La nueva ley federal cambia la postura del Estado ante los menores que son removidos de sus hogares, ya que ahora prevendrá la separación de las familias. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Primero conozcamos la ley y el nuevo vocabulario que trae consigo. Family First Prevention Services Act o “Family First” es una ley federal dirigida a prevenir la separación de familias que alcanza al Departamento de la Familia (DF). Para lograrlo proveerá servicios informados en trauma en áreas de salud mental, abuso de sustancias, destrezas de crianza en el hogar, así como programas de apoyo y acompañamiento a cuidadores, promoviendo que los menores permanezcan en sus hogares o con familiares, siempre que sea posible. Destaca en su descripción que los servicios ofrecidos son basados en evidencia, lo que es descrito como la integración de las mejores prácticas basadas en investigaciones, el conocimiento de los expertos, la cultura, los valores, las características y opiniones de los participantes. A través de la Administración de Familias y Niños (ADFAN), el DF creó un comité timón que reúne a otras agencias gubernamentales que además serán impactadas por esta ley federal como el Departamento de Salud, de Corrección, de Justicia, de Educación, de Vivienda, la Policía de Puerto Rico y la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción. Para viabilizar una transición adecuada, el DF ha convocado además el conocimiento y el apoyo de organizaciones de base comunitaria y sin fines de lucro como Foster America, Casey Family Programs, The Annie E. Casey Foundation, Universidad Albizu, Instituto Tercera Misión o Alianza para un Puerto Rico sin Drogas, entre otras. “Family first’ está basado en unos cuantos principios que han estado ganando momentum y consenso en los pasados años. El principal es que, en las mejores circunstancias, a los niños les va mejor con sus familias”. La debutante legislación altera por completo el acercamiento del Estado a situaciones de peligro con menores, ya que los recursos gubernamentales están dirigidos a los servicios de bienestar familiar y prevención y no contempla, solo en casos en los que sea estrictamente necesario, la ubicación de menores en hogares de cuidado sustituto. A partir de su implementación, habrá nuevas restricciones en la otorgación de fondos federales que antes estaban destinados a procesos de reubicación y para costear las necesidades de los menores en entornos de cuidado grupal. El cambio en la ley responde a que, hasta ahora, los fondos para atender a menores en riesgo estaban disponibles solo cuando eran removidos de sus hogares. El programa federal de cuidado sustituto ahora autorizará subvenciones para programas en el hogar basados en destrezas de crianza, de apoyo y acompañamiento al cuidador, así como en la prevención y el tratamiento de salud mental y el abuso de sustancias controladas. OCTUBRE ES LA FECHA El 1 de octubre el DF debe tener disponible el plan de implantación de la nueva ley que entrará en vigor ese mismo mes. El apoyo federal para ofrecer los servicios antes mencionados -en vez de remover el menor del hogar- estará disponibles por doce meses. Aunque Family First se aprobó en febrero del 2018, se ofreció una prórroga de dos años a cada jurisdicción para implantar la ley. Puerto Rico solicitó la prórroga en el 2018 y en enero del 2019 constituyó el comité antes mencionado y se comenzaron los trabajos de planificación. La implementación debe ocurrir este octubre que se avecina. Durante el webinar “El rol de la filantropía en la implementación del Family First Act: una oportunidad para fortalecer el ecosistema de servicios integrales para las familias y la juventud en Puerto Rico”, los participantes discutieron distintas vertientes de la nueva ley. Los panelistas fueron: Mary Bissell, de Childfocus; Karina Jiménez Lewis, de Annie E. Casey Foundation; Jorge Cabrera, de Casey Familiy Programs y Marcos Santana Andújar, de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud. Amanda Rivera Flores fungió como moderadora. “Family First está basado en unos cuantos principios que han estado ganando momentum y consenso en los pasados años. El principal es que, en las mejores circunstancias, a los niños les va mejor con sus familias. Y lo que la investigación nos dice es que cuando ese menor tiene el escenario familiar, sus pertenencias, el apoyo tanto familiar como de la comunidad y la consistencia, esa es su mejor oportunidad de prosperar. El cuidado en albergue debe ser la última opción y, si se usa, debe ser por razones terapéuticas y a corto plazo”, explicó Bissell. La especialista reconoció además que “el sistema” está tratando de romper con la antigua creencia “de que los niños deben ser removidos de sus familias”. “Esa visión anticuada no puede tener espacio en el nuevo discurso”, aseguró Bissell, “es una oportunidad increíble y un increíble cambio en política pública federal porque por primera vez está abriendo el título IV-E para proveer fondos fuera de la remoción del menor del hogar”. Un nuevo estilo reclama nuestra acción y atención; quedamos convocados a revisar cómo podemos insertarnos en el cambio que ya toca a la puerta. Te invitamos a conocer más sobre la nueva ley en su portal: https://familiesfirst.pr.gov Fotos / Suministradas
Ya te contamos detalles de la nueva ley federal, pero ¿cómo la viviremos en la isla? Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El cambio es indetenible. Lo hemos vivido como país y, ahora, lo atestiguamos con la implantación de una nueva ley federal del 2018, Family First Prevention Services Act, mejor conocida como “Family First”, que privilegia la permanencia de los menores con sus familias en casos de intervención por parte del Estado, al tiempo que provee recursos para reconstruir sus entornos familiares. Bajo los postulados de Family First, cuando un niño o niña sea removido de su hogar, el gobierno contará con recursos económicos para poder impulsar que se mantenga en su núcleo conocido brindándole apoyo a otros familiares mientras se reconstruye su familia inmediata. Antes de esto, el Estado lo removía y solo recibía fondos para atenderlo si era trasladado a una institución residencial. Algunos fondos, como el IV-E, se trabajan por reembolso. La implementación de esta nueva ley en Puerto Rico ha requerido de cuatro fases y, la última, comienza el 1 de octubre de este año, cuando el Departamento de la Familia debe someter al gobierno federal un plan de prevención sobre cómo atender los desafíos en el ambiente familiar de los menores en riesgo, de modo que puedan mantenerse en ellos. El traslado de menores a instituciones residenciales ya no será una alternativa de referido. En enero del 2020, el senador José A. Vargas Vidot solicitó a la Comisión de Bienestar Social y Asuntos de Familia del Senado investigar la implementación de Family First por parte del Departamento de la Familia y explorar la necesidad de enmendar la Ley 246-2011 estatal o Ley para la seguridad, bienestar y protección de menores, así como la Ley 173-2016, conocida como la Ley para el licenciamiento de establecimientos de cuidado, desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas en Puerto Rico. Ya en la Cámara se cocina la Ley 911, que podría convertirse en una versión criolla que se atempere con las propuestas de Family First, pero aún está en desarrollo. Family First propone un cambio drástico en el acercamiento hacia la ubicación de menores cuya custodia posee el Estado. “El aspecto fiscal no apoyaba que los menores se quedaran con sus familias. En Estados Unidos hay un movimiento que lleva una década abogando por esto, especialmente jóvenes que estuvieron en foster care y tienen un sólido poder de abogacía en el Congreso. Ellos decían ‘yo no quería que me separaran de mis hermanos, que me sacaran de mi escuela’, comenzaron a realizarse estudios sobre el tema y con todo ese bagaje de estudio y presión se empiezan a crear estos proyectos. El gobierno federal entonces dice ‘voy a cortar eso para crear los incentivos correctos’. Ahora los recursos van a estar para la reunificación familiar”, menciona Amanda Rivera, especialista en educación y bienestar infantil. La decisión podría implicar que los menores no estaban bien atendidos en las instituciones residenciales. Marcos Santana Andújar, fundador de la Red por los Derechos de la Niñez, indica que, en Puerto Rico, la experiencia en su mayoría es positiva. “No es fácil, para muchos directores el cambio de paradigma es romper con una idea de algo que construyeron con mucho amor”. “Los menores estaban bien cuidados. Los albergues llevan 120 años aquí y no podría yo decir otra cosa distinta, lo hicieron bien y lo han hecho bien con las herramientas que tenían a la mano al momento. Pero, así como ya no son guarderías ni orfanatos, las necesidades han ido cambiando y hay más investigaciones sobre el tema. En Estados Unidos, fundamentalmente esta es una ley fiscal en la que se saca un dinero de un lado al otro. En Puerto Rico nos da la oportunidad de amarrar el bienestar, hay demasiadas investigaciones que indican que el amor del equipo en un centro no es suficiente, al menor le hace falta un sistema de apoyo y donde mejor está es con la familia”, explica Santana. Los fondos de Family First estarían destinados a potenciar la reparación y el fortalecimiento familiar. “La Red quiere aprovechar para promover una ruptura en el sistema y la estructura como está pensada, para generar un ecosistema de servicios integrados de prevención con base en la comunidad”, añade. Si bien diversos aspectos de la vigente Ley 246 propician que un menor removido permanezca con su familia, nunca ha contado con el espaldarazo económico para que suceda. Con Family First cobrará mayor importancia la Administración Auxiliar de Preservación y Fortalecimiento de la Familia del Departamento de la Familia. EN EL AIRE Family First golpeará con fuerza a las 34 instituciones sin fines de lucro que albergan menores en la isla, las cuales dejarán de recibir referidos por parte del Departamento de la Familia ya que la ley privilegiará el entorno familiar y los hogares de crianza. Contrario a las instituciones, al momento éstos no están regulados por el gobierno estatal. Si el gobierno quisiera mantener la forma actual de manejo de casos en la isla, tendría que dirigir fondos estatales a esta meta. Santana indica que hace dos años se trabaja la transición de las instituciones a Family First con reuniones periódicas tanto con el Departamento de la Familia como con la Red de Derechos de la Niñez. Al menos 10 de ellas han logrado certificarse como Programa de tratamiento residencial calificado. Cabe señalar que poseer dicha certificación no garantiza que reciban menores en el futuro. “No es fácil, para muchos directores el cambio de paradigma es romper con una idea de algo que construyeron con mucho amor. La fecha del 1 de octubre no es mágica, no es que no tendrán niños, es que a partir de ese momento el Departamento de la Familia disminuirá las ubicaciones en sus instituciones. Va a ser algo paulatino”, anticipa Santana. También informa que, con el censo actual en instituciones residenciales, el gobierno asegura contar con suficientes camas para menores en los hogares de crianza. Una vez más, el tercer sector tendrá las manos llenas. Lo que en principio parece un despojo de tareas, puede transformarse en diferentes vías de asistir el proceso de adaptación de los menores y de fortalecimiento tanto de las familias afectadas como de los familiares que se harán cargo de éstos. “No continuarán como instituciones residenciales, pero ellas tienen un conocimiento, unas experiencias y capacidades que pueden reutilizarse. Eso toma tiempo y hay que ver cómo se trabaja con ellas para que se reinventen porque habrá muchas necesidades. Por ejemplo, los hogares de crianza en Puerto Rico están bien subdesarrollados, hay que adiestrarlos y a las familias que quieran traer niños”, recomienda Rivera. La especialista recuerda que el 1 de octubre el Departamento de la Familia debe tener listo un plan sobre qué servicios ofrecerá para evitar que los niños tengan que ser removidos de sus hogares. “Family First solo cubrirá los servicios con familias en las que se haya levantado alguna bandera”, indica y más tarde agrega, “hay un trabajo que se tiene que hacer todavía de estimar cuánto tiempo tomará estabilizar los hogares de crianza y qué recursos van a recibir; están los recursos estándares de IV-E que permite eso. La transición creo que tardará un año o año y medio”, señala sobre el escenario en la isla. También tomará tiempo que el Departamento de la Familia, a todos sus niveles, cuente con el personal suficiente para realizar con agilidad los nuevos procesos y, más que nada, que puedan ser capacitados en Family First. ¿Cómo lo vivirán los menores? “Es otro duelo, es la revictimización de los niños desde el sistema. Ellos no necesariamente entienden este contexto, es un trauma sobre el trauma que han vivido, van a requerir ayuda adicional”, advierte Santana. El desafío ya está aquí y propone cambios de raíz. Veremos la respuesta activa del tercer sector para armonizar sus conocimientos con un futuro desconocido y repleto de oportunidades.
El joven tenor comparte el impacto que tiene en su desarrollo artístico poder participar en las audiciones del MET Ópera en Puerto Rico Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé En el Teatro La Fenice, en Venecia, el tenor Ángel Manuel Vargas Santiago no puede evitarlo. Tras culminar un ensayo, saca la monoestrellada y se retrata en el escenario. Allí está listo para ser parte del tercer acto de la ópera de Giacomo Puccini, “La bohème”, lo que significa que debutará en un escenario internacional. “Si esto te apasiona, tienes que seguir practicando, intentando. Si cantas en 50 audiciones, en 48 te van a decir ‘no’, en una te dirán ‘tal vez’ y en una ‘sí’. Tu trabajo es llegar siempre con la música aprendida y hacer lo mejor que puedas; al que te dijo ‘tal vez’ tienes que darle seguimiento para abrir esa puerta. No puedes dejar que nada te desmotive, este es un trabajo duro, pero se puede”, recomienda Vargas, cantante lírico de 28 años. En el 2015 culminó un Bachillerato en el Conservatorio de Música de Puerto Rico y en el 2017 arribó en primer lugar en las audiciones del MET en Puerto Rico. Luego en la competencia regional en Nueva Orleans llegó en tercer lugar. Tenía 23 años. Por fin en escena, ¡y en Florencia! Participó después en eventos como el Aspen Music Festival y en el Gerdine Artist at Opera Theatre of Saint Louis y en el 2019 concluyó una Maestría en la Shepherd School of Music de la Universidad Rice en Indiana. ¿Entonces qué? Entonces llegó la pandemia. “Se supone que el 2020 sería mi primer año viviendo solo de cantar y pasó el COVID-19; cancelaron todos los contratos así que fue echar para atrás”, recuerda aquellos días de incertidumbre. En ese tiempo el director del Houston Grand Opera Studio, Brian Speck, le dio buenas noticias. “Me dijo ‘Ángel, te recomendé a este programa, si te aceptan aprovecha y vete porque este año no va a pasar nada’. Audicioné, me escogieron y me fui”, cuenta. Vargas empacó sus cosas y partió a Florencia, Italia, donde estuvo diez meses en el Mascarade Opera Studio, un centro de perfeccionamiento de canto del que regresó el pasado mes de julio. “Hice mi debut como cantante internacional en Venecia. Canté el tercer acto de “La bohème”, un poco de “Don Pasquale”, en verdad fue súper bueno. Después de estar en Italia estudiando, ahora cantar ópera es totalmente distinto”, afirma tras manejar mejor el italiano. ¿CAMBIO DE CARRERA? Por fin en escena, ¡y en Florencia! El cantante puertorriqueño reconoce sobre su carrera artística que “por poco la dejo”, pero “las audiciones al MET me ayudaron”. “Cuando salí del Conservatorio iba a estudiar Derecho, pero competí en las audiciones del MET donde me escucharon dos personas que me pusieron en contacto con mucha gente que me ayudó. En Nueva Orleans me escuchó Lenore Rosenberg, directora artística del Metropolitan Opera House y ella me recomendó con la gente de la Houston Grand Opera Young Artist Vocal Academy, que es un programa para artistas menores de 23 años. Me pagaban todo y dije ‘súper, vamos a aprender’. Ahí conocí al doctor Stephen King, que terminó siendo mi maestro de canto en la Universidad Rice, porque me ofrecieron una beca y terminé la maestría. De ahí me fui a Florencia”. “Todas las conexiones que hice fueron gracias a las audiciones del MET en Puerto Rico. Si no pasaba eso, no tenía idea de cómo empezar”. “Todas las conexiones que hice fueron gracias a las audiciones del MET en Puerto Rico. Si no pasaba eso, no tenía idea de cómo empezar, quizás tocaría puertas en universidades al azar, quizás en Nueva York”, reconoce el legado de la competencia en su carrera. Sin embargo, al comparar las experiencias de ganadores de las audiciones en otros distritos, destaca que el vínculo que se crea con el equipo de trabajo del MET en Puerto Rico es a largo plazo. “Ada Sofía, Aida Belén, Lonka, yo no las conocía antes de las competencias y ya somos amigos, están en mi esquina como mentoras, son esas personas que siempre dan un consejo y se involucran emocionalmente contigo. Esa nueva familia la tengo gracias a la competencia en Puerto Rico. Así esta carrera es más linda, vale la pena”, acaba el joven cantante que ya anda en busca de nuevos compromisos.
Las audiciones que gestiona la organización MET Ópera en Puerto Rico permiten a prometedoras voces boricuas comenzar su camino en el mundo profesional del Bel canto. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Alberto Esteves Marques, fundador de MET Ópera Puerto Rico. Foto / Suministrada Una oportunidad de ser escuchados, solo eso necesitan muchos cantantes del género clásico en nuestra isla y la organización Metropolitan Opera National Council, Distrito de Puerto Rico - también conocida como MET Ópera en Puerto Rico- se ocupa de lograrlo desde el 1974. Ese año se fundó con el objetivo de estimular la profesión del canto en Puerto Rico y propiciar que cantantes y estudiantes puedan competir en el foro internacional. Cada año gestionan que cantantes líricos boricuas participen de la competencia Metropolitan Opera National Council, que tiene lugar en 51 distritos en Estados Unidos y 12 regiones. Tres jueces -en su mayoría profesores de canto- componen el panel en cada distrito. Los ganadores en las diversas audiciones pasan a la semifinal en sus respectivos distritos y, de ahí, diez voces privilegiadas acuden a la final que tiene lugar en la importante casa de ópera neoyorquina, Metropolitan. Las audiciones locales se realizaron en el 2020 desde el Conservatorio de Música y los jueces evaluaron de forma remota debido a la pandemia. Foto / Suministrada En todas etapas del proceso, compañías de ópera, profesores, músicos, agentes y productores, entre otros personajes del entorno operático, tienen la oportunidad de escuchar las nuevas voces, lo que maximiza las oportunidades de los aspirantes. Los cantantes que ganan las audiciones en Puerto Rico, pasan a la semifinal en Nueva Orleans, Luisiana. “La primera vez que Puerto Rico participó en las audiciones de esta competencia fue en el 1975 y la soprano Margarita Castro Alberty lo ganó todo: aquí, en Nueva Orleans y en Nueva York. Eso le abrió las puertas increíblemente en su carrera. Este es un concurso muy prestigioso”, explica Ada Sofía Esteves, presidenta desde el 2007 de la organización que su padre, Alberto Esteves Marques, fundó y cuya junta presidió por 17 años, para luego ser sustituido por Gloria Rodríguez. Participantes boricuas en la competencia de Luisiana, edición 1996. Desde la izquierda: Carlos Tirado, Eileen Laracuente, Hilda Ramos y Rafael Dávila. Foto / Suministrada Si revisas la lista de ganadores de la competencia en Puerto Rico encuentras importantes nombres como las sopranos Ana María Martínez (1993), Hilda Ramos (1996), Yalí-Marie Williams (2001) o los tenores Rafael Dávila (1996) y Joel Prieto (2005), entre muchos otros. “Algunos de ellos ganaron en Puerto Rico y en Luisiana, pero no en Nueva York. Sin embargo, tienen carreras bien buenas; en cada etapa del camino hay gente que te va a estar escuchando. Este es un programa con muchas vertientes en las que ellos pueden tener más salidas”, señala Esteves. La lista de cantantes líricos egresados de la competencia que se mantienen activos, sigue. Por ejemplo, la soprano Meechot Marrero ganó en Luisiana en el 2013 y pasó a ingresar la compañía Ópera de Berlín. En el caso de la soprano Larisa Martínez, venció la competencia en Puerto Rico en el 2017 y de ahí fue contactada por el maestro Kamal Khan para unirse a la parte del oeste de Estados Unidos de la gira del cantante italiano Andrea Bocelli, con quien canta a dúo. “Hay que sacarlos de aquí para impulsar la carrera, ese es el norte siempre para que se le abran nuevas puertas”. “A lo mejor no lograste ganar como querías, pero alguien afuera te escuchó y se abre otra puerta. Es maravilloso. Tener talento no es suficiente si no tienes quién te escuche cantar. Ese es nuestro norte, ayudarlos a llegar bien preparados a Luisiana y conseguir que alguien los escuche”, añade Esteves. Solo en el 2018 se interrumpió en la isla la celebración de las audiciones, debido al huracán María que afectó la isla el año anterior. El COVID-19 alteró el circuito de audiciones en el 2020, pero se realizaron de modo virtual. Aquí utilizaron la Sala Anthony Soto del Conservatorio de Música y, solo con la presencia de los padres de cada cantante, realizaron las audiciones que fueron evaluadas de forma remoto por los jueces. “La meta de este año es retomar las audiciones presenciales, todo el mundo apunta a hacerlo de esa forma esta vez”, indica. Equipo de trabajo de MET Ópera de Puerto Rico, desde la izquierda, Lonka Álvarez, Aida Belén Rivera y Ada Sofía Esteves. Foto / Suministrada Abrirle la ventana a cantantes líricos de la isla con miras a construir su futuro en el arte sigue siendo el interés principal de esta organización. “Una de las cosas que más le preocupaba a mi Papá y a las personas vinculadas con las artes es que tenemos un problema de distanciamiento físicio y de profesorado por ser una isla. Un estudiante en Nueva York se monta en un tren, va a Filadelfia, entrena y regresa a su casa. Aquí hay cuestiones de dinero y de distancia que hacen que el entrenamiento sea más costoso y complicado”. “Hacemos un esfuerzo de darles la visibilidad y la ayuda para que alguien los escuche, los vea y se interese. Hay que sacarlos de aquí para impulsar la carrera, ese es el norte siempre para que se le abran nuevas puertas”, culmina Esteves.
Especialistas de la Universidad Albizu y la meteoróloga Deborah Martorell, ofrecieron talleres para niños y padres en los que se reforzaron destrezas de cara al retorno a las aulas. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Una docena de niños y niñas entre los cuatro y nueve años están sentados en pequeñas sillas de colores, con la distancia que la pandemia impone. Las mascarillas que cubren su rostro provocan que hablen más alto de lo usual para que “la maestra” pueda escucharlos. “Todas las emociones son normales, le dan significado a lo que está pasando”, dice Ámbar Pereira, integrante del Departamento de Psicología Escolar de la Universidad Albizu (UCA), quien junto a sus compañeras Priscilla Reyes y Gloria Burgos, ofrecen una charla a los pequeños sobre el manejo de estas. Con movimientos corporales y narraciones, repasan diversas técnicas para encarar preocupaciones en el evento familiar, “Regresa a clases seguro y saludable”, realizado por el Centro Criollo de Ciencias y Tecnología del Caribe (C3Tec) en su sede, en alianza con la Universidad Albizu, Triple S, Apoyo Positivo Criollo, el Municipio de Caguas y la Fundación Ángel Ramos (FAR). Con la Técnica de la Tortuga los niños resguardaron su cuerpo en el suelo como si se escondieran bajo un caparazón. “Iba caminando la tortuga cuando apareció el león. ¿Cómo se siente?”, pregunta Pereira desde el suelo. “Asustada”, corean los niños. “El león se fue, ¿cómo se siente ahora la tortuga?”, indaga de nuevo. “¡Feliz!”, celebran los niños quienes aprendieron sobre las emociones pasajeras. La Técnica del Fideo los llevó a pararse rígidos, igual que cuando algo los asusta. “¿Cómo se pone el fideo cuando lo cocinan con agua caliente?”, pregunta la tallerista. “Blanditos”, afirman y comienzan a mover el cuerpo para liberarse de la rigidez en el “juego para tranquilizarnos”. La Técnica de las Hormigas les invita a sacudir el cuerpo como si una hilera de insectos trepara por su cuerpo. Así recuperan el control. La Postura del Súper héroe -manos en la cintura, cabeza firme, mirada alerta- provocó risas entre los niños. “Ahora respira profundo y luego botas el aire. Cuando algo les de miedo, hagan la técnica del súper héroe. ¿Qué les da miedo?”, quiso saber Pereira. Ninguno mencionó el COVID-19. “La oscuridad”. “Un trueno”. “Que mi mamá me regañe”. Apenas procesan estar juntos en un lugar, están expectantes. El taller se repitió horas más tarde, adaptado a preadolescentes. Luego pasaron a un recorrido guiado por las exposiciones del C3Tec y del Centro de Visitantes Fundación Ángel Ramos en el Observatorio de Arecibo que allí se albergan, en las que aprendieron sobre el sistema solar, el plato del radiotelescopio, el planeta Tierra y hasta los componentes de un rayo. Cuatro integrantes de la compañía A-Circ se ocuparon de la diversión entre los asistentes. Sus llamativas indumentarias, sus mascarillas con amplias sonrisas pintadas y el agua con la que de vez en cuando rociaban en broma a los visitantes, provocaron sonrisas. ACTIVIDADES PARA LOS ADULTOS Los adultos disfrutaron de una charla sobre la técnica del Mindfulness o conciencia plena con recursos de la Universidad Albizu. “El Mindfulness es prestar atención plena a lo que está ocurriendo en el momento presente, de manera intencional y sin juzgarlo”, explicaron los conferenciantes quienes agregaron recomendaciones para balancear las agitadas jornadas de trabajo remoto mientras se cuida a los niños y, además, al crear nuevas rutinas con el regreso presencial a las aulas en la pandemia. Bienestar, insistieron los especialistas, es estar en el presente, ya que mantenerse en el pasado o en el futuro solo genera angustia. Se instó además a crear hábitos de atención plena para reaccionar a los sucesos cotidianos, de modo que ese entrenamiento ayude a lograr mejores reacciones ante las crisis. También los participantes asistieron a la charla sobre la temporada de huracanes y el cambio climático que ofreció la meteoróloga, Deborah Martorell y algunos aprovecharon la clínica de vacunación contra el COVID-19. Fotos y vídeo: Javier del Valle Técnica STOP de Mindfulness S – detente T – toma un respiro O – observa las sensaciones en el cuerpo P – procesa posibilidades, considera opciones y progresa *Fuente: Universidad Albizu