Las aulas sin paredes donde el proyecto trabaja en Peñuelas han atestiguado la evolución de sus participantes, pues alcanzan un mayor bienestar. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Los psicólogos Eduardo Lugo y Helga Maldonado, cofundadores del proyecto Aula en la Montaña que labora en Peñuelas. Foto / Suministrada Cuando los niños y los adolescentes participantes del programa Aula en la Montaña eran sorprendidos por nubes cargadas de lluvia o por truenos mientras trabajaban bajo carpas, se desesperaban al punto de que había que concluir la actividad y brindarles apoyo. Hoy la reacción ya no es la misma. ¿Por qué? Te contamos. Aula en la Montaña nació en el 2020. Es un proyecto cobijado bajo la organización Impacto Juventud -establecida por el profesor Eduardo Lugo- y respalda el desarrollo educativo, social y emocional de la comunidad Rucio, en el sector Quebradillas de Peñuelas. Distante, sin agua potable, señal de internet o energía eléctrica estable, está integrada por unas 60 personas, distribuidas entre 25 familias. La organización trabaja con 18 menores de edad desde el 2021. Helga Maldonado conoció a la comunidad Rucio durante los trabajos voluntarios realizados luego del huracán María y siguió en contacto con su lideresa comunitaria, Minerva de Jesús. Junto al profesor Lugo regresaron a apoyarlos en la pandemia por COVID-19 y los residentes les expresaron su preocupación por el rezago educativo de los niños. “Decidimos apoyar la parte educativa, pero cuando nos sentamos con el grupo de voluntarias, con los nenes y las nenas, vimos que venían nubes negras o lucía como que iba a llover y ellos comenzaban a tener unas manifestaciones emocionales bien fuertes y difíciles, entraban en ataques de pánico, salían corriendo, teníamos que parar todo para abrazarles y llevarlos a sus casas. La preparación del doctor Eduardo Lugo y la mía es en psicología, así que decidimos ayudarles”, explica Maldonado, codirectora junto a Lugo de Aula en la Montaña. “Apoyamos a la niñez para que pueda fortalecerse y lograr que tengan éxito en distintas áreas de su vida”. Pronto se percataron de que procurar un encuentro tradicional entre psicólogo y paciente pediátrico no funcionaría en la zona “por los mitos que hay con la salud mental”. “Los papás dijeron que ‘no’, así que empezamos a integrar el bienestar de otras maneras y ahí es que se añade el componente de arte, de bomba, de agroecología, de actividad física para lograr este bienestar en un escenario no tradicional de terapia. Los nenes y nenas han aprendido a usar técnicas para calmar su ansiedad, han aprendido a respirar, a usar la tierra y el baile que son destrezas que trabajan en Aula y las llevan a otros espacios como la escuela; ante situaciones estresantes sus papás nos dicen que las usan. Ahora cuando vienen las nubes negras, y aún en medio de la lluvia, ya no tienen las manifestaciones conductuales que veíamos al principio y hasta logramos terminar los servicios en medio de la lluvia. Quien no haya visto esto antes, no entiende el gran logro que representa para nosotros”, subraya Maldonado. Tras superar ese primer escollo y ganar la confianza de la comunidad, ampliaron sus servicios bajo las aulas abiertas: mesas y sillas bajo carpas, con árboles y montañas como “paredes”. Aula en la Montaña siguió identificando retos. RUTINA SABATINA Cada sábado, en horario de 9:30 a.m. a 1:00 p.m., el programa de Aula en la Montaña trabaja en la comunidad que no cuenta con un parque o un salón comunitario. Al momento atienden menores desde los 2 hasta los 17 años. Trabajos creados por los participantes durante el taller que brinda el programa Educarte, a cargo de la organización Siempre Vivas Metro. Foto / Suministrada “Ellos enfrentan diversos retos como los geográficos y estructurales, además de la pobreza extrema en la que viven. La comunidad es en Peñuelas, pero algunos estudian en Adjuntas porque les queda más cerca, el hospital más cercano queda a una hora y en la pandemia los nenes tenían que llegar hasta un puente, donde había señal de internet, para recibir las asignaciones o enviarlas de vuelta a los maestros. Apoyamos a la niñez para que pueda fortalecerse y lograr que tengan éxito en distintas áreas de su vida”, sostiene la codirectora del proyecto. Una de esas iniciativas es el proyecto Educarte, en alianza con el Programa Siempre Vivas Metro, de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, en el que el arte es usado como herramienta principal para trabajar diversos temas educativos y sociales como la prevención de la violencia. “Los cambios han sido bien evidentes, nuestro trabajo nació de la preocupación de la comunidad por la educación de los niños y fue cambiando porque los nenes estaban sin acompañamiento. La mayoría de los adultos de la comunidad tienen un promedio de sexto grado y no saben ni leer ni escribir. Ellos son generosos, son ricos en tantas otras cosas, aman tanto a la niñez, la sostienen y eso es invaluable”, celebra Maldonado. Para la profesional de la psicología, Aula en la Montaña “ha sido una escuela querida” en su carácter personal. “Somos más de 60 voluntarios y han sido cientos en el camino, y ninguno cobramos por lo que hacemos, pero las ganancias emocionales, profesionales y personales que tenemos, lo que nos enseña la comunidad, la valentía y la alegría con la que todos los días enfrentan la vida es algo que me mueve. No importa lo complicada que esté mi vida, yo tengo que sacar tiempo para Aula en la Montaña”, finaliza Maldonado. Entérate de más detalles de la labor de Aula en la Montaña en su página de Facebook, @Aula en la Montaña. Fotos: Suministrada
Para La Naturaleza retoma la experiencia educativa para menores de edad en sus distintas propiedades en la isla. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Desconectar a tus niños y jóvenes del mundo virtual y aproximarlos a nuestros ecosistemas de forma divertida es una meta. ¿La segunda? Formar líderes que sus pares aspiren a seguir. Eso persiguen los Talleres de Inmersión que hace tres décadas ofrece Para La Naturaleza (PLN). Este verano la organización retoma este evento educativo veraniego en su Nivel 1, para participantes entre los 9 y 12 años y, el Nivel 2, para jóvenes entre las edades de 13 a 17 años. Los costos incluyen todas las comidas, las meriendas y las estadías, muchas veces acampando con sus líderes. Los Talleres de Inmersión se realizarán en propiedades de PLN ubicadas en cuatro regiones: Región Metro-Centro en el Área Natural Protegida Antiguo Acueducto del río Piedras en San Juan; Región Sur, en el Área Natural Protegida Hacienda Buena Vista, en Ponce; Región Norte en la Reserva Natural Hacienda La Esperanza, en Manatí; y Región Este en el Área Natural Protegida Medio Mundo-Daguao, en Ceiba. Los participantes de un taller inmersión de Para la Naturaleza no podrán repetir la experiencia, solo asistir a los talleres en otras zonas de la isla. Foto / Suministrada “La reacción es evidente, en una semana tú ves la diferencia en ellos, pasan toda la semana desconectados de lo electrónico y conectados con la naturaleza y con sus líderes que les hacen el día súper interesante. ¿Y quiénes son los líderes?: niños que fueron participantes. Los líderes se convierten en los modelos de estos niños”, explica la maestra Esther Díaz, consultora educativa del Taller de Inmersión desde sus inicios, cuando fue desarrollado en colaboración con la arborista, Myrna Robles y la profesora de teatro, María Vilches. “La experiencia es buena y segura. Normalmente la propiedad está dedicada esa semana al taller, está el personal de la propiedad, estoy yo, que voy a todos los talleres, y están los lideres que son adultos hasta 23 años. Ellos reciben mucho adiestramiento antes en temas de psicología, en las cualidades de los niños, cómo manejar situaciones con ellos, en primeros auxilios y trabajan en grupos pequeños”, dice sobre la matrícula que es de 20 niños por taller, divididos en cuatro grupos de cinco participantes con tres o cuatro líderes asignados a cada uno. Todos realizan la misma actividad, en el mismo lugar, de forma simultánea. En algunos participantes despierta el interés por las ciencias luego de los talleres, pero “el objetivo principal es que conozcan la naturaleza, que se enamoren de ella y entonces decidan que debemos ayudarla”. TIERRA QUERIDA Las experiencias van dirigidas a que conozcan el valor de los recursos de la región donde están durante el taller. “Cada propiedad tiene sus encantos y cada taller es bien diferente al otro, los valores no son iguales. Estamos buscando que ellos analicen las formas en que pueden contribuir con los esfuerzos de conservación y de preservación de lugares que tienen valor ecológico, científico, histórico, educativo, cultural, estético y otros valores como el respeto por todas las formas de vida, por el compañero, por el adulto, por todo lo que tengo alrededor, hasta por las flores”, propone Díaz. Sin embargo, esa no es el único objetivo. “Nuestro foco mayor es el desarrollo de líderes”, asegura, “que ese líder se convierta en modelo de otros, un líder que respete la naturaleza, a todos los seres humanos, que muestre conocimiento y deseo de ayudar”. “Entre más feliz y seguro se sienta, mientras más cómodo esté, mejor experiencia tiene el participante. Cada taller se toma una sola vez y ellos lo saben desde el primer día”. Los participantes se exponen a la siembra, a investigaciones científicas, limpieza de áreas, realizan presentaciones artísticas, trabajo voluntario, visitan proyectos comunitarios que están trabajando, por ejemplo, la agroecología, se les invita a procurar una buena alimentación sin dañar el medioambiente. “Queremos que adquieran conocimientos y que conozcan a otros que lo han obtenido y que sean un modelo para ellos”, dice la coordinadora educativa. Al inicio del taller se administra una sencilla prueba para validar el conocimiento de los participantes y se repite al final para auscultar su aprendizaje en los temas trabajados. Además, diariamente se evalúa qué cosas aprendieron y qué cosas disfrutaron, para realizar ajustes a las necesidades de cada participante, incluso si no pueden leer o escribir. Cuando acaba el taller se realiza una actividad bautizada, “El compromiso”, en la que los participantes “hacen público su deseo de contribuir con la conservación de nuestros espacios naturales, pero esa conservación comienza con ellos mismos, con su buena alimentación”. “Entre más feliz y seguro se sienta, mientras más cómodo esté, mejor experiencia tiene el participante. Cada taller se toma una sola vez y ellos lo saben desde el primer día. Ellos se quedan cinco días con nosotros comiendo, durmiendo, acampando, sembrando, haciendo kayak, rappelling, caminatas, aprendemos destrezas de supervivencias y hacemos recorridos nocturnos para escuchar la naturaleza”, enumera Díaz. Dichas caminatas suelen provocar temor en principio, y luego los participantes consignan por escrito “sentí miedo y lo vencí”. “Eso nos llena de mucho placer porque le estamos dando seguridad a alguien. Otras veces escriben, ‘pensé que no lo iba a lograr y lo logré’, cuando entramos a una cueva, caminamos a oscuras y dependemos de la mano del otro”, menciona Díaz secuelas de las vivencias educativas. Si estás interesado en la actividad, comunícate a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. document.getElementById('cloak1abd5c1ccd16e359292c7c76cc171daf').innerHTML = ''; var prefix = 'ma' + 'il' + 'to'; var path = 'hr' + 'ef' + '='; var addy1abd5c1ccd16e359292c7c76cc171daf = 'info' + '@'; addy1abd5c1ccd16e359292c7c76cc171daf = addy1abd5c1ccd16e359292c7c76cc171daf + 'paralanaturaleza' + '.' + 'org'; var addy_text1abd5c1ccd16e359292c7c76cc171daf = 'info' + '@' + 'paralanaturaleza' + '.' + 'org';document.getElementById('cloak1abd5c1ccd16e359292c7c76cc171daf').innerHTML += ''+addy_text1abd5c1ccd16e359292c7c76cc171daf+''; , Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. 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Fotos / Suministradas CALENDARIO: Antiguo Acueducto del río Piedras (9 a 12 años) Fecha del Taller: 12 al 16 de junio de 2023 Fecha límite de entrega de documentos: 20 de mayo de 2023 Hacienda Buena Vista (13 a 17 años) Fecha del Taller: 19 al 23 de junio de 2023 Fecha límite de entrega de documentos: 20 de mayo de 2023 Hacienda La Esperanza (9 a 12 años) Fecha del Taller: 5 al 9 de junio de 2023 Fecha límite de entrega de documentos: 20 de mayo de 2023 Medio Mundo-Daguao (13 a 17 años) Fecha del Taller: 17 al 21 de julio de 2023 Fecha límite de entrega de documentos: 24 de junio de 2023
El Joven del Año 2023 de la organización Boys & Girls Clubs está listo para construir su camino. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Jeshua González pertenece al Club de Mayagüez de Boys & Girls Clubs. Foto / Suministrada Ni es tímido, ni es pretencioso el Joven del Año 2023 de Boys & Girls Clubs. Si algo es Jeshua González es un joven seguro de sí mismo, aunque no siempre fue así. “¿Con quién hablo?”, pregunto tras el saludo en nuestra entrevista telefónica. “Con Jeshua González Colón, el Joven del Año 2023 de Boys & Girls Clubs”, explica con orgullo y lo próximo que escuchas es su carcajada sonora. González Colón tiene 17 años, cursa el undécimo grado en la escuela superior Eugenio María de Hostos en Mayagüez y ha recorrido un accidentado camino antes de celebrar su triunfo en la tarima del Distrito T-Mobile en Miramar. Fue criado por su abuela Iris Toro, pero durante su adolescencia debió ser trasladado a un hogar del Departamento de la Familia en Ceiba. Después regresó a su ciudad natal, donde ingresó al Club de Mayagüez de Boys & Girls Clubs, espacio en el que se ha desarrollado como estudiante y ser humano gracias al apoyo emocional, las tutorías, actividades físicas, programas de apoyo postsecundario y liderazgo que ha aprovechado. ¡Ganador! Jeshua González es seleccionado Joven del Año 2023 de Boys & Girls Clubs. Foto / Suministrada Sus emotivas primeras palabras al ganar fueron “abuela, te amo” y agregó en su discurso que “toda mi vida yo me había sentido en una montaña rusa, estaba luchando con todas las circunstancias que se planteaban en mi vida y vivía en una ilusión de que el mundo estaba en mi contra, pero ¿adivinen qué? Desperté de esa ilusión”. Todavía la vivencia le parece un sueño. “Yo no lo podía creer”, acepta el joven, “porque a veces uno desea tanto y tanto algo que cuando uno lo obtiene es como que ‘diantre, me pasó no puedo creerlo’. Realmente a mí me pasaba por la mente la alegría que iba a traer al Club, las vivencias, todas las oportunidades que van a venir despues del puesto que ahora tengo. Estuve agradeciéndole a Dios sobre todas las cosas; yo estuve cruzando los dedos y pidiéndole en todo momento que ganara. Lo primero que pensé fue ‘Dios, si me pudiste poner aquí yo sé que puedo ganar en Estados Unidos’. Fue una experiencia que me impactó mucho”, reconoce. “Si yo no creo en mí, nadie lo hará y, si yo creo en mí, quién contra mí”. En esos momentos tuvo tiempo de hacer un ligero balance de su corta trayectoria. “No he pasado por las mejores cosas en mi vida, pero esto fue un golpe de realidad, como que ‘Mira Jeshua, las cosas que estás haciendo, están trayendo frutos buenos’ y sobre todo estuve agradeciéndole a la organización porque siempre me han dado lo mejor de lo mejor y gracias a ellos soy el líder que soy hoy en día. Si no fuera por Boys & Girls, yo no hubiera tenido esta experiencia jamás en mi vida”. LA FAVORITA Sin duda, quien más le aplaude cada logro es su abuela Iris. “Ella no se lo puede ni creer, es mi abuela de crianza, ella crió a mi mamá, pero es mi abuela donde sea, es la mujer que más amo en mi vida. Sinceramente ella se disfrutó esto más que yo, ella empezó a llorar, empezó a brincar, sentía que todo lo que había impuesto en mí, toda la crianza, los regaños, la enseñanza, dieron frutos. Se dio cuenta de que todo lo que había hecho tenía un propósito que fue logrado: que yo me superara y que fuera la mejor versión de mí”, afirma. Otra persona especial en su vida es Yashira, una de sus cuidadoras en el hogar donde residió en Ceiba. “Ya no me acuerdo de su apellido, pero al día de hoy yo le pido la bendición, ella es mi segunda madre. Nunca me dejó caer. Le digo “mami” porque me ayudó un montón, siempre estuvo para mí. Yo me sentía solo, era mi primera vez en el hogar y ella fue mi mamá, me aferré a ella, todo se lo decía, le pedía consejos, me motivaba de una manera indescriptible, por eso yo digo que allá afuera en el mundo hay alguien que está dispuesto a ayudarte y a desarrollarte al máximo”, reflexiona convencido. Si tuviera que empezar de cero nuevamente en su vida, “sería todo lo opuesto a lo que fui en mi pasado”. “Tendría más ganas, mayor enfoque, un pensamiento diferente a lo que tiene que ser la vida. No me gusta olvidar el pasado porque gracias a él soy la persona que soy hoy, pero siento que sería una persona más dedicada, más responsable y con una visión y una seguridad diferentes”, confiesa. González está alerta, tiene muy claro un error que no vuelve a cometer. ¿Cuál es? “Ay, dudar de mí, en su momento eso fue algo que me restó mucho y, después de retomar mi vida en el Club, de estar más enfocado, me di cuenta de que con motivación y esfuerzo puedo lograr todo en mi vida. Si yo no creo en mí, nadie lo hará y, si yo creo en mí, quién contra mí. ¿Me entiendes? Dudar fue un error que cometí en el pasado muchas veces, pensaba que no iba a llegar a nada por lo que era mi vida, por lo que era el pasado, pero después de este golpe de realidad voy con el mayor empuje, si antes tenía ganas de salir adelante ahora tengo el doble”, afirmó. Sin embargo, sus amigos cercanos siempre creyeron en su potencial. “Ahora vieron cómo me superé y quieren superarse, me lo han dejado saber —‘acho, yo quiero apuntarme en eso’, ‘yo quiero ser el próximo’— están más apegados a mí y me enorgullece ser ejemplo de motivación. Una de las cosas a las que aspiro es a ser ejemplo de motivación y enseñanza”. Grupo de finalistas de cada club de Boys & Girls Clubs y el ganador del Joven del Año 2023, Jeshua González. Foto / Suministrada El joven sabe que vive un momento crucial en su vida. “Lo que estoy haciendo me ayudará a ser la persona que seré en el futuro y, si sigo como voy de la mano de la organización, con las cosas que estoy haciendo, trabajando y aprendiendo, sé que voy a llegar muy lejos y tendré un futuro brillante, sin olvidar mis raíces y las personas que me ayudaron a ser quien soy”, promete. De pequeño quería ser abogado y ahora aspira educarse en la comunicación pública. “Quiero estudiar relaciones internacionales y comunicación global, a ver si hago una concentración en periodismo o en comunicación integral; todo lo que sea para cambiar el mundo y aportar mi granito de arena”, dice el residente en la urbanización Río Cristal en Mayagüez. El Joven del Año 2023 quiere que otros aspiren a más, como él se atrevió un día. “Lo que yo recomiendo es que crean en sí mismos, nunca se rindan y que no esperen a que las cosas lleguen a donde ellos, que busquen las cosas. Hay muchas personas dispuestas a desarrollarte. Somos como la piedra del oro, tenemos que pasar por el fuego para brillar y relucir. Hay muchas organizaciones que pueden ayudarnos a llegar a nuestra meta más rápido y, aunque no lo crean, más fácil, con el apoyo de mentores y líderes. Crea, inspírate, no dejes de soñar y sueña en grande, ten metas y esa ambición de que ‘lo voy a lograr’. Boys & Girls Clubs provee las herramientas para facilitarte el camino. Para mí no hay nada mejor que creer en uno mismo”, dice González antes de despedirse. Su futuro lo construye hoy. Fotos / Suministradas
Jeshua González fue seleccionado como portavoz y representante de los más de 12,000 menores de edad que atiende la organización sin fines de lucro en Puerto Rico. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Finalistas destacados y el ganador del Joven del Año 2023, Jeshua González, junto a algunos integrantes del jurado. Foto / Suministrada “Yo te lo puedo describir, pero hasta que tú no lo escuches no nos vas a creer”, advierte Roberto López, asesor postsecundario del Club de Mayagüez de la organización de base comunitaria Boys & Girls Clubs. Habla de uno de los tesoros de la unidad mayagüezana de la organización, Jeshua González, quien fue seleccionado Joven del Año 2023, galardón que reconoce el liderazgo de jóvenes destacados en las distintas unidades de la organización, así como su contribución a su familia, escuela, comunidad y, por supuesto, a su Club. Ahora el alumno de 17 años de la escuela superior Eugenio María de Hostos de Mayagüez, será el representante de la niñez y la juventud puertorriqueña en el certamen que Boys & Girls Clubs realiza en Estados Unidos. También recibió becas e incentivos económicos. Jieshua Claudio, finalista al premio y representante del Club de San Lorenzo. Foto / Suministrada “Jeshua es un chico empático, le gusta ayudar en todo momento, le gustan las comunicaciones, se sabe expresar muy bien, le gusta luchar por los derechos de los demás, si ve que hay algo injusto le gusta luchar hasta lograr algo diferente. Él pasó por necesidades y le gusta ayudar a los nuevos chicos. Es bien amistoso, tiene una voz fuerte, una sonrisa y forma de ser pegajosa. Cuando hables con él, te va a encantar”, asegura confiado el líder que además celebra el orgullo de que Mayagüez cuente de nuevo con un ganador del “Joven del Año”. “Nosotros trabajamos con grandes ansias para darles lo mejor y para que ellos sobresalgan. Estamos muy orgullosos de que nuestro chico haya salido con la victoria, tenía las aptitudes para ser el ganador”, afirma López. “Con su testimonio, desde sus ensayos hasta su discurso y entrevista con el jurado, Jeshua demostró ser un joven especial”. Y González venció en una emocionante ceremonia de premiación, enmarcada en la celebración del 55 aniversario de Boys & Girls Clubs, que se realizó el pasado abril en el Distrito T-Mobile en Miramar. En tarima le acompañaban otros jóvenes especiales, finalistas de distintos clubes de la organización: Sofía Flores, del Club de Aguas Buenas; Luis Nieves, del Club de Arecibo; Jeremy Lorenzo, del Club de Bayamón; Joediel Reyes, del Club de Carolina; Aracelys Soto, del Club de Isabela; Xavier Malavé, del Club de Las Margaritas; Jandiel Allende, del Club de Loíza; Girayshelee Marie, del Club de Luis Llorens Torres; y Jieshua Claudio, del Club de San Lorenzo. UN JOVEN ESPECIAL Seis profesionales de diversos sectores seleccionaron a González ganador, entre ellas Rubiam Martínez, oficial de Programas de la Fundación Ángel Ramos, además de Luis Alemañy, presidente del Banco de Desarrollo Económico; Nitza Morán, senadora del Distrito 1 de San Juan; José Carreño, gerente general de Toyota Financial Services; Peter Santiago, vicepresidente de operaciones de Tote Maritime; y Laura García Daniel, directora ejecutiva de Operaciones de College Board América Latina. La ceremonia de premiación, realizada en el Distrito T-Mobile en Miramar, estuvo enmarcada en el aniversario 55 de Boys & Girls Clubs en Puerto Rico. Foto / Suministrada Como parte de la evaluación, los jóvenes finalistas presentaron sus historias de superación y fueron entrevistados por el jurado. “Es importante reconocer historias de éxito como la de Jeshua González, del Club de Mayagüez, porque son inspiradoras y validan que es posible superar adversidades y desarrollar el máximo potencial de nuestros niños y jóvenes. Con su testimonio, desde sus ensayos hasta su discurso y entrevista con el jurado, Jeshua demostró ser un joven especial. Transmitió liderazgo, confianza, resiliencia, compromiso, empatía y un deseo auténtico de superación y de ser portavoz de la juventud. Con estas cualidades, mucho esfuerzo y dedicación, podrá alcanzar todo lo que se proponga”, vaticinó Martínez de FAR. Sobre la competencia Joven del Año opinó que propone “una oportunidad extraordinaria para que los jóvenes participantes de los clubes puedan exponer sus cualidades de liderazgo, desempeño escolar y servicio a la comunidad”. “Todos los candidatos de este año tienen historias de vida extraordinarias. Cada uno ha demostrado determinación para sobrepasar grandes retos, descubrir sus talentos, y desarrollar atributos que aportarán a su crecimiento como individuos y como agentes de cambio en sus comunidades. Todos son ejemplo de que hay jóvenes con un interés genuino en hacer la diferencia en nuestra sociedad”, resaltó la oficial de programas. Jeshua González celebra su triunfo al ser designado como Joven del Año 2023 de los Boys & Girls Clubs. Foto / Suministrada De otra parte, la presidenta de Boys & Girls Clubs en Puerto Rico, Olga Ramos Carrasquillo, expresó el orgullo por seleccionar “el nuevo representante y portavoz de los más de 12,000 niños, niñas y jóvenes impactados por nuestra organización anualmente”. “Los 10 jóvenes finalistas y representantes de nuestros centros de servicio o Clubes, desde Mayagüez hasta Vieques, son el ejemplo vivo de la perseverancia. Crecieron en ambientes marginados que no promueven un desarrollo positivo, en entornos inseguros, en familias sin estabilidad económica, enfrentando desafíos inimaginables. Sin embargo, buscamos transformar sus vidas para que tengan la motivación y el deseo de superarse. Los apoyamos en el camino hacia el éxito y en la continuación de sus metas, y ellos lo están logrando”, declaró satisfecha Ramos quien además agradeció el compromiso de los aliados, colaboradores e inversionistas de la organización, así como del jurado que participa en el certamen. El evento se transmitió simultáneamente en www.bgcpr.org y en Facebook @Boys&GirlsClubdePuertoRico, donde puedes conocer más sobre la labor de la organización. Fotos / Suministradas
La validez de los modelos bigeneracionales que usan algunas organizaciones sin fines de lucro fue puesta a prueba durante un simposio generado por el Instituto del Desarrollo de la Juventud Por Tatiana Pérez Rivera : Oenegé Participan del panel "Oportunidades de Modelos Bigeneracionales en las agencias de gobierno", desde la izquierda, Mariamelia Sueiro Álvarez, ayudante especial del Programa de Desarrollo Laboral del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio; Roberto Carlos Pagán, administrador de ACUDEN; y Andrea Irizarry, directora de la Oficina para la Integración de la Familia y la Comunidad del Departamento de Educación. Foto / Facebook / IDJ A las organizaciones dedicadas a trabajar directamente con jóvenes —Proyecto Nacer y Vimenti— la implementación de modelos bigeneracionales les ha funcionado a lo largo de 23 y cinco años, respectivamente. Reducir la pobreza infantil en Puerto Rico ha requerido que algunas organizaciones sin fines de lucro hayan incorporado a sus prácticas estos modelos de apoyo a dos —y hasta tres— generaciones familiares, para lograr una transformación amplia en el núcleo del menor. En Estados Unidos, también ha sido la experiencia de la organización Avance, con sede en Texas, que acumula cinco décadas de trayectoria. Anayra Túa, directora de Proyecto Nacer, junto a una de las participantes del programa. Foto / Facebook / IDJ También llamado como “2Gen”, el modelo tiene como elementos básicos definir la familia como un todo y atender sus necesidades de forma integrada, así como garantizar equidad para trabajar su diversidad de necesidades. En Puerto Rico, cuando estas dos organizaciones reclutan un nuevo participante, matriculan en sus servicios también a los padres y abuelos, definen juntos un plan de desarrollo en las áreas más débiles -desempleo, condiciones de salud o culminación de estudios, entre otras- y los acompañan en el proceso de completarlo para que los todos los componentes de la familia progresen. Familia participante de los servicios del Proyecto Nacer comparte su testimonio de desarrollo. Foto / Facebook / IDJ Anayra Túa, directora de Proyecto Nacer, organización que sirve a padres adolescentes en la zona de Bayamón desde el año 2000, explicó durante su participación en el panel “Modelos 2G en la práctica”, que utilizan el modelo de tres generaciones ya que incluyen a los abuelos de los menores que se enfrentan a la encrucijada de criar a sus hijos. Su modelo de incubadora de familias se basa en cinco pilares: paternidad responsable, familias resilientes, proveedores asiduos, aprendices persistentes y ciudadanos capaces. Destacó que el 54% de las familias tienen a la cabeza a una madre soltera y que las alianzas son fundamentales para abordar las áreas de salud, educación y economía. “Aunque estos datos tienen números, también tienen cara de gente”, subrayó sobre las estadísticas. “Es significativo que con proyectos como este muevas indicadores importantes, pero tienes que ser capaz de adaptarte, de escuchar y usar los datos para saber hacia dónde nos podemos mover”. Por su parte Sonia Domínguez, directora de Operaciones de Avance, en Texas, destacó el aislamiento que caracteriza a las familias que sirven, la mayoría compuesta por indocumentados. El trabajo comunitario que responde a las necesidades específicas de las familias les gana confianza y les abre puertas para atravesar sus cerrados núcleos. “Pienso que todos hemos coincidido en que escuchar a las familias es bien importante”, afirmó Bárbara Rivera, directora ejecutiva de la escuela pública alianza Vimenti, que comenzó en el residencial Ernesto Ramos Antonini en San Juan. “Podemos pensar en expertos, pero los expertos son la familia, ellos son los que están viviendo las situaciones así que utilizar modelos que nos permitan escucharla es importante para comenzar. No podemos sentarnos desde la academia únicamente, hay que ir y validar las vivencias porque cada comunidad es diferente y porque tienen sus particularidades de diversidad cultural que debemos tener en cuenta”, agregó Rivera y subrayó también la importancia de amoldar los modelos a las realidades cambiantes. Como objetivos cumplidos, la directora destacó que Vimenti -proyecto de Boys & Girls Club de Puerto Rico- ha logrado una reducción del 8% en el desempleo de las familias de sus estudiantes. “Es significativo que con proyectos como este muevas indicadores importantes, pero tienes que ser capaz de adaptarte, de escuchar y usar los datos para saber hacia dónde nos podemos mover”, recomendó Rivera. ALIANZAS EN CAMINO Las oportunidades de extender el modelo 2Gen al resto de la isla son reales, a juicio del administrador de ACUDEN, Roberto Carlos Pagán; de Andrea Irizarry, directora de la Oficina para la Integración de la Familia y la Comunidad del Departamento de Educación; y de Mariamelia Sueiro Álvarez, ayudante especial del Programa de Desarrollo Laboral del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio. Se anunció que el IDJ colaborará con Irizarry para la optimización de los 12 centros de apoyo del DE, dirigidos a la capacitación y empoderamiento familiar, en medio de impresionantes cifras de desconexión entre padres y escuela. De 250,000 alumnos matriculados en el sistema público del país, solo los padres de 70,000 de ellos acudieron a recoger sus notas a finales del pasado año escolar. Panel "Modelos 2G en la práctica", en el que participaron Bárbara Rivera, directora de Vimenti; Sonia Domínguez, directora de Operaciones de Avance; y Anayra Túa, directora de Proyecto Nacer. Foto / Facebook / IDJ Irizarry abogó por la unión entre los sectores para maximizar recursos, evitar la duplicidad de servicios, usar datos precisos “y escuchar las necesidades de las familias”. Con ella coincidió Pagán, específicamente en el tema de la generación de datos. “Aquí hay organizaciones con la suficiente seriedad para levantar unos datos impresionantes. Uso de ejemplo el IDJ, que por muchos años ha levantado datos importantes. Mi llamado es a utilizar esos datos como un curso de acción para desarrollar política pública efectiva y dirigida a resolver el problema. Usemos esos datos porque lo que no se mide no se puede poner en agenda”, dijo Pagán quien exhortó a apoyar organizaciones y proyectos efectivos. “Y si ya tenemos los datos, hago un llamado a la acción, vamos a ejecutar”, acabó Pagán su participación. Simposio “Modelos bigeneracionales: Nuevo paradigma para la movilidad económica de las familias en Puerto Rico”. Conferencias y paneles: • La promesa de los modelos bigeneracionales: desde la ciencia y la experiencia de vida • Panel 1: Modelos 2G en la práctica- Introducción de modelos bigeneracionales en las políticas públicas • Panel 2- Oportunidades de Modelos Bigeneracionales en las agencias de gobierno • Estrategias de Fondos 2Gen Componentes para el bienestar familiar • capital social para reforzar redes de apoyo • educación de calidad en la niñez temprana • vías de inserción laboral y educación postsecundaria • bienes económicos para alcanzar sustentabilidad • salud y bienestar para atender las necesidades físicas y psicológicas de las familias Fuente: IDJ