de foto: Maite Rivera Carbonell “Desde nuestra primera edición en el 2014 tuvimos la suerte que llegó mucho público al festival, pero año tras año Circo Fest siguió creciendo orgánicamente hasta convertirse en este gran proyecto para grandes y chicos. Nos llena de alegría saber que recibimos visitantes de diferentes municipios de la isla y también de otros países. Muchos maestros y maestras aprovechan ese fin de semana para traer a sus alumnos, acompañados de sus familias, para que disfruten de los más de 60 espectáculos que ofrecemos cada día en el Viejo San Juan”, describe Maite Rivera Carbonell, directora artística y fundadora de ACirc. Rivera Carbonell puntualiza que “Circo Fest es una fiesta cultural pensada para que toda la familia disfrute de principio a fin”. “Lo creamos con el objetivo de traer información fresca a nuestra isla, de promover nuestro talento local que cada año sigue desarrollándose y, sobre todo, con la intención de acercar al público a espectáculos de alto nivel, más allá de su poder adquisitivo. Es una forma de democratizar las artes”, comentó Rivera Carbonell. REGRESAN LOS PREMIOS Las presentaciones de las compañías locales competirán por dos premios: el Premio del Jurado y el Premio del Público. El primero otorga $700 y una residencia artística en el Centro Cultural El Bastión; un jurado integrado por artistas y vecinos del Viejo San Juan se ocupará de seleccionar al ganador. En el caso del Premio del Público, este otorgará Collective Nous Deux ha sido otro de los artistas internacionales que han encontrado en la isla un público hambriento de conocer el arte circense. Crédito de foto: Laura Magruder $300 y una residencia artística en el Centro Cultural El Bastión. Este premio lo recibirá la compañía o el artista que más votos reciba del público -durante los días del evento- a través de la página web del festival. Los entusiastas de la fotografía también serán destacados. Por tercer año consecutivo, podrán someter hasta 10 fotografías del festival y un comité evaluador seleccionará la imagen ganadora. Su creador recibirá un premio de $250 y la posibilidad de exponer junto al resto de los semifinalistas en el Centro Cultural El Bastión. “Estamos muy felices de llegar a celebrar con nuestro público los 10 años de festival, esto va a ser una gran fiesta”, prometió Maximiliano Rivas, director ejecutivo y miembro fundador de ACirc. “A pesar de que en los últimos años se nos ha hecho muy difícil conseguir los recursos económicos para poder sacarlo adelante, una vez más lo hemos logrado contra viento y marea. Por suerte, la pasión en nosotros se mantiene y desde el primer año apostamos a conseguir el apoyo de nuestros seguidores, para que de esa manera el proyecto tenga autonomía y pueda perdurar. Si el público nos apoya, nosotros podremos seguir adelante brindando un aire fresco para toda la isla año tras año”, comentó Rivas. Como es costumbre, tan pronto acabe el evento en la capital, el Circo Fest presentará un espectáculo junto a las compañías internacionales en varios municipios de la isla. La mini-gira transcurrirá del 10 al 16 de marzo. Llegarán a la plaza pública de Vieques el miércoles 12, a las 6:00 p.m.; a la de Canóvanas el viernes 14, a las 7:00 p.m.; al Parque de las Ciencias en Bayamón el sábado 15, a las 7:00 p.m., y el gran cierre de Circo Fest 2025 será en la plaza pública de Arecibo el domingo 16, a las 6:00 p.m. Para mantener su gestión activa, desde sus inicios la Asociación ACirc creó la campaña de recaudación de fondos, “Sácate un pe$o de encima”, con la que invita a su público a aportar $1 o más para el desarrollo de proyectos como el Circo Fest. La campaña permanece abierta durante todo el año. Para más información, visita https://www.acircpr.com. CÓMO LLEGAR AL CIRCO FEST 2025 Se invita al público a utilizar sistemas de transportación alternativa como: TREN URBANO Libre de costo Horario: 5:30am a 11:30pm Frecuencia:16 minutos Estacionamientos: Bayamón, Torrimar, Martínez Nadal, Cupey y San Francisco AUTOBUS (T3) Libre de costo Horario Sábado y Domingo: 6:00 am a 11:00 pmSan Juan (último viaje 11:00pm) Sagrado Corazón (último viaje 10:55pm) Frecuencia: 20 minutos LANCHAS CATAÑO - SAN JUAN - CATAÑO Costo por viaje: $0.50 Horario: Cataño a San Juan / 7:30am -10:30pm San Juan a Cataño / 8:00am -11:00pm Frecuencia: 30 min CICLISTAS – Para llegar al festival en bicicleta podrán utilizar la “ciclovía”, contando con un estacionamiento de bicicletas en la Plaza de la Beneficencia, justo al lado del Centro Cultural El Bastión en la calle San Sebastián. Fotos / Suministradas
La nueva presidenta de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico insiste en el mejoramiento de oportunidades para nuestros jóvenes como una de las llaves para el desarrollo económico isleño. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Alma Frontera dirige la organización, ganadora del Premio Tina Hills en el 2014, desde agosto del pasado año 2024. Por incierto que se pinte, el futuro no amilana el empeño de Alma Frontera. La energía de la nueva presidenta de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico se alimenta con cada rostro, historia y posibilidad de superación que encuentra. Y en la organización sin fines de lucro que lidera desde agosto del 2024 sobran. Hablamos de 57 años de labor en Puerto Rico de Boys & Girls Clubs y 55 años desde el establecimiento de su primer club, Ramos Antonini. Hablamos de más de 500 empleados que laboran en 25 centros, 11 clubes por la isla, dos Early Head Starts en San Juan y San Lorenzo, en los que sirven directa e indirectamente unas 16,500 personas entre 0 a 60 años mediante diversos programas. “Quiero trabajar una estructura aún más fortalecida para poder aportar al sector todavía más; que seamos más grandes, mejores y más valientes”, resume sus expectativas con la organización la especialista en comunicaciones y desarrollo económico. Frontera no es un rostro nuevo en el tercer sector. Llegó a él impulsada por la labor que realizó tras los huracanes Irma y María en el 2017, situaciones en las que capitalizó sus conocimientos en logística y producción para gestionar la entrega de $10 millones de dólares en mercancía y productos en comunidades necesitadas en la isla provenientes de donantes en y fuera de Puerto Rico. “Dije, ‘necesito ayudar’, se me prendió ese chip”, recuerda el impulso inicial de ponerse al servicio de la recuperación de la isla -y otras caribeñas- tras los ciclones, que resultó ser la puerta de entrada a otro escenario laboral. “Sé que suena cliché, pero yo no me podía levantar en esos días sin pensar que estaba haciendo algo de ayuda. El concepto de ayudar es una cosa cuando hay emergencia, y otra cuando no la hay. Era un mundo que no conocía, una realidad y unas necesidades que no había visto con mis ojos. Era una mezcla de todas esas cosas, y que ayudar no era una opción, era un deber”, recuerda jornadas laborales de 16 horas que propiciaron colaboraciones inéditas entre socios filantrópicos en y fuera de la isla. “La confianza que me dieron impuso un nivel alto de responsabilidad ante el donante y ante quien recibe. El nivel de sensibilidad, de entendimiento, de empatía, fue un momento de ver que todos estamos en el mismo bote, aunque no lo queremos aceptar o nuestras acciones no lo reflejan todo el tiempo”, identifica una de las múltiples lecciones aprendidas. Como voluntaria se acercó al Colaboratorio en Santurce y en diciembre del 2017 fue invitada por Foundation for Puerto Rico a ser su directora de Programas. En el 2020 se une al exsecretario Manuel Cidre en el Departamento de Desarrollo Económico y Comercial. En el 2021 retornó a Foundation for Puerto Rico como vicepresidenta de la organización, hasta que el 1 de agosto de 2024 arribó a Boys & Girls Clubs como su debutante presidenta. EL RETO NUESTRO DE CADA DÍA Quien piense que la labor en Boys & Girls Clubs de Puerto Rico ya está hecha dada su longevidad, es porque desconoce cómo opera el tercer sector. No contar con fuentes fijas de fondos dificulta la planificación de servicios que, haya dinero o no, siempre hay que ofrecer. "Me gustaría pensar que algún día nuestro trabajo no fuera necesario, pero no es una realidad, cada vez se necesita más”, reflexiona Frontera quien comenzó a trabajar directamente con el tercer sector en el 2017. “Ocurre igual en todas las organizaciones”, dice Frontera sobre el concepto de trabajo errado, “a la hora de la verdad nosotros le respondemos a las necesidades de la comunidad y la comunidad evoluciona todos los días. Me gustaría pensar que algún día nuestro trabajo no fuera necesario, pero no es una realidad, cada vez se necesita más”. Olga Ramos, la pasada presidenta, integró primero la Junta directiva de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico y portó varios sombreros a lo largo de 15 años en la organización. En la dirección compartió responsabilidad con el anterior presidente, Eduardo Carrera, manejando como dupla los temas de innovación externa y operación. “En esa época surge Vimenti, el Instituto del Desarrollo de la Juventud, Project Makers y lo que ahora Eduardo corre que es la Plataforma para Impacto Social. Lo que siempre se buscaba era atender una necesidad de la comunidad y dijeron ‘si nuestra misión es erradicar la pobreza infantil, solos no lo vamos a poder hacer. ¿Cómo podemos ayudar a este sector para que se refuerce?’”, repasa Frontera esfuerzos que cambiaron el rumbo de la organización que ahora lidera y de cuyos inicios aprendió tras reunirse con su primer director ejecutivo, José Campos. Quizás en ese momento llegó el segundo clic de Frontera con el tercer sector. En la coyuntura especial que ofrece la reconstrucción del país, la premisa de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico está alineada con su filosofía de no repetir lo que no funciona. “Yo lo estaba viendo desde una perspectiva de desarrollo económico y era sorprendente que tuviera que explicar la correlación de la importancia de educación, salud, seguridad y de que todo es desarrollo económico. A los donantes de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico les digo ‘si no estamos dispuestos a apostar a la juventud, de qué futuro estamos hablando. ¿Quién es tu fuerza de trabajo? ¿Quién es tu futuro consumidor? ¿Queremos que sean educados? ¿Qué nos puedan cuidar a nosotros después? ¿Les estamos dejando el país en una mejor circunstancia?’. Queda mucho trabajo, pero podemos verlo todo desde una perspectiva donde todo está atado al desarrollo económico”. No es difícil comparar a Boys & Girls Clubs de Puerto Rico con un monstruo gigante con múltiples cabezas. Frontera sonríe al escucharlo, pero reconoce que el crecimiento de la organización no se detiene. “Te diría que es un monstruo que ya tenía múltiples cabezas en proceso de independizarse, así que qué orgullo ver eso. Vengo en un momento donde hubo mucha innovación hacia afuera para atender la necesidad, así que estoy bien contenta de poder dedicarle unos años a la innovación interna para evolucionar como organización, a sabiendas de que hay un sector más fortalecido”, explica. "¿Quién es tu fuerza de trabajo? ¿Quién es tu futuro consumidor? ¿Queremos que sean educados? ¿Qué nos puedan cuidar a nosotros después? ¿Les estamos dejando el país en una mejor circunstancia?’. Queda mucho trabajo, pero podemos verlo todo desde una perspectiva donde todo está atado al desarrollo económico”. Alma Frontera Directora ejecutiva de Boys and Girls Clubs de Puerto Rico Frontera ve con entusiasmo la lealtad de los empleados con “el movimiento”, como definen la labor que realizan; es usual que lleven más de una década de labor, que crezcan en múltiples roles y que empleen egresados de sus programas. Ya visitó todos los clubes y todavía le conmueve la emoción de los integrantes por entrar a recibir servicios cuando el reloj marca las 3:00 p.m. “Nuestros clubes siguen ofreciendo un espacio seguro para que los niños sigan siendo niños física y emocionalmente”, indica tras mencionar las responsabilidades que asumen muchos de sus participantes, especialmente en la crianza de hermanos. “Llego a una organización que hace tres años decide expandir para atender Early Head Start y a mayores de 60 años, porque estamos viendo que la necesidad y el gap educativo cada vez es mayor. Hace varios años la organización adopta el 2Gen approach porque decimos ‘si estamos queriendo combatir la pobreza, atender al menor no es suficiente, sigue estando atrapado en circunstancias que no están en su control’. De ahí la importancia de atender a la familia y al núcleo completo que puede incluir, además de papá y mamá, abuelos, tíos o cuidadores legales”. Para finalizar, la presidenta comparte una anécdota: un participante del Boys & Girls Clubs de Loíza se topó con una balacera y, aunque su casa le quedaba más cerca, decidió correr de regreso al club. “Si eso no significa que somos seguros, no sé qué lo va a ser”, dice celebrando la fortaleza del vínculo entre participantes y empleados del Club loiceño, y el desarrollo holístico que promueven. “Esta es una organización que ha podido celebrar su historia. Estoy emocionada, honrada y esperanzada, sin duda, es aquí donde tengo que estar”, acaba Frontera, inquieta por aportar a la expansión de Boys & Girls Club en el tramo que le corresponde. Para saber más de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico, visita: https://bgcpr.org. Fotos / Javier del Valle
Tres organizaciones sin fines de lucro relatan las muestras de amor que comparten con los participantes a los que sirven. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La búsqueda de la exploración de la identidad propia a través de algo tan sencillo como el dibujo animado que más que guste a cada participante es un factor determinante en el enriquecimiento del ambiente. Hay momentos que exigen que retornemos al principio, a la razón primera por la que se activa el tercer sector. En este mes de febrero, tocamos la puerta de tres organizaciones sin fines de lucro que relatan las muestras de cariño que ofrecen a sus participantes y las que reciben de vuelta. La misión de cada organización nace, sin duda, de un gran gesto de amor. Los besos y los abrazos siempre estarán presentes en su labor, pero tanto la cotidianeidad como la convivencia traen otros recordatorios del sentimiento cultivado. Aquí algunos ejemplos que te arrancarán una sonrisa: Hogar Cuna San Cristóbal En el albergue atienden niños de 0 a 7 años que han vivido trauma, negligencia o han sido maltratados, mientras se determina si pueden retornar con sus familias biológicas o comienzan de nuevo con una familia adoptiva. “Los apoyamos y los sostenemos en este proceso de pérdida de su familia biológica con todos los servicios que proveemos en el albergue”, explica Keila La Santa, directora ejecutiva, del espacio que ahora atiende a 15 participantes. La celebración de los cumpleaños es uno de los muchos esfuerzos que realiza la Casa de Niños Manuel Fernández Juncos para manejar el aspecto emocional de los complejos procesos que atraviesan los participantes. La Santa puntualiza que la labor de San Cristóbal es el espejo en el que se miran para atender a los residentes del albergue, y que las muestras de amor pueden ir desde un buen abrazo hasta una merienda especial o la celebración de un cumpleaños. “Escucharlos, hablarles con la verdad a su nivel, no crearles falsas expectativas; eso también es amor, quedarnos con ellos cuando están en momentos difíciles, dejarlos que manifiesten su dolor. Ahora tenemos una nena que es sorda, todo el equipo cogió clases de lenguaje de señas, nos adaptamos a la necesidad de los niños que atendemos y los defendemos a capa y espada donde sea”, explica la líder y agrega que además acuden a apoyarlos en sus actividades escolares. Para manifestar su cariño, los participantes “nos hacen dibujos y nos regalan cositas que hicieron en la escuela”. Como un legado de amor menciona que trabajan para cada niño en el albergue un “Libro de vida”, que acumula fotos, información e historias que documenten su crecimiento, dada la importancia de rescatar su historia. Sin embargo, una inesperada muestra de amor vino en forma de colcha de cama. En el albergue, los niños que pueden expresarse evalúan los servicios recibidos cada tres meses. En una ocasión, una niña se quejó de que los cuartos femeninos eran rosa y los masculinos azules, y ella prefiere ese color. “Hemos mantenido todas las camas iguales por estética, para que sea vez bonito, y nos dimos cuenta de que se estaba perdiendo lo esencial: que los niños tengan sentido de pertenencia. Así que ahora la ropa de cama es diversa. Tengo nenas con colchas de Sonic, de Buzz Lightyear, Paw Patrol o de Princesas. Tenemos diversidad de estilos porque les dimos voz y voto. Fue un cambio organizacional porque queremos que sientan que el espacio es de ellos. Fue emocionante ver sus caritas cuando los complacimos, los pequeños detalles hacen la diferencia”, promete La Santa. Casa Manuel Fernández Juncos “Una vez un señor en Cabo Rojo nos pidió que le contáramos cómo era el Viejo San Juan porque nunca había ido, hasta llamó a su familia para que nos escucharan. Esa experiencia nos motivó a fortalecer este programa que lleva una parte del museo a la comunidad y lo reciben muy bien”. Alejandra Olivieri Robles Asistente del Programa de Educación y Alcance Comunitario del Museo de Las Américas Quince varones entre los 8 años y los 17 años y 11 meses viven en el albergue, donde inicia su recuperación tras experimentar maltrato, abuso o negligencia en el hogar. Su director, Padre Rodolfo Vega, destaca que -junto con el Departamento de la Familia- deben suplir la necesidad de un padre o una madre activos en las vidas de sus participantes. “A partir de ahí, la experiencia de crianza integral de cualquier ser humano requiere que pase de manera transversal por la experiencia del amor”, dice el sacerdote sobre el sentimiento que se suma a servicios educativos, médicos y sicológicos. Sin embargo, Padre Rodolfo resalta qué ocurre cuando los niños interactúan con los voluntarios de la organización, grupo que suma unos 45. “Los niños se conmueven y empiezan a crear relaciones, vínculos que van fortaleciendo el tejido social, tanto de parte del niño -que conoce personas adultas que traen a sus hijos-, como de los adultos que ven la esperanza de una crianza saludable para ellos”. La manera en que los participantes retribuyen esas atenciones se evidencia “en esa capacidad de agradecimiento y agrado al ver a una persona que -de momento es extraña- y viene a colaborar en la casa”. “Ese nivel de consciencia de la sociedad que trabaja entre todos, el acto de buena voluntad de personas que no los conocen, pero quieren venir a compartir con ellos, hace toda la diferencia”, señala el director. El vínculo comunitario que logran los facilitadores del Museo de las Américas con público de todas las edades refleja la gran necesidad de actividades de ocio productivo para diversas poblaciones. Ya es costumbre que una vez al mes celebren a los cumpleañeros del albergue. “Al visitarnos, las personas voluntarias se convierten en un recurso estable para los niños porque los van viendo con cierta frecuencia y les permiten socializar. Esa forma de atender sus necesidades está ayudando también a una comunidad en su intención de querer aportar, no se queda en los deseos, se vuelve vivencial”, explica y menciona un ejemplo de cómo el amor incentiva transformaciones. Padre Rodolfo menciona el caso de una voluntaria del Banco Popular que ha hecho de su visita al hogar un hábito sabatino. “Ella se ha convertido en una especie de testimonio de cómo se utilizan los días libres. Dice ha podido salir de su zona de confort y abrir la conciencia de que la sociedad necesita ayuda hoy y que yo puedo ser parte de esa ayuda, yo puedo aportar”, dice el sacerdote. El director puntualiza que el tercer sector, tan dado a recibir el impacto de los cambios en política pública, “nos pone a repensar el modelo social de un país”. “La solidaridad es lo que hace que una sociedad avance, personas con nombre y apellido que decidan hacer cambios en su comunidad”, insiste convencido Padre Rodolfo. Museo de Las Américas “Las risas son el denominador común de los participantes que disfrutan una actividad del museo”, explica Alejandra Olivieri Robles, asistente del Programa de Educación y Alcance Comunitario del Museo de Las Américas, ubicado en el Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan. La institución ha abrazado la misión de exponer a visitantes y a residentes de las comunidades que visitan, a lo mejor del arte que albergan sus salas. Lo hacen a través de cuatro programas: “Arte Mayor”, dirigido a adultos mayores; “Extramuros”, iniciativa que utilizando un baúl lleva a una comunidad un resumen de la exposición en alguna de sus salas; “Crear es crecer”, que atiende a adultos con diversidad funcional; y “Sanando sanadores”; que procura el bienestar de trabajadores sociales activos. La interacción con los participantes genera variadas muestras de interés y cariño. Participantes del Instituto Psicopedagógico durante una de sus visitas. Olivieri destaca que preparan con esmero la oferta para cada programa y lo principal es “saber escuchar a las personas”. “Nos pasa mucho con “Arte mayor”, alguna obra toca los recuerdos de alguna persona y se abren a contar experiencias que a veces tienen bien guardadas, especialmente si son pérdidas de personas cercanas”, relata. Cuando visitan diversos rincones de la isla con “Extramuros”, descubren el interés por conocer el arte y la avidez por aprender otras realidades. “Una vez un señor en Cabo Rojo nos pidió que le contáramos cómo era el Viejo San Juan porque nunca había ido, hasta llamó a su familia para que nos escucharan. Esa experiencia nos motivó a fortalecer este programa que lleva una parte del museo a la comunidad y lo reciben muy bien”, describe Olivieri. Preguntar a los niños y niñas qué representa algo especial para ellos es de suma importancia porque, en ocasiones, cosas muy sencillas e inesperadas pueden cumplir el efecto deseado de bienestar. De los participantes con diversidad funcional agradece “la forma en que valoran y atesoran cada experiencia”. “A veces en sus memorias lo que se queda grabada es la actividad que tuvieron con nosotros, y nos da mucha alegría comprobar que se quedan con esa felicidad por tanto tiempo. Es bien bonito”. Para los participantes de “Sanando sanadores” procuran hasta la aromaterapia adecuada que convierta la sala donde trabajan en “un lugar seguro” y de paz. “Es bien importante que se sientan escuchados, que sientan ‘me gusta el ambiente donde estoy’”, señala Olivieri. “Por lo general, las personas entran a las salas del museo y se olvidan de todo lo demás. En los talleres nosotros procuramos que se sientan a gusto, al punto que hasta nos hacen confidencias. Cuando creas ese ambiente dentro del espacio es lindo, en ese momento los participantes se olvidan hasta del celular. A veces tienes un gesto como conseguirle una silla al adulto mayor, cosas sencillas que hemos olvidado, acciones solidarias que se van contagiando en el grupo y después tú ves cómo comparten”, culmina Olivieri. Descubrieron entonces una gran verdad, lo más importante del amor, es compartirlo. Fotos / Suministradas
¿Cómo la organización resguarda a sus participantes? ¿Cómo enfrentan la incertidumbre ante el posible recorte de fondos federales? Alma Frontera, su presidenta, nos comparte sus reflexiones. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Aunque reconoce la gran incertidumbre con relación a los fondos federales bajo la presidencia de Trump, Frontera asume el reto con “una mezcla de ser responsable y planificarte, dentro de lo que se puede, aunque te cambie el plan a la semana” Las políticas migratorias del presidente Donald Trump no excluyen a Puerto Rico. Ya las autoridades federales han realizado operativos alrededor de la isla indagando en el estatus migratorio de sus residentes, para asegurarse de que únicamente permanezcan en territorio estadounidense quienes estén autorizados. Y en ese estatus no definido caen múltiples familias cuyos integrantes se benefician de los servicios que ofrecen Boys & Girls Clubs de Puerto Rico, en cuyos clubes se privilegia la seguridad. El riesgo está latente. Por ejemplo, un tercio de la población en el Club Las Margaritas cuenta con algún familiar con estatus migratorio no definido. En el Club Llorens Torres, los jóvenes manifestaron que el tema migratorio es el que más les preocupa. “Hay mucho miedo, lo hemos visto en cuidadores o guardianes legales que no están viniendo a recoger a los nenes. Esas primeras semanas fueron de mucho miedo de ellos por no salir y una preocupación de nosotros de que tuvieran la comida suficiente ya que no se sentían seguros usando la transportación pública o visitando el colmado de la esquina. En nuestro club se sirve lo que, para muchos, es el único plato caliente en el día”, expone Alma Frontera, presidenta de Boys & Girls Club de Puerto Rico. Identificaron las familias y les hicieron llegar sus “Mochilas de felicidad”, que brindan los alimentos necesarios, entre otros respaldos. “Algunos de los bebés de Early Head Start dejaron de venir y estamos llevando el mensaje de que nuestros espacios son seguros. Tenemos unos protocolos desde la primera semana orientando al equipo de trabajo sobre cuál es la documentación y el proceso apropiado del gobierno para llevar a cabo alguna intervención. Aunque hayan estado en comunidades donde tenemos clubes, no han llegado a ellos. Sabemos que están en las comunidades porque los papás nos dejan saber, se comunican”, indica la presidenta. Frontera destaca que “las comunidades protegen los clubes” que mantienen “relaciones estrechas con la comunidad”. “Los consideran un espacio seguro, hay un entendimiento de que no se tocan y se protegen porque reconocen el servicio de excelencia que se realiza”, señala la presidenta. SIGUE LA INCERTIDUMBRE POR FONDOS FEDERALES Temprano en su mandato, el presidente Donald Trump también ordenó el congelamiento de fondos federales mientras se revisa su alineamiento con las políticas públicas que implantará. Al cierre de esta edición, se desconoce a ciencia cierta cuáles sobrevivirán los cortes en este cuatrienio, lo que altera las proyecciones de trabajo del tercer sector. Frontera asume la situación con “una mezcla de ser responsable y planificarte, dentro de lo que se puede, aunque te cambie el plan a la semana”. “Tenemos una responsabilidad de continuar y no dejar que el miedo nos afecte porque los niños no tienen la culpa, ni controlan eso. Ellos saben lo que está pasando, pero para nosotros es crucial que somos una constante para ellos y no vamos a permitir que se afecten porque eso está conectado con su seguridad emocional”, afirma la líder. “Tenemos una responsabilidad de continuar y no dejar que el miedo nos afecte porque los niños no tienen la culpa, ni controlan eso. Ellos saben lo que está pasando, pero para nosotros es crucial que somos una constante para ellos y no vamos a permitir que se afecten porque eso está conectado con su seguridad emocional”. Alma Frontera Directora ejecutiva de Boys and Girls Clubs de Puerto Rico “Un día que la puerta del club esté cerrada podría haber sido life changing, quizás era el día en que ese participante te iba a hablar de una beca que le llegó y no sabe qué hacer. Si no estuviéramos nosotros -y todo el tercer sector- ese era el día que el participante nos necesitaba con el tema de salud mental, de educación, de graduación, de preparación para que sean entes competitivos. Todo niño y joven debe tener las mejores oportunidades y sabemos que eso no es así, así que tenemos que asegurarnos. Quizás yo sólo le quité el seguro a la puerta y el joven hizo todo lo demás, pero el poder estar en la vida de esa persona constantemente, ser ese adulto que brinda disciplina, rutinas, límites, que les explica, los lleva de la mano y con la empatía de que es un ser humano en crecimiento, es bien importante. Tenemos que aseguramos de que las puertas se mantengan abiertas y los líderes estén en la calle”, insiste Frontera. Asumir el momento implica el dilema de sucumbir al miedo o renacer. Frontera reconoce como un reto que el tercer sector tiene muchos “jefes” -desde el donante, las juntas directivas y los líderes, hasta el participante- y a todos se le rinden cuentas. “Uno está aquí para asegurarse de que el barco vaya en la mejor dirección, de manera estratégica, para ser innovadores y empujar hacia adelante”, señala. Al comparar el donante de fondos estadounidense con el boricua, señala que el primero tiene “un mayor nivel de entendimiento de la necesidad de fondos irrestrictos”. “Sin un andamiaje detrás de los servicios no puedes ofrecerlos y sin el conocimiento especializado del personal tampoco; aquí están súper preparados, lo que me da mucho orgullo”. “Mientras más entendimiento haya de que tú me quieres apoyar como organización, como misión y como maquinaria de hacer que esos servicios lleguen, pues mejor nos va a todos y más probabilidades hay de que yo pueda aumentar los servicios”, culmina compartiendo el mensaje que subrayan a sus donantes. Para saber más de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico, visita: https://bgcpr.org. Fotos / Javier del Valle
El centro educativo perteneciente al albergue Hogar Ruth- Mariposa Montessori- trabajó un estudio de caso que muestra cómo curar los daños provocados por la exposición a la violencia desde la temprana infancia en adelante. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La exploración del modo en que el aspecto emocional está ligado al desarrollo de un infante es uno de los hallazgos más importantes del estudio. Lo primero que debes saber es que las secuelas de experiencias violentas vividas por pequeños desde que son recién nacidos en adelante pueden sanarse. Esa es la meta y la esperanza con la que se ha comprometido Mariposa Montessori, centro educativo del Hogar Ruth, albergue para víctimas de violencia de género y sus familias. El establecimiento de Mariposa Montessori en marzo del 2021 responde al deseo de atender en el albergue a los niños entre 0 y 6 años que arriban junto a sus progenitoras, para ocuparse de su educación y sanación. La fundación estadounidense Wildflower Schools aportó capital semilla para el establecimiento del centro educativo basado en la filosofía Montessori. Además, incentivó el desarrollo de un estudio de caso, “Metamorfosis en Mariposa”, que documenta observaciones realizadas a lo largo de un año en el centro durante el manejo del impacto de experiencias hostiles en la niñez, ya que se han especializado en el tema. Los casos y sus logros reportados no te dejarán inmune. “Nuestro propósito en Mariposa es cómo podemos trabajar a nivel neurológico, porque estamos especializadas en desarrollo, con esos niños expuestos a experiencias adversas en la niñez, para sanar lo que trasciende luego, antes de que eso se convierta en una patología en el niño y sea más complicado de remediar”. Inesmarí Carrasquillo Santini, guía líder de Infantes y Andarines en Mariposa Montessori y coordinadora programática. “Nuestro propósito en Mariposa es cómo podemos trabajar a nivel neurológico, porque estamos especializadas en desarrollo, con esos niños expuestos a experiencias adversas en la niñez, para sanar lo que trasciende luego, antes de que eso se convierta en una patología en el niño y sea más complicado de remediar”, explica Inesmarí Carrasquillo Santini, guía líder de Infantes y Andarines en Mariposa Montessori y coordinadora programática. Si piensas que el cerebro de un recién nacido no muestra señas de haber vivido violencia desde el vientre, piénsalo dos veces. “Tuvimos unos gemelos prematuros y fue bien fácil identificarlo (la violencia vivida). Usualmente un bebé llora o está durmiendo casi 18 horas al día, pero empiezas a notar interrupciones en el patrón de sueño, vemos bebés que no lloran para nada ni cuando tienen hambre, ni cuando tienen sueño, ni cuando están sucios. Están en un nivel shock que no les permite conectar con su cuerpo ni interpretar las señales de necesidades básicas para poder expresarlo”, expone Carrasquillo un ejemplo de menores atendidos tras arribar al albergue Hogar Ruth. Ese par de gemelos pudo dormir 45 minutos seguidos cuando arribó a Mariposa Montessori, en su hogar no pasaban de 10 minutos. ¿Cómo se logra el cambio? “Con los bebés hemos podido presenciar, y hasta ahora no nos ha fallado, el cambio que trae atender sus necesidades básicas. Les hacemos un espacio y se piensa en todo, desde el tono de pintura en las parades, el tipo de piso que se utiliza, los olores, música suave. La idea es que el bebé sienta un entorno seguro y que no le traiga sorpresas”, indica. Precisamente las sorpresas negativas van en contra de su desarrollo, ya que la coordinadora explica que los mantienen en “alert mode”. “En ese estado no logran desconectarse de esa manifestación de trauma, por eso es importante que tengan un entorno seguro y que sus necesidades básicas sean atendidas como alimentación, sueño e higiene”, señala Carrasquillo. SE OBSERVAN MÁS CAMBIOS La transformación positiva que han podido atestiguar quienes han participado del estudio les estimula el deseo de dar a conocer el estudio para buscar maneras de reproducirlo. Los casos evaluados continuaron mostrando transformaciones. Por ejemplo, recibieron un niño de 15 meses que no caminaba, solo gateaba. “Puede deberse a un sinnúmero de cosas, en su caso llegó aquí a las 8:00 de la mañana gateando y a las 10:00 de la mañana ya caminaba por primera vez. ¿Qué pudimos ver con eso? De las cosas que hemos visto y leído, para un menor en trauma es bien importante tener un entorno seguro y el recurso de apoyo, que viene siendo ese adulto con el que menor hace clic”, indica la coordinadora. Y esa conexión entre infante y adulto es toda una lotería. “Lo primero es que el bebé o el niño tiene que conectar con nosotras, si eso no se da, va a ser bien difícil poder ayudarlo a sanar y a transicionar en ese proceso. Se trabaja compartiendo con ellos, conociéndolos, viendo a quién ese menor busca más. Yo puedo hacer un esfuerzo grande para conectar con él, pero él busca a Fulana, pues ya sabemos que ella es la que va a empezar a tratar de adentrarse con él. Eventualmente ellos conectan con todo el mundo, pero es bien importante esa primera conexión con un adulto para crearle seguridad y confianza”, relata la docente. En las situaciones estresantes de violencia, quizás mamá está presente en la vida de sus niños, pero no disponible emocional y sicológicamente. “Ahí entramos nosotras que nos convertimos en ese recurso de apoyo con sus hijos”. En otro caso, una bebé llegó a Mariposa con ocho meses y no gateaba. En su primer día en el centro, estuvo sentada con los brazos levantados y no se movía, ni siquiera se ubicó en posición de gateo. Al segundo día, gateó. “Le escribí a la mamá y a la trabajadora social: ‘sí gatea’”, recuerda Carrasquillo satisfecha. Igual experiencia vivieron con un niño de 15 meses que no caminaba. Por asuntos de seguridad dada la situación en su hogar, pasaba la mayor parte del tiempo en un corral de bebé. Cuando llegó a Mariposa y se expuso a una nueva realidad, caminó sin problemas. “Si tienes un menor y no lo estás exponiendo para que él pueda desarrollarse de manera óptima, si no tiene espacio seguro, no se va a desarrollar”, explica la docente. POR QUÉ SUCEDE ESTO La líder de Infantes y Andarines subraya que “la parte emocional está demasiado ligada a todos los ámbitos del desarrollo”. El trabajo con el infante va a atado a su entorno, al entendimiento de los efectos concretos del trauma en su conducta y en su habilidad de desarrollar sus destrezas y la búsqueda de un bienestar integral. “Si un niño emocionalmente no está en paz, en calma ni bien, se le va a afectar su desarrollo motriz, su desarrollo del lenguaje, las funciones emotivas, todo lo que es retención, memoria, planificar cosas básicas como me pongo primero la media y luego el zapato. Todo ese tipo de gestión neurológica no se da si el menor no está emocionalmente estable porque está en modo de supervivencia. Si estoy en alerta por todo lo que pasa a mi alrededor, si tengo miedo por la precipitación de violencia, no voy a estar enfocado”, declara Carrasquillo. Indica que, en esos casos de alerta, se activa el “cerebro reptiliano”, la parte más primitiva de dicho órgano, y supera el resto de las funciones que maneja la estructura del hipocampo, que comprende aspectos del desarrollo como lenguaje, cognitivo y motriz. Fuera del área de Casa Montessori, en el albergue Hogar Ruth también se trabajan las secuelas de la violencia en mayores de 6 años en adelante. Suele seguirse el mismo protocolo: se identifica la necesidad, se establece la conexión y se proveen los estímulos saludables para sanar. Carrasquillo indica que aspiran a formalizar esta investigación para que no se quede solo en un estudio de caso. “Queremos darle esa mirada a cómo un espacio seguro te puede transformar la vida de un menor; a veces subestimamos mucho las edades de 0 a 3 años y es la más delicada. Para nosotras fue ver plasmado en papel lo bonito de ver la trasformación del ser humano en sus primeros años de vida”, señala Carrasquillo e invita a que se repliquen espacios como Mariposa Montessori. “Trabajar con la niñez en trauma es vital porque ellos son el futuro de este país y hay que cuidarlos, hay que ayudarlos para que no vivan en modo de alerta todo el tiempo”, apunta la coordinadora. Con ella coincide Lisdel Flores Barger, directora ejecutiva de Hogar Ruth, organización ganadora del Premio Tina Hills 2019, quien subraya que “el estudio sobre Mariposa Montessori es un testimonio del impacto real y tangible que una educación centrada en la sanación y el desarrollo integral puede tener en la vida de niños y familias que han experimentado violencia y trauma”. Al describir Mariposa Montessori insiste en que “no es solo una escuela, sino un espacio de recuperación y empoderamiento, tanto para los niños y las niñas, como para sus madres”. “A través de este modelo, hemos visto cambios extraordinarios en la autoestima, la independencia y la estabilidad emocional de los menores que pasan por nuestros programas”, dice Flores orgullosa. La líder recomienda que los enfoques educativos informados en trauma no solamente se aprovechen para transformar la educación en Puerto Rico, sino que pueden “convertirse en un pilar fundamental en la recuperación de familias enteras afectadas por la violencia doméstica”. "Es nuestra esperanza que estos hallazgos impulsen a más organizaciones, legisladores y comunidades a replicar y expandir modelos como el de Mariposa. La educación es una herramienta poderosa de sanación y cada niño en Puerto Rico merece un espacio donde pueda sentirse seguro, respetado y capaz de desarrollar su máximo potencial", acaba Flores. Para más información, visita https://www.hogarruth.com. Fotos / Suministradas