• Inaugurado primer Instituto del Desarrollo de la Juventud en Puerto Rico

    Fundación Ángel Ramos apoya esta iniciativa, que busca priorizar en juventud de la Isla

    En Puerto Rico, el 57% de los niños y jóvenes vive bajo el nivel de pobreza. El 14% de los estudiantes de escuela superior no asistieron a clase al menos un día por sentirse inseguros en la escuela o camino a ella. Además, un 33% de esos jóvenes no se ejercita al menos una hora diaria. Información como esta queda recogida en el primer Índice de Bienestar de la Niñez y Juventud que se crea en el País, un documento con 27 indicadores en los temas de salud, familia, educación, seguridad y economía de esta población.

  • INE pone a prueba la memoria

    Otra organización que pertenece a nuestra Iniciativa Preescolar es el Instituto Nueva Escuela, y aquí te propone que fortalezcas las destrezas de memorización.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    La etapa infantil necesita de una memoria en buena forma que viabilice el proceso de aprendizaje asertivo. Así que, el Instituto Nueva Escuela presenta esta actividad con cuentas y números para poner a prueba la memoria.

    ¿Es difícil realizarla? No. ¿Pueden participar niños de diferentes edades? Sí. El resto de tus preguntas serán contestadas en este vídeo.

    El video es resultado de una producción original de Oenegé realizada en el 2017 por Juan Carlos Álvarez Lara. Al presente, ha sido re-editado por Javier del Valle para ser compartido con educadores, padres y niños en casa.

     

     

  • INE: Educando ciudadanos responsables en un ambiente de paz

    Con los cursos del Instituto Nueva Escuela los educadores han encontrado alternativas de educación que los entusiasman mucho más

    Por Ana Castillo Muñoz
    
OENEGÉ

    Cuando los estudiantes de Iris Quiñones comenzaron a realizar por sí solos el trabajo dentro del salón de clases, ella se sintió extraña. Estaba acostumbrada a un método tradicional en el que el maestro ofrecía todo el día una lección, hacía preguntas esporádicamente y los alumnos estaban sentados en filas. Incorporar la metodología Montessori fue un cambio del cielo a la tierra.

    "Si yo no estoy dando la clase, ¿qué yo hago?" fue lo primero que se preguntó.

    Ya encontró la respuesta.

  • Información lista para provocar cambios

    El uso de la tecnología y las conexiones en redes permiten un nuevo periodismo que fue presentado por la periodista argentina Marina Walker Guevara, de la Cátedra en Periodismo 2018 Ángel Ramos, usando como ejemplo Papeles de Panamá y Papeles del Paraíso, investigaciones en las que participó.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    El valor de la tecnología para potenciar el alcance y la agilidad de investigaciones periodísticas quedó demostrado durante la conferencia magistral “Periodismo sin fronteras: redes, tecnología e impacto”, que la periodista argentina Marina Walker Guevara presentó el pasado viernes como parte de la Cátedra en Periodismo 2018 Ángel Ramos. La Escuela de Comunicación Pública (COPU) de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, fungió como anfitriona de la charla que tuvo lugar en el anfiteatro de la Escuela de Arquitectura, puesto que sus instalaciones, deterioradas por el huracán María, no han sido restauradas.

  • Iniciativa Comunitaria, San Juan

    Líderes de las seis organizaciones sin fines de lucro que se sumaron a nuestro Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado, comparten las ganancias del proceso.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


    Desde la izquierda: Neysha Burgos, líder de voluntarios; Omar Pérez, voluntario y
    Yorelis Rivera Amador, directora ejecutiva de Iniciativa Comunitaria. Foto / Javier del Valle

    Esta organización que atiende las necesidades de personas sin hogar contaba con un programa de voluntariado cuando se sumó a nuestro Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado. Conscientes de que tenía “sus áreas débiles”, como reconoce su directora ejecutiva, Yorelis Rivera Amador, comenzaron un exhaustivo proceso de brindar “una mirada 360 a qué estábamos haciendo bien para continuar y qué debía ser mejorado”, de modo que la experiencia entre la organización y el voluntariado fuera de beneficio mutuo.

    Indagaron entre el voluntariado activo y antiguo para refinar el pareo entre las necesidades de la organización y sus habilidades. Desde que en septiembre de 2019 comenzaron el proceso de formación, ya han recibido 480 voluntarios.


    Hace nueve años Neysha Burgos se sumó como voluntaria a la organización. Foto / Javier del Valle

    “Nuestros voluntarios van desde estudiantes referidos de las escuelas, hasta un grueso bien grande de voluntariado universitario, mayormente de la Universidad de Puerto Rico y también de la Universidad del Sagrado Corazón. Entre agosto y diciembre del 2019 tuvimos entre nuestros voluntarios a 165 estudiantes universitarios”, detalla Rivera.

    En plena pandemia, entre enero y agosto del 2020, trabajaron con 228 voluntarios de los cuales 150 son universitarios.

    “Para nosotros el voluntariado ha sido una pieza clave en el servicio desde el principio, sé que es vital para mi operación, lo que me ayudó este proceso fue a estructurarlo para retenerlo y también para motivarlo de manera que cuando se vayan a otro lugar, hagan el trabajo voluntario con el mismo amor que lo hicieron aquí. Sabemos que muchos se están hospedando y vuelven a sus pueblos así que hay que seguir cultivando esa chispa de servir hasta en tu barrio”, destaca la directora.

    Y Rivera no deja de celebrar “la entrega brutal que tienen mis líderes por guiar el esfuerzo del grupo de voluntarios”. Mediante el incentivo de FAR se ocupan de esta labor Lizaura Gómez y Dielmarie Negrón y, además, Kamille Camacho, a quien Rivera Amador define como “súper mujeres”.

    “Son chicas que lo dan todo como si fuera un trabajo remunerado económicamente, para ellas no es cuando sobre el tiempo, es su compromiso full, es parte de sus responsabilidades y eso tiene un valor hermoso y les agradezco el compromiso. Este es un trabajo duro en contextos violentos al ser en altas horas de la noche en comunidades de alto riesgo por el tráfico de drogas y la violencia, se lo decimos a nuestros voluntarios, saben a qué van y lo agarran con un compromiso brutal. Los voluntarios conocen las necesidades de las personas en la calle y van con un alto grado de conciencia, prevención y seguridad, asumen el amor y el servicio para llevarlo a las personas sin hogar”, celebra Rivera.

    Otras organizaciones participantes:

    Bill's Kitchen, San Juan

    Hogar Infantil Santa Teresita

    Hogar Santa María Eufrasia

    Programa de Apoyo y Enlace Comunitario (PAEC)

    Proyecto La Nueva Esperanza

     

  • Iniciativa Preescolar celebra su día

    Los programas Alcanza, APRENDO, Despertar Musical, Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico y el Programa de Certificación de Guías Montessori compartieron con educadores de niños en edad temprana técnicas de enseñanza y aprendizaje especializadas

     Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    Contar lo que sucedió en el acto que inauguró el primer Día de la Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos (FAR) requiere empezar por el final del acto de bienvenida. Ciento treinta maestras, porque la mayoría eran féminas de toda la Isla, cantaron y aplaudieron durante la interpretación del tema Juntos, a cargo de integrantes del programa Despertar Musical del Conservatorio de Música de Puerto Rico.



    Músicos del programa Despertar musical interpretan el tema
    compuesto para la ocasión, "Juntos".

    Había entusiasmo, sobraba el empeño y el sueño quedó sacudido el pasado sábado, 16 de abril, temprano en la mañana, en el Teatro Raúl Juliá del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR). Esa fue la sede del evento que permitió a los maestros conocer, mediante sesiones concurrentes, los ofrecimientos de los programas que componen la Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos, cuyo propósito es proveer formación continua al personal educativo y directivo que atiende a la población de niños entre las edades de 0 a 6 años alrededor de la isla. Los cinco programas de la Iniciativa Preescolar son: Alcanza, de la Universidad de Puerto Rico; APRENDO, de Fondos Unidos de Puerto Rico; Despertar Musical, del Conservatorio de Música de Puerto Rico; Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico del Museo de Arte de Puerto Rico; y, el Programa de Certificación de Guías Montessori del Instituto Nueva Escuela.

    "Aquí estamos juntos/ para compartir/ experiencias e igualdad. / Con derecho de crecer /y de aprender/ de amar y de jugar/ la niñez en su esplendor/ apreciarás/ si te unes a ayudar", cantaban evidenciando que ese día querían saber más.

  • Iniciativa Preescolar: una década después 

    Las posibilidades de cambio en la educación temprana que viabilizan los programas de la Iniciativa Preescolar desde hace diez años ya han impactado una generación de maestros y estudiantes 

     Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    El futuro no se construye mañana. Se forma hoy, todos los días, a todas horas ¿Cómo queremos que sean nuestros niños cuando grandes? En el momento en que la Fundación Ángel Ramos se hizo esa pregunta en el año 2003, comprendió que ir a lo específico era meritorio. Tocaría entonces la población entre 0 a 6 años de la isla mediante su Iniciativa Preescolar, la cual capacita maestros y cuidadores para que dispongan de las herramientas idóneas para maximizar el potencial de esa generación en formación.

    Entonces surgió el compromiso de apoyar a cinco programas, dirigidos por organizaciones sin fines de lucro, que desde distintas vertientes aportan al mejor desarrollo de nuestros adultos futuros. Alcanza, de la Universidad de Puerto Rico; APRENDO, de Fondos Unidos de Puerto Rico; Despertar Musical, del Conservatorio de Música de Puerto Rico; Integración de las Artes Visuales al Currículo Académico del Museo de Arte de Puerto Rico; y, el Programa de Certificación de Guías Montessori del Instituto Nueva Escuela son el corazón de la Iniciativa Preescolar. 

    Si deseamos formar ciudadanos de bien para lograr un mejor Puerto Rico es obvio que siempre hay que comenzar por el principio", dijo en un evento público Rafael Cortés Dapena, presidente de la Fundación Ángel Ramos. 

    Es un hecho comprobado que la educación preescolar es un elemento clave en el desarrollo del ser humano: el 80% del cerebro se desarrolla entre las edades de 0 y 6 años, periodo en el que también ocurre el mayor desarrollo de nuestra personalidad y se sientan las bases de su comportamiento futuro. Nuestra aspiración es que los niños reciban servicios de cuidado y educación de alta calidad y que se provean bases de aprendizaje para toda la vida", añadió Cortés Dapena.

  • Inmersión educativa y comunitaria que rinde frutos

    Aunque se trabaja por ella a diario, el Proyecto Niños de Nueva Esperanza vela celosamente por la tranquilidad y el bienestar de la comunidad a la que acompaña. Por eso debutó como finalista al Premio Tina Hills 2016 y su directora, Ivonne León, habla sobre las implicaciones de esa nominación.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    1-¿Por qué considera que su organización fue finalista al premio este año?

    Niños de Nueva Esperanza es un modelo único en Puerto Rico de efectiva inserción comunitaria. Hace 17 años, liderados por Ángel Darío Carrero (QEPD), un grupo de frailes franciscanos se mudó a vivir dentro de uno de los sectores más pobres y violentos de Sabana Seca. Durante ese acompañamiento, conocieron las necesidades y fortalezas de la comunidad y decidieron enfocarse en los niños. Comenzaron atendiendo el rezago académico con tutorías, el hambre con meriendas y subvencionando sus esfuerzos con el menudo que donaban individuos o negociantes de la zona.  Al presente, Niños de Nueva Esperanza ha impactado a más de 5,000 participantes por medio de 22 programas alternativos. Ha logrado paz y desarrollado la comunidad de Sabana Seca fortaleciendo a las familias mediante el impulso de la autosuficiencia económica de las mujeres y el desarrollo integral de los niños y niñas en los que se promueven sus dimensiones sociales, emocionales, espirituales y culturales.

  • Inolvidables gestos de amor

    Organizaciones sin fines de lucro comparten atenciones recibidas y ofrecidas a las comunidades que sirven, las cuales energizan sus momentos de mayor carga.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


    Durante el semestre los alumnos de CREARTE ya recibieron la visita del Teatro Rodante de la Universidad de Puerto Rico.
    Foto / Suministrada

    La donación anónima que arribó cuando más se necesitaba, el abrazo puntual, la compañía mientras te levantas del suelo. En todas partes hay gestos de amor hacia organizaciones sin fines de lucro y de estas hacia las poblaciones que atienden. En este mes que por costumbre se exalta el amor y la amistad, indagamos a tres organizaciones pertenecientes al Tercer Sector sobre la importancia de gestiones que nacen del amor por el servicio.

  • Inolvidables tardes en el Bithorn

    Niños, niñas y jóvenes de distintas organizaciones sin fines de lucro disfrutaron de la Serie del Caribe -que se llevó a cabo a principios de este mes de febrero en el Estadio Hiram Bithorn- gracias a una alianza entre la Fundación Ángel Ramos y la empresa productora del evento MB Sports, que logró la donación de sobre 1,200 boletos para el disfrute de los chicos y chicas. La Fundación apoyó en la gestión del evento, así como en gastos relacionados a transportación y almuerzos para los cientos de participantes que cada tarde durante toda la jornada deportiva, visitaron el parque.

    La experiencia formó parte además, en muchos de los casos, de los currículos alternativos a través de los cuales en las instituciones se procura acercar a los muchachos y muchachas a experiencias no sólo relacionadas al mundo académico, sino a eventos culturales y deportivos, en la búsqueda de la formación de ciudadanos integrales. Muchos de los jóvenes que asistieron destacaron que gracias a esfuerzos como estos no sólo visitan lugares por primera vez, sino que se exponen a otro tipo de actividades de entretenimiento sano, que esperan poder reproducir en su vida cotidiana.

    Los jóvenes disfrutaron, cantaron coros, apoyaron a los distintos equipos y descubrieron los recovecos del estadio en el que más de un puertorriqueño ha construido memoria.

    Instituciones participantes

    • ASPIRA
    • P.E.C.E.S. (Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio)
    • Politécnico Amigó
    • Centros Sor Isolina Ferré
    • Casa de Niños Manuel Fernández Juncos
    • Centro DEDI
    • Proyecto Niños de Nueva Esperanza
    • Instituto de Niños San Andrés
    • Museo de Arte de Ponce

     

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    Fotos por Juan Carlos Alvarez Lara

  • Inspira el Ecoexploratorio a entender la naturaleza

    Esta iniciativa independiente aprovecha la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas para que puertorriqueños de todas las edades comprendan los mensajes que nos brinda la naturaleza y el planeta en que nos ha tocado vivir.

     Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


    Los felices rostros de los entusiastas de las ciencias. Foto / Suministrada

    La ciencia luce atractiva, fácil y hasta amigable en la exhibición sede del Ecoexploratorio: Museo de Ciencias de Puerto Rico (EcoEx) en el centro comercial Plaza Las Américas en Hato Rey. Gira en torno a un planeta vivo y cambiante al que ya no podemos ignorar más porque, gracias al cambio climático, nos seguirá reclamando atención. 


    Mira quién te da la bienvenida al Ecoexploratorio. Foto / Javier del Valle

    Su fundadora, la meteoróloga Ada Monzón, y su directora ejecutiva, Jenny Guevara, son cómplices y devotas de las ciencias, disciplina siempre dispuesta a sorprendernos. ¿Cuál es el encanto de la organización sin fines de lucro? “Que este es un lugar de inspiración para niños, para jóvenes, para toda la familia”, responde de inmediato Monzón sobre la organización que cumplirá nueve años, aunque hace cinco opera en el concurrido centro comercial.

    “Y se conceptualizó basado en poder inspirar a las familias en la protección de nuestra naturaleza, en entender las fuerzas naturales y, de la misma forma, poder lograr que a través de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas podamos descubrir un universo maravilloso. Hay veces que nosotros damos tan por sentado lo que ocurre a nuestro alrededor y, sin embargo, ahora mismo estamos viendo una crisis en esa naturaleza a consecuencia del cambio climático. ¿Realmente estamos preparados para enfrentar los retos de ese futuro? Los niños que nacen en el día de hoy van a vivir un planeta muy diferente del que tú y yo vivimos”, puntualiza Monzón.


    Jenny Guevara dirige la entidad que hace cinco años tiene por sede
    un espacio en el centro comercial Plaza Las Américas de Hato Rey.
    Foto / Javier del Valle

    Las nuevas generaciones no parecen tener la desconexión que hoy los adultos mostramos con la naturaleza. En parte se debe a las vivencias que han tenido y a la educación, componente fundamental del Ecoexploratorio. Allí aprenden sobre seres vivos, sobre la materia y la energía, sobre el Universo, sobre la Tierra. “Y sobre cuál es nuestra posición como seres humanos respecto a eso”, señala la meteoróloga.

    Como ejemplo presenta el cambio de 180 grados que provocó en nuestra conducta el huracán María que azotó la isla en el 2017. “Somos las primeras víctimas del cambio climático y cómo nuestros niños se están viendo dentro de ese nuevo Puerto Rico es un reto bien grande. No hay institución en Puerto Rico, fuera del Ecoexploratorio, que lleve ese mensaje en una educación informal. Tú tienes la escuela y la universidad pero ¿dónde está el centro de gravedad de la educación científica y el que relaciona la ciencia y la sociedad? Establecemos todos estos programas educativos para ver cómo podemos utilizar lo mejor de la ciencia para la seguridad y el beneficio de esas generaciones futuras”, abunda Monzón sobre la misión que abrazan en cada propuesta educativa como “EcoLaboratorio”, “Futuro Científico” y “Eclipse solar 2017”, entre otros.

    PLANETA TIERRA LLAMA A PUERTO RICO


    El taller de aves migratorias incluyó pintura de camisetas.
    Foto / Suministrada

    Sordos y ciegos podríamos seguir ante las señales que nos brinda la naturaleza sobre las variantes que provoca el cambio climático. Pero pronto la realidad nos zarandea. Solamente en Puerto Rico, enumera Monzón, el 70% de nuestras playas presentan erosión de moderada a severa, las especies están sufriendo por los cambios en la salinidad del agua o sus altas temperaturas y desde julio se han establecido más de diez récords de temperatura. 

    “Nosotros estamos viviendo un planeta que ninguna otra generación ha vivido; ni por la presencia de gases como el dióxido de carbono, ni por los retos del derretimiento de glaciares, la frecuencia de huracanes catastróficos o tormentas tropicales formándose en latitudes altas. Las personas dicen ‘¿cómo esto es posible?’ porque nuestra generación no creció con esto, pero para nuestros chicos será normal. Si seguimos desconectados, la naturaleza se va a encargar de nosotros”, advierte Monzón.

    “Y las personas no van a saber cómo es la preparación, la mitigación y la respuesta ante un evento natural”, agrega sobre la falta de información Guevara, directora de la organización.

    “Las herramientas concretas, la educación, la creación de agentes de cambio que sepan cómo responder van a hacer la diferencia en lo que es saber convivir con nuestro planeta y las amenazas que está recibiendo continuamente. En el empoderamiento de una comunidad, en la autogestión que pueda practicar una familia, ahí vamos a tener un Puerto Rico mucho más preparado para cualquier eventualidad”, declara Guevara.

    “Tienes que trabajar con la educación y con la situación que sufre esa familia porque si tú no añades a la ecuación la empatía, de qué te vale la ciencia si no la pones al servicio de otros”.

    Los variados proyectos educativos del Ecoexploratorio van desde la exhibición permanente en el centro comercial hasta exhibiciones rodantes, talleres en escuelas y en la sede de Plaza Las Américas, entre otros lugares. Mediante estos, se teje una amplia red de puertorriqueños sensibles a la protección de la naturaleza, preparados para enfrentar sus manifestaciones y capaces de comprender que la ciencia ofrece respuestas. Solo hay que querer escucharlas.


    Estudiantes de visita en el museo dedicado a las ciencias y a los
    seres vivos. Foto / Suministrada

    Monzón indica que impactan más de 300,000 personas al año y que a la sede de Plaza Las Américas asisten 20,000 personas anuales. Contenidos educativos difundidos en redes sociales potencian el alcance con el público. 

    Debido a que no reciben fondos recurrentes del gobierno, se concentran en pedirlos a empresas y fundaciones privadas, así como solicitan subvenciones especiales como la que buscan ahora para viabilizar la construcción de un espacio en el Distrito de Convenciones de Puerto Rico en San Juan. La campaña capital es de $40 millones. Dado que precisan de los fondos que generan con el boleto de entrada a la exhibición, varían sus ofrecimientos con frecuencia.

    “El cambio más importante del Ecoexploratorio, más allá de ser una institución museológica, es el hecho de que somos de base comunitaria. Si tú no entiendes la comunidad, ¿cómo vas a poder servirle? Tienes que trabajar con la educación y con la situación que sufre esa familia porque si tú no añades a la ecuación la empatía, de qué te vale la ciencia si no la pones al servicio de otros”, acaba Monzón.

    Fotos: Javier del Valle

     

  • IVU 4% en un vistazo

    El 30 de septiembre de 2015, se aprobó la Ley 159, la cual incluye varias enmiendas técnicas a la Ley 72-2015 y otras enmiendas al Código de Rentas Internas de Puerto Rico, según enmendado. Muchas de las enmiendas técnicas están relacionadas con el impuesto de venta y uso (IVU) y la aplicación del IVU-Especial del 4% a los servicios profesionales designados y servicios provistos a otros comerciantes, el cual comenzó el 1 de octubre de 2015.  A continuación, le incluimos en un vistazo, las disposiciones más significativas que deben considerar todas las Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL) para que evalúen el impacto, si alguno, que pudiera tener en sus operaciones. Para acceder a un resumen más detallado, descargue aquí.

  • Javier Blanco: un visionario de la conservación

    El arquitecto Francisco Javier Blanco Cestero, fundador del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, falleció a inicios de este mes y su sucesor en la organización, Fernando Lloveras, repasa su huella.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    Cuando en la década de los sesenta todos lucían encantados con la acelerada construcción de carreteras, centros comerciales y urbanizaciones en todos los rincones de la isla, el arquitecto Francisco Javier Blanco Cestero levantó bandera.

    Advirtió el peligro de alterar el hábitat natural e interponerse en la ruta de la naturaleza, pero no se limitó a hablar. En el 1968 creó, y estableció luego en el 1970, el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, entidad sin fines de lucro desde la cual se dedicó a conservar y a proteger áreas naturales de alto valor ecológico e histórico en la isla, amparado en el desarrollo de proyectos de conservación y de educación. Para la Naturaleza es uno de sus brazos.

    A lo largo de 33 años, Blanco compartió la dirección del Fideicomiso con sus múltiples roles en la gestión pública y privada, hasta que en el 2002 pasó el batón y en el 2003 el licenciado Fernando Lloveras aceptó liderar la iniciativa.

    El pasado sábado, 3 de octubre, a las 5:00 p.m., Blanco falleció en el hospital acompañado de su familia inmediata dejando un importante legado en varias áreas, especialmente en la conservación ambiental. Tenía 86 años.


    Javier Blanco y Fernando Lloveras. Foto / Suministrada

    Que un puertorriqueño se ocupara de este tema cuando no estaba de moda y cuando en Estados Unidos no se habían fundado aún entidades como la Environmental Protection Agency (EPA) y el Departamento de Recursos Naturales, revela su adelantada visión, capaz de vaticinar el desastre climático que podría provocar la alteración constante de los modos de la naturaleza.

    “Los beneficios de la conservación son tantos y él capturó la importancia de esto tan temprano, que puso a Puerto Rico en el mapa de conservación cuando muchas organizaciones respondieron décadas después; estaba bien adelantado a su tiempo”, resalta Lloveras.

    Destaca que la crisis climática que vivimos ahora “responde a no haber actuado con celeridad en términos de un desarrollo responsable y de haber protegido más terrenos”. “Si hubiéramos hecho lo que él planteó en los tempranos sesenta, no tendríamos que recuperar mucho del terreno perdido y de la conservación que debimos haber hecho décadas atrás”, lamentó.

    Al igual que en esta época, su discurso se topó con el favorecimiento del desparramamiento urbano que suele percibirse como progreso.

    “La industria en Puerto Rico se desarrolla con un gran desparramamiento urbano sin seguir las directrices de uso de terreno y planificación que se debieron haber seguido; las urbanizaciones y los centros comerciales debieron haber estado en lugares más compactos, pero no se dio, adoptamos modelos que no nos correspondían y él lo criticó siempre mucho. Ese desparramamiento afectó la viabilidad ecológica de la isla entre carreteras, urbanizaciones y centros comerciales; eso era y todavía sigue siendo el gran problema en Puerto Rico en términos ecológicos”, agrega el líder del Fideicomiso.

    LEGADO VIVO

    Tres legados fundamentales de Blanco se identifican en la entidad que fundó, a juicio de su sucesor.

    Para comenzar, “tenía una visión de planificación a largo plazo”, un estilo poco emulado en nuestro país. “Eso crea una visión de la isla y de la conservación diferente a lo que estamos acostumbrados”, dice.

    Menciona además su empeño en fomentar “una cultura enfocada en el detalle, en hacer las cosas con alta calidad y eso, a nivel institucional, nos ha dejado mucho tesón y mucha disciplina. Era impecable”.

    Y tercero destaca su conciencia de que otras generaciones no solo debían disfrutar de nuestra naturaleza, sino que era clave sembrar la semilla de la conservación como resultado del amor hacia nuestras tierras, costas y playas.

    “Él crea el taller de inmersión en la naturaleza, en el que por una semana los niños pernoctan en espacios naturales nuestros y esto empezó hace 25 años. El programa ha transformado la vida de muchas personas y muchos ahora son empleados nuestros. Y es algo que pasa de generaciones, como los lugares históricos y las tierras que pasan a perpetuidad, pues eso pasa con la semilla en los jóvenes”, destaca.

    “Me quedan muchos recuerdos de horas que pasé con él, de mucho aprendizaje porque me enseñó muchísimo. Ahora vienen esas memorias que guían a uno hacia el futuro”.

    El saldo de esa consistente labor en favor de la conservación del ambiente fue la protección de miles de cuerdas de terreno gracias a su intervención, además de restaurar lugares históricos como la Hacienda Buena Vista en Ponce, la Reserva Natural Las Cabezas de San Juan, en Fajardo, o la Casa Ramón Power y Giralt, en el Viejo San Juan.

    “Fue bien triste”, reconoce Lloveras el estado en que dejó la noticia del deceso de Blanco al personal del Fideicomiso, “porque este año celebramos 50 años de una organización que él dirigió por 33. Su muerte marca un momento de tristeza, pero a la vez lo asumimos con la responsabilidad de seguirlo hacia adelante. Me quedan muchos recuerdos de horas que pasé con él, de mucho aprendizaje porque me enseñó muchísimo. Ahora vienen esas memorias que guían a uno hacia el futuro”.

    "En la Fundación Ángel Ramos nos sentimos muy orgullosos de haber apoyado desde sus comienzos la gran obra del Fideicomiso de Conservación y a quien fuera su fundador y director por muchos años, el Arquitecto Blanco", destacó, de otra parte, el licenciando Rafael Cortés Dapena, presidente de la Junta de directores de FAR.

    A Blanco le sobreviven su esposa Nelly Graziani, sus hijos Miguel Agustín, Andrés Francisco y Mónica Elena, y sus nietos Ana María, Francisco Javier y Miranda.

    Si quieres unirte a las iniciativas del Fideicomiso de Conservación, accede: www.paralanaturaleza.org.

    Fotos / Suministradas

     

     

     

  • José R. Alicea: “Para mi el arte es comunicación”

    El renombrado artista boricua de 91 años participó en el cierre de su muestra retrospectiva celebrada en el Museo de Las Américas en el Cuartel de Ballajá.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


    Personal de la Fundación Ángel Ramos con el artista. Foto / Javier del Valle

    Indicaron que sería puntual y lo fue. A las doce del mediodía, en medio de un calor húmedo gracias a aguaceros intermitentes que alternaban con un sol potente, el maestro José R. Alicea entró al Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan. Se abrió paso entre el público que veía artesanías y subió al segundo piso donde ubica el Museo de Las Américas, espacio que exhibe su muestra retrospectivaJosé R. Alicea, espejo de la Humanidad.

  • Jóvenes con el ADN de Kinesis

    La huella educativa de la Fundación Kinesis se identifica en estos tres jóvenes quienes, gracias al espaldarazo constante de la organización, cumplirán sus metas universitarias. Conoce sus testimonios.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


    A Julie Alemán le interesan el Mercadeo y las Comunicaciones
    y los estudiará en Marquette University. Foto / Suministrada

    La Fundación Kinesis tiene 367 estudiantes becados activos. Estudian en diversas universidades, en distintos campos y es momento de conocer a algunos.

    Juan Diego Rodríguez Rivera aspira a convertirse en doctor en medicina y logró ser admitido en la Universidad de Stanford, ubicada en el estado de California. Se graduó de la Escuela Especializada en Ciencias, Matemáticas y Tecnología de Caguas (CIMATEC).

    “Desde escuela intermedia aspiraba a estudiar en las mejores universidades como lo es Stanford. Aunque siempre tuve fe y me esforcé muchísimo para alcanzar un sueño tan anhelado, fue difícil pensar en que fuera aceptado en esta universidad al ser muy selectiva. Todo fue gracias a la ayuda y el apoyo de mi familia, al personal de CIMATEC, donde estudio, y a la Fundación Kinesis. Mis planes son estudiar mi bachillerato (en Química) y luego estudiar medicina en la misma institución”, compartió Rodríguez.

    Para el fundador de Kinesis, José Enrique Fernández Bjerg, el logro de Juan Diego “demuestra el potencial de nuestros estudiantes puertorriqueños y, más aún, que cuando trabajamos con empeño, podemos lograr lo que nos propongamos”.

    “Agradecemos a Juan Diego y a su familia por permitirnos ser parte del futuro emprendedor que le espera a este joven y el que, sobre todo, hayan depositado su confianza en el currículo de nuestro programa académico Bright Stars y en nuestras consejeras”, añadió Fernández.

    También, debes conocer a Julie Alemán, quien será la primera integrante de su familia en obtener un grado universitario. ¿Dónde estudiará? En Marquette University, en Wisconsin, institución en la que aspira completar un grado en Mercadeo y Comunicaciones.

    La estudiante de la Escuela Superior en Vega Alta, Ileana de Gracia, ya posee un certificado en Comercio con concentración en Asistente de Contabilidad. Integrante de la organización estudiantil Futuros Líderes de Comercio de América (FBLA”, Alemán ha obtenido reconocimientos en las categorías de “Business Presentation” y “Financial Planning”.

    “Con mis metas en mente y el apoyo de las personas que más admiro logré dejar mis miedos para aspirar a más. Creo que para mí ese ha sido y es uno de los logros más importantes ya que, si no fuera por ellos, las decisiones que he tomado hoy día no tuvieran el valor que tienen para mí”, dijo Alemán.


    Glerysbeth Torres estudiará Ciencias Biomédicas en la Pontificia Universidad Católica
    de Ponce para encaminarse a la Psiquiatría. Foto / Suministrada

    “Mis aspiraciones después de graduarme de la universidad son enseñarles a los jóvenes de Puerto Rico que no existen los límites solo excusas, que no hay miedos solo barreras que enfrentar. Sé que para muchos el “no saber inglés” puede ser el gran temor al querer aspirar a más, pero por eso estoy emprendiendo mi camino hoy. Quiero enseñarles con mi historia que sí se puede. Profesionalmente, quiero trabajar con empresas para ayudarlas a crecer con mis conocimientos (preferiblemente con organizaciones benéficas) y ser la voz para aquellas personas que piensan que no son suficientes”, subrayó la joven.

    En el caso de Glerysbeth Torres Heredia, la egresada de la Escuela Superior Josefina León Zayas de Jayuya decidió quedarse en Puerto Rico. En la Pontificia Universidad Católica dará sus primeros pasos para alcanzar su meta de obtener un grado en Ciencias Biomédicas.

    “Luego de graduarme, mi meta es convertirme en doctora con una especialidad en Psiquiatría. Me gustaría contribuir a la sociedad de una mejor manera y ayudar a todos los que necesitan una mano. Quisiera que vivan a gusto con una salud mental estable para afrontar los problemas venideros. Dar consejos para encontrar soluciones a las diferentes situaciones vividas. Quiero ser parte del cambio para bien en nuestro país,” sostuvo la estudiante que en su graduación recibió la distinción de Excelencia Académica que otorga el Departamento de Educación.

    EN BUSCA DEL APOYO CONTÍNUO

    El fundador de Kinesis destaca que los aspirantes a entrar al proyecto toman un riguroso examen de admisión. “Pero también miramos mucho el compromiso de los papás porque sin eso es más difícil para los muchachos”, asegura.


    Juan Diego Rodríguez Rivera fue admitido en la Universidad de Stanford, donde estudiará
    un bachillerato en Química y luego proseguirá estudios en Medicina. Foto / Suministrada

    Para mantener el compromiso con la educación, la Fundación Kinesis lanzó su campaña de recaudación: “Cree en el mañana, confía en mi”, en busca de recibir apoyo continuo de sus donantes. Contra viento y marea se esmeran en proteger y mantener el proyecto educativo que sigue rindiendo frutos.

    “Ante los retos y desafíos a los que nos hemos enfrentado durante el año, Kinesis se transformó y continuó ofreciendo sus servicios a distancia en línea, apoyando a los jóvenes a nivel curricular, social y emocional. Para continuar con esta labor, Kinesis necesita que nuevos donantes se unan a este movimiento educativo”, invitó Sandra Torres Clemente, especialista en Recaudación de Fondos del organismo.

    Además de los grandes donantes, la Fundación Kinesis aspira a que se una el donante recurrente que puede ofrecer cantidades menores, por ejemplo, $10 al mes. Ya comenzaron a tocar la puerta de exalumnos de Kinesis para que también apoyen a las generaciones que les siguen.

    “Anualmente recibimos más de 600 solicitudes de jóvenes extraordinarios y solo alcanzamos a becar a menos de una 1/8 parte de los solicitantes. Nuestro mayor reto es fortalecer el Fondo de Becas con el apoyo de amigos y benefactores, con el fin de aumentar el impacto a más de 200 estudiantes al año”, culminó Fernández.

    Los interesados en aportar pueden realizar su donativo de modo electrónico accediendo este enlace: www.kinesispr.org/give. Para más información, llama al 787-772-8269 o visita kinesispr.org.

  • Jóvenes de PARACa 2020 lo lograron

    Las pasantías veraniegas a las que convoca Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA) se completaron en distintas organizaciones sin fines de lucro, aún con la pandemia, y viabilizaron nuevas investigaciones. Alejandro Silva, director ejecutivo de MPA, explica los aciertos de este proyecto que ya creció.

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    ¿Quieres una nueva definición de compromiso? Sacarle el máximo a una pasantía veraniega, aportar de forma permanente al lugar de trabajo y completarlo en plena pandemia. Eso lograron 18 estudiantes universitarios de bachillerato que culminaron el Programa de apoderamiento y retención de agentes de cambio (PARACa) que cada año diseña Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA).


    Valeria González realizó su pasantía en Ciencia Puerto Rico. Foto / Suministrada MPA

    Hace diez años, esta iniciativa vincula a jóvenes universitarios con diversas áreas del campo social mediante experiencias en organizaciones sin fines de lucro. Los futuros líderes del tercer sector están en formación.

    En esta edición, los jóvenes trabajaron en iniciativas como Filantropía PR, Ciencia Puerto Rico, Ponce Neighborhood Services, Puerto Rico al sur, Sembrando sentido, Fundación de mujeres de Puerto Rico y Siempre vivas. Con estas últimas dos entidades, los participantes realizaron investigaciones relacionadas a intereses personales en temas como reciclaje, vertederos y violencia de género.

    “Siendo los tiempos de COVID-19 estoy súper satisfecho con el compromiso de los jóvenes; no es nada fácil cumplir las tareas teniendo que estar todo el tiempo dentro de la casa, trabajando con computadoras, en Zooms y metiéndose en programas virtuales. También, eso demuestra que los muchachos tienen un compromiso e interés alto de participar y ser un agente de cambio”, opinó Alejandro Silva, director ejecutivo de MPA.

    Este año la composición del grupo fue más variada que en anteriores. Había universitarios del Sistema de la Universidad de Puerto Rico, en especial de los recintos en Río Piedras, Ponce y Mayagüez; de la Universidad del Sagrado Corazón y de la Pontificia Universidad Católica, así como alumnos de instituciones en Estados Unidos.

    Silva explica que la convocatoria se realizó en diciembre del 2019 “y fue uno de los años que más solicitudes recibimos”. “Terminaron siendo 18 estudiantes solo porque muchos centros de pasantía dijeron que no podían acogerlos este año”, indica Silva sobre el programa que promocionan en universidades, medios de comunicación y en redes sociales.

    Ocho semanas duró la experiencia que tuvo lugar en los meses de junio y julio. Fue completamente a distancia y el 100% de los participantes recibió remuneración económica.

    “Los supervisores estaban súper contentos con ellos, a la mayoría le hicieron ofertas de quedarse más tiempo. Por ejemplo, Filantropía PR se quedó con uno de los participantes”, asegura Silva, quien agrega que ellos también pudieron emplear uno de estos recursos mediante el programa JuveEmpleo.

    HUELLA A LARGO PLAZO

    El director ejecutivo de Mentes Puertorriqueñas en Acción asegura que los jóvenes se llevan “una experiencia profesional de alta calidad”.


    Gabriela Vélez trabaja el manejo de redes sociales y la imagen de Fundación de Mujeres en
    Puerto Rico / Puerto Rico Women's Foundation. Foto / Suministrada

    “Y con calidad me refiero a que son trabajos de alto impacto, de desarrollo profesional. Todo trabajo es digno, pero este le da al participante acceso al networking, hacen trabajos relacionados a lo que están estudiando. También, se exponen al campo social, que no se puede subestimar, y sirve para reclutar futuros profesionales del tercer sector. Y no es solo reclutar, lo que quiero es que sean líderes con experiencia porque se insertaron bien jóvenes en estos programas”, subraya Silva. 

    Por esto, la organización expone a sus participantes a talleres de concienciación en temas variados que van desde educación alternativa hasta economía o reciclaje.

    “Hay un factor de resiliencia”, dice Silva sobre el objetivo cumplido de la organización.

    “Somos jóvenes y estamos acostumbrados a trabajar con la tecnología, pues nos da un factor de agilidad en la toma de decisiones. Lo veo como un privilegio, un beneficio que hemos puesto a disposición de las redes sociales, pero no quiero subestimar los retos que ha traído el COVID-19. El factor internet ha sido súper importante. Tenemos internet, pero no es perfecto, se iba la luz y el internet se caía, aún así alzamos la voz de que son temas súper importantes”.

    El director alude a las dificultades que muchos universitarios enfrentan para proseguir con sus estudios de forma remota. “Muchos estudiantes dejarán el semestre porque no pueden estudiar bien y prefieren irse a colgarse. Algunos volverán, otros no y eso nos preocupa muchísimo”, confiesa.

    Ya trabajan con una versión anual del Programa de apoderamiento y retención de agentes de cambio, de modo que no limiten el ofrecimiento solo al verano. Contarán con la ayuda de AmeriCorps.

    “En septiembre y octubre lanzaremos la versión piloto. AmeriCorps nos ayudará a que todos cobren por su trabajo. Serán 10 estudiantes de los cuales seis ya empezaron y cuatro inician en octubre. Estamos contentos porque llevamos mucho tiempo trabajando para que esto pase. Estas colaboraciones ayudan también a las organizaciones sin fines de lucro porque los jóvenes les ayudan a crear capacidad y estructura para allegar más fondos”.

    De igual modo, se han unido a grupos que activan no solo la participación juvenil en los próximos comicios generales sino el voto informado. Ya organizan un foro virtual con candidatos a la Legislatura por Acumulación, programado para el 8 de octubre, a las 6:00 p.m.

    Para que te mantengas informado de sus proyectos, sigue a Mentes Puertorriqueñas en Acción en Facebook @Mentes Puertorriqueñas en Acción y en Instagram y Twitter como @mentesenaccion.

    Fotos / Suministradas

  • Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo triunfa en 2012 con Premio Tina Hills

    Desde hace casi dos décadas, Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo, Inc. se ha destacado por desarrollar e implantar programas preventivos para que jóvenes que estén en alto riesgo se conviertan en los futuros lideres de Puerto Rico. En reconocimiento a su misión extraordinariamente necesaria para sobrellevar las situaciones difíciles por las que atraviesa la Isla, esta entidad recibió un donativo de $150,000 otorgado por la Fundación Ángel Ramos.

    Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo, Inc., es una entidad sin fines de lucro que ha servido a unos 16,220 jóvenes desde su fundación en enero de 1993, valiéndose del uso de mentores cívicos que trabajan individualmente con los estudiantes, sus familias y maestros a través de talleres y experiencias de desarrollo personal.

  • Jóvenes reclutan jóvenes

    Universitarios de Mentes Puertorriqueñas en Acción participaron del proyecto Ciudadanía Activa PR, establecido por la Fundación Ángel Ramos con estudiantes en la UAGM, en Cupey, y la inspiración para adelantar proyectos de servicio fue mutua.


    Carolina Mejías Rivera, directora de programas de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción, durante su participación
    en el día de charlas. Foto / Suministrada

    Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

    El servicio voluntario puede ser un proyecto de vida, es más, un proyecto de país. No lo dice un libro de texto o un profesor, se lo confirmaron universitarios a sus pares como parte de la capacitación en participación ciudadana y servicio voluntario para estudiantes que el programa Ciudadanía Activa PR de la Fundación Ángel Ramos ofrece en el recinto de Cupey de la Universidad Ana G. Méndez (UAGM).

    Universitarios de  Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), organización que viabiliza que estudiantes pongan en práctica soluciones a dilemas en sus comunidades desde sus áreas de estudio, fueron invitados a trabajar con los jóvenes de la UAGM.

    “Íbamos con la idea de motivar a estos jóvenes y ellos nos inspiraron a nosotros a seguir haciendo lo que hacemos”, resumió la experiencia Carolina Mejías Rivera, directora de programas de MPA, organización cuya base de estudiantes predominantemente es del recinto riopedrense de la Universidad de Puerto Rico. Mejías participó del segundo ciclo del Programa de Formación y Desarrolllo de voluntariado para organizaciones sin fines de lucro de Ciudadanía Activa PR.

    “Teníamos claro que queríamos enseñarle todas las posibilidades de trabajo voluntario dentro y fuera de la universidad con cosas que pasan en la vida real que nos molestan y cómo podíamos conectar la academia con la realidad para resolverlo. Nosotros en Mentes Puertorriqueñas en Acción conectamos nuestros protectos profesionales con proyectos de vida y de país”, explica Mejías.

    Luego de darles a conocer el trabajo que hacen con los estudiantes, realizaron un conversatorio en el que buscaban esas cosas que les intrigan o les molestan en Puerto Rico. Las respuestas resultaron ser esperanzadoras para Mejías.

    “Ellos están haciendo su trabajo atentos a lo que pasa en su realidad”, resaltó. “Algunos ya conectaban proyectos con eso y otros estaban intranquilos y pensaban qué hacer”.


    Los estudiantes participantes están en su primer año universitario y el
    formato de Ciudadanía Activa PR les permite parear intereses con servicio
    voluntario en sus comunidades. Foto / Suministrada

    Por ejemplo, un joven se mostró inconforme ante la cantidad de deambulantes de su edad que encuentra en las calles y mencionó las acciones que tomaba para mitigar el problema que tuvieran en el momento, como acompañarlos a comer. Convencido de que muchos abandonan la casa por problemas familiares, entre otros, está decidido a crear una fundación que sirva a esa población.

    Otra estudiante se prepara en enfermería, marcada por el trato poco empático que recibió un familiar cercano. Servir desde su trabajo en el campo de la salud será su meta de vida y de servicio.

    “Lo que a mi me sorprendió es que muchos de ellos estaban estudiando su profesión porque tenían una historia detrás que los conectaba y querían resolver lo que les incomodaba cuando tuvieran esa profesión. Ellos hablaron de que necesitan un espacio dónde conectar ambas cosas y les hablamos del trabajo que hacemos, dándole espacio a los jóvenes para que trabajen por Puerto Rico a través de sus intereses y proyectos. La verdad es que hacen falta más organizaciones como las nuestras porque no damos abasto”, declara Mejías sobre el interés que manifiestan los estudiantes. 

    “Por eso nos motivaron a seguir haciendo lo que hacemos porque necesitamos un espacio de ser escuchados, porque hay gente que trabaja en sus comunidades y necesitan saber que no están solos. Hay muchos pares como ellos trabajando por Puerto Rico, es impresionante”, dijo entusiasmada Mejías.

    CRECE EL INTERÉS

    Este es el segundo año consecutivo que el programa Ciudadanía Activa PR de la Fundación Ángel Ramos impacta universitarios del recinto de Cupey de la Universidad Ana G. Méndez. El primer año se concentró en la planificación del ofrecimiento y en el diseño de un módulo de tres días que inculca el liderazgo solidario y la participación ciudadana. La implantación arrancó el año pasado. 

    “Impactamos de diversas formas a estudiantes de nuevo ingreso, becados y a las asociaciones estudiantiles. Con las asociaciones comenzamos la capacitación para crear conciencia sobre las múltiples formas de participación y cómo el voluntariado es la forma más concreta, eso nos llevó a hablar de liderazgo y a proponerle a las asociaciones que comenzaran a hacer servicio voluntario; al menos a realizar dos actividades al año en las que se involucran con organizaciones donatarias de la Fundación Ángel Ramos”, consultora en Desarrollo organizacional y quien lidera para la Fundación el proyecto Ciudadanía Activa PR.

    Morales agrega que aunque muchos alumnos de nuevo ingreso provenían de escuelas y universidades donde se hacía servicio voluntario, “carecían de experiencias significativas de participación ciudadana”. “Logramos que la universidad estableciera el módulo y lo acogiera entre los estudiantes de nuevo ingreso entre los cursos que solo ellos toman. El año pasado, 324 estudiantes participaron de nuestro programa y, ahora, 386”, describió Morales.

    “No era un profesor hablando desde la teoría o el libro, eran pares haciendo en comunidades proyectos de vida”.

    Para variar el acercamiento, decidieron integrar a los jóvenes de MPA durante el segundo día de discusión del módulo en el que se dialogan temas relacionados al servicio y se trabaja una propuesta desde el modelo seleccionado.

    “Quisimos que se insertaran para que fuera más dinámico el proceso. En dos días de trabajo ellos impactaron 17 secciones con recomendaciones para convertir el proyecto de voluntariado en tu proyecto de vida y de país. No era un profesor hablando desde la teoría o el libro, eran pares haciendo en comunidades proyectos de vida”, puntualizó Morales.

    En agenda les queda la inauguración en diciembre de la Tienda Solidaria que al momento no dispone de un espacio físico fijo en la universidad. En la tienda, los estudiantes intercambian útiles escolares por servicio comunitario que rinden a lo largo del semestre.

    “La idea de este año es continuar el modelo que ya sabemos estás siendo exitoso”, culmina Morales.


     

     Ellos conversaron con los universitarios de la UMET:

    Luz Santos: Fundación Banco Popular

    Cristina Pérez: Vitrina Solidaria

    Raquel Laureano: Comunidad Bohiqué

    Sheila Burgos: REDENIJ-PR

    Paula Landrón: The Deep live Style

    Luis Ferrán: MPA

    Sabrina Rodríguez: MPA

    Andrea Rosario: MPA

    Reynaldo Fontánez: MPA

    Chris Cuenca: MPA

     

    Fotos: Suministrada

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