La organización añasqueña ganó el premio de Arte y Cultura que otorga EnterPRize 2023 de Grupo Guayacán, respaldado por la Fundación Ángel Ramos. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé ¡Ganadores! Cristopher Pellot, Julie Ramítez y Krystal Romero exhiben orgullosos el premio de Arte y Cultura logrado en la competencia empresarial EnterPRize 2023. Foto / Javier del Valle 2015: Guiados por la maestra de arte Lydia Abreu en la escuela bilingüe Sergio Ramírez de Arellano en Añasco, los estudiantes de 16 años Cristopher Pellot Miranda y Gabriela Ríos fundaron el proyecto Ciudad Museo, mediante el cual pintaban ingeniosos murales para rehabilitar espacios abandonados o en desuso en el casco urbano. 2023: Tras incorporar Ciudad Museo como una organización sin fines de lucro en el 2018, proveer experiencias artísticas a comunidades cercanas y completar los seis meses de capacitación con expertos que brinda la competencia empresarial EnterPRize de Grupo Guayacán, ganaron el premio de Arte y Cultura que auspicia la Fundación Ángel Ramos y les brinda $20,000 para su desarrollo. Equipo de Ciudad Museo frente a la sede de la organización, ubicada en la antigua escuela a la que asistieron sus fundadores. Foto / Suministrada / Ciudad Museo El arte puede ser disfrutado y creado por todos, no importa la edad, la habilidad o donde vivas. Bajo esa máxima se rige Ciudad Museo y por ello fueron reconocidos: Cristopher Pellot, Julie Ramírez y Krystal Romero, quienes recibieron la distinción durante la ceremonia de premiación realizada en la Plazoleta del Banco Popular en Hato Rey. “Somos una empresa sin fines de lucro dedicada a la descentralización de las artes a través de la creación de oportunidades creativas en la región oeste, haciéndolas accesibles a la comunidad. Tenemos participantes desde los 6 años hasta los 80, así que nuestro nicho es amplio”, señala Pellot para quien el muralismo es una “herramienta restaurativa”. ¿No hay museo ni galería de arte en Añasco? No importa. La organización lo remedió pensando en grande. “Literalmente, decidimos poner el nombre para crear el concepto de un museo en la ciudad, para que la gente tuviera acceso al arte más fácil, que no necesariamente tuviera que ir a un museo entre cuatro paredes para recibir educación artística. Si nunca ha habido un museo en Añasco o una galería, pues nosotros vamos a traer estas oportunidades a los lugares que frecuenta la gente en su diario vivir: las calles de los pueblos y las escuelas”, expone Pellot. “Nosotros buscamos crear mejores seres humanos con el arte, mejores doctores, maestros, policías, no importa a lo que se quieran dedicar en el futuro”. “Cuando nos graduamos de escuela superior, Gabriela y yo nos dimos cuenta de que Ciudad Museo tenía potencial de ir más allá. Empezamos habilitando espacios en desuso en sitios transitables como el casco urbano o antiguos negocios que habían cerrado, y los rehabilitábamos con murales hechos por estudiantes; siempre han sido bajo una temática cultural y de concienciación ambiental, los dos temas que trabajamos como organización”, agrega el cofundador. Luego de varios murales realizados en distintas zonas de Añasco, presentaron una propuesta al gobierno municipal y les cedieron un espacio que convirtieron en su sede. Área para talleres en la sede de Ciudad Museo en Añasco. Foto / Suministrada / Ciudad Museo “Irónicamente, la escuela donde nació el proyecto y que había cerrado, hoy alberga nuestra sede. El municipio adopta la escuela, crea un Programa de Bellas Artes que ubican allí y en un espacio está Ciudad Museo. La experiencia fue bien sorprendente porque teníamos 18 años y no cualquier gobierno municipal te da una oportunidad tan grande de administrar un espacio siendo tan jóvenes, no teníamos experiencia en ciertas cosas, pero seguimos aprendiendo”, reconoce Pellot, quien completó un Bachillerato en Educación en Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y está por culminar otro en Comunicación Teleradial en el recinto de Arecibo. “El tener una sede nos abre paso a crecer y a desarrollar mayores oportunidades y programas. Nos damos cuenta de que escaseaban demasiado las oportunidades artísticas en la zona oeste y comenzamos a ofrecer talleres de dibujo, pintura, muralismo y servicios relacionados al arte en las comunidades. También, organizábamos eventos culturales, encuentros de artistas, exposiciones y hasta unas Noches de Galería”, enumera. AMOR POR LOS MURALES Mural conmemorativo de los 290 años de la fundación de Añasco, ubicado en la fachada de la alcaldía. Foto / Suministrada / Ciudad Museo Las comunidades comienzan a desarrollar apego por sus murales. Ciudad Museo acepta la ayuda de estudiantes e integrantes de la comunidad durante su realización y lo develan con una pequeña fiesta de pueblo con música en vivo, encuentro de artistas y artesanos. La mayoría de sus murales están en Añasco, pero además han sido invitados a pintar otros en Aguadilla, Ponce, Arecibo y Lajas. Los dos más recientes en Añasco son el del Mirador, ubicado en la carretera 115 en dirección a Rincón, y en la fachada de la alcaldía. “El mural de la alcaldía lo hicimos para conmemorar los 290 años de la fundación del pueblo de Añasco y ocupa toda la fachada del edificio. Tiene el petroglifo urayo, que usaba el cacique Urayoán; la escena del ahogamiento de Diego Salcedo en el Río Grande de Añasco; un pescador viendo los atardeceres más hermosos que se ven en la Bahía de Añasco; hojas de plátano por la siembra que tenemos; la bandera del pueblo; Mariana Bracetti cosiendo la bandera, porque ella era de Añasco; la iglesia católica; el antiguo puente que llevaba a la ciudad de Mayagüez; la torre de la Central Igualdad y tres estrellas que simbolizan a los Reyes Magos, porque este es el pueblo con la mayor cantidad de Promesas de Reyes activas”, describe acerca de el trabajo que demoró unos cuatro meses en completarse. Ciudad Museo ha pintado murales en distintas zonas del pueblo de Añasco. Foto / Suministrada / Ciudad Museo Están enfocados en “combatir el metrocentrismo” con oportunidades culturales, abriendo camino a nuevas iniciativas artísticas en su zona. “El arte es una parte esencial de todo ser humano. El cohibir a las personas de hacer y participar del arte es cohibirlo de una parte de ellos mismos. Vivimos en una isla que, por diversidad de razones, hemos dejado atrás a una gran población que carece de oportunidades culturales que otros tienen más accesibles. Las pocas que hay en Puerto Rico se concentran mayormente en el área metro y queremos romper eso creando plataformas de desarrollo para los artistas. Nosotros buscamos crear mejores seres humanos con el arte, mejores doctores, maestros, policías, no importa a lo que se quieran dedicar en el futuro. Desde el 2015 la acogida de Ciudad Museo ha sido excelente entre el público, cada vez que intervenimos en una comunidad, la gente responde”, afirma con entusiasmo. Diseñaron la exposición colectiva itinerante “Mejunje”, que combina el arte de jóvenes creadores multidisciplinarios. Ya se ha presentado en Añasco, en el Museo de Casa Blanca en el Viejo San Juan -con el respaldo del Instituto de Cultura Puertorriqueña-, en Humacao, Peñuelas y Vega Baja. Endosada por el Departamento de Educación, las obras en la colectiva abordan distintos temas sociales. En enero 2024 se trasladará al Museo de los Próceres, en Cabo Rojo y continuará su recorrido por el país. LLAMADA DE ENTERPRIZE Taller comunitario de dibujo y pintura realizado en el mirador de Añasco, estructura pintada por Ciudad Museo. Foto / Suministrada / Ciudad Museo Hace tres años Ciudad Museo descubrió la competencia empresarial EnterPRize, pero estaban inmersos en un proyecto ambicioso -un mural en honor a la tele reportera añasqueña radicada en Miami, Lourdes del Río-, que no les permitiría cumplir con el calendario de talleres. “Nos habíamos propuesto participar en algún momento. Llegamos con la expectativa de llevar nuestra empresa a otro nivel y efectivamente fue lo que esperábamos, fue una experiencia de mucho trabajo, de muy buenos resultados y de satisfacción. Con cada taller veíamos nuestra organización diferente”, describe Pellot. El gestor cultural destaca que es usual para las organizaciones de corte cultural “enfocarse en los aspectos artísticos y descuidar los administrativos”. Apertura de la exposición colectiva "Mejunje". Foto / Suministrada / Ciudad Museo “Pudimos aprender la importancia de mantener ambas áreas y ver la organización como una empresa para que pueda subsistir y seguir creciendo. Eso es lo que queremos, un balance entre el producto, el servicio y el arte, con el área administrativa que mantiene la estructura”, dice. Por seis meses tuvieron viajes sabatinos de Añasco a San Juan a tomar seminarios y conferencias “que venían acompañadas de asignaciones”. “Fueron muchas horas que le dedicamos porque era una experiencia que queríamos aprovechar al máximo, queríamos hacerlo bien, buscábamos cada hora de mentoría extra, analizábamos cada paso, cumplíamos con trabajos y aprendíamos un montón; era lo más chévere de la experiencia. Más allá del premio, al final la verdadera ganancia es lo que te llevas del programa”. Pellot afirmó que “estamos muy agradecidos con Grupo Guayacán y la Fundación Ángel Ramos por la oportunidad, y esperamos sea el inicio de mayores proyectos en colaboración”, acaba. Para conocer cuándo y dónde será la próxima actividad, así como detalles del mural en agenda, visita Ciudad Museo en todas las redes sociales o accede ciudadmuseopr.org. Fotos / Suministradas / Ciudad Museo
Con motivo de la celebración del Día del Voluntariado, repasamos su contribución a la labor del tercer sector y al bienestar del país. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Voluntarios laboran en la organización Iniciativa Comunitaria durante la pandemia por COVID-19. Foto / Javier del Valle De solo echarle un vistazo general a las redes sociales de diferentes organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico, vemos un mensaje que se repite con diversas variantes: “Hazte voluntario”, “Únete a nuestra comunidad como voluntario”, “Si estás interesado en ser voluntario”, “Para ser voluntario activo de nuestra organización”, “Únete a las manos que hacen posible nuestra labor”. Que una persona se acerque a una organización y pronuncie la frase “quiero ser voluntario”, sin duda suele ser música para sus oídos por todas las cualidades que agrega a la misión de cumplir con sus objetivos. No exageran. Según refleja el Estudio sobre las organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico 2022, realizado en alianza por Filantropía Puerto Rico y Estudios Técnicos, la aportación estimada de los voluntarios al país es de $1,231 millones, si se aplica una compensación promedio por hora de $12 que considere el tipo de tareas en las que se desempeñan. Al contabilizar su labor e incluirla en la del tercer sector, aumenta la aportación que éste realiza al Producto Nacional Bruto con un total de 6.3%. Las labores se mantienen ininterrumpidas en el Hogar Santa Teresita gracias al apoyo de sus voluntarios. Foto / Javier del Valle El estudio nos brinda una imagen clara de la realidad del país. Sabemos que tenemos una economía 24% más pequeña que hace 15 años, que la reducción acumulada de población desde el 2010 es del 14%, que el estimado de población mayor de 55 años en la isla superaba el 36% en el 2020 y que el 44% de las personas viven bajo el nivel de pobreza. Además, un 24% de la población mayor de 25 años no cuenta con diploma de Escuela Superior. No sorprende entonces que haya más de 18,000 organizaciones sin fines de lucro registradas en Puerto Rico que cuentan con exención contributiva local o federal. Hay mucho por hacer y los voluntarios ayudan a pisar más fuerte. La población servida por las organizaciones sin fines de lucro en la isla anualmente es de 700,000, es decir una de cada cinco personas en Puerto Rico. El 35% son mujeres, el 33% son adultos mayores y el 32% familias bajo el nivel de pobreza. Carmín Rivera mantuvo su trabajo voluntario en la organización Bills Kitchen en tiempos de pandemia por COVID-19. Foto / Javier del Valle La investigación arroja que al comparar el aumento en el número promedio de voluntarios entre el 2015 y el 2020, se identifica un crecimiento de 63.4%. Hoy se estima que 734,739 personas brindan tiempo voluntario en alguna organización sin fines de lucro. Su labor representa 45,052 empleos a tiempo completo. Algunos se especializan en desastres, otros aportan su amplia experiencia profesional luego de la jubilación o son estudiantes en busca de conocimiento mediante prácticas supervisadas o labor comunitaria requerida en sus centros de estudios. La mayoría sólo quiere ayudar. Para hacerlo viable, las organizaciones sin fines de lucro deben definir estructuras y actualizar sus programas de voluntariado de modo que esos nuevos servidores encuentren un taller en el que realmente colaboren, que les haga sentirse útiles, que sea afín a sus propósitos de vida y que avance el servicio de la organización y, de paso, colabore con su estabilidad. Si resuena en ti la labor voluntaria en nuestras organizaciones sin fines de lucro, te recomendamos que visites las que despierten tu interés y selecciones aquellas cuya misión te hagan sentir más pleno. Cuando ese feliz cruce ocurre, te aseguramos que saldrás con el corazón contento. Fotos / Javier del Valle
La Fundación Comunitaria de Puerto Rico y la Mott Foundation comparten los resultados del primer informe local voluntario sobre 17 criterios fijados por la ONU para impulsar el desarrollo y el bienestar en Puerto Rico. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Dr. Nelson I. Colón Tarrats, presidente y principal oficial ejecutivo de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, subraya hallazgos sobresalientes del informe. Foto / Suministrada FCPR ¿Cómo Puerto Rico puede impulsar su desarrollo sostenible, combatir la pobreza, proteger el planeta y promover la paz para todos sus habitantes? Las guías para encaminar ese estado óptimo las ofrece el primer Informe Local Voluntario de Puerto Rico acerca de los 17 Objetivos de desarrollo sostenible (ODS), presentado por la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR). La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que indicadores de desarrollo tradicionales como son el producto nacional bruto o los índices de consumo, no suelen registrar los avances al combatir las desigualdades, objetivo esencial para alcanzar la paz. Por eso, su Agenda 2030 lanza al mundo la invitación de revisar sus realidades a la luz de estos 17 objetivos para reconocer sus desafíos y marcar la ruta de desarrollo sostenible. La Dra. Palmira N. Ríos González lideró la investigación conducente al Informe Local Voluntario de Puerto Rico y destacó las líneas de trabajo estratégicas que ofrece. Foto / Suministrada FCPR La FCPR aceptó el reto y con el apoyo de la Mott Foundation, realizó la investigación liderada por la doctora Palmira N. Ríos González, cuyos hallazgos fueron presentados y discutidos en grupos de trabajo durante el Encuentro sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que tuvo lugar el pasado 17 de noviembre en la Universidad del Sagrado Corazón, en Santurce. Los 17 ODS que guiaron la investigación están enmarcados en 6 pilares: persona, asegurar la equidad y la inclusión sin dejar a nadie atrás; derechos sociales, rescatarlos; planeta, fortalecer la resiliencia y el sostenimiento ambiental; prosperidad, impulsar un desarrollo económico sostenible e inclusivo; paz, reclamar un gobierno capaz de garantizar la seguridad y la justicia; y alianzas, convocar una alianza multisectorial para lograr el desarrollo sostenible e inclusivo. Los pilares ofrecen un marco estratégico para el desarrollo de iniciativas, provenientes de instituciones y organizaciones, centradas en la sostenibilidad e inclusividad. “El informe presenta unas líneas de trabajo estratégicas que podrían facilitar el desarrollo de un proyecto de país que haga valer los principios de igualdad de todas las personas y protección de nuestro territorio. Nos ofrece evidencia de los recursos sociales disponibles para promover una nueva agenda, recursos que propenden la colaboración entre los sectores públicos, empresariales y no gubernamentales”, explica la Dra. Palmira N. Ríos González. “Son cada vez más las organizaciones que buscan integrar los ODS en sus planes de trabajo reconociendo que son un marco con referente internacional. El pueblo puertorriqueño reconoce que necesitamos un nuevo modelo de desarrollo sostenible e inclusivo, y los ODS nos ofrecen esa oportunidad”, agrega la investigadora. El documento presentado por la FCPR ofrece una mirada panorámica a la situación actual de Puerto Rico ante los ODS y se basa en datos e información de fuentes gubernamentales, investigaciones periodísticas, encuentros multisectoriales y relatoría de personas provenientes de organizaciones comunitarias y sin fines de lucro. Unas 66 organizaciones no gubernamentales colaboraron en su creación. “Logramos producir el primer Informe Local Voluntario de Puerto Rico, impulsado desde el sector filantrópico y con insumos del sector comunitario. Con este informe, la FCPR se une a fundaciones comunitarias en los Estados Unidos que han adoptado los ODS para enmarcar sus planes de trabajo”, indica Mary Ann Gabino, vicepresidenta senior de la FCPR, quien estuvo a cargo de la gerencia del proyecto desde la Institución. RESULTADOS Y RECOMENDACIONES Tras revisar los hallazgos del informe, el presidente y principal oficial ejecutivo de la FCPR, el Dr. Nelson I. Colón Tarrats, destacó sus preocupaciones iniciales. “Alarma sobremanera los índices de pobreza, la inseguridad alimentaria que vive una parte de la población, la prevalencia de las brechas raciales en las personas sin hogar, la merma de nuestra población estudiantil, el impacto ambiental del cambio climático, afectando cada vez a los más vulnerables; y la inacción de los gobiernos, aun cuando existen leyes y reglamentos que no se hacen cumplir”, enumeró el doctor Colón Tarrats. “Por otro lado, me llena de esperanza reconocer lo que desde el sector comunitario y sin fines de lucro se está haciendo para acortar esas brechas de inequidad que existen en nuestras comunidades. El informe te presenta estas dos variantes”, agregó. “Los cambios de administraciones no pueden detener los progresos iniciados”. Una de las conclusiones y recomendaciones que llaman la atención es la falta de ejecución efectiva de las leyes existentes en la isla, lo que complica la adopción de los ODS. “El examen de los pilares repetidamente identificó situaciones donde el incumplimiento radicaba en la ejecución de leyes, incluyendo mandatos constitucionales. El obstáculo a la adopción e implementación de los ODS no radica en la necesidad de más leyes, sino en la realización efectiva de dichos mandatos”, destaca en las conclusiones. “Otro factor que abona al incumplimiento es la falta de continuidad en la implementación de políticas públicas. En varios casos pudimos identificar estudios, proyectos e iniciativas con un gran potencial de incidencia que son descartadas o dejadas a su suerte luego de los cambios de administración. La implementación de una agenda para el desarrollo económico sostenible inclusivo requiere de tiempo, y su continuidad es requisito para alcanzar sus objetivos. Los cambios de administraciones no pueden detener los progresos iniciados”, se recomienda en el documento. Lejos de desalentar, el incumplimiento actual con algunos de los ODS en Puerto Rico puede convertirse en la motivación ideal para adelantar “un modelo de desarrollo que satisfaga las aspiraciones de nuestro pueblo”, asegura el informe que se pretende presentar ante el Foro Económico y Social de la ONU en el 2024. Entre las iniciativas que desde el 2022 la FCPR diseñó para educar, recopilar y diseminar información sobre los ODS, figura una serie de episodios en el podcast Hacia un Puerto Rico sostenible e inclusivo, realizado en colaboración con El Nuevo Día y Luis Alberto Ferré Rangel. Escúchalos aquí. Ponte al día con el Informe local voluntario de Puerto Rico; lee sus resultados aquí. 17 OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE 1-Fin de la pobreza 2-Hambre cero 3-Salud y bienestar 4-Educación de calidad 5-Igualdad de género 6-Agua limpia y saneamiento 7-Energía asequible y no contaminante 8-Trabajo decente y crecimiento económico 9-Industria, innovación y estructura 10-Reducción de las desigualdades 11-Ciudades y comunidades sostenibles 12-Producción y consumo responsables 13-Acción por el clima 14-Vida submarina 15-Vida de ecosistemas terrestres 16-Paz, justicia e instituciones sólidas 17-Alianza para lograr los objetivos
De la mano de Astrid Morales, coordinadora de Ciudadanía Activa PR de FAR, la organización transformó su relación con el voluntariado y adaptó su estructura a las realidades de hoy. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Carmen Rivera y Marilyn Torres son voluntarias en La Ceiba, Ernesto Ramos Antonini. Foto / Sumnistrada CSIF Los voluntarios no son desconocidos en los Centros Sor Isolina Ferré (CSIF). A sus sedes en Ponce, Guayama, Caimito y Canóvanas suelen acercarse personas de distintas edades con la intención de ofrecer trabajo voluntario, pero tuvieron una etapa en la que notaron una merma. “Queríamos que fuera un programa de voluntariado fuerte de nuevo”, asegura María del Mar Santiago Oquendo, administradora ejecutiva de los CSIF, es la intención de la organización con más de 50 años de labor promoviendo el desarrollo integral de sus participantes, utilizando la intercesión, la capacitación educativa y tecnológica, así como la autogestión comunitaria. Para ello disfrutaron de la mentoría a lo largo de ocho sesiones realizadas este año y el acompañamiento de Astrid Morales, consultora en desarrollo organizacional a cargo de la iniciativa Ciudadanía Activa PR de la Fundación Ángel Ramos (FAR). Lectura de cuentos a cargo de una voluntaria de los Centros Sor Isolina Ferré. Foto / Sumnistrada CSIF La evolución natural en una organización veterana propició los cambios en su núcleo de voluntarios. Sister Rosita Bauzá se ocupó del programa de voluntarios de los CSIF hasta su reciente retiro. Los cambios que ha vivido el país desde el 2019, sumado a las variantes administrativas de la organización, alteraron el rumbo del programa que resulta vital para su desarrollo. Hace tres meses comenzó el acompañamiento con Morales, aprovechando la coyuntura de que una propuesta de AmeriCorp Vista les permitió contar con Miguel Ruiz como apoyo en los esfuerzos de renovación. “Aunque los CSIF siempre han tenido un flujo continuo de personas hacia el trabajo voluntario, no contaban con la estructura necesaria para fortalecerlo. En las sesiones de trabajo siempre participó María del Mar; las primeras dos fueron introductorias, qué cosas debe tener la organización, el 101 del programa de voluntariado, y luego pasamos a diseñar la estructura, a definir los procesos, el programa y hasta la documentación que usarían con los matices de la organización”, explica Morales acerca de un proceso por el cual han pasado casi 100 organizaciones sin fines de lucro a través de la iniciativa Ciudadanía Activa PR de FAR. Los CSIF cuentan con voluntarios que provienen de la comunidad, de las escuelas, universidades e institutos, así como participantes del Programa de Desvío del Departamento de Corrección y Rehabilitación que deben cumplir con ciertas horas por determinación del tribunal, y adultos mayores referidos por el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos que requieren trabajar varios trimestres para cumplir con su cuota con el Seguro Social. “No sólo se trata de manos adicionales que aportan a la organización, sino que, con esta ayuda, al documentar, evidenciar el trabajo y convertirlo en In-Kind, estamos robusteciendo fiscalmente a las organizaciones”. “Era una población particular que requiere análisis y estrategias diferentes. Eso nos permitió especializar el nicho de trabajo con necesidades puntuales, sin descuidar los voluntarios comunitarios y de escuela superior que van llegando”, indica Morales. Usualmente, durante las sesiones de trabajo las organizaciones llegan al reconocimiento de un dato que varía su percepción del trabajo con los voluntarios y propicia nuevas estrategias. “En la tercera sesión hablamos de los diferentes tipos de voluntarios que existen y ahí fue que ellos hicieron clic, cuando entendieron que esos estudiantes practicantes que tienen cuentan como voluntarios. Entonces fueron haciendo clic con sus diferentes poblaciones. Por ejemplo, los del Programa de Desvío los han capitalizado en las áreas de ornato y pintura, sabemos que eso siempre hace falta, pero nunca hay mano de obra suficiente. Un voluntario a tiempo parcial por 4 a 5 meses se convierte casi en un part time para adelantar asuntos puntuales de la organización. El ‘ajá moment’ de ellos fue cuando definimos los tipos de voluntarios con los que cuentan”, declara Morales. ESTRUCTURA PARA CRECER Una vez se identifican las poblaciones de voluntarios según su especialización, comienza el desarrollo de una estructura que permita documentar su servicio, para luego hacer una conversión a dólares y centavos de esa labor. La voluntaria Maricé Sánchez orienta a la comunidad. Foto / Sumnistrada CSIF “Lo próximo es conectar esa conversión con la oficina de contabilidad de la organización para que se traduzca en una aportación tipo In-Kind o donación en especie. Cuando ves el número es extraordinario porque no solo tienes el costo evitado, sino que se traduce en un aumento en el ingreso pasivo de la organización; muchas veces las organizaciones dejan de aumentar en este renglón porque no tienen esa conciencia”, subraya la especialista en desarrollo. Morales resalta que otro de los valores importantes al formalizar los programas de voluntariado en el tercer sector es el hecho de que ayuda a lograr acceso a nuevos fondos. “No sólo se trata de manos adicionales que aportan a la organización, sino que, con esta ayuda, al documentar, evidenciar el trabajo y convertirlo en In-Kind, estamos robusteciendo fiscalmente a las organizaciones porque sabemos que muchas de esas partidas se usan para tener acceso a nuevas propuestas que piden pareo de fondos y les ayuda la donación en especie del tiempo voluntario”, sostiene Morales. De otra parte, Santiago, administradora ejecutiva de los CSIF, reconoce que “siempre se nos acercan personas para el voluntariado, pero queríamos que estuviera más organizado. Astrid me ayudó a darle esa estructura y de la mano de ella nuestro programa está fuerte, encaminado, con todas las de la ley -como se supone- y bien orientado”. Para la organización era fundamental cumplir con las exigencias del voluntariado. “Queremos que las personas se sientan a gusto, que nos vean como una familia y quieran continuar ayudándonos. Esto nos abrió las puertas porque todos los semestres servimos de centro de práctica para universitarios y a veces los acuerdos son por un año y hasta por tres años. Al saber que ellos eran voluntarios comprendí que estamos activos con el programa en todo momento. Se ha orientado a todo el equipo de trabajo para contabilizar esas horas. El saberlo fue un A+ para nosotros, ese coaching de Astrid fue a otro nivel porque uno lee e implementa, pero tener una mirada de afuera que te diga ‘esto lo puedes mejorar’ es súper”, elabora Santiago. Hoy los CSIF cuentan con 22 voluntarios activos y, afirma, más de la mitad son estudiantes. En todos los centros realizan labores de ornato, de trabajo social, cuentan con maestros, asistentes de maestros, consejeros, orientadores y en el área administrativa apoyan al personal secretarial. Unos se unen a las brigadas de trabajo en la comunidad mientras que otros leen cuentos. Se revisó la estructura del programa y hasta el Manual del voluntariado. La administradora reconoce que entre los estudiantes voluntarios “la voz se corre” acerca de las experiencias que adquieren en los CSIF. “Entre septiembre y octubre fue un boom de estudiantes universitarios que tenían que hacer 15 horas, creo que recibí a toda una clase aquí. Teníamos personal para atenderlos y fue bien bonito, se fueron bien contentos, leías las notitas de agradecimiento y se ve que les gustó. Otros se quedaron después de terminar sus horas normales y con eso entiendo que lo estamos haciendo bien”, indica Santiago. “Sabemos bien dónde estamos parados así que podemos brindarle a esa persona que viene a hacer servicio toda esa gama de posibilidades de cosas que puede hacer con nosotros. Queremos enamorar a esa persona que viene de afuera con la labor mano a mano que hacemos con las escuelas y la comunidad para que vean lo bonito que es ayudar y así poder brindar un mejor servicio a la comunidad. Nuestro norte es el dar el 100% plus en el servicio”, culmina Santiago. Para saber más de la labor de los CSIF visita: https://centrossorisolinaferre.org. Fotos / Suministradas / CSIF
Una madre no encontró servicios para optimizar el desarrollo de su hijo con necesidades especiales en la zona oeste de la isla, decidió fundar un centro que los ofreciera y, desde entonces, no han dejado de crecer. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Se dice fácil, pero es cuesta arriba. Cuando Brian, uno de los hijos de Migdalia González Lugo, nació con espina bífida y comenzó a requerir servicios especializados para su desarrollo, la madre no encontró ninguno ni en su Moca natal ni en la zona noroeste. La necesidad la llevó a fundar en el 1990 el Centro de ayuda y terapia al niño con impedimento (AYANI), que se ha convertido en un importante bastión de servicios para esta población en la zona. Hoy Brian tiene 38 años y sigue disfrutando de los servicios de AYANI al igual que otros niños, jóvenes y adultos con deficiencias en el desarrollo y necesidades especiales. Tan sólo el año pasado atendieron 1,808 participantes en sus centros ubicados en Moca y Camuy, hace 13 años, y Aguadilla, hace dos, para impactar más familias. “Comenzamos a dar los primeros pasos para dar servicios terapéuticos y fuimos integrando los servicios de cuido para niños de padres que trabajan. Desarrollamos con ese mismo propósito el Programa de Vida independiente para jóvenes mayores de 21 años, donde se pueden desarrollar en el mundo laboral, y también para del ocio, así que tenemos varios programas con ellos como son bordado de camisetas, manualidades, repostería. Muchos de estos talleres van dirigidos a que ellos tengan las destrezas que necesitan. También vamos desarrollando otros proyectos en la comunidad como el Programa Respiro, para que los padres que tienen alguna emergencia puedan tener a sus niños en el centro en lo que resuelven, y desarrollamos talleres con la comunidad, para padres, maestros y empleados durante todo el año”, explica González la gestión de la organización ganadora del Premio Tina Hills 2023. AYANI cuenta con terapistas, maestros y diversos especialistas que además visitan las diferentes escuelas de la zona. Son fuente de empleo para unas 200 personas. La sede principal en Moca es amplia, organizada y en ella permea un ambiente de confianza en las capacidades de sus participantes. Destacan como ganadora del Premio Tina Hills 2023 al Centro de Ayuda y Terapia al Niño con Impedimento (AYANI). Desde la izquierda: CPA Roberto Santa María, presidente de FAR; Migdalia González Lugo, fundadora y directora ejecutiva de Centro AYANI junto a su hijo Brian; Laura López, directora ejecutiva de FAR; Diego Suárez Matienzo, presidente del Comité de Desarrollo Organizacional de FAR; Samuel González, presidente de la Junta consultiva del PTH 2023; y representante de AYANI. Foto / Ana María Abruña “Como madre me satisface poder lograr que muchos niños como el mío -y jóvenes adultos-, puedan recibir los servicios que necesitan para seguir hacia adelante. También me satisface ver a los papás contentos, que puedan trabajar, -porque hoy día las familias tienen que trabajar para subsistir-, así que siendo apoyo de tantas familias ellos se sienten felices de estar aquí, de la sonrisa de los niños, de como un papá te viene a dar las gracias por lo que estás haciendo, yo creo que esa es la mayor satisfacción”, expresa con orgullo la directora. Tras superar todas las pruebas de fuego que ha vivido el país y continuar siendo fuente de apoyo, AYANI se enfoca en innovar, en continuar “bajando costos y aumentando servicios”. “Entre las cosas que queremos ver en este futuro cambiante que está pasando en el país completo está que el centro sea de servicios continuos con energías renovables y que pueda tener su sistema de agua al día para que podamos subsistir en cualquier momento de dificultad. Yo creo que todos en el tercer sector hemos tenido que cambiar un poco y buscar cómo sostenernos en medio de tantas dificultades que tiene el país y creo que todo Puerto Rico está tratando de también subsistir en lo que estamos viviendo, creo que somos luchadores todos, creo que las organizaciones sin fines de lucro se están reinventando, buscando cómo salir adelante, cómo no depender solamente del gobierno sino nosotros mismos conseguir fondos y poner nuestras instituciones a la vanguardia de lo que está pasando. Entiendo que Puerto Rico va también hacia ese futuro donde cada familia está buscando cómo mejorar, Puerto Rico tiene deseos de levantarse y de seguir adelante”, menciona González. Cuando las circunstancias han amenazado su estabilidad, la directora comparte que “la fe nos ha ayudado” y luego “buscar de qué manera podemos hacer más y mejor lo que hacíamos”. ENERGÍAS RENOVADAS González llegó a pensar que ya había terminado su búsqueda de servicios innovadores con la llegada a la adultez de su hijo Brian, pero recibió un nuevo obsequio. Diego Suárez Matienzo, presidente del Comité de Desarrollo Organizacional de FAR; Samuel González, presidente de la Junta consultiva del PTH 2023; CPA Roberto Santa María, presidente de FAR; Migdalia González Lugo, fundadora y directora ejecutiva de Centro AYANI junto a su hijo Brian; Laura López, directora ejecutiva de FAR; y el licenciado Rafael Cortés Dapena, presidente de la Junta de directivos de FAR. Foto / Ana María Abruña “El Señor me regaló que llegara a mis brazos hace cuatro meses un niño con la condición de mi hijo y eso fue como llenarme de una energía tan grande, fue como volver a empezar; esto no se ha terminado ni se va a terminar, fue como ponerte a latir ese corazón para volver a trabajar por ese que está ahora, por el que todavía tengo y que puedo hacer muchas cosas por él, y no detenerme y no detener ese equipo extraordinario de trabajo para que sigan viendo que somos luchadores y que queremos seguir adelante por el bienestar de estos niños y jóvenes de todo Puerto Rico”, asegura González quien ya establece las bases para que AYANI continúe aunque ella no esté en la dirección. “Porque Centro AYANI no es esta servidora, Centro AYANI son los niños y los servicios que necesitan”, añade. Con la meta de que el centro sea sustentable, buscan limitar los gastos administrativos y ampliar los servicios, así como ahorrar con el uso de energía renovable. “A pesar de que decimos ‘wao, son 33 años’, hay mucho más que hacer, hay que continuar. Estamos muy contentos, somos parte de la Fundación Ángel Ramos hace muchos años, han visto en nosotros los servicios que ofrecemos y siempre han sido de apoyo”. Al consultarles por qué serían merecedores del galardón filantrópico, la directora mencionó “por la lucha, por el trabajo, el sacrificio, por los servicios que damos, porque sería un apoyo muy grande económico en medio de la crisis, porque somos un ejemplo para la comunidad y para todos esos compañeros que están allí sentados pensando ‘¿cuándo me va a tocar a mí?’. No pierda la fe porque yo siempre he dicho que algún día, en algún momento yo me voy a ganar el Premio Tina Hills por el bienestar de nuestros niños y jóvenes de la comunidad. Agradecida de corazón en que nos hayan tomado en consideración”. “Vamos agradecidos en nombre de todas las organizaciones sin fines de lucro porque todas se lo merecen también, porque son luchadoras. Hay mucho que trabajar por Puerto Rico y sí, se necesitan los fondos para seguir”, puntualiza González. *¿Qué dicen de AYANI sus participantes? Mira el vídeo creado por Javier del Valle.