La complejidad administrativa aumenta en este proyecto que maneja la organización Plataforma para Impacto Social, ya que aprovecha fondos federales, estatales, municipales y de socios filantrópicos en una inversión que ronda los 100 millones de dólares. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia de colocación de la primera piedra y lanzamiento de Oasis fue la entrada de la comunidad al espacio que verán muy pronto transformarse. El establecimiento del proyecto OASIS se perfila como una de las iniciativas más ambiciosas en el tercer sector local para cerrar la brecha entre el capital y los proyectos de impacto. La propuesta de la Plataforma para Impacto Social (PSI, por sus siglas en inglés), -organización hermana de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico (BGCPR) y Vimenti School-, busca erradicar las causas de la pobreza y promover la movilidad económica mediante iniciativas integradas entre familias de comunidades en Villa Prades y el residencial Ernesto Ramos Antonini en San Juan. Con una inversión de 43 millones de dólares, OASIS se construirá en la escuela en desuso Dr. Cesáreo Rosa Nieves en San Juan y no solo albergará la escuela Vimenti, que al momento ubica en el Residencial Ernesto Ramos Antonini, sino que además será un Centro Multifuncional en el que se desarrollarán varios proyectos como incubadoras de negocios, capacitación profesional para adultos o servicios primarios de salud. No solo el cambio sistémico que propone es abarcador, también lo es el manejo en colaboración entre BGCPR, Vimenti y PSI de las diversas fuentes de fondos. Este mes de septiembre, el gobierno estatal anunció que le otorgó a la Plataforma de Impacto Social un préstamo de 15.2 millones de dólares en fondos del Programa de Subvención para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación ante Desastres (CDBG-DR en inglés) para darle vida a OASIS. El Municipio de San Juan prometió destinar 5 millones de dólares anuales. De otra parte, el Departamento de Comercio federal asignó 30 millones de dólares como parte de un programa que beneficiará a comunidades de la capital y que seleccionó seis proyectos entre 565 propuestas. En el renglón filantrópico ya se han unido a la causa las entidades locales e internacionales: Fundación Banco Popular, Flamboyán Foundation, Colibrí, I Am the Vine, Peter Alfond Foundation y Michael Tennenbaum, entre otras. “Hemos trabajado en un esfuerzo titánico, de la mano con los socios que han hecho esto posible. Trabajamos desde la visión de que, para que haya un cambio sistémico, tiene que haber un movimiento de capital gigante que en Puerto Rico nunca se había visto. Para lograrlo trabajamos con un modelo de financiamiento combinado. Diseñamos el proyecto y las propuestas con las organizaciones que van a estar llevando a cabo los programas en la comunidad y así pudimos identificar también organizaciones financieras o bancos privados en Estados Unidos y oportunidades de propuestas en el gobierno central que se alineaban al trabajo que nosotros íbamos a hacer”, explica Shaina Cabán Cortés, especialista en comunicaciones y coordinadora de relaciones de la organización Plataforma para Impacto social. Cabán indica que desde el gobierno central lograron asegurar “una inversión por fondos de recuperación, por programas del Departamento de Educación y del Departamento de Vivienda para desarrollo social”. “Lo que hicimos fue alinearlos al trabajo de la propuesta”, explicó. “OASIS nos asegurará un espacio donde crecer. La meta final es asegurar oportunidades de movilidad económica, seguir reduciendo la cantidad de familias que viven bajo el nivel de pobreza y creando oportunidades de empleo para las familias que más lo necesitan”. Bárbara Rivera, directora de Vimenti Igual hicieron con los fondos del programa federal Distressed Recompete, de la Administración de Desarrollo Económico, que busca eliminar barreras de movilidad social en las comunidades con un proyecto piloto que está bajo su lupa. “Ellos querían ver a través de este proyecto piloto si invertían una cantidad grande de capital, lograban movilidad económica, si se removían las barreras para que las familias pudieran prosperar. Literalmente eso era lo que nosotros veníamos haciendo, así que pudimos alinear el trabajo de la construcción del edificio de OASIS, con el desarrollo y la expansión de programas y fuimos identificando lo que hacía falta para poder compaginar todo el trabajo que se necesitaba. Esta labor no es solo de la Plataforma para Impacto Social, se ha hecho de la mano con otras organizaciones como Vimenti, la clínica de salud Vidalus, Project Makers, que se enfocan en el desarrollo empresarial, el Instituto del Desarrollo de la Juventud y Jobs for a Future, que en Estados Unidos trabajan para mejorar la cultura laboral en las comunidades y este es el primer proyecto que tienen en Puerto Rico”, expone Cabán. La coordinadora agrega que en el proceso de identificar qué necesitaban y cómo reforzar la labor que ya hacían, lograron “que los socios financieros se unieran desde adentro y pudimos alinear todos los esfuerzos”. “Es un trabajo que se había hecho durante muchos años juntos, así que no era lejos de lo que veníamos trabajando”, opina Cabán. A BUENA HORA OASIS llegó en un momento de madurez administrativa y programática para las tres organizaciones involucradas en su creación y desarrollo. Alma Frontera, presidenta de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico, asegura que OASIS “representa el sueño cumplido de generaciones de familias que recibieron servicios en nuestro primer Club, en la comunidad de Ernesto Ramos Antonini”. “Junto a ellas aprendimos y entendimos mejor el tema de la pobreza y, a la vez, reafirmamos el potencial y la fuerza de voluntad que existen en nuestras comunidades para construir un gran futuro”, señala Frontera. El entusiasmo de los niños y niñas en el evento fue evidente ya que, en todo momento, fueron parte del proceso. La líder repasa que las lecciones recibidas los llevaron a crear hace 11 años el Instituto del Desarrollo de la Juventud “para promover la investigación y políticas públicas dirigidas a fortalecer la seguridad económica de nuestras familias”. “Siete años después, lanzamos Vimenti como un modelo de servicio de dos generaciones para proveer oportunidades de desarrollo social y de movilidad económica tanto a niños, jóvenes y adultos, como a sus familias. Y hace dos años comenzamos a administrar centros de Head Start y Early Head Start para ampliar nuestro apoyo a las familias de bajos ingresos. OASIS representa la culminación de años de aprendizaje, comunicación, relación y comunicación con distintos sectores, con nuestras comunidades y familias en el centro, para mitigar la pobreza, transformar el país y lograr resultados sostenibles”, puntualiza Frontera. Por su parte Bárbara Rivera, directora de Vimenti, señala que “las organizaciones se fueron preparando” en términos de identificar la estructura de gobernanza interna para manejar un sistema combinado de fondos estatales y federales. “En Vimenti llevamos más de cuatro años bajo un modelo de alineamiento de valores organizacionales dirigido a lo que llamamos la gobernanza ética y transparencia. Todos hemos pasado un proceso de madurez para evolucionar, siempre enfocados en que las organizaciones se manejen con una gobernanza transparente, que mantengan los procesos éticos y que nos fortalezcamos a nivel estructural internamente para poder manejar un tipo de proyecto como este. Ese fortalecimiento se ha dado con el tiempo”, declara Rivera. Para el equipo, los resultados son importantes por lo que han destinado una estructura que proporcione datos y pueda medir el impacto alcanzado. “OASIS nos asegurará un espacio donde crecer. La meta final es asegurar oportunidades de movilidad económica, seguir reduciendo la cantidad de familias que viven bajo el nivel de pobreza y creando oportunidades de empleo para las familias que más lo necesitan. Tenemos que creer en la capacidad de transformar; cuando el sueño salga de ellos, es posible y podemos brindar esperanza a otras comunidades de que se puede generar un cambio y que existe el acceso a nuevas oportunidades para todos”, culmina Rivera. Fotos / Suministradas / PSI
El Centro de Transformación y Ayuda a Sobrevivientes de Violencia de Género de la Fundación Sila M. Calderón (Ce-Transforma), abre camino a sus participantes a una nueva vida. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Licenciada María Flores Feliciano, asesora legal del Centro para Puerto Rico Sila M. Calderón y la psicóloga María Urrutia son parte del equipo de trabajo que lidera Ce-Transforma que apoya desde diversos frentes a las participantes. Si tuviera que describirse hoy, Marisol Ríos Falcón diría que es “firmemente libre”. Mucho ha crecido y vivido para poder retratarse de esa forma luego de sobrevivir violencia doméstica “por un año y siete meses”, episodio que marcó el futuro de la carolinense. “Viví con una persona alcohólica que usaba sustancias controladas. Luego que pasó la orden de sacarlo de mi casa, una de las personas que me ayudó en el centro judicial me indicó que fuera a la Oficina de Ayuda legal en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Allí me ofrecieron ayuda sicológica en un centro en Cupey, pero cuando llegué no cualificaba por el lugar donde me estaba quedando. Ellos mismos me hablaron de Ce-Transforma de la Fundación Sila María Calderón. El trabajador social me dijo ‘¿tú conoces el Centro?’, pero le dije que no sabía nada ni participaba de nada allí. Él me dijo ‘pues ahora vas a participar de sus servicios’. Así fue. Me atendieron el mismo día”, relata Ríos su contacto inicial en el 2022. Reconoce que cuando llegó al Centro de Transformación y Ayuda a Sobrevivientes de Violencia de Género, de la Fundación Sila M. Calderón (Ce-Transforma), “estaba bien desesperada, sin saber para dónde coger”, pero recibió el apoyo y la orientación que necesitaba. En julio de 2021 Ce-Transforma nació ante el vertiginoso aumento de casos de violencia de género reportados en la isla. El programa se acerca a este mal social con una mirada comprensiva, integral e informada en trauma, gracias a los servicios que ofrece su equipo interdisciplinario en trabajo social, sicología, intercesoría legal y servicios legales. Con esta oferta apoyan y acompañan a víctimas/sobrevivientes primarias y secundarias de la violencia de género. Ya han atendido 401 participantes provenientes, en su mayoría, de pueblos de la zona metropolitana como San Juan, Bayamón, Guaynabo y Carolina, pero también de Canóvanas, Caguas, Corozal, Toa Alta, Toa Baja, Trujillo Alto y Vega Baja, entre otros. Marisol Ríos Falcón, participante de Ce-Transforma y quien al momento labora en la creación de un módulo de aprendizaje de lenguaje de señas. Ríos recibió respaldo para levantarse con servicios de trabajo social, de sicología, orientación general y económica. Tomó, incluso, cursos de empresarismo para poder brindar sus servicios como intérprete de lenguaje de señas, labor que solía desempeñar en una escuela. “Yo digo que esa es mi segunda casa, esa es mi familia. Yo llego a Ce-Transforma y es como llegar a mi hogar. Ellos no me niegan la ayuda. Con la ayuda de Dios y poniendo todas mis fuerzas pude salir adelante. La sicóloga estuvo mano a mano conmigo en esas terapias que primero eran todos los jueves y luego me fue soltando al ver que me estaba adaptando. La trabajadora social, Diana, me ayudó a coger los cursos de empresarismo. Yo le decía ‘pero es que no tengo el dinero para pagarlos’ y ella me decía ‘te lo estamos dando, aprovéchalo, Marisol’. De verdad que ellos me transformaron la vida, me ayudaron mucho”, confiesa Ríos. De ser una persona insegura, con temor a expresarse y a ser juzgada, hoy no teme hacerlo. “Ya eso no me importa, ahora voy para adelante. Tengo un refrán que dice ‘yo voy a mí’”, dijo la mujer que al momento crea un módulo de lenguaje de señas. “A todas las mujeres que estén pasando por lo mismo les recomiendo que pasen por Ce-Transforma”, dice confiada. PARA ROMPER CICLOS En Ce-Transforma están convencidos de que sus cursos de empresarismo ayudan a viabilizar la independencia económica de sus participantes, una de las primeras protecciones para evitar las relaciones de inequidad y abuso. La otra es el fortalecimiento emocional. “Comencé como sicóloga en Ce-Transforma en el 2022”, dice Alexandra Urrutia, quien al momento tiene 30 casos activos en el programa. Fachada de la “casita” que acoge al Centro de Transformación y Ayuda a Sobrevivientes de Violencia de Género, de la Fundación Sila M. Calderón (Ce-Transforma) fundado en el 2021. “Las participantes que recibimos vienen con situaciones atadas a algún tipo de violencia de género ya sea abuso físico, emocional, económico y sexual. Es difícil decir, pero dar ese primer paso de pedir ayuda es romper con el ciclo. Usualmente estas personas llevan tiempo en relaciones largas dentro de este tipo de violencia, así que dar ese primer paso requiere de mucho valor de romper con la dependencia, el miedo, el estigma y el juicio. Cuando hay menores involucrados, tiende a ser más complicada la toma de decisiones”, asevera la sicóloga. El objetivo inmediato con las participantes es educar y, el segundo, estabilizar. “Educar sobre lo que conlleva romper con el ciclo de violencia y entender que es cíclico y que hay recaídas, es común que quieran regresar con el agresor o regresar a patrones familiares antiguos, aunque no sean saludables. A veces algunas participantes vienen con síntomas atados a la depresión, a la ansiedad, y estabilizar es darle herramientas para que trabajen estos síntomas y conductas”, explica Urrutia. A largo plazo aspiran a lograr “la continuidad”. “Al nosotros ser un centro que nos enfocamos en educar y estabilizar, usualmente los servicios son a corto y mediano plazo, entre seis y ocho meses. Pero hay casos que luego de cumplir con esos objetivos iniciales, requieren de referidos externos para tener continuidad en sus servicios sicológicos después que ya están fuera del ciclo y fuera de peligro”, señala Urrutia. Su experiencia le confirma que “la validación” es una de las herramientas claves al interactuar con participantes que tienen esta vivencia. “Es una estrategia muy común trabajando con poblaciones que experimentan abuso y trauma. La validación es darle a entender que no es culpa de ellos lo que han vivido. Es un componente vital que todo profesional que atiende estas poblaciones debe pulir muy bien. Hay que dejarles saber que no están solos, que este ciclo se rompe y que pueden vivir una vida plena”. Porque llegará el día en que estén de pie nuevamente y Urrutia señala que será notable en “la seguridad, la estima que aumenta y el confiar en su capacidad”. “El ciclo de abuso lo que más trabaja es en hacerte sentir que ‘yo no valgo’, ‘yo no puedo hacer nada por mí misma’, alimentando la dependencia. Así que luego regresan a estudiar, a trabajar, emprenden con ideas de negocios que tienen, cuentan con un mejor manejo de sus estados emocionales, pero más que nada, con la seguridad y la capacidad de sentirse útiles. Los eventos negativos que han pasado no las definen, no importa la edad. Es bonito verlo y ser parte de ese proceso, ahí uno siente que el trabajo está completo. Yo aprendo muchísimo de mis participantes”, puntualiza Urrutia. ¿Necesitas ayuda de Ce-Transforma? Para más información, llama al 787/296-8622, o visita el Centro para Puerto Rico Sila María Calderón, ubicado en la calle Romany 11-13 en el caso urbano de Río Piedras.
El centro con ofrecimientos gratuitos de arte y tecnología ubicado en Santurce, abrió sus puertas al público en la escuela Segundo Ruiz Belvis. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La sede de Casa Kai se encuentra en Santurce y ocupa el edificio centenario del antiguo plantel Segundo Ruíz Belvis. “Entonces, Richard me invitó a un cafecito en su oficina”. La frase provocó risas entre el público todas las veces que los oradores la repitieron a lo largo de la velada; así quedó evidenciado cómo el ejecutivo bancario, Richard Carrión, había enlazado a personas del entorno filantrópico, gubernamental y privado -tanto de la isla como de la diáspora- para que se unieran a la iniciativa que más parece complacerle en esta etapa de su vida: Kai, casa de arte y tecnología. El sueño era ofrecer oportunidades de mejoramiento y esparcimiento a niños, jóvenes y adultos, la zona seleccionada fue Santurce y la sede resultó ser un espacio muy especial en el área. La estructura que hace cien años albergó la escuela Segundo Ruiz Belvis y fue diseñada por el arquitecto Carlos del Valle Zeno, hoy es rebautizada como Casa Kai, luego de una remodelación liderada por el arquitecto Jonathan Marvel. Reportes de prensa registran que la inversión de remodelación rondó los $8 millones. Los ciclos programáticos fuera del horario escolar incluyen arte juvenil para personas de 11 a 18 años respaldados por compañías como Y no había luz o, la vecina compañía, Andanza; y programas vocacionales y de formación profesional para adultos. Nacido y criado en Santurce, el arquitecto Marvel conoce el vecindario y la escuela. En un aparte con Oenegé indicó acerca de la remodelación del edificio que, al aprovechar toda la historia y la arquitectura de la estructura, “no hay que cambiar mucho para hacer este nivel de éxito”. En Casa Kai destacan los salones amplios y los techos altos. “Nos concentramos en no cambiar el exterior, en poner los techos nuevos, pero con las líneas viejas, cambiando las ventajas y las puertas, tratando de poner sistemas nuevos sin dañar el espíritu histórico porque el contraste entre lo viejo y lo nuevo es la magia de aquí”, explicó el arquitecto Marvel quien además celebró el diseño paisajista. En el lenguaje que usaban nuestros taínos, “kai” significa comida. El objetivo es que Casa Kai alimente las posibilidades de desarrollo educativo, económico y cultural de poblaciones a su alrededor con accesos limitados. Según su visión “aspiran a transformar comunidades eliminando barreras y empoderando a los individuos para que desarrollen su máximo potencial y se conviertan en ciudadanos comprometidos y productivos”. Todos los cursos que ofrecen son libres de costo. Solo una cosa es requerida al participante, interés. Lo hacen mediante dos ciclos programáticos fuera del horario escolar: arte juvenil para personas de 11 a 18 años respaldados por compañías como Y no había luz o, la vecina compañía, Andanza; y programas vocacionales y de formación profesional para adultos a través de una alianza con el programa re/Start de Amazon Web Services (AWS) y con el patrocinio del Banco Popular de Puerto Rico. En agenda está los cursos dirigidos a cuidadores de adultos mayores. ¿CASUALIDAD O CAUSALIDAD? "Estos muchachos están viendo cosas feas todos los días y yo quiero que, cuando vengan aquí, vean cosas bonitas que le eleven el espíritu’. Esa filosofía fue la más que me llegó al alma y me inspiró". Richard Carrión Presidente de la organización sin fines de lucro Kai, casa de arte y tecnología Aunque la comunidad conoció el proyecto el pasado 25 de agosto durante una casa abierta, la apertura oficial tuvo lugar el pasado 12 de septiembre en una actividad que contó con el director ejecutivo de Casa Kai, Raúl Aponte, como maestro de ceremonias. Él fue el primero en ser convocado al “cafecito con Richard” con el que comenzó a gestarse el proyecto en el 2018, iniciando en el 2019 sus proyectos piloto. “Queremos alimentar el intelecto y el espíritu de nuestros participantes, dar alimento de conocimiento, de experiencia, de vivencias y, sobre todo, de relaciones, dar las herramientas para que se conviertan en ciudadanos de provecho en el futuro”, dijo Aponte. “El compromiso que hacemos ante ustedes hoy, es que esto continuará siendo una casa donde se va a ofrecer educación libre de costo para nuestras comunidades”, agregó el director de Casa Kai. El presidente de la Fundación Ángel Ramos Roberto Santa María reiteró el apoyo de la institución a esta iniciativa tan alineada con la misión de FAR. Visiblemente satisfecho, Carrión agradeció a sus múltiples colaboradores en el proyecto y contó que en el 2015 se topó con una conferencia en formato Ted Talk ofrecida por Bill Strickland, fundador de la organización Manchester Bidwell Corporation, que al parecer le regaló un nuevo propósito. “Este proyecto nace no sé si por casualidad o por causalidad. Escuché un Ted Talk de Bill y me conmovió, creo que debo haberlo escuchado no menos de 20 veces, anoche lo volví a escuchar y me sigue sacando lágrimas. Enseguida que lo escuché pensé que teníamos que hacer algo así en Puerto Rico porque el modelo atiende dos áreas claves: la educación y la participación laboral”, explicó Carrión. Bill Strickland, fundador de la organización Manchester Bidwell Corporation, dijo presente en la inauguración y contó acerca de su experiencia como joven a quien este tipo de entidad le transformó la vida. Ni siquiera el paso del huracán María detuvo su reunión con Strickland en octubre de 2017 en la sede de su organización situada en Pittsburgh, Pensilvania, modelo que inspira la gestión de Casa Kai. “Bill me dijo algo que siempre se me quedó: ‘todo lo que tú vas a ver aquí, tiene una razón de ser’”- contó Carrión sobre los objetos decorativos en la sede de Manchester Bidwell, “‘estos muchachos están viendo cosas feas todos los días y yo quiero que, cuando vengan aquí, vean cosas bonitas que le eleven el espíritu’. Esa filosofía fue la más que me llegó al alma y me inspiró. Todo ser humano, si se le brinda una oportunidad en un ambiente que promueva esperanza, responsabilidad y excelencia, se van a convertir en ciudadanos comprometidos y productivos. Después de esa visita no me quedó duda de que era importantísimo hacer algo así en Puerto Rico”. Strickland también asistió a la presentación y contó su evolución como un joven sin oportunidades académicas que alcanzó todo lo que no se esperaba de él. Sobreviviente de un trasplante de pulmón, aseguró que todavía hoy ayudar a otros “es oxígeno para mí”. Richard Carrión, quien preside la entidad, se inspiró para el proyecto luego de escuchar una conferencia de famosa serie Ted Talk a cargo de Bill Strickland. La velada contó con figuras de alto perfil en distintos campos, encabezados por el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, acompañado de su prometida, Fabiola Ansótegui Blanc; el alcalde de San Juan, Miguel Romero; el retirado artista urbano, Daddy Yankee, el CPA Roberto Santa María y Laura López, presidente y directora ejecutiva, respetivamente, de la Fundación Ángel Ramos; así como Lymaris Albors y Raúl Russi, CEO y presidente, respetivamente, de Acacia Network, entre otros. Ignacio Álvarez, director ejecutivo del Banco Popular de Puerto Rico y Manuel Cidre, secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio también asistieron al evento. Santa María señaló que su predecesor, el licenciado Rafael Cortés Dapena, recibió “la llamada de Richard” y luego él asistió “al cafecito con Richard” en una etapa en la que ya había maqueta del proyecto. El arquitecto Jonathan Marvel tuvo a su cargo la remodelación de la estructura. “Como todo comienzo, Casa Kai provee una mirada optimista al futuro y nos llena con el entusiasmo que proviene de su infinidad de posibilidades para el éxito académico y el empleo sostenible de jóvenes y adultos, a través de capacitaciones especializadas en distintas áreas. En Puerto Rico no hay muchos espacios como este y, de ser exitoso, que sabemos lo va a ser, se podría replicar en otras comunidades”, dijo Santa María. Agregó que la FAR, en sus 66 años de labor filantrópica en el país, ha atestiguado “el nacimiento de nuevos espacios gestados por la voluntad ciudadana, dispuestos al servicio del país”. “Siempre es y será un privilegio acompañar emprendimientos como este”, aseguró. “El apoyo con el que nos hemos comprometido es una de las aportaciones más grandes que ha hecho la Fundación. Los elementos considerados por nuestra junta para hacer una inversión de esta magnitud fueron varios: cómo amarra el proyecto con la misión de la fundación, cuál era el origen de la idea, quién estaría en el proyecto y cuán sostenible es el proyecto a largo plazo. Estamos confiados en que el proyecto será un éxito a largo plazo debido a la forma en que fue conceptualizado. Les deseamos éxito en esta apertura y en el día a día porque, en lo cotidiano, es donde verdaderamente se transforman vidas”, culminó Santa María. Entre sus auspiciadores principales, Casa Kai cuenta con Fundación Banco Popular, Fundación Ángel Ramos, Acacia Network, Miranda Family Foundation y Municipio de San Juan, entre otras. Si quieres saber más, visita casakai.org. Fotos / Javier del Valle
Esta modalidad de la violencia doméstica es silenciosa, pero igual puede tronchar tu estabilidad y seguridad. Aprende a reconocerla. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La búsqueda de la independencia económica es uno de los objetivos principales de quienes trabajan con mujeres que han enfrentado diversas modalidades de violencia económica y que desconocen la raíz de este tipo de maltrato. Sin recursos económicos no hay estabilidad. La violencia en las relaciones de pareja no solo puede ser física o sicológica, también puede ser económica. Ocurre cuando una parte le limita a la otra el acceso y el conocimiento sobre los asuntos económicos o deja de cumplir con las obligaciones financieras como pago de hipoteca o plan médico, por ejemplo. La Ley Núm. 74-2023 enmendó la Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica (Ley 54), aprobada en el 1989, para incluir esta modalidad. “Este tipo de violencia lleva mucho tiempo pasando, la enmienda del año pasado simplemente la reconoció como algo que tiene nombre y apellido, como otras formas y manifestaciones de la violencia”, resalta la licenciada María Flores Feliciano, asesora legal del Centro para Puerto Rico Sila M. Calderón. La Lcda. Flores Feliciano afirma que el desconocimiento ante esta forma de control y el entendimiento del nivel de manipulación del cual se es objeto dentro de una relación es uno de los primeros obstáculos que deben atravesar antes de desarrollar un plan de acción. “La violencia económica es cualquier tipo de conducta, influencia o chantaje, dentro de una relación consensual, que pueda utilizar una persona en contra de la otra usando sus recursos, entiéndase el dinero, las cuentas bancarias, ocultar información y, sobre todo, que utilice o trate de que pierda su trabajo y pierda su paga”, explica la especialista. Que una parte de la pareja confíe en la otra para la administración de recursos no es el problema, la dificultad tiene lugar cuando no sucede en condiciones saludables. “Entramos en un área gris, no necesariamente está mal que yo decida, informadamente, decirle a mi esposo ‘maneja tú las finanzas porque a ti se te da mejor que a mí’. Algo muy distinto sería que llegue un momento en que yo no tenga conocimiento de los gastos, de los ingresos, de cuánto dinero hay en la cuenta, de si se está pagando la hipoteca. Ahora casi todo es electrónico, y si dejas de tener acceso a las aplicaciones o a las cuentas no sabes cuánto dinero hay, cuántos retiros se hacen. Hay muchos casos en que explota la violencia doméstica por otra situación y, en medio de un proceso de orden de protección, nos enteramos de que la persona está a punto de ser ejecutada porque la pareja, como parte del control, dejó de pagar la hipoteca hace tiempo”, señala Flores. EL ‘AY, BENDITO’ “La violencia económica es cualquier tipo de conducta, influencia o chantaje, dentro de una relación consensual, que pueda utilizar una persona en contra de la otra usando sus recursos, entiéndase el dinero, las cuentas bancarias, ocultar información y, sobre todo, que utilice o trate de que pierda su trabajo y pierda su paga”, explica la especialista”. Lcda. María Flores Feliciano, asesora legal del Centro para Puerto Rico Sila M. Calderón Otro escenario que se inserta en el marco de la violencia económica está vinculado a la pena por las condiciones económicas precarias de un componente de la pareja. Las compras y los pagos de sus deudas pueden llegar a comprometer la salud financiera de la parte que asume ese rol sin controles. “Esa es una de las formas básicas de violencia económica. Soy del criterio de que las manifestaciones de violencia en la pareja no vienen solas, ahí viene un factor sicológico, la manipulación, el ‘ay, bendito, me da pena porque está enfrentando una enfermedad’ o ‘es el vicio’. En esa forma también se utilizan de forma indebida los recursos económicos de la pareja por la razón que sea o bajo la manipulación que sea”. Flores asegura que “estamos hablando de un fenómeno que es mucho más común de lo que uno piensa y mucho más antiguo de lo que pareciera”. “Dentro de los distintos escenarios y manifestaciones, las personas que trabajamos en esto nos hemos dado cuenta de que a esta parte hay que ponerle nombre y apellido porque tiene unas repercusiones directas adicionales a la violencia física y sicológica”, afirma la abogada. AMPARO LEGAL Una víctima de violencia económica puede solicitar remedios al amparo de la Ley 54. La psicóloga Alexandra Urrutia describe el proceso como un enfoque pensado en la continuidad y en el largo plazo, no únicamente en el momento de la emergencia. “Los remedios legales que puedan existir para manejar una situación de violencia económica tienen que ser identificados y solicitados, no necesariamente el tribunal los va a conceder si en medio de una vista el juez o la jueza la identifica. Nosotros como abogados tenemos que ser esa herramienta para decir algo específico, por ejemplo, ‘solicitamos, su señoría, que se le ordene a la parte agresora que no deje de pagar la hipoteca por el término que dure la orden de protección’ o que ‘dentro de los próximos 30 días, dé acceso a sus cuentas de banco’. Nosotros somos claves en solicitar remedios específicos para que un tribunal pueda ordenar algo claro para que la parte agresora cumpla o se abstenga de incurrir en cierta conducta”, señala Flores. El ciclo de violencia económica es posible detenerlo, aunque es un tipo complejo de maltrato. En la mayoría de los casos, las dudas que estimulan su crecimiento surgen del desconocimiento. “Es casi como la violencia sicológica, no necesariamente se ve, el daño es un poco más abstracto y difícil de identificar. Pienso que una persona informada es una persona con poder”. “Es más fácil decirlo que hacerlo, pero le diría a una persona que esté pasando por este proceso o que ya pueda identificar banderas, que poco a poco se vaya apoderando de su información, que no pierda de perspectiva que cada persona tiene todas sus capacidades legales. Ve al banco, identifícate como titular de la cuenta y pide toda la información, que sepan que, si su nombre está ahí, también tiene derecho y empezamos por el derecho a la información. Creo que esa es la llave que abre la puerta para salir de un ciclo donde estás económicamente manipulado. Siempre hay que hacerle caso al instinto. Busquen información y consulten con una persona objetiva”, culmina Flores. ¿QUÉ ES LA VIOLENCIA ECONÓMICA? Conducta ejercida con el fin de: 1-Menoscabar la capacidad financiera presente o futura, la estabilidad económica o la seguridad habitacional y de vivienda a través de amenazas, coerción, fraude, restricción o privación de acceso o uso de cuentas, activos, información financiera, tarjetas de identificación o crédito, dinero o asistencias gubernamentales. 2-Ocultación de información relacionada al pago de renta o hipotecas, o de desalojos forzosos. 3-Ejercicio de influencia indebida en las decisiones o comportamiento o en las decisiones financieras y económicas de una persona. 4-Interferencia en la relación o desempeño laboral de una persona o en su negocio propio. 5-Usar indebidamente los recursos económicos de la persona, incluido el dinero, los activos y el crédito para beneficio propio, y el impedir el acceso a cursos formales de estudios para perjudicar el desempeño académico de la víctima. Fuente: ayudalegalpr.org
El programa de empresarismo escolar Seeds de la organización Friends of Puerto Rico capacita a niños y a jóvenes para que puedan identificar oportunidades de desarrollo. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Angelique Sina, presidenta y cofundadora de la organización, comparte con participantes. Al momento, han impactado unas 30 mil personas. Friends of Puerto Rico quiere hacer realidad el país con el que sueñan. Desde el 2015 la organización sin fines de lucro trabaja para estimular el desarrollo económico de los habitantes de nuestro archipiélago mediante iniciativas de empresarismo, educación y la creación de oportunidades principalmente para niñas y mujeres, sin descartar a los niños, adolescentes y adultos tanto en el oeste como en la capital. “Somos una comunidad de personas que queremos vivir en el Puerto Rico que deseamos, un Puerto Rico en el que los niños puedan tener el máximo aprovechamiento de las oportunidades, en donde no hay pobreza, hay actividad económica, somos saludables y nuestros sueños se hacen realidad. Esa es la esencia. Ya hemos impactado sobre 30,000 personas, según registramos en el 2018, así que hoy son muchos más”, describe la presidenta y cofundadora, Angelique Sina. La tarea es monumental, pero paso a paso van impactando vidas y añadiéndole nuevos rostros al gran retrato de Puerto Rico que pintan. “Este proyecto es importante porque no podemos cambiarlo todo, pero sí estamos enfocados en servir a comunidades que muchas veces están rezagadas y en trabajar con niños y familias para que pueda haber desarrollo económico y desarrollo social”, agrega Sina sobre el modelo que incluye al núcleo familiar completo. Grupo de graduandos del programa Seeds junto a sus madres. “Empezamos impactando a niños de nueve años en adelante y trabajamos para que tengan destrezas del siglo XXI, es decir, que puedan entender qué es el dinero, cómo se trabaja, cómo se gana, cómo se ahorra, cómo pueden comunicarse, tener una cuenta de banco, hablarle a un extraño para hacer una venta o una negociación. Tenemos un programa de empresarismo juvenil que se llama Seeds (Semillas). Friends of Puerto Rico nació en Washington D.C., yo era parte de la diáspora y ahora vivo aquí. Muchas de las personas que nos apoyan todavía están fuera de la isla”, dice la egresada de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla y de la McDonough School of Business de Georgetown University en la capital federal. Seeds trabaja el niño, que consideran la raíz, para luego impactar a sus padres. Laboran con madres, muchas de ellas jefas de familia, a las que buscan inculcarle destrezas de emprendimiento, comunicación y tecnología. Los programas también están abiertos a varones. VAMOS PA’ LA ESCUELA El acercamiento de Friends of Puerto Rico ocurre de dos formas: las comunidades acuden a sus sedes en Aguadilla, en el tercer piso de la antigua pista de patinaje, y en LunaSpeiz, espacio en la calle Luna en el Viejo San Juan, o sus recursos visitan a las escuelas. “Somos una comunidad de personas que queremos vivir en el Puerto Rico que deseamos, un Puerto Rico en el que los niños puedan tener el máximo aprovechamiento de las oportunidades, en donde no hay pobreza, hay actividad económica, somos saludables y nuestros sueños se hacen realidad. Esa es la esencia". Angelique Sina Presidenta y cofundadora de Friends of Puerto Rico “Aunque contamos con un Centro Empresarial para la Mujer en San Juan que cubre el área metropolitana, estamos basados en una oficina en Aguadilla porque las comunidades están rezagadas, los fondos para iniciativas educativas no necesariamente llegan acá. Desde Aguadilla impactamos a San Sebastián, Las Marías, Rincón, Aguada, Aguadilla e Isabela, que es un pedacito de la isla que está bastante olvidado. Llevamos programas educativos que sean emocionantes y divertidos, pero la fórmula de éxito es que vamos a las escuelas y adiestramos a maestros y consejeros para que puedan cofacilitar el curso. También hacemos talleres fuera de horas laborables para que los padres participen, esa es la mejor forma de llegar a la comunidad”, expone Sina y menciona a Aixa Rodríguez como recurso principal. El programa educativo que comenzaron en escuela elemental ya fue expandido hasta escuela superior. Una de sus iniciativas es Pioneras, en la que las niñas van conociendo sobre carreras de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), porque Sina afirma que “es donde menos representación hay”. “Está bien que aspires a hacer uñas y a tener un salón de belleza, pero ¿alguien te habló de que tú puedes ser ingeniera? El otro programa se llama Escalera, y ahí los vamos preparando para la universidad. Si queremos jóvenes que se queden en Puerto Rico o que regresen a trabajar y a vivir, porque puede ser que en 10 años aquí no haya gente joven, necesitamos prepararlos para que puedan ir a estudiar fuera o en Puerto Rico, recibir una beca y luego encontrar un trabajo o crear uno. Escalera ayuda a prepararlo de manera estratégica para que descubra qué yo quiero estudiar y por qué. Se les da mentoría uno a uno a todos los estudiantes, les ayudamos a diseñar el resumé, todas esas estrategias que ayudan a que puedas ser aceptado en las universidades”, dice Sina. A los padres se le brindan talleres en temas de autoempleo, cómo buscar ingresos después de los 50, manejo de finanzas, ahorro y mercadeo. “Nuestras oficinas son centros empresariales, estamos ocho semanas con los cursos, pero damos acompañamiento uno a uno que muchas veces es más efectivo porque ¿quién te da ese empuje que necesitas cuando tomas un curso en YouTube?”. El empresarismo y la conexión con la naturaleza son dos elementos clave en las enseñanzas que los participantes reciben a través de Friends of Puerto Rico. A las puertas de sus primeros diez años han realizado ajustes para que el servicio evolucione según las necesidades que encuentran en sus participantes. Antes de que Friends for Puerto Rico brindara servicio directo, otorgaban fondos a otras organizaciones sin fines de lucro. El cambio fue orgánico. “No me arrepiento de cómo empezamos. En Washington teníamos mucho acceso a personas que querían cumplir filantrópicamente con la isla, fuimos grantmakers hasta que llegó la pandemia. Creo que lo más maravilloso ha sido tener un equipo de trabajo en Puerto Rico y dar servicio directo. Parte de lo que a mí me motiva para hacer esto es que no hay tanta oportunidad si tú vives fuera de San Juan, pero la motivación más grande es tener un equipo que conoce la comunidad, que cuando hay un problema nos llaman para ver cómo podemos ayudar. Lo mejor es tener esa fórmula de un equipo bien capacitado que decide trabajar con nosotros para impactar las comunidades, porque los problemas nos afectan a todos”, culmina Sina, quien vive en Aguadilla. ¿Quieres saber más de esta organización? Visita friendsofpuertorico.org o sus redes sociales bajo @friendsofpr. Fotos / Suministradas