Para unirte a este club que refina destrezas en diseño, ciencias, codificación y emprendimiento, solo debes enviar un ensayo antes del 31 de agosto. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El grupo de jóvenes celebra el fin de una de las pasadas ediciones de Codepillars. ¡Atención! Se buscan chicas a las que les atraigan la ciencia, la tecnología, el arte o el emprendimiento. Para ellas el Codepillars Club abre inscripciones de cara a su nuevo ciclo de talleres libre de costo que transcurrirá de septiembre 2024 a marzo de 2025 en el Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe (C3Tec) en Caguas. El Codepillars Club es un programa diseñado para que niñas entre los 12 y los 16 años desarrollen destrezas y conceptos básicos en las áreas de programación, diseño, ingeniería y codificación, utilizando el método científico y el diseño de ingeniería. Hace ocho años se estableció y ya ha atendido unas 210 participantes. El nombre “codepillar” surge del término “caterpillar”, que es la oruga que precede la formación de la exuberante mariposa. De ahí que el C3Tec considere a las participantes de este club como futuras líderes del emprendimiento y las ciencias. “Convocamos a toda chica que esté interesada en aprender, que le gusten las ciencias, la tecnología o el arte, o a las que quieran participar en un club extracurricular divertido en el que compartan con otras niñas de su edad y aprendan a trabajar en equipo”, explica Tasha Endara Álvarez, directora ejecutiva del C3Tec. Las participantes identifican una necesidad en su escuela o comunidad al iniciar el ciclo de talleres y trabajan en una respuesta práctica. “Para nosotros es un honor, una satisfacción y un reto de poder organizar y recibir estudiantes consecutivamente por 8 años dispuestas a aprender y a fomentar el STEM (ciencia, tecnología, matemática, por sus siglas en inglés) entre los jóvenes”. Tasha Endara Álvarez, directora ejecutiva del C3Tec “Les vamos dando herramientas para que busquen una solución por medio del diseño y la programación, trabajamos con lo que es la codificación. En años anteriores han trabajado propuestas bien buenas. Por ejemplo, en el principio de la pandemia trabajaron el videojuego COVID-ROM, un juego educativo dirigido a aprender a prevenir el contagio; adelantaban diferentes niveles usando mascarillas y jabón antibacterial”, describe Álvarez. En otro proyecto creado por las participantes una barcaza recolecta plásticos en cuerpos de agua mediante un control remoto. “Sería ideal que pudieran comercializarlo. Ellas no prevén que sea muy costoso para que sea accesible a pequeñas empresas o a individuos. El tema del emprendimiento es bien importante en el club, ellas deben evaluar desde el costo de los materiales hasta quiénes son sus potenciales clientes, cómo van a mercadear el producto y su pitch para convencer a los clientes”, indica la directora ejecutiva. El Codepillars Club se reúne los sábados, de 1:00 a 4:00 p.m., en la sede del C3Tec, ubicado en la Avenida José Gautier Benítez #59 en Caguas. Profesores universitarios y expertos en el tema se convierten mentores educadores de las participantes. ESCRIBIR UN ENSAYO Al finalizar la serie de talleres las participantes son reconocidas en una graduación que se celebra en el Cine Teatro Fundación Ángel Ramos, en donde además, muestran algunos de sus proyectos. Las interesadas tienen hasta la medianoche del 31 de agosto de 2024 para someter un ensayo en el que compartan por qué quieren unirse al club. “Es algo sencillo en el que nos cuenten por qué participar en el club es importante para ellas. No necesariamente tienes que tener 4 puntos en la escuela, no tienen que interesarte todas las ciencias, pero si te gusta el diseño, programar o dibujar te puedes dar la oportunidad de participar porque al trabajar en equipo se dividen las tareas. Los proyectos también les sirven para experimentar, se convierten en una guía, en un norte para saber qué te gusta. Puedes incluir tu participación en el resumé para la universidad, en tus horas de voluntariado o en proyectos de investigación”, detalla Álvarez. El club ha tenido participantes de toda la isla, incluido San Juan, Ponce, Guayama, Toa Baja y Vieques, aunque predominan las oriundas de la región centro oriental del país. Uno de sus objetivos es encaminar en las ciencias a una nueva generación de entusiastas, puesto que las generaciones que les precedieron ya se están graduando de universidad. Anuncio promocional para la serie de talleres Una de ellas es Lorena Jurado, quien es egresada de los ofrecimientos del C3Tec, estudia Salud Pública en la Universidad de John Hopkins en Estados Unidos y anualmente se integra como recurso educativo en distintos programas. Cada participante es una oruga lista para evolucionar. “Para nosotros es un honor, una satisfacción y un reto de poder organizar y recibir estudiantes consecutivamente por 8 años dispuestas a aprender y a fomentar el STEM (ciencia, tecnología, matemática, por sus siglas en inglés) entre los jóvenes. Nosotros contribuimos, es parte de nuestra misión fomentar ese acercamiento a las áreas de estudio”. Luego de los ensayos, comienza la ronda de entrevistas que incluye a los padres o encargados de la aspirante para confirmar su disponibilidad. “Realmente lo que ellas necesitan es estar interesadas”, resume Álvarez el criterio de selección más importante. Para más información sobre este ciclo auspiciado por Fundación Titín, visita c3tec.org o en Facebook: Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe. Fotos / Suministradas
La organización que cumple 20 años se renueva y el cambio incluye la llegada de la abogada comunitaria a su dirección ejecutiva. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Desde marzo pasado Cristina Parés ocupa la dirección ejecutiva de la organización feminista que este año conmemora su vigésimo aniversario con renovadas energías y con una sólida historia. Cristina Parés juramentó como abogada con solo 23 años. La carrera profesional de esta egresada de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras despegaba, cuando una vivencia la encaminó a dirigir, desde el pasado marzo, la organización Proyecto Matria. Una pariente del presidente del bufete de abogados donde laboraba en Puerto Nuevo pidió usar un salón de conferencias para, junto a su abogada, dilucidar aspectos de su divorcio con su esposo, de quien intentaba alejarse tras sufrir violencia doméstica. Parés, entonces novata, estaría en el bufete durante el encuentro en el que el sujeto además le entregaría a la esposa regalos para sus hijos. Un inesperado cambio de planes llevó a Parés a abandonar el edificio por unas horas; las cámaras de seguridad captaron cómo se cruzó con el individuo en el recibidor. Luego se enteró. Al finalizar la reunión, el hombre sacó un arma de una de las bolsas de regalos para sus hijos y le disparó en la cabeza a la mujer, después intentó suicidarse. Falló en ambos intentos. A su regreso a la oficina, Parés se topó con compañeros siendo entrevistados por la Policía y otros limpiando sangre en la sala de conferencias. Era septiembre del 2010. A juicio de la directora, Proyecto Matria trabaja desde “un modelo basado en la esperanza”, a pesar de las duras situaciones que atienden a diario. “En ese momento recordé lo que dicen las feministas: ‘estos casos no son mediables’. Ningún espacio está exento de esto, mientras haya una persona vulnerable, todas las personas estamos en riesgo, es una cadena. Queremos jugar a que los problemas son de los demás, pero no, los problemas son de nosotros. Cuando una mujer llega a decir ‘estoy en una relación de violencia, necesito ayuda’, decirle ‘vamos a una terapia matrimonial’ es otra forma de violencia”, puntualizó Parés. “A lo largo de mi vida también me tocaron casos muy cercanos a mi corazón, de gente muy especial para mí, víctimas de violencia doméstica”, afirma aludiendo a personas en su natal Morovis, “el tema yo lo persigo o me persigue, yo no sé, pero siempre me tocaron esos casos”. Luego del incidente, la trayectoria profesional de Parés evolucionaba mientras alternaba entre bufetes privados y oficinas legales de instituciones privadas y gubernamentales en las que no lidiaba con sobrevivientes de violencia doméstica. Como el tema social seguía latente, comenzó a trabajar pro-bono casos de órdenes de protección en distintos puntos de la isla. Los ganó todos y conoció diversas interacciones familiares como resultado de este tipo de situación, sin embargo, algo le faltaba. “Si algo he aprendido es que ninguna imagen se borra, ningún caso se borra, los vas a llevar en tu corazón por siempre. Cuando crees que viste lo peor llega otra cosa, pero también hubo momentos hermosos”. Cristina Parés Directora ejecutiva del Proyecto Matria “Yo tenía una ignorancia muy grande sobre cómo estos pocos recursos que hay para las sobrevivientes operan, no tenía ese conocimiento, tenía que orientarme mejor”, reconoce. Siguió su paso por la empresa privada, aunque de forma simultánea colaboró como abogada comunitaria con la organización Ayuda Legal Puerto Rico y luego con la Casa Protegida Julia de Burgos, donde atestiguó la precariedad y el peso de la crianza en mujeres que además huyen de la violencia física y económica en casa. “Si algo he aprendido es que ninguna imagen se borra, ningún caso se borra, los vas a llevar en tu corazón por siempre. Cuando crees que viste lo peor llega otra cosa, pero también hubo momentos hermosos”, confiesa Parés quien relata recuerdos jocosos en el albergue cantando karaoke junto a las participantes o recibiendo sus detalles especiales. “Qué vueltas dio la vida, ya no hay vuelta atrás”, reflexiona la mujer de voz firme y carcajadas sonoras. Cuando comenzó a trabajar como abogada quería ser “la súper litigante”, luego dirigió divisiones legales y de litigio, antes de afianzarse en el tercer sector. A CRECER CON MATRIA Parés seguía acumulando madurez y experiencias cuando fue invitada por el licenciado Arturo Ríos Escribano a ingresar en la Junta Directiva de Proyecto Matria, en la que estuvo dos años activa. Cuando la directora de la organización fundada en el 2004, Amárilis Pagán Jiménez, dejó su puesto, Parés fue reclutada para ocuparlo y lo acepta en momentos en que celebran su vigésimo aniversario. “En el momento en que ella dice que se va yo le ruego que se quede y me faltaba entender las situaciones personales que estaba atravesando. Después que estuve el primer mes aquí entendí por qué Amárilis no se podía quedar, fue casi infantil de mi parte pedirle que se quedara en sus circunstancias. He tenido una reflexión muy profunda de todo lo que le debemos a Amárilis a nivel nacional, a nivel personal las mujeres de Puerto Rico y a nivel organizacional. Se subestima el peso que cargan las directoras ejecutivas de las organizaciones y es un denominador común en el tercer sector. Siento que ahora estoy entiendo mejor ese peso; no es que la complejidad del trabajo sea mayor que el que he tenido antes, pero las poblaciones que sirves aquí te añaden un estresor de que si no las acompañas tú no hay muchas opciones de acompañamiento para ellas. Se necesita una dirección ejecutiva robusta que pueda potenciar toda esa energía de interacción del sector”, expresa Parés. Cristina Parés junto a integrantes del equipo de trabajo de la organización fundada en el 2004. En Proyecto Matria tiene las manos llenas. Cuentan con una línea de ayuda a víctimas de violencia doméstica, un programa de vivienda transitoria, el programa “La ruta de las mujeres”, una propuesta de talleres de empresarismo y oportunidades de microempresas y trabajo comunitario como el realizado en Miraflores, barrio de Orocovis, después del huracán María, entre otras iniciativas para impulsar desarrollo. Consideran la pobreza como otro tipo de violencia. “Estamos por todas partes, pero todo engrana hacia el desarrollo económico de las mujeres, de las comunidades LGBTQ y otras poblaciones vulnerabilizadas”, señala. Su llegada a la organización coincide con los aires de renovación que la fortalecen. “Estoy fascinada con el trabajo en Matria. La organización ha estado en transformación desde principios de este año. Tuvimos el desarrollo profesional de nuestra anterior coordinadora de política pública, Enid Pérez, que se fue a dirigir Profamilias y provocó el desarrollo de Joselyn Santos Valderrama, que agarró la nave y siguió la propuesta de “La ruta de las mujeres”. Tenemos también una contable nueva y estamos bien contentas”. La nueva directora destaca el privilegio de atestiguar la génesis de las posturas políticas que asume la organización ya que “está íntimamente vinculado a una experiencia muy cercana a las poblaciones servidas”. “Ahora veo la importancia de esa llamada que entró por la línea de ayuda que te visibilizó una modalidad de violencia. Esa mujer que piensa que solo tiene para recibir, no sabe todo lo que está dando al compartir su historia, visibiliza tanto. Ahí se integra el activismo”, indica Parés y detalla que en los memoriales que escriben para llamar la atención sobre una situación, “esa oración que escribe Matria está llena del dolor de alguien, de la rabia de que esto está pasando en nuestra población y lo tenemos que atender”. De ahí que dos décadas después de su nacimiento, Proyecto Matria aún impulse “un modelo basado en la esperanza”. “Las participantes de Matria evolucionan dentro de los linderos del desarrollo pleno y de un enfoque de derechos humanos. Nuestro modelo de servicios parte de una perspectiva 360 grados que incluye derechos como salud, vivienda, laborales, entre otros. Cuando se vulnera cualquiera de ellos tenemos a una persona vulnerable a la violencia porque aceptará condiciones de vida que no son dignas, a cambio de suplir esa necesidad básica”, insiste. Para culminar, Parés exhortó a que más personas “en los espacios privados y corporativos” se vinculen con el tercer sector. “Eso es algo que aprendí en mi camino. Tener una mesa donde se toman decisiones corporativas en la empresa privada y el gobierno debe tener la sensibilidad de personas comprometidas socialmente, en esos espacios hacemos mucha falta y no debemos cerrarnos a ellos, debemos impregnarlos de una forma más equitativa de ver la vida”, propone. Conoce más de la labor de Proyecto Matria en proyectomatria.org o en Facebook @Proyecto Matria. Fotos / Javier del Valle
El pódcast expandirá los ofrecimientos del boletín Oenegé, que supera una década reportando los logros y los desafíos de las organizaciones no gubernamentales en el país. Por Redacción Oenegé De izquierda a derecha: Tatiana Pérez Rivera, periodista de Oenegé; Edenmarí Class Montijo, gerente de Comunicaciones de FAR; Nydia Bauzá, presidenta de la ASPPRO, Madeline Ramírez, asesora de Comunicaciones y Ana Teresa Toro, oficial de comunicaciones de FAR Porque casi siempre nos quedamos con deseos de saber más, llega Oenegé, el pódcast. Hace once años que el boletín Oenegé de la Fundación Ángel Ramos (FAR) presenta entrevistas, artículos y reportajes que retratan el quehacer del tercer sector en Puerto Rico, pero ya no es suficiente. Nuevos medios y plataformas permiten alcanzar otras audiencias y eso aprovechará Oenegé, el pódcast, medio con el que se busca complementar la difusión de noticias y voces del área sin fines de lucro en Puerto Rico. El pódcast fue presentado el martes 30 de julio en la Sala de Exposiciones de Arte Fundación Ángel Ramos (Sala FAR) en Hato Rey, como parte de los eventos alusivos a la Semana de la Prensa 2024 de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO). “Abrazamos el lanzamiento de este pódcast. Sabemos la importancia que tienen estas plataformas en nuestro periodismo, en nuestro medio, es una red de comunicación importante en toda la isla". Nydia Bauzá presidenta de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico Nydia Bauzá, presidenta de la ASPPRO; Edenmarí Class Montijo, gerente de comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos; y Tatiana Pérez Rivera, periodista de Oenegé, participaron del conversatorio de presentación. Moderado por Ana Teresa Toro, se abundó en torno al inicio del boletín, su evolución y el surgimiento del pódcast. Class subrayó que, en el 2012, la FAR se planteó “redirigir esfuerzos para que su página institucional fuera un espacio para el tercer sector en Puerto Rico, y llegó la propuesta de hacer nuestra revista periodística Oenegé, dirigida a documentar, reseñar el quehacer de organizaciones sin fines de lucro, y cómo transforman miles de vidas en las comunidades”. Desde entonces la revista ha ejecutado la labor sin pausa. Oenegé, el pódcast se presentó ayer martes en Sala FAR en el edificio Fundación Ángel Ramos en el marco de la serie de eventos conmemorativos de la Semana de la Prensa de la ASPPRO. La prensa del país también ha reconocido el valor de la experiencia comunitaria. La veterana periodista, Nydia Bauzá, destacó que durante la juramentación de la ASPPRO participaron líderes comunitarios “porque creemos en el trabajo que hacen y sabemos que necesitan voz”. “Como comunicadores tenemos el poder de transformar una historia, hay mucha gente que lo necesita. En mi experiencia como periodista llegando a lugares que nunca pensé llegar en Puerto Rico, esa gente te espera, necesita que tu apalabres su historia, así que creo que este proyecto tiene un fin muy importante. Sobre el camino se va a ir desarrollando y, el impacto y la penetración que tiene el pódcast, lo va a demostrar al llegar a una audiencia mucho mayor en Puerto Rico”, afirmó Bauzá quien insistió en “el acompañamiento” que debe ofrecer la prensa a la evolución de las organizaciones comunitarias. COMUNICAR PARA VISIBILIZAR Al consignar en Oenegé la labor que realiza el tercer sector, no sólo se documentan sus esfuerzos, sino que también puede servir como vehículo de inspiración para otras comunidades o para sumar personas en sus esfuerzos de voluntariado. El vínculo entre el periodismo y la labor comunitaria fue el hilo conductor del diálogo que contó además la historia de más de una década de la revista Oenegé. “La idea es comunicar. Las organizaciones sin fines de lucro comunicamos para transmitir nuestros valores a la sociedad. La idea es que más personas se sumen a nuestra causa y ¿cuál es nuestra causa común?: transformar la vida y las condiciones de todos aquellos a quienes nosotros impactamos. El pódcast es un espacio más que se une porque son espacios que queremos ocupar, que queremos crear para que nuestra voz sea más fuerte. Contar con el acervo que tenemos en Oenegé de documentos, de historia, es una década de la historia de las organizaciones sin fines de lucro en el país; contamos con estudios de la firma Estudios Técnicos que de manera longitudinal miden el impacto de lo que realizan. Pero Oenegé es un ejemplo vivo de experiencias y prácticas realizadas donde las organizaciones pueden ver la evolución de las comunidades participantes y de su gestión”, opinó Class. Al ser cuestionada sobre la experiencia como periodista de la revista Oenegé, Pérez Rivera afirmó: “esto es un privilegio”. “Cuando Javier (del Valle, fotógrafo de Oenegé) y yo nos montamos en el carro después de una asignación (en alguna organización sin fines de lucro), nos quedamos con la impresión de que ‘esto se puede resolver, hay formas de resolverlo’”, dijo la periodista aludiendo a las necesidades que el tercer sector atiende o a los servicios que ofrecen a la población. En el público estuvieron presentes representantes de medios de comunicación, de organizaciones sin fines de lucro y estudiantes generando así un diálogo abierto al final que se concentró en la importancia de dar a conocer las voces del tercer sector que tanto tienen que aportar a las soluciones de país. “No es una varita mágica, no es que va a pasar inmediatamente, pero hay un empeño y hay una información acumulada que es lo que el Oenegé más ha aprovechado en este tiempo. Nos quedábamos siempre con la sensación de que todavía quedaba mucho por decir y el pódcast nos va a ayudar”, agregó Pérez Rivera. La moderadora Toro resaltó cómo el espaldarazo de la ASPPRO fortalece los contenidos que genera Oenegé, desde la revista y, ahora, el pódcast. “Abrazamos el lanzamiento de este pódcast. Sabemos la importancia que tienen estas plataformas en nuestro periodismo, en nuestro medio, es una red de comunicación importante en toda la isla. Cuentan con nuestro respaldo y estamos aquí en apoyo a este lanzamiento que sabemos va a llenar un espacio importante, este es un campo en crecimiento en Puerto Rico y en todo el mundo”, acabó Bauzá. Ya puedes disfrutar del contenido libre de costo que te ofrece Oenegé, el pódcast, que publicará dos episodios al mes en las principales plataformas de pódcast como Spotify y Google Podcasts. Para más información, visita www.farpr.org. Fotos/ Javier del Valle
La iniciativa “La ruta de las mujeres” de Proyecto Matria genera datos con las preocupaciones y peticiones de las féminas del país, ante la cercanía de las elecciones generales. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El valor del diálogo abierto y de un proceso profundo de escuchar las inquietudes de cadaparticipante son fundamentales en las dinámicas que trabajan las facilitadoras. El título es, cuando menos, sugestivo: “La ruta de las mujeres”. Alude a caravana, a caminos andados, a puertas tocadas y a solidaridad. Mucho de eso hay. El programa que Proyecto Matria comenzó en 2011 recorre la isla programando encuentros con mujeres de todas edades quienes explican los obstáculos que enfrentan y cómo sus vidas pueden mejorar. De ahí surge el documento “Las mujeres hablan: propuestas y reclamos para los partidos políticos” que en este ciclo se realiza de cara a los comicios generales del 2024 y el cual presenta “propuestas para la paz, equidad y desarrollo de las mujeres en Puerto Rico”. “En el tercer sector no le decimos a la gente lo que necesita, la escuchamos y la acompañamos, de esa misma idea parte el proyecto “La ruta de las mujeres”. Más allá de exigirle al Estado que gobierne considerando las necesidades de las mujeres, tenemos que exigirle que escuche lo que las mujeres tenemos que decir porque si no, los hombres nos van a decir lo que nosotras necesitamos y ese modelo no nos ha funcionado muy bien. La ruta procura la integración de las mujeres en los procesos políticos”, declara Cristina Parés, nueva directora ejecutiva de Proyecto Matria. El uso de los “papelotes” donde las participantes expresan sus ideas e inquietudes es una herramienta clave a la hora de trabajar propuestas concretas. “El asunto se vuelve más intenso e interesante en año de elecciones porque salen estas plataformas y nosotras tenemos el deseo de que las voces de las mujeres sean escuchadas. Servimos de puente al redactar para que no haya lugar a duda de qué es lo que estamos pidiendo, necesitando y exigiendo, con la intención de que los partidos políticos incluyan en sus plataformas de gobierno ideas específicas producto de procesos de reflexión en un ejercicio democrático y no partidista en el contexto de “La ruta de las mujeres””, agrega Parés. Matria define el proyecto como uno de educación comunitaria y apoderamiento político con el objetivo de concienciar a las mujeres sobre la importancia de su voto y de que sea emitido con la conciencia de sus derechos, aspiraciones y esperanzas. El documento incluye propuestas en vivienda, educación, justicia y seguridad, desarrollo económico, salud, soberanía alimentaria y participación política. Estas son las principales áreas temáticas discutidas en los juntes realizados en Caguas, Las Marías, Vieques, Morovis, Comerío, Culebra, Mayagüez, Lares, Salinas, Yauco, Ponce, Manatí, Loíza, San Juan y Humacao. CERO POLÍTICA PARTIDISTA “El asunto se vuelve más intenso e interesante en año de elecciones porque salen estas plataformas y nosotras tenemos el deseo de que las voces de las mujeres sean escuchadas”. Cristina Parés Directora ejecutiva Proyecto Matria En noviembre del 2023 la organización realizó 15 asambleas regionales presenciales en las que se recopilaron las inquietudes de sus participantes y se agregaron otras dos para personas de la comunidad LGBT. Organizaciones femeninas de trabajo comunitario colaboraron en la producción de los encuentros. “Las asambleas se realizan en un modelo de educación popular feminista, son dinámicas, interactivas, se proveen datos históricos de, por ejemplo, la lucha política de las mujeres para repasar o aprender durante esas asambleas. Matria es cautelosa con mantener sus publicaciones y encuentros en lenguaje accesible, son para que todas las mujeres sientan que entran a un espacio seguro. Desde que entran hay un letrero que dice que los partidos políticos se quedan afuera. Se puede hablar libremente. De asamblea en asamblea vas viendo una pequeña radiografía de tu país”, explica Parés. “La ruta de las mujeres” necesita de un voluntariado organizado que pueda proveerle continuidad y esperan lograr ese objetivo. Luego de la reflexión inicial, en amplias hojas de papel que llaman “papelotes”, las participantes escriben sus preocupaciones en los temas antes mencionados. Esa es la fuente principal de los reclamos femeninos. Después se discuten. Al equipo de Proyecto Matria se unen voluntarias que analizan y clasifican las propuestas incluidas en los papelotes para preparar el documento que utiliza como referencia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que contiene 17 objetivos de desarrollo sostenible aprobados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2015. La postura feminista de la organización afirma que, a mayor desigualdad, precariedad, pobreza y privación de la mujer a sus derechos humanos, mayor será la violencia hacia ellas y hacia otros grupos que sufren discrimen y rechazo social. El documento que ha surgido de estos encuentros incluye propuestas en vivienda, educación, justicia y seguridad, desarrollo económico, salud, soberanía alimentaria y participación política. “Matria nace como una respuesta a la falta de vivienda y de desarrollo económico para mujeres víctimas de violencia, pero tenemos una convicción de que no tenemos que esperar a que la violencia ocurra para que estos elementos sean importantes porque precisamente por la falta de vivienda y otros derechos humanos es que las mujeres son más objeto de violencia que los hombres”, asegura. Más allá del ciclo electoral, “La ruta de las mujeres” requiere de un voluntariado organizado que le dé continuidad y está en agenda. La Fundación de Mujeres de Puerto Rico auspició el ciclo de 2024. “El plan de trabajo contempla darle continuidad a las alianzas construidas con las organizaciones aliadas que nos recibieron en esos municipios, afianzarlas y luego la expansión. Queremos mantener estos movimientos vivos y brindar acompañamiento con talleres de inserción en ordenanzas municipales y procesos legislativos, para que las mujeres sepamos cuáles son esas avenidas de participación. La ruta aspira a que luego vayamos a tu día a día y veas cómo tú, con las reglas que ya hay, te insertas en tu proceso”. Si quieres saber qué dijeron las mujeres, accede al documento en formato PDF en proyectomatria.org. Fotos / Javier del Valle
El Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres aprovecha el conocimiento en el manejo de desastres de organizaciones sin fines de lucro del país para fortalecer comunidades. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Puerto Rico Community Hub, iniciativa adscrita al Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), ha establecido acuerdos con más de 116 organizaciones sin fines de lucro, iglesias y centros comunitarios alrededor de la isla. Si alguien sabe de respuestas comunitarias ante las emergencias es el tercer sector. Los múltiples percances vividos en Puerto Rico a partir del 2017 han comprobado que las organizaciones sin fines de lucro garantizan rapidez y eficiencia en los protocolos de respuesta. Por eso el gobierno capitaliza en sus conocimientos y capacidades con la creación del programa Puerto Rico Community Hub, iniciativa adscrita al Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), que ya ha establecido acuerdos colaborativos con más de 116 organizaciones sin fines de lucro, iglesias y centros comunitarios alrededor de la isla. Está activa desde finales del 2021. Así deben funcionar: ante una Declaración de Estado de Emergencia emitida mediante una Orden Ejecutiva por el Gobernador, el pacto establece que el NMEAD se responsabilizará por la coordinación y la distribución de los suministros que hará llegar a los distintos community hubs en la isla. Estas células comunitarias serán el punto de distribución de alimentos, suministros y ayudas entre las poblaciones aledañas, especialmente las de difícil acceso. Harán un inventario de los artículos y no podrán venderlos. La directora del programa Puerto Rico Community Hub, Gisela Rosario, señaló que contemplan asistir a la comunidad en sus necesidades sin discrimen y desarrollar iniciativas inclusivas para lograr que sean resilientes. También es prioridad aliviar el sufrimiento y la ansiedad comunitaria que provocan eventos de emergencia, entre otros objetivos. Las organizaciones que aspiren pertenecer al programa deben contar con seguro social patronal y estar incorporadas en el Departamento de Estado. Su sede debe contar con un generador de energía, una cisterna, y no puede estar ubicada en un área inundable. El fácil acceso de camiones es otro requisito, así como contar con área de almacenaje y un grupo organizado de voluntarios. Agencias federales y estatales les ofrecerán a las organizaciones capacitaciones asociadas a respuestas efectivas previo a la llegada de los equipos de ayuda oficiales como, por ejemplo, técnicas de búsqueda o sicología en desastres, entre otras destrezas. NO REPETIR “Uno de los beneficios de los community hubs es que durante una emergencia están en el COE y se enteran de todo; en esos momentos se convierten en un brazo del gobierno de Puerto Rico. Eso acelera los procesos para que la ayuda llegue directamente donde se necesita. En Fiona ya estaban activos los community hubs y fuimos diligentes”. Arleen Muñoz Asesora del Gobernador en asuntos del tercer sector y directora ejecutiva de la Oficina del tercer sector y organizaciones de base de fe. “Después del huracán Fiona el gobierno no quería duplicidad de esfuerzos, vimos que mucha gente recibía mucho y mucha gente no recibía nada. El gobernador (Pedro) Pierluisi insistía en que había que ir directo a la necesidad y qué mejor que con las organizaciones sin fines de lucro que trabajan con las comunidades durante cada emergencia. Ellos se convertirán en un enlace directo entre las partes”, explica Arleen Muñoz, asesora del Gobernador en asuntos del tercer sector y directora ejecutiva de la Oficina del tercer sector y organizaciones de base de fe. En casos de emergencias, Muñoz indica que representantes del community hub participarán de las reuniones que tengan lugar en el Centro de Operaciones de Manejo de Emergencias (COE). “Uno de los beneficios de los community hubs es que durante una emergencia están en el COE y se enteran de todo; en esos momentos se convierten en un brazo del gobierno de Puerto Rico. Eso acelera los procesos para que la ayuda llegue directamente donde se necesita. En Fiona ya estaban activos los community hubs y fuimos diligentes”, agrega Muñoz. Datos suministrados por el programa registran que luego del paso del huracán Fiona en 2022, el NMEAD adquirió $2 millones en comestibles del Fondo de Emergencia activado por el gobernador Pierluisi. Voluntarios de diversas agencias, iglesias y organizaciones sin fines de lucro empacaron cajas de comida y productos de limpieza en el Banco de Alimentos de Puerto Rico, organización que ya funge como community hub, para repartir a los centros comunitarios. Se logró la distribución de más de 86,000 libras de agua y comida. “En varios municipios estamos haciendo acuerdos con los alcaldes para que sean los community hubs quienes corran toda la distribución de suministros y ayudas en las emergencias; eso pasará en Aibonito y en Toa Baja. Mientras eso sucede, el alcalde o la alcaldesa puede dedicarse a hacer otras labores de respuesta en la emergencia. Eso es lo que yo quiero, que los alcaldes vean los community hubs como una mano amiga”, afirma, de otra parte, la directora Rosario. La asesora del Gobernador en asuntos del tercer sector y directora ejecutiva de la Oficina del tercer sector y organizaciones de base de fe Arleen Muñoz (a la izquierda) celebra el acuerdo alcanzado con la organización Casa Ramón. Optar por la labor de las organizaciones sin fines de lucro es una ganancia, a juicio de la líder, puesto que su existencia llena un vacío específico de servicios. “Ha sido un proceso muy bonito durante estos últimos años. Este programa sale del aprendizaje del huracán María y de los terremotos, y cada vez vamos fortaleciendo más los grupos. Ha sido una bendición trabajar con las organizaciones. Tengo un chat con ellos que es 24/7, participan de los adiestramientos, de los ejercicios y se conocen, se han convertido en una gran familia”, agrega la directora. Rosario afirma que, aunque no poseen “una varita mágica”, la mayoría de las veces “logramos” el objetivo. Más de 30 organizaciones están en turno para formalizar sus acuerdos con NMEAD y convertirse en un community hub. Algunas que ya integran el programa son Centros Sor Isolina Ferré, Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud en Puerto Rico, La Fondita de Jesús, Asociación Pro-Juventud y Comunidad Barrio Palmas de Cataño, entre otras. Para más información, llama al 787/724-0124, extensión 20055 ó 40075. Fotos / Suministradas