La organización especializada en teatro musical con sede en Caguas cargó con el premio en metálico de $10,000 que otorga la Fundación Ángel Ramos. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé De izquierda a derecha: Gabriela Mercado (gerente de EnterPRize, Laura López Torres, directora ejecutiva de la Fundación Ángel Ramos, Félix José Colón (al centro) de la organización Taller Artístico de Caguas, Carolina Cotto, oficial de programas de FAR, Laura Cantero, directora ejecutiva de Grupo Guayacán y Jorge Mercado, asociado de programas de EnterPRize. Compuesta por 25 empresas, la Clase 2024 de EnterPRize ya fue debidamente premiada. Luego de seis meses de preparación en los que recibieron 23 talleres y dos sesiones de mentoría individualizada, Grupo Guayacán (GG) anunció el pasado 10 de diciembre los ganadores de la edición 2024 de su competencia empresarial, EnterPRize. Tras destacar que GG es “un motor importante del emprendimiento local” y que la competencia EnterPRize es “pionera en reconocer a este sector como un pilar del desarrollo económico local”, su directora, Laura Cantero, lideró la graduación 2024 celebrada en el Centro para Puerto Rico de la Fundación Sila María Calderón, ubicado en Río Piedras. “Ha llegado el momento que tiene a muchos con mariposas en el estómago desde que nos vimos por primera vez aquel 1 de junio. Es hora de anunciar los ganadores de la competencia EnterPRize 2024. Este año estaremos otorgando más de $255 mil dólares en capital semilla, más una serie de generosos premios en especie, algo que no sería posible sin el apoyo de nuestros auspiciadores”, explicó Cantero. “Los felicito por el sacrificio, la dedicación y el compromiso que han tenido con el programa. Estoy confiado y seguro que ese aprendizaje que han tenido, que han sabido aprovechar, será beneficioso para su empresa, no solamente para la que están trabajando hoy, sino para el resto de su carrera”. Ángel Pérez, integrante de la Junta Directiva de Grupo Guayacán Tres empresas enfocadas en salud recibieron los galardones principales: MetaMed, centro integrado dirigido al control de diabetes, se llevó el primer lugar que le otorgó $35,000, entre otros donativos de auspiciadores. Biochoices, que manufactura productos para restaurar el balance hormonal de la mujer, y Welli, una clínica de salud neurohormonal, completaron el selecto grupo de entidades destacadas que recibieron $52,500 y $47,500 en subvenciones combinadas. La Fundación Ángel Ramos (FAR) repitió como auspiciadora del Premio de Arte y Cultura en la competencia que, en esta ocasión, recayó en Taller Artístico, organización dedicada al teatro musical con sede en Caguas y representada por Félix José Colón. Taller Artístico recibió $10,000 de FAR y sumaron $5,000 del True Self Award. “Los felicito por el sacrificio, la dedicación y el compromiso que han tenido con el programa. Estoy confiado y seguro que ese aprendizaje que han tenido, que han sabido aprovechar, será beneficioso para su empresa, no solamente para la que están trabajando hoy, sino para el resto de su carrera. Nunca se olviden de compartirlo, hoy ustedes están en esa silla y en años siguientes habrá otros emprendedores que van a estar en esa silla y ustedes estarán en una mejor posición para aconsejarlos”, recomendó Ángel Pérez, integrante de la Junta Directiva de Grupo Guayacán, fundación con la cual ha mantenido una relación de dos décadas y que inició como participante de sus programas. Ángel Pérez, integrante de la Junta Directiva de Grupo Guayacán, instó a los ganadores a compartir con otros el conocimiento adquirido. De otra parte, Jorge Mercado, asociado de programa de EnterPRize, aseguró que “la determinación con la que estos participantes se entregaron al proceso de EnterPRize fue inspiración. Inspiró nuestro quehacer diario y nos impulsó a hacer un mejor trabajo cada día que estuviera a la altura de lo que nuestros empresarios merecían”, aseguró Mercado. Gabriela Delgado, gerente de EnterPRize, debutó este año con la iniciativa y les agradeció por una edición “memorable”. “Les deseo el mayor de los éxitos y sé que continuarán siendo empresarios de vanguardia que continuarán trabajando por un mejor porvenir para nuestra tierra”, puntualizó Delgado. Tanto Delgado, como Katerina Sánchez, directora de programas, acompañaron en tarima a Cantero durante la entrega de galardones que contó con los calurosos aplausos de la audiencia. EN AGENDA MÁS CELEBRACIONES En el 2025 que se asoma EnterPRize festejará 20 años de ofrecer de forma ininterrumpida sus programas de capacitación y premios. MetaMed, centro integrado dirigido al control de diabetes, se llevó el primer lugar que le otorgó $35,000, entre otros donativos de auspiciadores. “El año que viene estaremos celebrando todo lo que han logrado los miles de empresarios que han pasado por el programa”, adelantó Cantero para luego invitar a Arnaldo Hernández e Ignacio Pino, pasados ganadores de EnterPRize en los años 2005 y 2006, respectivamente, quienes destacaron la calidad de la enseñanza recibida y su compromiso en unirse al aniversario de la iniciativa. Para finalizar la ceremonia, Cantero orientó en torno al Guayacán Endwoment Fund, instrumento filantrópico que mantiene activa la campaña de recaudación, “Desde la raíz”, que propicia los donativos individuales, corporativos y como auspiciadores del 30mo. aniversario de GG. “Gracias a todos los que aportaron este año a nuestro fondo dotal. Desde su lanzamiento, hemos logrado recaudar casi $6.4 millones a través de las distintas iniciativas que impulsamos. De cara a la celebración de los 20 años de EnterPRrize el próximo año y de los 30 de Guayacán en el 2026, les exhortamos a que continúen apoyándonos para seguir impactando a empresarios puertorriqueños e impulsando el desarrollo económico de nuestro país”, destacó Cantero. “Una raíz fuerte nos ayuda a crecer, a alcanzar nuevas alturas y seguir soñando en grande”, cerró la directora ejecutiva. ¡Felicidades, guayacanes! EnterPRize Clase 2024 AgroLab PR Alluance Biochoices Boribids Casa Borges Comfybum Eco Arenas Vidrio El Gato de Lavapiés El Sión Handlez Islandclimber LaidBack La Wagon LearningBP Made By Cooks METAMED MK Care Next Cycle Foods Reborn Rogative St.Gría Taller Artístico Vía Quiopráctica WAOK Welli Fotos / Javier del Valle
La organización que ganó el Premio Arte y Cultura en la competencia empresarial EnterPRize 2024, respaldado por la Fundación Ángel Ramos, está lista para crecer. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Algunas de las producciones que han realizado son: “Peter Pan” , “In the Heights” y “Jesucristo Superstar”, entre otras. Cuando Félix José Colón llegó en representación de Taller Artístico a la competencia empresarial EnterPRize 2024 que auspicia Grupo Guayacán, tenía una noción básica del aspecto administrativo y económico de la organización sin fines de lucro de la que es cofundador en Caguas. Hoy está convencido del valor del trabajo que realizan educando sobre el teatro musical, de las ayudas que pueden recibir, así como de las responsabilidades fiscales con las que deben cumplir. “Sin salud financiera no podemos sobrevivir. Sin dinero y organización, que es lo más importante, no se pueden realizar ninguna de las cosas que nosotros hacemos en Puerto Rico, donde a veces los recursos artísticos y culturales pueden ser un poco escasos y los altos costos de hacer teatro lo puede complicar. Esa organización financiera nosotros la hemos ido implementando a través de los años”, explica Colón. Reconoce que cuando en el 2018 comenzaron a ofrecer servicios educativos sobre teatro musical durante un campamento de verano en el Jardín Botánico de Caguas, “no sabíamos nada de negocios”. Félix José Colón celebra el reconocimiento recibido en la edición 2024 de EnterPRize. “Hace dos años tenemos una excelente contable, pero nosotros iniciamos como un campamento de verano y eso era lo que queríamos hacer, todos éramos artistas y ninguno tenía mente de negocios, ni de finanzas. Cuando el proyecto se fue transformando por la misma necesidad que había en Caguas de un proyecto de teatro musical -somos los únicos que lo atendemos aquí y en áreas limítrofes-, yo decía que sí a todo y el proyecto creció y se transformó en un negocio. Buscamos orientación financiera y cuando solicitamos a la competencia de EnterPRize no tenía idea de lo mucho que íbamos a aprender. Aunque la libreta llegó casi vacía, se va demasiado llena y esa es nuestra mayor ganancia, todo el conocimiento y las conexiones que hemos podido realizar”, resume Colón su aprendizaje. Como organización sin fines de lucro ahora ve el panorama “100% más claro”; aprendieron sobre las exenciones contributivas que les aplican y cómo estructurarse para manejar fondos federales. "En Puerto Rico, en general, yo le llamo una infección a ese pensamiento con el que nos vamos contaminando de que las artes no son un trabajo o que debemos cobrar menos que las otras personas. Gracias a esta experiencia vemos que sí se pueden tener ganancias, realizar grandes proyectos culturales-artísticos, y que hay personas dispuestas a apoyar, a financiar y a hacer los proyectos posibles". Félix José Colón , representante de Taller Artístico de Caguas “Lo veo todo más real. Gracias a Guayacán aprendimos de tanto apoyo que desconocía que existía para organizaciones culturales, desde el Instituto de Cultura Puertorriqueña, hasta FAR, Guayacán y Oriental Bank que nos ha visitado, están dispuestos a ayudarnos y nos han reforzado que sí se puede tener financiamiento, fondos y ganancias. En Puerto Rico, en general, yo le llamo una infección a ese pensamiento con el que nos vamos contaminando de que las artes no son un trabajo o que debemos cobrar menos que las otras personas. Gracias a esta experiencia vemos que sí se pueden tener ganancias, realizar grandes proyectos culturales-artísticos, y que hay personas dispuestas a apoyar, a financiar y a hacer los proyectos posibles”, subraya Colón. Ganar el Premio de Arte y Cultura que ofreció la Fundación Ángel Ramos en EnterPRize 2024 le parece un espaldarazo “emocionante”. “Estamos superemocionados. Sabemos que el nuestro es un gran proyecto, pero había otros compañeros que tenían unos productos hermosos así que para nosotros es un honor que reconozcan el trabajo que hacemos”, afirmó sobre el galardón que les concedió $10,000. CAGUAS Y EL TEATRO MUSICAL Colón y sus colegas -Wilfred Omar Pérez, Shakira Rodríguez y Raquel Vázquez- se conocieron en sus años de estudiantes en la Escuela Libre de Música de Caguas y sabían, de primera mano, la falta de oportunidades educativas en el área de teatro musical. Dado que Colón era maestro de escuela superior y sus alumnos interesados en el tema requerían más preparación para audiciones, realizaron un campamento de verano para cubrir dichos vacíos en el 2018. La demanda aumentó y optaron por crecer, cofundaron la organización y se establecieron en el Paseo Gautier Benítez de la ciudad criolla. Niños y jóvenes se integran a las producciones que han dado un nuevo aire artístico al centro de la isla. “El grupo siguió creciendo, de 15 que éramos, luego fuimos 50, incorporamos niños pequeños también y actualmente tenemos niños desde cuatro años hasta adultos mayores de 85”, dice orgulloso acerca de la matrícula en los talleres Peques, Chiquis, Teens y en las clases privadas. Hoy Taller Artístico se enfoca en ofrecer programas de teatro musical además de clases de música, -guitarra, piano, violín, flauta, trompeta y percusión-, de canto, hip-hop, ballet, yoga, dibujo y pintura, fotografía y maquillaje, sirviendo a comunidades en Caguas y otros 24 pueblos como San Juan, Bayamón, Gurabo, Ponce o las Piedras, entre otros. Anualmente realizan tres producciones de teatro musical, este año presentarán en febrero “Peter Pan” en el Teatro Victoria Espinosa en Santurce y en mayo, “In the Heights”, en el Centro de Bellas Artes de Caguas con su compañía de actores infantiles, juveniles y adultos que en ocasiones comparten créditos con artistas profesionales. Este fue el caso de “Jesucristo Superstar”, la cual contó con la participación de Braulio Castillo, Ana Isabelle, Juan Vélez y Oscar Serrano, y subió a escena en el Centro de Bellas Artes de Caguas en el 2023. Los más pequeños también son parte de la agenda cultural de la entidad. “Ya nos están reconociendo y contando con nuestros talentos en distintas campañas. Actualmente contamos con 150 estudiantes. Somos de Caguas y siempre hemos querido impactar la comunidad de Caguas, sin embargo, tenemos gente hasta de Mayagüez que viene porque ya se está reconociendo el producto de lo que hacemos con nuestros estudiantes y producciones. Más de 40 estudiantes nuestros han sido admitidos en prestigiosas universidades en Estados Unidos y Londres”, indica Colón sobre egresados que aspiran a convertirse en profesionales de la actuación. Sobre el Premio True Self, que promueve la inclusión, el cual también ganaron en la competencia EnterPRize y les generó otros $5,000, se mostró entusiasmado. “No solamente somos una comunidad de artistas que creemos en la inclusión, sino que refuerza que aquí en Taller Artístico creemos en los valores de igualdad para todo el mundo y continuamos con esa labor para que todo el mundo sienta que está en un lugar seguro”, cierra la charla. Conoce más de los cursos y los espectáculos de Taller Artístico en: https://www.tallerartisticocaguaspr.com. Fotos / Suministradas
Alana Feldman, del Centro Paz para ti; Myrna Rivera de Pro-Arte Musical; y Nilda Morales de SER han encaminado a decenas de participantes y líderes del tercer sector, pero ¿quién las motivó a ellas? Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Alana Feldman, del Centro Paz para ti; Myrna Rivera de Pro-Arte Musical; y Nilda Morales de SER comparten sus experiencias de crecimiento y formación personal y profesional Un mentor puede encender la chispa por alguna pasión en un espíritu curioso. Detrás de cada líder y líderesa exitosa en el tercer sector, hay personas que incentivaron el desarrollo de sus mejores cualidades de servicio que tan útiles le han resultado al país. Y han tenido la suerte de que han sido muchas las personas que han aportado a su formación. Hoy conocemos quiénes inspiraron a tres veteranas en nuestro campo: Alana Feldman Soler, coordinadora del Centro Paz para ti; Myrna Rivera, presidenta de la Junta Directiva de Pro-Arte Musical; y Nilda Morales, directora de SER de Puerto Rico. Alana Feldman SolerCoordinadora del Centro Paz para ti “En cada espacio que he ocupado ha habido personas -a menudo mujeres- con más experiencia y sabiduría que me han ayudado a entender mi rol y a fortalecer mis destrezas. También me han permitido identificar y apoderarme de estrategias, acercamientos e ideas que luego me han acompañado a donde quiera que voy”, cuenta la gestora comunitaria Alana Feldman Soler, ahora radicada en Adjuntas desde donde sirve a la comunidad. Con 16 años ingresó a la universidad Carleton College, en Minneapolis, donde era una de dos estudiantes provenientes de Puerto Rico. Por primera vez vivía alejada de su familia y nunca había visto nieve. “La profesora Cynthia Shearer me acogió en el Centro de Idiomas Modernos, como hacía con muchos otros estudiantes cuyo primer idioma no era el inglés. Nos reclutaba como tutores, asistentes de clase, y facilitadores de laboratorio, pero era su interés personal en nuestra integración a la comunidad y su confianza en nosotros la que nos hacía amar nuestro espacio de trabajo”, rememora Feldman. Tan pronto culminó su bachillerato trabajó en un centro pre-escolar para menores de edad con historial de maltrato. “Allí la directora Sandy Heidemann siempre fue quien mantuvo puertas abiertas, evaluaciones participativas y diálogos sinceros con el personal. Al día de hoy, aún la considero una amiga y siento que llevo conmigo la paciencia, la interactividad y la sensibilidad que ella me reflejó en Southside Family Nurturing Center”, señala. Feldman fue voluntaria en el Cuerpo de Paz donde descubrió que “debía ser creativa al definir y enfocar mis esfuerzos, porque el reto principal siempre sería el de potenciar voluntades y maximizar recursos”. “Kevin Quiroa, un joven de descendencia Q'eqchí sigue siendo un amigo a quien admiro y con quien conspiro a distancia. Aunque nunca completó la escuela superior, su capacidad de reinvención es tan grande como su dedicación a utilizar sus talentos comunicativos y analíticos para lograr cambios sociales en su pueblo de Santa María Cahabón. De Kevin aprendí la diferencia que le hace a las personas que dependen de mí tener un líder perseverante, confiable y dispuesto a crear en colaboración. Definitivamente me ayudó a sentirme en comunidad en un ambiente nuevo”, comparte Feldman acerca de su amigo de los tiempos de voluntariado. Cuando Feldman llegó a la Oficina de Comunidades Especiales en Puerto Rico, por primera vez asumió el rol de supervisión. “El acompañamiento de mi gerente, Maritza Torres, fue indispensable para visualizarme en la posición y enfrentar con flexibilidad los retos. Manejar personas y personalidades siempre será complejo, Maritza siempre estuvo dispuesta acompañarme, a ofrecer retroalimemtación a mi desempeño y ayudarme a distinguir lo esencial entre la avalancha de tareas burocráticas y politizadas que abundan en los espacios gubernamentales. De ella aprendí a dar seguimiendo individualizado a las personas que componen mi equipo”, enumera lecciones recibidas. Y de su paso por Talle Salud, Feldman indica que “aún puedo escuchar a Jacqueline Cruz, Facilitadora Programática, trayendo reclamos justos y difíciles a las reuniones de equipo”. “Para mí ha sido un honor compartir espacios de trabajo con personas como ella que saben cuestionar posturas, acciones y expresiones desde el amor y no desde la disputa. Es una destreza que todavía lucho por dominar, pero su voz está conmigo recordándome que es importante saber separar a las personas de sus discursos”, subraya. Feldman reconoce qué tipo de persona y de lideresa es ahora. “Aquí estoy hoy: un caleidoscopio de quienes me han enseñado con su ejemplo”, acaba. Myrna RiveraDirectora Junta DirectivaPro-Arte Musical “Tomo muy en serio el tema de la mentoría, los ángeles que se presentan en tu camino -muchas veces sin esperarlos- que estimulan la búsqueda de tus destrezas, talentos y pasiones”, dice la fundadora de la firma Consultiva en el 1999. “Soy quien soy por ellos. Debo a ellos y a ellas mi lugar en el tejido social de Puerto Rico”. Myrna Rivera, presidenta de la Junta Directiva de Pro-Arte Musical Nacida en Coamo, llegó a la ciudad de Nueva York con solo 11 meses. Como primeros mentores identifica a sus “padres, tíos y abuelos, vecinos y buenos amigos de mis padres”, ya que apoyaron siempre “la creencia de que yo podía lograr lo que me propusiera, siempre haciendo el bien y con Dios por delante”. “Después llegaron mis maestros y profesores”, explica Rivera quien cursó de kínder a octavo grado en Nueva York y a los 14 años regresó a Coamo donde estudió de noveno a duodécimo grado. “Doy vuelta atrás en mi memoria hasta llegar a mi segundo grado, desde entonces los maestros propiciaron en mí la curiosidad y el sentido de maravilla ante nuevos conocimientos y experiencias, y con ello la búsqueda de ese equipo de talentos y destrezas con el que todos llegamos al nacer; para mí fue el talento artístico, el dominio de las matemáticas y la curiosidad por la historia de nuestro mundo y de la raza humana”, agrega Rivera. “Aún recuerdo los nombres de mis maestros de escuela elemental e intermedia en Nueva York, tal fue su impacto en mi psiquis: Sra. Friedman en segundo grado, Sr. Harris y Sra. Faletta en quinto y sexto grado, Sra. Carpenter, mi maestra de violín. En intermedia, el Sr. Rosenblatt de Estudios Sociales me presentó el mundo de manera fascinante, la Sra. Goldstein, mi maestra de química, también nos enseñaba estimulando la fascinación por lo desconocido”, recuerda. Rivera afirma que “el mundo de posibilidades se abrió de par en par con mis maestros de escuela superior y de universidad, -Ms. Cansobre, Ms. Feliciano, Ms. Rivera, Mr. Cruz, Ms. Santiago- quienes me impulsaron a pensar en estudios universitarios”. “En la Universidad de Puerto Rico me tomaron de la mano la Prof. Josefina Hernández, de español y el Prof. Winston Khan, de matemáticas, estimulando la nueva y desconocida idea de estudios posgraduados, lo que me llevó a Lehman College de CUNY y a una maestría en Matemáticas. El Prof. Jaime Medina, violinista de la Sinfónica de Puerto Rico, me recibía todas las semanas en la Escuela Libre de Música en Caguas y cimentó en mí, por siempre, el amor incondicional por la música y la sala de conciertos. Soy vivo ejemplo del impacto de la educación musical en la formación del ser humano: paciencia, disciplina, perseverancia, trabajo en equipo, solidaridad, empatía, amor a la belleza y entrega, dotes fundamentales para una sociedad saludable y emprendedora”. En su fomación profesional llegaron a su vida “colegas que me enseñaron cómo aplicar mis destrezas a los procesos que tenía ahora de frente, supervisores y clientes que notaron algo en mí y señalaron posibles caminos de desarrollo profesional que yo aún no veía, los que me inspiraron a entender que visualizar no cuesta nada”. Desde su primer empleo en Nueva York donde recuerda a Rich Baun, Bob Marcado, Bill Friend y Sandy Shawl quienes le enseñaron a “crear the last chapter first”, a visualizar resultados para encaminar inciativas eficientemente”. Con el paso del tiempo la inspiraron otros como Guardo Albani, Víctor Mena, Roberto Corretjer Piquer, Ariel Nazario, Pedro Grant Chacón, Luis Carrión, Germán Vázquez, Juan González Feliciano, Marcos Ramírez, José Ramón González, Salvador Casellas, Pancho De Jesús, Terry Wadsworth, Rafael Cortés Dapena y Angela Weyne Roig. “Soy quien soy por ellos. Debo a ellos y a ellas mi lugar en el tejido social de Puerto Rico”, asegura Rivera. No siempre se está dispuesto a escuchar, pero la consultora en finanzas reflexiona que, “si algo bueno he hecho en este camino, ha sido hacerle caso a la sabiduría y la experiencia de otros”. “Cuando ya te quitan las ruedas de entrenar de tu bicicleta, y vas pedaleando sola, te das cuenta de cómo se activan tu intuición, tus destrezas y esa confianza con la que cuentas porque tantos otros te animaron, en las buenas y en las malas, contra viento y marea, con amor, respeto y solidaridad”, señala. La líder siempre se ha sentido inclinada a compartir con otros la motivación recibida, esas vivencias que encaminaron su vida. “Quiero estimular a otros a aprender a pensar en lo posible. Hay tanto freno y aprehensión a hacer algo que es gratis y que puedes hacer sola: visualización. Es como un freno mental, como que no tenemos permiso para soñar y visualizar nuestras posibilidades”, advierte Rivera y asegura que desde ese plan que toma forma solo en la imaginación se parte para hacerlo realidad. Nilda MoralesPresidentaSER de Puerto Rico Para ser exactos, Nilda Morales lleva 49 años laborando en SER de Puerto Rico, entidad en la que comenzó como terapista ocupacional. Pero antes de asumir ese rol, varias personas la acompañaron en el camino. “Primero están mis mentores de raíces, ahí están mis valores, ahí están mi abuelo y mi papá”, confiesa Morales, criada en Cupey Bajo, “mi papá es quien sembró mi liderazgo, pero mi abuelo era un hombre tan excepcional, mis valores están en mi abuelo”. Se llamaba Leoncio Sandoval, era un carpintero que “levantaba casas” y le enseñó a “verte en el rostro del otro porque tú no eres próspero si tú no compartes”. Su padre, Víctor Morales, fue fundador de la Unión de Periodistas, Artes Gráficas y Ramas Anexas, (UPAGRA) en el periódico “El Mundo”. “En la adolescencia mi papá desarrolla en mí el liderazgo, la lectura, fue un líder obrero y me enseñó a buscar los puntos de encuentro, el que tú no compites, tú compartes”, recuerda Morales y agrega que al final de su vida, su padre le aseguraba que siempre fue “Sancho, tu escudero”, aludiendo al gusto compartido por la lectura de “El Quijote”. En el área de la filantropía menciona a Francisco Carreras, pasado director de la Fundación Ángel Ramos (FAR), como figura clave para ofrecer un servicio más eficiente. “La primera vez le entregué una propuesta bien mala y él me dijo, ‘tú tienes muchas ganas de ayudar, yo te voy a enseñar cómo vas a poder ayudar’. Y me dijo ‘la métrica es lo que te va a ayudar a que los demás te ayuden. Los resultados, ¿cómo los mides? No es con tu pasión ni con tu entusiasmo, dime qué propusiste, qué lograste y con cuánta costoeficiencia’”, recuerda la enseñanza y el apoyo recibido en la redacción de propuestas, siempre y cuando no fueran sometidas a FAR. Como terapista, Morales menciona a tres galenos importantes en su desarrollo profesional y en el nacimiento de SER, Herman Flax, Guillermo Atiles Moreu, y René Jiménez Malaret. Con el fisiatra Carlos Armstrong Recci, también vinculado a SER, hizo su práctica pediátrica y lo considera su mentor. Lo describe como “un hombre que se adelantó a su tiempo”. “Siempre me decía sobre los pacientes, ‘no es que caminen, Nilda, es que avancen en la vida”. De los especialistas médicos con los que trabajó aprendió “la personalización de los servicios, no es una receta que aplique a todo el mundo, tienes que conocer cada uno de tus casos” y a prestar atención a su trasfondo social. “El sueño de función es igual para todos y como SER va a atender a todos por igual, tienes que mirarlos a todos por igual”, indica otra lección recibida. En múltiples ocasiones enfrentaron casos con altos grados de severidad y a Morales le llamaba la atención el tesón de los médicos para encontrar soluciones. “Es ver más allá de lo que los ojos te muestran, eso yo lo aprendí del doctor Armstrong. Me decía ‘no te pongas peros, y si no te mojas los pies, no aprendes a nadar, ¡tírate!’. Y yo le preguntaba: ‘¿Y si me equivoco?’. ‘Pues, mija, rectifica’”, repite sus palabras. Una de sus frases, Morales la conserva como mantra: “Lo que nosotros sembramos es esperanza, porque de la esperanza es que nace la fe. No es al revés”. “Y eso es lo que yo hago en la institución, sembrar esperanza con cada programa; ya le importas a alguien y vamos a darte seguimiento. Yo solo soy facilitadora”, culmina Morales.
Compartimos contigo la historia detrás de la tarjeta navideña anual de nuestra Fundación Por Ana Teresa Toro :: Oenegé Pocas tradiciones son más poderosas que la tradición epistolar. Escribir cartas, sin más. Ese ejercicio íntimo y compartido en igual medida a través del que hemos conocido recovecos de la historia a todos los niveles. No podríamos entender el interior de un frente de batalla sin las cartas que soldados y familiares intercambiaron, no seríamos capaces de invocar el asombro de quienes se aventuraron a explorar tierras desconocidas y, ante su desconocimiento de los nuevos escenarios encontrados, se dedicaron a nombrar el mundo a partir de sus referentes conocidos. No entenderíamos cómo es que crece el amor a distancia o lo importante que es contar lo grande y lo pequeño con la misma intensidad. Es decir, vale tanto narrar si tenía buen sabor el café de la mañana como contar que ha nacido un nuevo miembro de la familia. Porque la vida se compone del acontecimiento trascendental y de la vivencia cotidiana que con los años adquiere su trascendencia. Esta tradición fue la inspiración para la tarjeta de Navidad que este año hemos preparado para ustedes en la Fundación Ángel Ramos. Imaginamos una niña escribiendo su carta y lista de deseos para los Reyes Magos, esas figuras icónicas en nuestra tradición navideña. Imaginamos que es una de las tantas niñas cuyas vidas han sido enriquecidas por la labor de organizaciones sin fines de lucro en el país. Imaginamos una niña con ganas de estudiar, de aprender, de cuidar de su familia y, sobre todo, con muchas ganas de dar amor. Imaginarla no fue difícil, conocemos tantas niñas y niños así. Lo difícil fue editar la larga lista de ilusiones que fuimos acumulando. Entonces, elegimos hacer una carta y condensar en ese escrito los deseos que tantos niños y niñas han manifestado en sus distintas experiencias en organizaciones y en las múltiples interacciones que las entidades que apoyamos tienen con ellos. El resultado es esta carta a los Reyes Magos que presentamos este año haciéndonos eco del sentir de la niñez puertorriqueña. Y como no podía ser de otra manera, contamos con la voz de una niña extraordinaria, Violeta González Ortiz, de 9 años quien le impartió su toque personal y grabó como toda una profesional. Las imágenes son obra de Kike Estrada. El texto original es una colaboración del equipo de comunicaciones de FAR -con el toque de Violeta- y la voz fue grabada por Javier del Valle. Todos los años procuramos crear un concepto afín al sentir del momento y poniendo el oído en tierra. No nos cabe duda de que los anhelos y necesidades de la niñez deben ser asunto urgente para todo el país. Regalamos postales en Navidad como una especie de fotografía letrada del momento, como un objeto vivo que marque el paso del tiempo. Pero esta vez, queremos hacer eso mismo destacando las voces que como institución filantrópica son prioridad en nuestro quehacer. Quizás, con la ilusión de que en este 2025 escuchemos más a la niñez. Después de todo, el futuro es suyo y como dueños del porvenir tienen mucho que decirnos y muchos sueños para guiarnos en el camino. ¡Que la disfruten!
La organización combate la violencia de género en sus diversas manifestaciones fortaleciendo a sus participantes que logran la anhelada independencia. Conoce la labor de esta finalista al Premio Tina Hills 2024. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Lenna Marielys Ramírez Cintrón, directora ejecutiva de Casa Julia recuerda que la organización es mucho más que un albergue y repasa su historia como entidad pionera en la región. Acompañada por dos adolescentes, Gloryvette Santiago González llega a la Casa Protegida Julia de Burgos repartiendo besos y abrazos. Nada parece indicar que cuatro años antes, su llegada a la sede ocurrió en circunstancias muy distintas. “Entré un agosto 15 de 2020, fue una fecha muy importante donde ese día logré mi libertad, logré mi independencia, logré mi paz. Llegué con mis hijos que en ese momento tenían siete y ocho años. Regresar hoy es alegría para mí, yo tuve un despertar, me conocí, vi mi valentía, vi mi fuerza, algo que no conocía”, dijo Santiago nostálgica acerca de los tres meses que vivió en el albergue. Recuerda que dejó “mi hogar, mis muebles, solamente llegué a Casa Julia con mis documentos personales y como cinco bolsitas de ropa nada más”. “Llegué vacía, pero me di cuenta que gané más perdiendo, gané salud para mis hijos, para mi, paz, tranquilidad y libertad”. En Casa Julia recibió servicios de trabajo social y sicológicos, y pasó al programa de vivienda transitoria del que se benefició por dos años. “Es un equipo muy profesional que me ayudó muchísimo en mi proceso. Yo llegué aquí desempleada, no tenía ningún tipo de sustento. Cuando me pasaron a vivienda transitoria, ahí comencé a recibir los servicios de las coordinadoras de cuidado de Casa Protegida Julia de Burgos donde ellas se hacían cargo de mis niños y yo pude lograr salir a buscar mi empleo, en el que hasta el sol de hoy llevo 3 años, continúo trabajando y he logrado independizarme. Yo me veo como una triunfadora victoriosa, logré echar hacia adelante a mis hijos y a mi misma”, relata satisfecha. "Casa Julia ha sabido evolucionar, ha sabido transformar sus proyectos para ser efectivos en atender las necesidades de las sobrevivientes, según se han ido transformando, y hemos logrado evolucionar... Casa Julia es muchas cosas, pero Casa Julia es poder, es libertad y esperanza". Lenna Marielys Ramírez Cintrón, directora ejecutiva de Casa Julia En las distintas instancias de su sanación conoció otras participantes con “un pasado difícil”, con las que compartía historias y desahogos. “Yo estoy bien agradecida por haber conocido a esas participantes que me ayudaron a aprender también. Si no hubiese venido a Casa Julia, no estuviera aquí; logró salvar la vida de mis hijos y la mía, y logró eso tan grande, ese deseo de despertar que yo tuve, de conocerme a mí misma, que puedo valerme por mí misma sin ningún tipo de maltrato. Yo vivo bien agradecida de Casa Julia, me acompañaron durante todo mi proceso y sé que continúa haciendo la misma labor de siempre. Es un equipo excelente, muy bueno”. Tras insistir en que “sí se puede” recomenzar porque “si yo pude, ellas pueden”, Santiago afirma que si en el 2020 hubiera visto cómo es su vida hoy se diría: “Lo lograste, bien hecho, eres una campeona”. UNA HISTORIA QUE TRASCIENDE Gloryvette Santiago González, exparticipante de Casa Julia, asegura que el haber llegado a la organización junto a sus hijos en el 2020 le permitió cambiar su vida positivamente y alcanzar la independencia económica e individual que tanto necesitaba. Si eres de los que piensa que la Casa Protegida Julia de Burgos es solamente un albergue para mujeres víctimas de violencia doméstica, debes leer esta historia. Su directora ejecutiva, Lenna Marielys Ramírez Cintrón asegura que “somos mucho más”. “Somos el primer albergue de Puerto Rico y el Caribe, brindamos esa seguridad, pero también entendemos la complejidad de la violencia, de las personas que llegan a nuestros espacios y cómo podemos maximizar ese potencial para que accedan a derechos fundamentales, pero también que logren esa autonomía y esa gestión que necesitan para empoderarse y vivir libres de violencia”, señala Ramírez, psicóloga con experiencia previa en la organización. La directora explica que el programa de albergue es uno de varios en Casa Julia y se enfoca “en ese momento de atender la emergencia y salvar vidas”. “Luego tenemos otros proyectos en los que seguimos fortaleciendo y desarrollando al máximo potencial la vida de las personas para que puedan salir de los ciclos de violencia. Una vez ellas salen de sus procesos están seguras, tienen la opción de pasar a nuestros programas de vivienda donde están acompañadas, siguen tomando talleres y hay un plan de servicio enfocado en sus necesidades y en sus intereses para que logren esa autogestión y esa autodeterminación”, explica la directora. El acompañamiento incluye además el programa de cuido de niños para que las participantes puedan aprovechar sus jornadas de trabajo o estudio, del que habló Santiago en su testimonio. Los especialistas de Casa Julia utilizan la oportunidad porque “sanamos la violencia en la familia en la niñez”. Si bien hace unos años llegó con mucho temor y viviendo uno de los peores momentos de su vida, Gloryvette Santiago González, hoy regresa a la sede de Casa Julia acompañada de sus hijos y con la alegría de saber que logró cambiar su vida. La organización mantiene sus programas no residenciales tanto en el área sur como en el oeste del país con los que se enfocan en la seguridad y en “llenar esos vacíos de servicios” que puedan detener el ciclo de violencia. “Creo que el acompañamiento aquí es la clave para lograr esas transformaciones que es lo que buscamos y que no regresen a los ciclos de violencia. Los programas residenciales tienen un acompañamiento que va desde antes de salir de las relaciones de violencia hasta que logran cumplir todas sus metas”, indica Ramírez. El año pasado, Casa Julia impactó a 504 personas entre participantes y sus hijos, y a más de 6 mil personas a través de distintas estrategias de educación y prevención en la comunidad. “Casa Julia es un espacio seguro, pero también es una bandera de esperanza para el país y un ente de acción que junta a muchas personas, a muchos sectores para lograr esa equidad de género y transformar esa violencia en esperanza, en alegría y en vida plena que es lo que merecemos todas las personas”, señala Ramírez. MUCHO MÁS QUE VIOLENCIA Cuando una víctima toca la puerta de Casa Julia en busca de ayuda, la organización atiende todas las ramificaciones que provocan la situación que vive. Marelsy Nieves utilizó los servicios ambulatorios de la organización en el 2015. “Llegué con una situación de violencia doméstica. El programa RAMA de Carolina me invitó a Casa Julia, me dijo que tenían programas de ayuda, con vivienda. Yo en ese momento me había quedado sin trabajo; justo el problema de violencia doméstica y me quedé sin trabajo, tremenda combinación. Mi nene tenía nueve años en ese momento y los dos mayores ya estaban en la universidad. Fue una situación bien difícil, no podía pagar la renta, los grandes estaban en universidad, el chiquito en la escuela, ahí entré al programa”, recuerda la sobreviviente. Marelsy Nieves utilizó los servicios ambulatorios de la organización en el 2015 y al día de hoy vive agradecida por el apoyo que le dieron para alcanzar su independencia económica y encaminar su vida hacia un futuro mejor. Nieves indica que, aunque tenía una orden de protección, su vida no corría riesgo por lo que no vivió en el albergue. “Fui directo a rapid housing, yo estaba en peligro de perder mi vivienda, vivía alquilada, no tenía ayuda del gobierno, yo era una empleada normal. Trabajaba en una compañía que les daba servicios a distintas escuelas. Del 1 al 10 mi nivel de desesperación estaba en 15”, explica Nieves su situación de entonces. Además del apoyo con vivienda, resultó clave en su estabilización el respaldo sicológico, el trabajo con su autoestima, “la ayuda de la sicóloga fue excelente, primordial, la continúo amando”. “El apoyo que me daban todo el tiempo, si tenía una duda, pregunta, un susto, un miedo, yo llamaba y ellas me contestaban a la hora que fuera. El que no sabe contestarte una cosa, te la contesta la otra. Lo que es la sicóloga, la coordinadora, la trabajadora social, el sicólogo de niños, son profesionales que tienen todas las contestaciones para las preguntas que uno tiene. De mi capacidad dudé, pero de los profesionales, nunca”, asegura Nieves. Mantiene amistad con participantes con las que coincidió en Casa Julia que han salido adelante, juntas aprendieron a defenderse y a apoyarse, “porque esto es algo de todos los días, no se queda aquí, te lo llevas y es para siempre”. Nieves recibió respaldo para desarrollarse como empresaria de productos de belleza, confiesa que es un “emprendimiento que siempre tuve en mi corazón”. “Quería ayudar a las mujeres en su autoestima, en el cuidado de la piel y aquí me lo dieron todo. Casa Julia me ayudó a que yo pudiera viajar a Texas para adiestrarme. Casa Julia me ayudó a comprarme el stock para yo comenzar. Casa Julia me compró lo que necesitaba para mercadear el producto. De ahí yo seguí y aún continúo, es lo que hago. Soy emprendedora, mi propia jefa, girl boss. Me siento feliz, realizada, muchas bendiciones desde aquí”, explica. Entre risas acepta que “ya me desteté” de Casa Julia, “pero al principio fue bien difícil”. “La despedida fue espectacular y con mi hijo olvídate, esos campamentos de verano, esas giras, en el colegio, uniformes, libros. (Les decía antes de partir) ‘ustedes tienen que pensar eso bien, yo creo que todavía necesito support’, pero me dejaron muy buenas amistades, muy buenos recuerdos y muy buen trabajo”, resume Nieves su experiencia en un lugar donde se sintió “demasiado segura”. La directora de Casa Julia puntualiza que la organización persigue empoderar a la sobreviviente que logra abandonar el ciclo de violencia. “Que ella pueda reconocer todo el potencial que existe y de esa manera es que logramos que esa vida se transforme porque atendemos la salud física, atendemos la salud mental, atendemos las oportunidades de desarrollo económico, atendemos todo lo que sea necesario para que se logren realmente esas metas de empoderamiento, de autogestión y de libertad”, indica Ramírez. Para que la transformación perdure, la líder identifica el acompañamiento del que suelen carecer las participantes cuando llegan a la sede como elemento vital en el proceso de cambio, especialmente “al navegar el acceso a servicios porque a veces son revictimizadas”. Ramírez señala que “somos esa barrera para defenderlas y para que ellas también vean que hay poder dentro de ellas”, dado que llegará un momento en que partirán de la organización. “Ese poder mirarlas como un todo, y también ver las condiciones de afuera que afecten su proceso, que les limitan en las oportunidades de realmente salir y también de lograr esa movilidad social, lo que queremos es que ellas logren un día seguir su camino, seguir su ruta como diría Julia de Burgos, y que no necesiten más de estos espacios”, comparte Ramírez su aspiración. CUANDO SE ES FEMINISTA… Como todas las organizaciones sin fines de lucro, Casa Julia continúa luchando con el reto de la sostenibilidad y el mantenimiento y fortalecimiento de sus servicios y de su sede. Garantizar la estabilidad económica en el cambiante Puerto Rico de estos años ha sido una tarea ardua para Casa Julia, una organización que se define como “feminista”, que no sólo ofrece servicios, sino que además “somos defensoras de los derechos de las mujeres, asumimos posturas en defensa de los derechos de la mujer”. “Eso tiene unos retos, además de reconocer que vivimos en un país en el que sus estructuras son machistas pues también tiene unas limitaciones. En estos 45 años la sostenibilidad económica ha sido un reto, reconociendo también todo ese componente de apoyo no solamente de profesionales sino también el apoyo económico que le damos a nuestras participantes para que logren también salir y mantenerse firmes fuera del ciclo de violencia. Sin embargo, Casa Julia ha sabido evolucionar, ha sabido transformar sus proyectos para ser efectivos en atender las necesidades de las sobrevivientes, según se han ido transformando, y hemos logrado evolucionar”. Ramírez alude a los ocho programas de servicio que mantienen activos, a la reapertura durante la pandemia por COVID-19 del albergue en la zona sur luego de ocho años cerrado, entre otros logros. “Hemos podido, a través del trabajo que hemos hecho, visibilizar la magia que sucede aquí dentro, conseguir alianzas que nos han permitido expandir servicios y llegar donde realmente hacen falta”. La lista de pendientes para el 2025 es extensa. Sus estrategias de comunicación han permitido que más sobrevivientes “sepan cómo acceder a nuestros servicios, que más gente se una para erradicar la violencia de género”. Han diseñado nuevas iniciativas “que nos emocionan muchísimo”. “Tenemos un proyecto para expandir los servicios de sicológicos de la niñez a través de todos nuestros programas, todos los años tienen su campamento de verano y además van a tener yoga sensible al trauma y arte terapia enfocada en poder sanar y romper esos ciclos para que no se continúen perpetuando. Tenemos un proyecto que se llama En ruta a mi libertad financiera, que vamos a comenzar pronto, son talleres financieros para nuestras participantes y estamos trabajando un proyecto con una organización de Estados Unidos para dar cursos de cosmetología aquí en el centro para las participantes que ese sea su deseo puedan emprender a través de la cosmetología. Este próximo año estaremos haciendo muchas actividades con nuestras participantes que nos emocionan y seguimos con la meta de seguir a donde nuestros servicios no han podido llegar, de seguir expandiéndonos”, propone. Para ello han diversificado sus fuentes de fondos, en busca de depender menos de donativos estatales. Siguen identificando distintas tácticas de recaudación de fondos y “estamos buscando estrategias para, a través de nuestros servicios, lograr estabilidad”. “Tenemos diferentes proyectos en ruta para poder llevar lo que ya hacemos a través de talleres, de educación con respecto a género, de cómo prevenir la violencia de género, estamos buscando esa manera de que nuestros servicios nos apoyen a esa sostenibilidad de la organización”. Ramírez destaca que las participantes llegan a Casa Julia en el que seguramente es “el peor momento de sus vidas” y poder “ver esa transformación, ese agradecimiento y cariño cuando se van” les resulta especial. “Realmente somos una organización que creamos comunidad y que sanamos en comunidad. Y ver cómo no solamente con nuestro personal, sino cuando salen a vivienda crean una comunidad de apoyo y eso es lo que las sostiene, estar juntas, el creer en nosotras y como ellas mismas decían ‘cuando ellas mismas no creen en ellas es importante que haya alguien que sí crea en ellas’. Eso es Casa Julia y ése es el poder de la comunidad de mujeres que sanan entre todas. Para mí es muy emocionante ver la alegría otra vez porque los agresores lo que nos quitan es esa sonrisa. Es muy gratificante ver a las participantes que vuelven a este espacio donde hay tanto dolor cuando llegan y ver que ese dolor se ha transformado en alegría, en sonrisas y en comunidad, es algo que no tiene un valor que le podamos dar”, afirma. El futuro promete. Algunas participantes integran la junta directiva de la organización, son socias aliadas de la Casa que llevan donativos o talleres para quienes hoy ocupan su lugar. “Casa Julia es muchas cosas, pero Casa Julia es poder, es libertad y esperanza”, culmina Ramírez. SER FINALISTA DEL PTH 2024 “Es una alegría muy grande porque somos un equipo que lo damos todo, reconocer sobre todo esos 45 años que cumplimos como organización que hemos crecido, que hemos evolucionado y que seguimos dando la lucha contra la violencia de genero yo creo que es momento de reconocer a todas esas mujeres valientes que fundaron la Casa y que han sostenido estos espacios seguros”. Fotos y vídeo / Javier del Valle