La cronista Ana Teresa Toro ofrecerá en dos sesiones su charla y taller de periodismo cultural, anclados en el recorrido por las obras de la exposición. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La especialista en arte Adlín Ríos Rigau durante el primer recorrido por la 3era Bienal Sala FAR realizado el pasado noviembre en el Museo de Arte de Puerto Rico. Foto / Suministrada MAPR “¿Te fijaste?” Esa pregunta se repite durante los recorridos por la Tercera Bienal Sala FAR que sigue abierta al público en el Museo de Arte de Puerto Rico, en los que afloran nuevas opiniones, percepciones e ideas. El próximo, “Charla y taller de periodismo cultural”, lo ofrecerá la escritora y periodista Ana Teresa Toro en dos sesiones libre de costo para público general. La primera sesión será este sábado, 13 de enero, e iniciará con un recorrido guiado de 2:00 p.m. a 3:00 p.m. por la Tercera Bienal Sala FAR, ubicada en la Galería Bertita y Guillermo Martínez del museo santurcino. Luego de absorber toda la información que comparta Toro relacionada al Puerto Rico que muestran las obras en la colectiva, el sábado 27 de enero, de 1:00 a 3:00 p.m., los y las participantes disfrutarán de su charla y taller de periodismo cultural. Los talleres tienen un cupo máximo de 15 personas y requieren registro escribiendo a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. document.getElementById('cloak6ddb7d10d3df0c196b25b6015e60062b').innerHTML = ''; var prefix = 'ma' + 'il' + 'to'; var path = 'hr' + 'ef' + '='; var addy6ddb7d10d3df0c196b25b6015e60062b = 'scollins' + '@'; addy6ddb7d10d3df0c196b25b6015e60062b = addy6ddb7d10d3df0c196b25b6015e60062b + 'mapr' + '.' + 'org'; var addy_text6ddb7d10d3df0c196b25b6015e60062b = 'scollins' + '@' + 'mapr' + '.' + 'org';document.getElementById('cloak6ddb7d10d3df0c196b25b6015e60062b').innerHTML += ''+addy_text6ddb7d10d3df0c196b25b6015e60062b+''; o llamando al 787-977-6277, extensión 2259. Las obras que integran la exposición colectiva serán el punto de partida y la inspiración para el diseño y desarrollo de textos periodísticos, que serán ilustrados con las imágenes de las piezas en sala. Durante la primera hora de la charla y taller de periodismo cultural, se dialogará acerca de los elementos que caracterizan el periodismo cultural. En la segunda hora se realizará un ejercicio en el que los participantes recorren la sala y presentan al grupo una idea a desarrollar basado en lo antes expuesto. La tercera Bienal Sala FAR reúne la obra de nueve artistas puertorriqueños que presentaron exhibiciones individuales durante los pasados años en la Sala de Exposición Fundación Ángel Ramos. "Cada recorrido por una exposición es una oportunidad de compartir una mirada ajena, una lectura, una interpretación que, a su vez, se nutre de la experiencia particular de cada espectador. En mi caso particular, procuro observarlo todo a través del filtro que proveen las palabras y eso es lo que espero compartir con el público que asista este próximo sábado al MAPR", dijo Toro, autora de la novela “Cartas al agua”; de los libros de crónicas, “Las narices de los perros” y “El cuerpo de la abuela”; y del poemario “Flora animal”, entre otros proyectos literarios. "Cuando hablo de un filtro me refiero a una forma específica de observar. Del mismo modo en que un ingeniero o un arquitecto observa los espacios bajo la lupa de su educación, quienes tenemos formación en el campo de las comunicaciones y la literatura nos vemos convocados por cada imagen a pensar en lo que —a través de las palabras— pueden comunicar. Mi deseo es compartir esa experiencia con los asistentes e intercambiar un poco de esa relación tan íntima que suele darse entre un espectador y una obra. En esta ocasión, frente a la selección de piezas que integran la Tercera Bienal Sala FAR y que muestran una vista amplia a lo más reciente en las artes plásticas del país", agregó la tallerista. Los textos de Toro han sido traducidos al inglés, al alemán, al italiano y compilados en antologías en Colombia, Venezuela, Puerto Rico, México, Argentina, España y Austria. Ha sido tallerista y colaboradora de la Fundación Gabo en Colombia. Ha ganado en tres ocasiones el Primer Premio de Periodismo Bolívar Pagán que otorga el Instituto de Literatura Puertorriqueña, y los gremios periodísticos del país —el Overseas Press Club y la Asociación de Periodistas de Puerto Rico— han reconocido su trabajo en más de una docena de ocasiones. En 2018, recibió la Residential Research Fellowship que otorgó el Center of Latin American and Caribbean Studies de la Universidad de Nueva York (NYU) y la dedicatoria de la Feria Internacional del Libro de la ciudad de Lawrence, Massachusetts. En el 2022 le fue otorgado el Fellowship Bridging the Divides del Center for Puerto Rican Studies. OTROS RECORRIDOS POR LA BIENAL SALAFAR Este es el tercer recorrido guiado que el MAPR organiza para dar a conocer las obras incluidas en su Tercera Bienal SalaFAR. El primero estuvo a cargo de la profesora Adlín Ríos Rigau, integrante del comité evaluador de SalaFAR, y el segundo le correspondió a la historiadora de arte, Irene Esteves Amador, quien funge como coordinadora de SalaFAR. La coordinadora de Sala FAR, Irene Esteves Amador, ofreció en diciembre el segundo recorrido guiado por la 3era Bienal Sala FAR en el Museo de Arte de Puerto Rico. Foto / Suministrada MAPR La Bienal SalaFAR cuenta con 29 obras de nueve artistas puertorriqueños que exhibieron entre los años 2018 y 2013 en la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos (SalaFAR), ubicada en el vestíbulo del Edificio Ángel Ramos en Hato Rey. En la colectiva verás piezas de Zuania Muñiz Meléndez, Jorge Rigau, Jun Martínez, Margosa Rodríguez, Dhara Rivera, Rosario Fernández Esteve, Eduardo Cabrer, Julio Lugo Rivas y Tari Beroszi, que contaron con la curadoría de Juan Carlos López Quintero, curador jefe del MAPR. El diseño de la exposición en el museo estuvo a cargo del artista Alberto Rigau. “Los artistas participantes pertenecen a diferentes generaciones —desde maestros consagrados a artistas de reconocida trayectoria y jóvenes en busca de un lenguaje propio— que trabajan diferentes medios: pintura, fotografía, collages, instalaciones y el diseño arquitectónico. No obstante, dentro de esta variedad encontramos puntos de partida afines, abordados de distintos ángulos: naturaleza, paisaje, ambiente, desconcierto, intimidad, arte, historia, memoria. Pretextos, que como indica su etimología latina, funcionan cuales tramados iniciales para presentar ideas, inquietudes y reflexiones personales de cada uno de los creadores”, describió López Quintero el contenido de la tercera edición de la Bienal que permanecerá abierta al público hasta marzo. Justo el curador Quintero ofrecerá el cuarto recorrido guiado por la Tercera Bienal Sala FAR el próximo 1 de febrero, a las 6:00 p.m. El Museo de Arte de Puerto Rico está ubicado en la Avenida de Diego 299 en Santurce. Fotos / Suministradas MAPR
Una vez más la Fundación Ángel Ramos se unió a la competencia empresarial de Grupo Guayacán y otorgó $20,000 en el renglón de Arte y Cultura a la organización con sede en Añasco. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Julie Ramírez, de Ciudad Museo; Katerina Sánchez, directora de Programas de Grupo Guayacán; Cristopher Pellot Miranda y Krystal Romero, también de la organización Ciudad Museo, reciben el premio de Arte y Cultura en la competencia empresarial EnterPRize 2023. Foto / Javier del Valle Ciudad Museo, una organización sin fines de lucro que propicia oportunidades culturales en Añasco y otros pueblos de la zona oeste, ganó el premio Arte y Cultura en la competencia empresarial EnterPRize 2023. Con el auspicio de la Fundación Ángel Ramos, el galardón les otorga $20,000. Además, sumaron otros $1,500 tras recibir el premio True Self Impacto Social. “Estábamos muy emocionados, no nos esperábamos el habernos llevado dos premios, pero al mismo tiempo estábamos muy contentos, más allá de los premios, por la experiencia de estar en Guayacán, de haber sido parte del proceso y del crecimiento que la organización ha tenido como parte del proyecto EnterPRize”, dijo Cristopher Pellot Miranda, cofundador de Ciudad Museo. Laura Cantero, directora ejecutiva de Grupo Guayacán y anfitriona del evento de premiación. Foto / Javier del Valle “Ciudad Museo es una empresa sin fines de lucro dedicada a la descentralización de las artes a través de la creación de oportunidades creativas en la región oeste, haciéndolas accesibles a la comunidad. Estamos sumamente agradecidos de la Fundación Ángel Ramos por este apoyo y vamos a seguir trabajando”, agregó el gestor cultural. La ceremonia de premiación de la competencia EnterPRize 2023 se realizó en la Plazoleta del Banco Popular de Puerto Rico en Hato Rey, donde las empresas seleccionadas recibieron más de $270,000 en capital semilla de Grupo Guayacán y sus auspiciadores. La empresa Lavanda Holistic Clinic, fue la vencedora del primer premio y recibió $27,500. En segundo lugar, arribó De mi tierra a mi pueblo, empresa que ganó $17,500 y el tercer lugar reflejó un empate entre las empresas Moy Studio y Little Things, recibiendo ambas $7,500. Laura López, directora ejecutiva de FAR, felicita a los ganadores de la organización Ciudad Museo. Foto / Javier del Valle Los Pleneros de la Cresta lograron $5,000 en el premio Sembrando futuro y el Investor’s Choice Award fue para Little Things, empresa que recibió otros $9,300. Más premios fueron entregados a lo largo de la ceremonia que contó con Laura Cantero, directora ejecutiva de Grupo Guayacán, como maestra de ceremonias. “Este año 2023 ha sido histórico para Grupo Guayacán, ya que 150 empresas fueron impactadas en nuestros diferentes programas”, anunció Cantero, quien además subrayó el compromiso firme de Guayacán con la clase empresarial del país. CLASE 2023 Equipo de la Fundación Ángel Ramos (FAR) presente en la entrega de premios de Grupo Guayacán: Carolina Cotto, oficial de programas de Arte y Cultura; Keila López Cuevas, gerente de Programas y Donativos; y Laura López, directora ejecutiva. La Clase 2023 de la competencia empresarial EnterPRize contó con 28 empresas que, a lo largo de seis meses recibieron 23 talleres, 2 sesiones de coaching con diversos auspiciadores de la competencia, así como mentoría. Todas completaron el programa. El licenciado Eugenio Torres, presidente de la Junta directiva de Grupo Guayacán, describió la velada como “la noche más esperada en el calendario de todos nuestros guayacanes”. Con júbilo cada empresa celebró su llamado a recibir los galardones, la alegría era contagiosa. “Nosotros decimos, ‘once a Guayacán, always a Guayacán’, aquí estaremos siempre para apoyarles en lo que necesiten y celebrar juntos el éxito de sus empresas”, prometió Cantero. Además, la directora ejecutiva aprovechó para informar acerca de los esfuerzos dirigidos a “garantizar la estabilidad y permanencia de Grupo Guayacán, aún en tiempos de retos”. “Durante este 2023 logramos cerrar nuestro sexto fondo de inversión recaudando más de $50 millones en capital local gracias al apoyo de todos ustedes”. “Alcanzar la sustentabilidad a largo plazo para garantizar nuestros programas de capacitación empresarial requiere recursos sustanciales. En Guayacán somos afortunados de contar con un modelo de negocios que nos permite generar ingresos propios a través de nuestra familia de fondos, los cuales se complementan con subvenciones, auspicios y donativos para hacer posible nuestro trabajo, en gran parte, gracias al apoyo de todos ustedes”, dijo sobre la base de Grupo Guayacán y la comparó con las raíces profundas del árbol del cual toman su nombre, que les permite sortear adversidades. “Durante este 2023 logramos cerrar nuestro sexto fondo de inversión recaudando más de $50 millones en capital local gracias al apoyo de todos ustedes”, proclamó Cantero satisfecha y agregó que el Guayacán Endowment Fund recibió $400,000 adicionales este año. Eugenio J. Torres, presidente de la Junta directiva de Grupo Guayacán. Foto / Javier del Valle De cara a la celebración del 30 aniversario de Grupo Guayacán en el 2026, Cantero presentó la nueva campaña de recaudación, “Desde la raíz” que, a petición del público, incluye niveles más bajos de donativos recurrentes. La velada culminó con la contagiosa plena de Los Pleneros de la Cresta. Para saber más acerca de las capacitaciones empresariales de Grupo Guayacán, visita guayacan.org. Fotos / Javier del Valle
Con motivo de la celebración del Día del Voluntariado, repasamos su contribución a la labor del tercer sector y al bienestar del país. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Voluntarios laboran en la organización Iniciativa Comunitaria durante la pandemia por COVID-19. Foto / Javier del Valle De solo echarle un vistazo general a las redes sociales de diferentes organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico, vemos un mensaje que se repite con diversas variantes: “Hazte voluntario”, “Únete a nuestra comunidad como voluntario”, “Si estás interesado en ser voluntario”, “Para ser voluntario activo de nuestra organización”, “Únete a las manos que hacen posible nuestra labor”. Que una persona se acerque a una organización y pronuncie la frase “quiero ser voluntario”, sin duda suele ser música para sus oídos por todas las cualidades que agrega a la misión de cumplir con sus objetivos. No exageran. Según refleja el Estudio sobre las organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico 2022, realizado en alianza por Filantropía Puerto Rico y Estudios Técnicos, la aportación estimada de los voluntarios al país es de $1,231 millones, si se aplica una compensación promedio por hora de $12 que considere el tipo de tareas en las que se desempeñan. Al contabilizar su labor e incluirla en la del tercer sector, aumenta la aportación que éste realiza al Producto Nacional Bruto con un total de 6.3%. Las labores se mantienen ininterrumpidas en el Hogar Santa Teresita gracias al apoyo de sus voluntarios. Foto / Javier del Valle El estudio nos brinda una imagen clara de la realidad del país. Sabemos que tenemos una economía 24% más pequeña que hace 15 años, que la reducción acumulada de población desde el 2010 es del 14%, que el estimado de población mayor de 55 años en la isla superaba el 36% en el 2020 y que el 44% de las personas viven bajo el nivel de pobreza. Además, un 24% de la población mayor de 25 años no cuenta con diploma de Escuela Superior. No sorprende entonces que haya más de 18,000 organizaciones sin fines de lucro registradas en Puerto Rico que cuentan con exención contributiva local o federal. Hay mucho por hacer y los voluntarios ayudan a pisar más fuerte. La población servida por las organizaciones sin fines de lucro en la isla anualmente es de 700,000, es decir una de cada cinco personas en Puerto Rico. El 35% son mujeres, el 33% son adultos mayores y el 32% familias bajo el nivel de pobreza. Carmín Rivera mantuvo su trabajo voluntario en la organización Bills Kitchen en tiempos de pandemia por COVID-19. Foto / Javier del Valle La investigación arroja que al comparar el aumento en el número promedio de voluntarios entre el 2015 y el 2020, se identifica un crecimiento de 63.4%. Hoy se estima que 734,739 personas brindan tiempo voluntario en alguna organización sin fines de lucro. Su labor representa 45,052 empleos a tiempo completo. Algunos se especializan en desastres, otros aportan su amplia experiencia profesional luego de la jubilación o son estudiantes en busca de conocimiento mediante prácticas supervisadas o labor comunitaria requerida en sus centros de estudios. La mayoría sólo quiere ayudar. Para hacerlo viable, las organizaciones sin fines de lucro deben definir estructuras y actualizar sus programas de voluntariado de modo que esos nuevos servidores encuentren un taller en el que realmente colaboren, que les haga sentirse útiles, que sea afín a sus propósitos de vida y que avance el servicio de la organización y, de paso, colabore con su estabilidad. Si resuena en ti la labor voluntaria en nuestras organizaciones sin fines de lucro, te recomendamos que visites las que despierten tu interés y selecciones aquellas cuya misión te hagan sentir más pleno. Cuando ese feliz cruce ocurre, te aseguramos que saldrás con el corazón contento. Fotos / Javier del Valle
La organización añasqueña ganó el premio de Arte y Cultura que otorga EnterPRize 2023 de Grupo Guayacán, respaldado por la Fundación Ángel Ramos. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé ¡Ganadores! Cristopher Pellot, Julie Ramítez y Krystal Romero exhiben orgullosos el premio de Arte y Cultura logrado en la competencia empresarial EnterPRize 2023. Foto / Javier del Valle 2015: Guiados por la maestra de arte Lydia Abreu en la escuela bilingüe Sergio Ramírez de Arellano en Añasco, los estudiantes de 16 años Cristopher Pellot Miranda y Gabriela Ríos fundaron el proyecto Ciudad Museo, mediante el cual pintaban ingeniosos murales para rehabilitar espacios abandonados o en desuso en el casco urbano. 2023: Tras incorporar Ciudad Museo como una organización sin fines de lucro en el 2018, proveer experiencias artísticas a comunidades cercanas y completar los seis meses de capacitación con expertos que brinda la competencia empresarial EnterPRize de Grupo Guayacán, ganaron el premio de Arte y Cultura que auspicia la Fundación Ángel Ramos y les brinda $20,000 para su desarrollo. Equipo de Ciudad Museo frente a la sede de la organización, ubicada en la antigua escuela a la que asistieron sus fundadores. Foto / Suministrada / Ciudad Museo El arte puede ser disfrutado y creado por todos, no importa la edad, la habilidad o donde vivas. Bajo esa máxima se rige Ciudad Museo y por ello fueron reconocidos: Cristopher Pellot, Julie Ramírez y Krystal Romero, quienes recibieron la distinción durante la ceremonia de premiación realizada en la Plazoleta del Banco Popular en Hato Rey. “Somos una empresa sin fines de lucro dedicada a la descentralización de las artes a través de la creación de oportunidades creativas en la región oeste, haciéndolas accesibles a la comunidad. Tenemos participantes desde los 6 años hasta los 80, así que nuestro nicho es amplio”, señala Pellot para quien el muralismo es una “herramienta restaurativa”. ¿No hay museo ni galería de arte en Añasco? No importa. La organización lo remedió pensando en grande. “Literalmente, decidimos poner el nombre para crear el concepto de un museo en la ciudad, para que la gente tuviera acceso al arte más fácil, que no necesariamente tuviera que ir a un museo entre cuatro paredes para recibir educación artística. Si nunca ha habido un museo en Añasco o una galería, pues nosotros vamos a traer estas oportunidades a los lugares que frecuenta la gente en su diario vivir: las calles de los pueblos y las escuelas”, expone Pellot. “Nosotros buscamos crear mejores seres humanos con el arte, mejores doctores, maestros, policías, no importa a lo que se quieran dedicar en el futuro”. “Cuando nos graduamos de escuela superior, Gabriela y yo nos dimos cuenta de que Ciudad Museo tenía potencial de ir más allá. Empezamos habilitando espacios en desuso en sitios transitables como el casco urbano o antiguos negocios que habían cerrado, y los rehabilitábamos con murales hechos por estudiantes; siempre han sido bajo una temática cultural y de concienciación ambiental, los dos temas que trabajamos como organización”, agrega el cofundador. Luego de varios murales realizados en distintas zonas de Añasco, presentaron una propuesta al gobierno municipal y les cedieron un espacio que convirtieron en su sede. Área para talleres en la sede de Ciudad Museo en Añasco. Foto / Suministrada / Ciudad Museo “Irónicamente, la escuela donde nació el proyecto y que había cerrado, hoy alberga nuestra sede. El municipio adopta la escuela, crea un Programa de Bellas Artes que ubican allí y en un espacio está Ciudad Museo. La experiencia fue bien sorprendente porque teníamos 18 años y no cualquier gobierno municipal te da una oportunidad tan grande de administrar un espacio siendo tan jóvenes, no teníamos experiencia en ciertas cosas, pero seguimos aprendiendo”, reconoce Pellot, quien completó un Bachillerato en Educación en Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y está por culminar otro en Comunicación Teleradial en el recinto de Arecibo. “El tener una sede nos abre paso a crecer y a desarrollar mayores oportunidades y programas. Nos damos cuenta de que escaseaban demasiado las oportunidades artísticas en la zona oeste y comenzamos a ofrecer talleres de dibujo, pintura, muralismo y servicios relacionados al arte en las comunidades. También, organizábamos eventos culturales, encuentros de artistas, exposiciones y hasta unas Noches de Galería”, enumera. AMOR POR LOS MURALES Mural conmemorativo de los 290 años de la fundación de Añasco, ubicado en la fachada de la alcaldía. Foto / Suministrada / Ciudad Museo Las comunidades comienzan a desarrollar apego por sus murales. Ciudad Museo acepta la ayuda de estudiantes e integrantes de la comunidad durante su realización y lo develan con una pequeña fiesta de pueblo con música en vivo, encuentro de artistas y artesanos. La mayoría de sus murales están en Añasco, pero además han sido invitados a pintar otros en Aguadilla, Ponce, Arecibo y Lajas. Los dos más recientes en Añasco son el del Mirador, ubicado en la carretera 115 en dirección a Rincón, y en la fachada de la alcaldía. “El mural de la alcaldía lo hicimos para conmemorar los 290 años de la fundación del pueblo de Añasco y ocupa toda la fachada del edificio. Tiene el petroglifo urayo, que usaba el cacique Urayoán; la escena del ahogamiento de Diego Salcedo en el Río Grande de Añasco; un pescador viendo los atardeceres más hermosos que se ven en la Bahía de Añasco; hojas de plátano por la siembra que tenemos; la bandera del pueblo; Mariana Bracetti cosiendo la bandera, porque ella era de Añasco; la iglesia católica; el antiguo puente que llevaba a la ciudad de Mayagüez; la torre de la Central Igualdad y tres estrellas que simbolizan a los Reyes Magos, porque este es el pueblo con la mayor cantidad de Promesas de Reyes activas”, describe acerca de el trabajo que demoró unos cuatro meses en completarse. Ciudad Museo ha pintado murales en distintas zonas del pueblo de Añasco. Foto / Suministrada / Ciudad Museo Están enfocados en “combatir el metrocentrismo” con oportunidades culturales, abriendo camino a nuevas iniciativas artísticas en su zona. “El arte es una parte esencial de todo ser humano. El cohibir a las personas de hacer y participar del arte es cohibirlo de una parte de ellos mismos. Vivimos en una isla que, por diversidad de razones, hemos dejado atrás a una gran población que carece de oportunidades culturales que otros tienen más accesibles. Las pocas que hay en Puerto Rico se concentran mayormente en el área metro y queremos romper eso creando plataformas de desarrollo para los artistas. Nosotros buscamos crear mejores seres humanos con el arte, mejores doctores, maestros, policías, no importa a lo que se quieran dedicar en el futuro. Desde el 2015 la acogida de Ciudad Museo ha sido excelente entre el público, cada vez que intervenimos en una comunidad, la gente responde”, afirma con entusiasmo. Diseñaron la exposición colectiva itinerante “Mejunje”, que combina el arte de jóvenes creadores multidisciplinarios. Ya se ha presentado en Añasco, en el Museo de Casa Blanca en el Viejo San Juan -con el respaldo del Instituto de Cultura Puertorriqueña-, en Humacao, Peñuelas y Vega Baja. Endosada por el Departamento de Educación, las obras en la colectiva abordan distintos temas sociales. En enero 2024 se trasladará al Museo de los Próceres, en Cabo Rojo y continuará su recorrido por el país. LLAMADA DE ENTERPRIZE Taller comunitario de dibujo y pintura realizado en el mirador de Añasco, estructura pintada por Ciudad Museo. Foto / Suministrada / Ciudad Museo Hace tres años Ciudad Museo descubrió la competencia empresarial EnterPRize, pero estaban inmersos en un proyecto ambicioso -un mural en honor a la tele reportera añasqueña radicada en Miami, Lourdes del Río-, que no les permitiría cumplir con el calendario de talleres. “Nos habíamos propuesto participar en algún momento. Llegamos con la expectativa de llevar nuestra empresa a otro nivel y efectivamente fue lo que esperábamos, fue una experiencia de mucho trabajo, de muy buenos resultados y de satisfacción. Con cada taller veíamos nuestra organización diferente”, describe Pellot. El gestor cultural destaca que es usual para las organizaciones de corte cultural “enfocarse en los aspectos artísticos y descuidar los administrativos”. Apertura de la exposición colectiva "Mejunje". Foto / Suministrada / Ciudad Museo “Pudimos aprender la importancia de mantener ambas áreas y ver la organización como una empresa para que pueda subsistir y seguir creciendo. Eso es lo que queremos, un balance entre el producto, el servicio y el arte, con el área administrativa que mantiene la estructura”, dice. Por seis meses tuvieron viajes sabatinos de Añasco a San Juan a tomar seminarios y conferencias “que venían acompañadas de asignaciones”. “Fueron muchas horas que le dedicamos porque era una experiencia que queríamos aprovechar al máximo, queríamos hacerlo bien, buscábamos cada hora de mentoría extra, analizábamos cada paso, cumplíamos con trabajos y aprendíamos un montón; era lo más chévere de la experiencia. Más allá del premio, al final la verdadera ganancia es lo que te llevas del programa”. Pellot afirmó que “estamos muy agradecidos con Grupo Guayacán y la Fundación Ángel Ramos por la oportunidad, y esperamos sea el inicio de mayores proyectos en colaboración”, acaba. Para conocer cuándo y dónde será la próxima actividad, así como detalles del mural en agenda, visita Ciudad Museo en todas las redes sociales o accede ciudadmuseopr.org. Fotos / Suministradas / Ciudad Museo
De la mano de Astrid Morales, coordinadora de Ciudadanía Activa PR de FAR, la organización transformó su relación con el voluntariado y adaptó su estructura a las realidades de hoy. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Carmen Rivera y Marilyn Torres son voluntarias en La Ceiba, Ernesto Ramos Antonini. Foto / Sumnistrada CSIF Los voluntarios no son desconocidos en los Centros Sor Isolina Ferré (CSIF). A sus sedes en Ponce, Guayama, Caimito y Canóvanas suelen acercarse personas de distintas edades con la intención de ofrecer trabajo voluntario, pero tuvieron una etapa en la que notaron una merma. “Queríamos que fuera un programa de voluntariado fuerte de nuevo”, asegura María del Mar Santiago Oquendo, administradora ejecutiva de los CSIF, es la intención de la organización con más de 50 años de labor promoviendo el desarrollo integral de sus participantes, utilizando la intercesión, la capacitación educativa y tecnológica, así como la autogestión comunitaria. Para ello disfrutaron de la mentoría a lo largo de ocho sesiones realizadas este año y el acompañamiento de Astrid Morales, consultora en desarrollo organizacional a cargo de la iniciativa Ciudadanía Activa PR de la Fundación Ángel Ramos (FAR). Lectura de cuentos a cargo de una voluntaria de los Centros Sor Isolina Ferré. Foto / Sumnistrada CSIF La evolución natural en una organización veterana propició los cambios en su núcleo de voluntarios. Sister Rosita Bauzá se ocupó del programa de voluntarios de los CSIF hasta su reciente retiro. Los cambios que ha vivido el país desde el 2019, sumado a las variantes administrativas de la organización, alteraron el rumbo del programa que resulta vital para su desarrollo. Hace tres meses comenzó el acompañamiento con Morales, aprovechando la coyuntura de que una propuesta de AmeriCorp Vista les permitió contar con Miguel Ruiz como apoyo en los esfuerzos de renovación. “Aunque los CSIF siempre han tenido un flujo continuo de personas hacia el trabajo voluntario, no contaban con la estructura necesaria para fortalecerlo. En las sesiones de trabajo siempre participó María del Mar; las primeras dos fueron introductorias, qué cosas debe tener la organización, el 101 del programa de voluntariado, y luego pasamos a diseñar la estructura, a definir los procesos, el programa y hasta la documentación que usarían con los matices de la organización”, explica Morales acerca de un proceso por el cual han pasado casi 100 organizaciones sin fines de lucro a través de la iniciativa Ciudadanía Activa PR de FAR. Los CSIF cuentan con voluntarios que provienen de la comunidad, de las escuelas, universidades e institutos, así como participantes del Programa de Desvío del Departamento de Corrección y Rehabilitación que deben cumplir con ciertas horas por determinación del tribunal, y adultos mayores referidos por el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos que requieren trabajar varios trimestres para cumplir con su cuota con el Seguro Social. “No sólo se trata de manos adicionales que aportan a la organización, sino que, con esta ayuda, al documentar, evidenciar el trabajo y convertirlo en In-Kind, estamos robusteciendo fiscalmente a las organizaciones”. “Era una población particular que requiere análisis y estrategias diferentes. Eso nos permitió especializar el nicho de trabajo con necesidades puntuales, sin descuidar los voluntarios comunitarios y de escuela superior que van llegando”, indica Morales. Usualmente, durante las sesiones de trabajo las organizaciones llegan al reconocimiento de un dato que varía su percepción del trabajo con los voluntarios y propicia nuevas estrategias. “En la tercera sesión hablamos de los diferentes tipos de voluntarios que existen y ahí fue que ellos hicieron clic, cuando entendieron que esos estudiantes practicantes que tienen cuentan como voluntarios. Entonces fueron haciendo clic con sus diferentes poblaciones. Por ejemplo, los del Programa de Desvío los han capitalizado en las áreas de ornato y pintura, sabemos que eso siempre hace falta, pero nunca hay mano de obra suficiente. Un voluntario a tiempo parcial por 4 a 5 meses se convierte casi en un part time para adelantar asuntos puntuales de la organización. El ‘ajá moment’ de ellos fue cuando definimos los tipos de voluntarios con los que cuentan”, declara Morales. ESTRUCTURA PARA CRECER Una vez se identifican las poblaciones de voluntarios según su especialización, comienza el desarrollo de una estructura que permita documentar su servicio, para luego hacer una conversión a dólares y centavos de esa labor. La voluntaria Maricé Sánchez orienta a la comunidad. Foto / Sumnistrada CSIF “Lo próximo es conectar esa conversión con la oficina de contabilidad de la organización para que se traduzca en una aportación tipo In-Kind o donación en especie. Cuando ves el número es extraordinario porque no solo tienes el costo evitado, sino que se traduce en un aumento en el ingreso pasivo de la organización; muchas veces las organizaciones dejan de aumentar en este renglón porque no tienen esa conciencia”, subraya la especialista en desarrollo. Morales resalta que otro de los valores importantes al formalizar los programas de voluntariado en el tercer sector es el hecho de que ayuda a lograr acceso a nuevos fondos. “No sólo se trata de manos adicionales que aportan a la organización, sino que, con esta ayuda, al documentar, evidenciar el trabajo y convertirlo en In-Kind, estamos robusteciendo fiscalmente a las organizaciones porque sabemos que muchas de esas partidas se usan para tener acceso a nuevas propuestas que piden pareo de fondos y les ayuda la donación en especie del tiempo voluntario”, sostiene Morales. De otra parte, Santiago, administradora ejecutiva de los CSIF, reconoce que “siempre se nos acercan personas para el voluntariado, pero queríamos que estuviera más organizado. Astrid me ayudó a darle esa estructura y de la mano de ella nuestro programa está fuerte, encaminado, con todas las de la ley -como se supone- y bien orientado”. Para la organización era fundamental cumplir con las exigencias del voluntariado. “Queremos que las personas se sientan a gusto, que nos vean como una familia y quieran continuar ayudándonos. Esto nos abrió las puertas porque todos los semestres servimos de centro de práctica para universitarios y a veces los acuerdos son por un año y hasta por tres años. Al saber que ellos eran voluntarios comprendí que estamos activos con el programa en todo momento. Se ha orientado a todo el equipo de trabajo para contabilizar esas horas. El saberlo fue un A+ para nosotros, ese coaching de Astrid fue a otro nivel porque uno lee e implementa, pero tener una mirada de afuera que te diga ‘esto lo puedes mejorar’ es súper”, elabora Santiago. Hoy los CSIF cuentan con 22 voluntarios activos y, afirma, más de la mitad son estudiantes. En todos los centros realizan labores de ornato, de trabajo social, cuentan con maestros, asistentes de maestros, consejeros, orientadores y en el área administrativa apoyan al personal secretarial. Unos se unen a las brigadas de trabajo en la comunidad mientras que otros leen cuentos. Se revisó la estructura del programa y hasta el Manual del voluntariado. La administradora reconoce que entre los estudiantes voluntarios “la voz se corre” acerca de las experiencias que adquieren en los CSIF. “Entre septiembre y octubre fue un boom de estudiantes universitarios que tenían que hacer 15 horas, creo que recibí a toda una clase aquí. Teníamos personal para atenderlos y fue bien bonito, se fueron bien contentos, leías las notitas de agradecimiento y se ve que les gustó. Otros se quedaron después de terminar sus horas normales y con eso entiendo que lo estamos haciendo bien”, indica Santiago. “Sabemos bien dónde estamos parados así que podemos brindarle a esa persona que viene a hacer servicio toda esa gama de posibilidades de cosas que puede hacer con nosotros. Queremos enamorar a esa persona que viene de afuera con la labor mano a mano que hacemos con las escuelas y la comunidad para que vean lo bonito que es ayudar y así poder brindar un mejor servicio a la comunidad. Nuestro norte es el dar el 100% plus en el servicio”, culmina Santiago. Para saber más de la labor de los CSIF visita: https://centrossorisolinaferre.org. Fotos / Suministradas / CSIF